Hola y bienvenidos a este pequeño fic de tres o cuatro capitulos, este es el primero... una pequeña introducción del maravilloso día que espra a nuestro querido protagonista xD. Así que animo y disfrutenlo...
Andrea Black (NO miren a SIRIUS... que es mi esposo, lo demás es de J.K Rowling)
Capitulo 1
Guardo un recoveco en el alma
Que recuerda tu cara como nadie la vio
Río, lloro y paso de todo por el bien de los dos.
"Otra vez", de Coti
La observé desde lejos. Allí estaba ella, riendo tranquila y divirtiéndose con dolorosa naturalidad. Sus mejillas estaban rojas, y sus ojos entrecerrados, al tiempo que su boca dejaba que el sonido de su risa inundara los alrededores.
Así la vi el día de hoy, cuando bajé a desayunar y por alguna razón, creo que no pude haber pedido mejor imagen para comenzar mi día. Mentiras, si puedo pedir una mejor… quisiera que ella dejara escapar su risa para mí. Pero sé que es pedir demasiado en estas circunstancias. Cómo siempre, caminé todo el recorrido desde la puerta del comedor hasta los asientos vacíos del centro de la mesa, sin apartar en ningún momento mis ojos de ella, y aunque está de perfil, casi puedo sentir que ríe por mí.
Me senté en el lugar que usualmente utilizo, y sentí inmediatamente un par de manos posarse sobre mis hombros, y levanté mi mirada para ver dos sonrisas dirigidas a mí, antes de sentir como un vaso de agua me caía encima.
-Felicidades, Jamsie.- Saludó Sirius, mientras dejaba el vaso con el que lo había mojado en la mesa. -Otro año más de vida, para mí pequeño.- añadió teatralmente para luego abrazarlo, e imitar un llanto emocionado. -Has crecido tanto en tan poco tiempo, que me parece imposible pensar que eres aquel muchacho asustadizo que mojaba la cama hasta hace un mes.- agregó antes de mirarlo con orgullo.
-Déjalo en paz, Sirius.- regañó Remus con una sonrisa, mientras lo apartaba. -Feliz cumpleaños, Prongs.- felicitó el castaño con una sonrisa sincera.
-Gracias Moony.- respondió James volviendo a colocar la mirada en ella. -¿Y Peter?-preguntó al no escuchar la tercera felicitación, mientras quitaba su mirada de la figura femenina y la posaba en Remus, quien se sentaba a su derecha.
-Dijo que ya venía, es que Longbottom lo detuvo en el camino.- respondió Remus, encogiéndose de hombros, para luego comenzar a servirse el desayuno. James asintió en silencio, y nuevamente sus ojos buscaron la cabellera roja, y sus oídos se agudizaron para escuchar su voz emocionada.
-¿Buscando tu regalo, Prongs?- preguntó Sirius, antes de llevarse una tostada a la boca, mientras miraba fijamente a James, quien le devolvió la mirada y sonrió algo cansado. -Un hueso duro de roer, ¿no es así? Créeme que todos los días me pregunto que le viste a esa pelirroja malhumorada.- añadió ante la falta de respuesta por parte de su mejor amigo.
-Mejor así, sino estarías detrás de ella también.- respondió James inyectándole algo de comicidad a la situación. -Y no busco regalo, dudo mucho que Lily le interese si cumplo o no cumplo años. Así que no importa mucho.- añadió entre risas, a lo que Sirius compartió una mirada con Remus, antes de fruncir el ceño.
-Claro, claro James. Y eso a ti te trae sin cuidado.- dijo Sirius con sarcasmo, para luego echar un vistazo rápido a la pelirroja, y sonreír traviesamente. -Pero no te preocupes, Prongs. Papá Sirius solucionara todos los problemas de su pequeño Jamsie.- dijo con una sonrisa llena de seguridad, antes de continuar con su desayuno, al tiempo que tarareaba una canción con una gran sonrisa en su rostro.
-Remus, ¿De que habla Sirius?- preguntó James preguntó algo preocupado, mientras miraba como el ojigris untaba miel a sus Hot Cakes, recibiendo como respuesta una sonrisa de disculpa al tiempo que el castaño se encogía de hombros negando con la cabeza.
-Prongs, Feliz cumpleaños.- felicitó Peter al tiempo que entraba al comedor. El joven llevaba una sonrisa radiante y se sentó frente a Remus y al lado de Sirius.
-Gracias, Peter. Pero come rápido, pronto comenzará Transformaciones y McGonagall estaba insoportable cuando me la encontré en el pasillo. Supongo que debe estar así por las hormonas.- dijo James, mientras observaba a Peter servirse el desayuno.
-Dudo mucho que McGonagall aún tenga hormonas, Prongs.- contradijo Sirius, negando con un dedo. -Lo más seguro es que está así porque le llegó la menopausia.- añadió Sirius, mientras se llevaba la mano al mentón y colocaba una expresión pensativa.
-Es muy probable, Padfoot. No lo había pensado así.- respondió James con la misma expresión pensativa. -Y tal vez por eso es que se desquita con nosotros, porque la menopausia la hace sentir insatisfecha como mujer. Espero que Lily no pase por lo mismo cuando sea una anciana como ella.- agregó James, mientras colocaba su voz un poco más grave, para hacerle énfasis a sus palabras.
-¿A quien se refería, señor Potter?- se escuchó una voz femenina provenir detrás de James, quien estaba entretenido en sus meditaciones, y no notó la mirada de advertencia de Sirius, la expresión tensa de Remus y la palidez extrema de Peter.
-A quien más, sino a McGonagall.- respondió sin dudar, mientras fruncía el ceño ante el despiste, por lo que levantó su mirada y se encontró con la mencionada mirándole fijamente con unan ceja enarcada y los brazos cruzados.
-Interesante su punto de vista, señor Potter. Muy interesante.- dijo la profesora ante la mirada sorprendida de James.
