Autor: Kami-cute

Autor: Kami-cute

Summary: Y nadie supo comprenderlo. Todo el mundo lo juzgó. Dicen que estaba cuerdo, pero el amor lo enloqueció. El pobre muchacho sólo en la oscuridad vagó. Y por siempre, su alma en pena, cada vez que pudo, pidió perdón.

Advertencias: Un fic gore. GO-RE. Por favor, ahorrame disgustos y lecturas totalmente innecesarias. No me gusta leer las quejas. Uff, que cosa tan molesta. Quéjense de otra cosa... Yo advertí, así que aguántense.

Declaimer: Naruto y sus personajes no me pertenecen. Sí, soy 'La Itachi de la nueva era' (o así me han dicho) pero no tiene nada que ver con la monarquía de ese anime y manga tan famoso mundialmente.

Notas de autor: Bien, puesto que 'La canción del homicida' parece poco para ustedes, he decidido escribir otro fic. Sí, la continuación de mi gran historia (¿dije gran en verdad?). Este fic, 'A dangerous mind', fue una idea de último momento. Itachi y Sakura se separaron... Oh, que pena. Y aunque me cueste creerlo, a casi todo el mundo le desagradó ese hecho. ¡Mi mejor amigo, anti-amor, me ha repudiado porque dejé a Itachi abandonado! Así que sucumbí a mis unicos lectores y dije: 'Okey, quieren continuación, continuación tendrán'. Así que puse en el YouTube (pagina de videos, por si alguien no conoce -.-) la canción de Goodnight Nurse (no he podido descargarla, así que si alguien la tiene, pasemela), 'My only'. Bien, haré la respuesta de los reviews de 'La canción del homicida'...

Carito-fox: Bueno, si, he metido la pata. 'Inocente' en todo el sentido de la palabra, no eres. Quizás un lobo vestido de oveja. No sé bien qué quise decirte. Supongo que debes tener la mente corrompida... pero si escuchas o lees lo mismo que yo, pues, serías el diablo en persona. XD No bromeo. Espero que este fic tambien te encante :) Saludos y... cuidate de mi.

Z.mari: Gracias. Poca gente me ha dicho que se alegra que haya pasado bien mis vacaciones. Casi todos lloraron y me amenazaron para que vuelva pronto, jah. Unos pocos dijeron que me extrañaban, como se debe. Wow, es un cambio drástico. De niñera (posible asesina de pqueños engendros del demonios, gremlins) a estudiante (osea, victima de raíces cuánticas, lecturas innecesarias y estudios prolongados hasta hacer que tu cerebro estalle). Definitivamente, muy injusto. Prefiero ser yo, gracias. Gracias por el comentario del capitulo tambien. Jaja, supongo que esperaba que alguien me dijera que el lemmon le agradó, aunque fue cortito. Cortito pero consiso xD. Y si, tus babas no faltan para Itachi. Pero como ya dijimos, 'él lo quiere' xD. Un Itachi sadico y obsesivo... Pues, es mi estilo. Un novio así sería enloquecedor, pero... ¿Qué más da? Jaja, a mi me gusta en cierta forma. Espero que este fic sea de tu agrado... 'hermana'. He optado por decirte así... Me parece algo extraño (supongo que a ti tambien), pero nacer el mismo día y tener la misma edad nos denominaría hermanas. Y gracias por ponerte en shock al leer mi profile, supongo. Mis pobes 15 añitos... ¿Creíste que era mayor? Y supngo que no es consecuencia... San Felix sabrá xD

