Hola! Mi primer fic publicado aqui en FF.
Espero que les guste. Se suponia que seria Oneshot pero al parecer deje que mi imaginacion fluyera sola y he aqui el error, digo el fanfic.
Espero que el otro capitulo sea el ultimo. Muchos Saludos.
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Disclaimer: Naruto no es mio, es de Sasuke; perdon es de Masashi Kishimoto.
Pairing: OBVIAMENTE SasoDei/DeiSaso como quieran tomarlo.
Raiting: K+
Words count: 1,835
Advertencias: U.A. OoC.
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DESEOS DE COSAS IMPOSBLES
Sasori e Itachi cursaban juntos a la escuela. Le faltaban dos años para terminar la preparatoria.
Sasori era un chico muy normal pero con muchas chicas acosándolo, ya que era muy artístico, elegante y sobre todo era extremadamente atractivo. El tenía el cabello rojizo-marrón, ojos miel avioletados, muy raros de encontrar por lo hermosos que eran. Todas la chicas admiraban su natural belleza ya que parecía un muñeco viviente; tenía una piel muy blanca y lisa a pesar de ser un adolescente. Era perfecto.
Como cualquier chico normal, Sasori tenia a su secuaz, su mejor amigo Itachi. El también era guapo.
-¡Ése chico es una delicia!-dijo una chica describiendo a Itachi-Su negro cabello contrasta con su clara piel y sus ojos rojizos. El es muy sensual además.
Tal como lo había descrito la chica, el le daba un mejor sentido a la sensualidad.
Sasori e Itachi se conocían desde pequeños y siempre se habían apoyado; ellos se amaban de la manera que un chico ama a su hermano.
En pocas palabras su amistad era perfecta.
Al menos eso se creía hasta que apareció él.
El primer problema de una amistad que prometía durar para siempre. Ése maldito problema: Deidara.
Deidara tenía el físico de un ángel. Tenía una rubia cabellera que le llegaba a media espalda; siempre sostenía la mitad de su pelo con una media coleta y un largo flequillo que le cubría casi la mitad de su hermosa cara. Sus facciones eran perfectas, unos alargados ojos azul celeste que parecían tener un delineado, cosa natural del joven. Prácticamente parecía una muchacha delicada.
Los problemas comenzaron el ultimo año de preparatoria cuando el joven rubio llegó como el «chico nuevo» en la clase de Sasori e Itachi.
Como bien se dijo, el fué el «destructor» de esa perfecta amistad.
A pocas semanas de haber llegado a la escuela, Deidara ya mostraba sentimientos por Sasori; y al parecer esos sentimientos eran correspondidos. Un día un amigo de Sasori hizo confesar a Deidara confesar involuntariamente.
Volviendo a ese día...
-Es lindo ¿Verdad?-Decía una joven a su amiga en el salón.
-No, parece una mujer. De seguro es mujer, sólo se hace pasar por hombre porque es lesbiana.-Contestaba la otra muchacha.
-Si, tienes razón.
-¡Cállense! ¡Las mandare a volar con una explosión niñas estúpidas!-gritaba Deidara.
-Ya déjenlo en paz, hace tiempo que entró y siguen dudando de el-decía Sasori entre risas por los comentarios de sus compañeras.
-Mu-muchas gracias aunque no ocupo que me defiendan.
-No hay problema.-respondió el pelirrojo sonriéndole de nuevo a Deidara, el cual se ruborizó notoriamente.
-¿Que? ¿Ya encontraste a tu príncipe azul Cenicienta?-se burlaba Hidan, uno de los chicos mas populares de la escuela por su ejercitado cuerpo; además amigo de Sasori e Itachi.
-Hum...Cállate.
-¿Entonces porque te pones roja?
-¡Que te calles!
-No será que... ¿Ya te gustó el enano pelirrojo?
-Hum...-fue lo único que pudo decir Deidara, ya que estaba sumamente rojo y no sabia como defenderse.
-¡Lo sabia!-celebraba Hidan creyendo tener la victoria hasta que...
-¡Cállate Hidan! ¡Es imposible que Sasori le guste, así que cállate!-gritaba furioso una persona desde su mesabanco: Itachi.
La acción del moreno desconcertó a todos. Mostró claramente un arranque de celos que obvio no eran por el pelirrojo, ya que el tenia muchas admiradoras e Itachi jamás mostró molestia por eso. Al parecer algo le molestaba pero nadie le tomó en cuenta, hasta lo tomaron como una simple broma.