x.-kTa-.x: Tu sarta de garabatos e insultos al aire me sonó tierno. Niña, sabes hacer tus reviews originales. Es más, siempre estoy alegre de leerlos. Supongo que Itachi debía decirle. Tenía la conciencia sucia (o turbia, como quieras tomarlo). Una relación con secretos no va... O eso creyó, jaja. Tener el valor de decirlo (a tu secreto) y de hacerlo (el matar) merece un gran valor. Yo soy puro instinto... No sé si concientemente mataría a alguien (la ley lo prohibe y no quiero pasarme unos 10 o 20 años en la cárcel). Pero inconcientemente, es decir, ya cegada por mis instintos, puede ser. Digamos que soy un chucho sin control de emociones (un hombre lobo, o algo así). Bien, sigamos con el fic. Creo que en el transcurso de esta historia intentará encontrar a Sakura. No se la han comido los lobos ni se la comerán. Digamos que avanzó directamente a la ciudad. Y bueno, como eres una de las que lee siempre, pues, responderé UNA de tus preguntas (no intentes luego que responda, contemos que hoy estoy de buen humor). Itachi puede llegar a ser muy obsesivo. Pero no la encerrará, no. Recordemos que Itachi ama la libertad de Sakura. Y de quererla solo para él, no amerita encerrarla. Digamos que encontrará otra forma... Una en que ella se encierre en sí misma nn. Sí, creo que en cierta forma te explicas en eso de que Itachi sintió lastima por Sakura. Pero para la póxima se un poco más explicativa xD llevé un día pensando en qué forma de ver la culpa de Itachi tuviste. Y no, la peor parte de Itachi no la has visto. La verás en este fic nn y te dará miedo. Lo del vendedor de alimentos, bueno... a mi no me preguntes -.- Es algo que mi mejor amigo siempre dice: 'Hay que cortarle los taones y esto y lo otro'. Como ese capítulo era para él, decidí escribir sobre ese tipo de asesinato. Corten los talones xD. Adoraste el fic, me alegro. Jaja, me alegro demasiado. Eso de el rated... bueno, en realidad solo era por asesinatos. Pero me insistieron tanto en un lemmon que dije: 'Sí, hagamoslo'. Y por el final, jaja, tendrás tiempo de pensarlo... Tengo aún unos diez capítulos más planeados (claro, en este fic). Y tu frustración, te juro, será recompensada. Nos leemos, querida mía. Mi bendición, en tus manos. Hoy, salpicaré un poco de sangre para bautizarte. Cuidate.

Karu-chan: Un sentimiento indescriptible. ¿No habrás tenido ganas de matar, no? No puedes hacerlo, debes intentar no caer en los reformatorios. Son horripilantes. Pero siento que es honorable que te haya pasado por primera vez con mi fic. Jaja, es un honor. Gracias por todo. Estoy feliz de que te guste mi manera de narrar la historia y de la forma en que coloco los sentimientos de los personajes. Pero hasta no leer un fic tuyo, no me diré gran escritora. No me gusta la falta de modestia. Seguramente, eres tan buena como yo (aunque te sea difícil escribir... Tranquila, eso a mi tambien me pasa). Y la continuación, pues... aquí está. Espero la disfrutes. Y gracias por alegrarte de que disfrutara mis vacaciones nn. Muchas, muchas gracias. Hoy derramaré sangre en agradecimiento tambien. Arigato. Nos leemos.

Hikari-san: ¿A dónde se habrá ido el –chan? Pues, no lo sé. Pero si quieres respeto, así te trataré. Bien, sé que no es justo que deje la historia así. Por eso esta continuación. Pobre Itachi, pobre Itachi... Sí, creo que Sakura volverá. O no. No, creo que no. Eso debo pensarlo bien. Bien, espero fervientemente poder escribir un fic junto a ti. Sabes que es algo realmente de lo que sentirme alegre y orgullosa. Más aún con tu mente. Lo espero. Disfruta de este fic, mientras tanto.

Sakurass: Leiste los dos capítulos de seguido, jaja, es genial. Espero que lo hayas pasado bien en tus vacaciones, querida mía. ¿Estás disfrutando tu tiempo de vida? Vamos, víctima mía, disfruta cuanto quieras :) Mira, el que Sakura se alejara fue una desición predeterminada (como dice en el fic). Además, si ella no se iba, no podía seguir con este :P Pero no, no sospechó nada... y lo peor de todo, ni siquiera dio por aludido el hecho de que Itachi se volvió lo que es por ella. Es una desagradecida, en cierta forma. Pero veremos lo que sucede en este fic. El fic continúa, aquí hay para rato. Me cuidaré, tranquila. Cuidate mucho tu. Quiero ser yo la única con el honor de posar mis manos sobre ti y sucumbirte... Quiero ser la única que pueda convertirte en un bello cadáver joven. nn No mataré mucho, me reservo para ti. Cuidate, Sakurass... Nos veremos.

Krencita-seijun: Jaja, sí, se lo dijo. Pobre Itachi, ¿no? Pobre de su naturaleza... Bien, seguirá el fic, tranquila amiga. Y sí, entiendo el asesinato de Sai. Lo mataremos seguido xD. Besos!

Ahora sí, que comience el juego...

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x... Siguiendo tus pasos ...x

Itachi caminaba, un tanto ido de la realidad, hacia lo que sería su apartamento. Recordaba. Viajaba a grandes pasos a su pasado. Algo no iba bien. ¿Cómo es que, en sus 25 años, había llegado a una vida tan... carente de sentido? Sonrió y relamió su labio superior, degustando el aún dulce líquido que caía de este. ¿En realidad era carente de sentido? No, tenía un sentido. Lamió ahora su labio inferior, viendo la excesividad de ese líquido salado, color rojizo, que seguramente había olvidado de limpiar. No, él lo hacía con el sentido claro de la adicción y la diversión. Itachi era un lobo. Hacía eso porque disfrutaba hacerlo. Le gustaba planearlo, sentir el miedo de sus víctimas, sentirlas vulnerables, hablarles para atormentarlas más y jugar con ellas el tiempo que se permitiese. Pero no podía dejarlo. Era una adicción aún mayor que él. Sonrió con malicia, recordando lo que 15 minutos antes había hecho. Pobre muchacha. Hoy le había tocado a ella. La próxima, debería ver a quién era... Detestaba matar por simple impulso y no por haber estipulado, medianamente, qué podría llegar a pasar. Aunque el factor sorpresa de la víctima ayuda a sentirse pleno, argumentó interiormente.

Llegó a su departamento. Uno de los tantos departamentos de la campaña AKATSUKI, para dar viviendas a gente con necesidad de techo. Realmente, le parecía una completa pérdida de tiempo. Pero allá sus ideologías. Tenía techo gratis. Y todo gracias a Akatsuki, los malditos amanecer. Golpeó la puerta de su departamento, tres veces, como solía hacerlo. Podía oír la música a todo volumen por el pasillo. Bufó, molesto, de ver como la gente lo miraba extraño. Detestaba esas miradas de suficiencia. Justo cuando sentía que sus malditos instintos dominaban de nuevo, la puerta se abrió y pudo ver una cabellera rubia detrás de ésta. Sonrió al ver a Deidara, su compañero de departamento. Éste hizo lo mismo y abrió la puerta, dejándolo entrar. Sí, era extraño. Él detestaba los tratos con la gente. Pero ellos eran... diferentes. Deidara y Sasori, su otro compañero de departamento, eran tan callados y reservados como él. Bueno, quizás no tanto. A Deidara le fascinaba hablar, es cierto. Y era extrañamente relajador por momentos. Pero, lo más importante, era porqué convivían juntos. Simplemente porque ellos eran ligeramente iguales a él. Tenían dos personalidades. Y entre ellos, se protegían.

- ¿Qué has estado haciendo, un? –dijo Deidara, mientras se sentaba frente al televisor, sonriente y señalaba la pantalla- ¿Te has divertido?

Itachi devolvió la sonrisa y fue hasta la cocina. Tomó una lata de Coca-Cola que había dentro de la heladera y la abrió, para comenzar a beberla. Aprovechó para inspeccionar alrededor de él. Sasori no estaba. De seguro, estaría en su cuarto, como siempre. Y Deidara había empezado de nuevo con sus pequeñas esculturas de arcilla y explosivos. Sí, el rubio era un tanto infantil, pero merecedor de un buen concepto de 'arte'. Esculturas que explotan y aniquilan era ago perfecto. Aunque él prefería hacerlo a su manera. Frente a frente. Y Deidara muchas veces sucumbía a hacer lo mismo. Es diferente sentir las emocines, la sangre escurrir y verlo, a asesinar a distancia. Así pierde el sentido. Quitó la lata de gaseosa de sus labios y suspiró. Luego, miró a Deidara, que le devolvía la mirada divertido.

- Fue un poco precipitado... No lo tenía planeado, ni siquiera sé quien era ella –dijo, volviendo a tomar de la lata.

Deidara lo miró sorprendido, para luego sonreír y seguir con su escultura- Pues en las noticias piensan que fue premeditado, pues, debo admitir, está muy bien hecho... –dijo, para luego empezar a carcajear y aplaudir, completamente fuera de sus cabales-. Aunque, claro, ¡hablamos de Itachi Uchiha!

El moreno sonrió y se sentó en el sofá frente al televisor. Las oticias anunciaban que habían encontrado el cadáver de una jóven llamada Karin. La policía daba veredictos, diciendo que era algo fuera de lo normal, porque el cuerpo estaba descuartizado. Desmembrado. En pequeños pedazos, no más grandes del tamaño de una mano. Itachi sonrió. Mostraban el enorme charco de sangre en el suelo y los ojos se le pusieron rojos de deseo. Quería matar otra vez. Deidara observó este cambio, para luego sonreír con suficiencia.