-Tranquilo Itachi, solo quiero saber la verdad.
En ese instante sonó la campana y todos comenzaban a retirarse, dejando el salón vacío excepto por Hidan, Sasori, Deidara e Itachi.
-Deidara, ¡confiésalo mujer!
-¿Confesar que?
-¿Quien te gusta?
-No te importa-contestó el rubio poniéndose rojísimo.
-¡Confiésalo ya pedazo de estiércol!
-¡¿Qué cosa?!
-¿Quién jodidos te gusta?
-Déjame en paz, un.
-Ya déjalo Hidan-decía Sasori harto.
-¡No! ¡Maldita rubia confiésalo!-dijo seguido de muchas groserías haciendo que todos se alteraran y desesperaran.
-¡Esta bien! ¡Si me gusta Sasori! ¡Ahora ya déjame en paz imbécil, un!-dijo el ojiazul desesperada y confiadamente. Al parecer le habían sacado de sus casillas y había dicho algo que no planeaba decir.
Esto sorprendió a todos. Sasori estaba más rojo que su propio cabello.
-¡Ha! ¡Lo sabía!...Debería trabajar de abogado-dijo Hidan victorioso mientras salía tranquilamente del salón, satisfecho de su trabajo.
Solo quedaban las otras tres personas en el salón.
Invadió un largo silencio. Muy largo.
-Dei-Deidara...-dijo el pelirrojo aun ruborizado.
-¿Si?-contesto Deidara volteando hacia otro lado con el corazón a mil por hora.
-Este tu-tu-tu...-tartamudeaba Sasori cuando fue interrumpido por cierto moreno presente en el salón.
-¿Solo lo dijiste para callar a Hidan verdad Deidara?
-Este yo...
-¿Es eso cierto?-pregunto el pelirrojo con cierta tristeza.
-¿Si verdad?-cuestiono Itachi con desesperación.
-N-no.-contesto el rubio.
Si bien lo ocurrido con Hidan había asombrado a todos, eso era una mejor noticia.
-Itachi, ¿Podrías dejarnos a solas por favor?-le pidió el pelirrojo a su amigo.
El pelinegro comenzaba a asustarse. No quería dejarlos solos. El también lo quería y no podía dejar que se lo quitaran.
-¡Oh Sasori Vamos! Yo conozco todas tus cosas, sea lo que sea yo lo puedo escuchar y...-No pudo continuar ya que había sido interrumpido.
-No, itachi. Esta vez no por favor.-Dijo Sasori con una expresión seria, aun con el sonrojo en sus mejillas. Dejando al moreno confundido y sorprendido.
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Y así fué esa tarde. Esa tarde donde nació un nuevo romance y comenzó el dilema que cambiaría sus vidas para siempre.
Itachi no los vió hasta la mañana siguiente; al enterarse de la noticia "Deidara y Sasori ya son pareja" sintió como su corazón se desmoronaba. Era definitivo: el amaba al rubio.
Cuando escuchó la gran novedad salir de los labios de Sasori, el pelinegro fingió felicidad por su casi hermano.
Le dijo que los apoyaría en su relación hasta en los tiempos más amargos y muchas cosas lindas de escuchar. Mas no lo sentía sinceramente. No lo aceptaba.
-Deidara es mío.-Se repetía eso todos los días, jamás se daría por vencido.
Esa obsesión con el joven rubio iba creciendo cada día, hasta que se le ocurrió una brillante idea: conquistar a Dei por las sombras.
Dando paso a dos años Sasori seguía haciendo la pareja perfecta de Deidara, salvo por algunas discusiones que tenían gracias a las chicas enamoradas del pelirrojo, cosa que al rubio ponía celoso.
Se habían graduado de la preparatoria, menos Hidan, el cual había reprobado de nuevo. ¿Pero qué importa? Sigue siendo apuesto.
Itachi, por su cuenta seguía con sus juegos sucios siendo rechazado por el rubio más de una vez. Deidara jamás quiso contarle nada a Sasori por miedo a que este lo tomara por mentiroso, ya que el Uchiha era su mejor amigo de toda la vida.
El joven pelinegro, al borde de la desesperación optó por su segundo y definitivo plan.
Tardo unos meses en conseguirlo pero al fin lo logró. A los pocos días el joven pelirrojo recibió la noticia mas grande de su vida, gracias a su «amigo» Itachi.
-¡Itachi eres el mejor amigo del mundo!-gritó Sasori con suma felicidad abrazando a Deidara, seguido de su amigo.
-Gracias Sasori, todo lo hago por mi casi hermano.
-Pero porque tanta felicidad Sasori?-preguntaba Deidara con curiosidad
-¡Podré dedicarme a lo que siempre he querido! ¡Ser marionetista!
-Uh...que empleo tan ridículo.-decía el rubio con ansias de hacer enfadar a su pareja. De cierto modo le encantaba hacerlo enojar.
-¿Qué dijiste?
-¡Oh nada!-dijo con una sonrisa picara
-¡Al menos es mejor que trabajar en una empresa de fabricación de inútiles bombas!-decía Sasori refunfuñando
-¡¿Qué dices?! Es mejor que tu teatrito de marionetas!
-Dei, tu nunca cambias respecto a tu pobre opinión sobre el arte.
-Pero...-comenzaba el rubio cuando Itachi lo interrumpió.
-Hay un problema.
-¿Qué? ¿Cuál?-preguntaba la pareja.
-Sasori, te tendrás que ir a Paris, Francia a trabajar por un año y medio más o menos. Y tu trabajo comienza en pocas semanas.
-¡Que?!-grito Deidara mirando a Sasori con tristeza.
-Ah...-fue lo único que dijo el pelirrojo y se fue de donde estaban.
En pocos segundos Deidara fue a perseguirlo, claro estaba que el ojiazul no quería que Sasori se fuera pero sabía que ese era su sueño de toda la vida. No podía negárselo, seria demasiado cruel. Amaba a Sasori con mucha intensidad, así que lo tuvo que convencer que tomara el empleo.
-Sólo serán dos años, Dei. Prometo que volveré y haremos una gran fiesta reanudando nuestro corto romance.
-Si, Sasori no olvidare tu promesa... ¡Y haré ejercicio para que cuando regreses ya no me confundan con una mujer!-decía alegremente y entre lagrimas Deidara, por lo que Sasori rió ante la escena tan encantadora.
-Pero quiero que hagas algo. No te encierres en nuestro mundo, Dei. Date la oportunidad de estar con otras personas. Así que creo que será mejor que le demos una pausa a esta relación-dijo seriamente Sasori.
-¿Me-me estas te-terminando?
-Así es, Deidara.
El mundo del rubio se desvanecía, pero el pelirrojo lo reconforto de la manera más tierna y lujuriosa que puede haber.
Pasaron aproximadamente 3 semanas cuando Sasori partió.
-Te estaré esperando Sasori...-susurraba el rubio viendo como el avión partía.
Pasó una semana después de la partida de Sasori. Un mes. Un año. Un sin fin de acosos por parte de Itachi hacia Deidara. Acosos, mucha labia y mentiras hasta que logró su cometido:
Deidara e itachi ya eran pareja.
-Itachi, estas advertido.-decía Deidara
-Si Dei.
-¡No me digas Dei!
-Lo siento.-dijo Itachi asombrado y entristecido.
-Perdóname, un...esque así me decía Sasori.
-Deidara, tienes que dejarlo ir. El ya no volverá entiende.
-¡No! ¡Itachi se supone que ya estabas advertido de nuestro trato!
-Si, ya se. Cuando Sasori vuelva que no lo hará, tu y yo terminamos ¡Bla!
-Hm...
Cuatro meses después, Itachi y Deidara seguían juntos. El moreno seguía obstinado con sacar a Sasori de la vida del rubio completamente. Pero parecía que cada día que pasaba, el ojiazul recordaba cada vez más a su primer amor. Era irritante para Itachi.
-Deidara, te amo.-recitaba Itachi sentado en el sillón de la casa de Deidara.
-Yo...te quiero mucho.-decía Deidara. A decir verdad te quiero más de lo que imaginé. ¿Será que...? ¡No! Es imposible. Éste año llega Sasori y yo no puedo...
El teléfono sonó interrumpiendo los pensamientos de Deidara.
-Yo contesto, un.-dijo descolgando el teléfono-¿Bueno?
A los pocos segundos Deidara dio un gran grito de felicidad.
-¿Enserio eres tu Sasori? ¡Claro, voy para allá!
Esas últimas palabras de Deidara deprimieron a Itachi. Sasori había llegado, y al parecer pidió a Deidara que pasara por el al aeropuerto.
-Ah, con que ya llego.-dijo en un triste suspiro Itachi-Se acabo todo. A menos que...
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(A/N)
Oh bien...
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