- Si viendo antiguos asesinatos, te pones así... Pobre de tu próxima víctima, un –Itachi tapó su rostro con su mano derecha y carcajeó. Deidara lo miró y no sportó mucho el silencio- ¿También la violaste, un?

- No –dijo Itachi-. Sabes que no hago eso, todavía. Me gusta matar, solo eso... –Deidara suspiró y volvió a lo suyo. Itachi no.

Pensó, de repente, como había llegado a matarla. ¿Qué era lo que lo había 'obligado' ligeramente? No lo recordaba. Solo llegaba a recordar cuando la acorraló en el callejón oscuro. Que ella miraba desesperada a través de esos lentes blancos alguna salida. Pero no encontraba ninguna. Y él se había sentido tan... glorioso al verla tan asustada. Y se había ido acercando, despacio. Susurrando frases sueltas como: 'ya no hay salida' o 'disfrutaré matándote'. Que necio había sido en decirlo... Ahora reaccionaba, ante una puntada en su brazo, que ella lo había tomado por sorpresa. Si, el efecto sorpresa que a veces tanto le gustaba. Esa colorada... Menos mal que estaba muerta. Y gozó haciéndolo. ¿Qué le había pasado? Pues, su misma víctima lo había herido. Un puñal, con un pequeño cuchillo, en medio del brazo. Estúpida muchacha, como si con eso se salvara. Recibido el puñal, la miró con asco. La tomó del cuello y la asotó contra una de las mohosas paredes. Quitó el cuchillo con rapidez, cosa de hacer menos doloroso el asunto. Sonrió... Inconcientemente, la muy desgraciada había ayudado a su muerte. Le había dotado de un arma más peligrosa aún de lo que parece. Un cuchillo en manos de Itachi. Hizo el primer corte a la altura del hombro y escuchó el chirrido que ella hechó. Parecía un animal. Instantáneamente comenzó a empujar y querer quitarselo de encima. Le había dado un arañazo cerca del cuello. E Itachi no la perdonó. Con su mano derecha tomó el cabello rojizo de la muchacha con fuerza y tiró de él. Pateó con fuerza sus rodillas, haciendo que ella cayera al suelo. Ya de rodillas y chillando de dolor, Itachi se sentó sobre sus piernas e hizo más fuerza en el agarre de su cabello. Ella seguía insistiendo en soltarse. Entonces, sin pensarlo y viendo como ella practicamente se sacrificaba, se aproximó a su cuello y mordió. Mordió con fuerza, sintiendo la sangre fluír dentro de su boca. Llegar a su lengua y ser saboreada. Aún persistía el gusto en su paladar. Ella comenzó a llorar y él hizo más fuerza ambos agarres: el del pelo y el de la mordida. '¡Ya quédate quieta!' le había gritado luego de ver como ella, aú si fuerzas, seguía intentando quitarlo de encima. Y en un arrebato de pasión por el hecho, de una sola estocada, clavó el cuchillo en el corazón de la peliroja. Con fuerza, comenzó a empujar hacia adentro y a moverlo de atrás hacia delante. Sólo escuchó el grito de ella y luego el silencio. Sentía la sangre salir a borbotones por sobre su mano izquerda. Soltó su cuello y observó como la peliroja aún no moría. Solo lo miraba. Y estuvo así unos segundos, hasta que sus ojos definitivamente perdieron brillo. Ahí, se dejó llevar por la locura. ¡Otra muerte! ¡Otra obra de arte original! ¿Cómo podría hacer? ¿Qué debería hacer? Miró su mano izquierda completamente teñida de ojo junto con el pequeño cuchillo y sonrió. La descuartizaría. Sería divertido.

- Itachi... –la voz de Deidara lo sacó de sus pensamientos, hasta volverlo a la realidad-. Tienes sangre en el brazo derecho, ¿seguro que estás bien, un?

Itachi miró su brazo. En la camisa, una mancha color roja. Un tono diferente a las otras manchas. Como más... reciente. La tocó y notó que le dolía. Bueno, por lo pronto la adenalina era tanta que no sentía el dolor hasta tocarse la herida. Deidara lo miró y carcajeó, vociferando algo de 'el gran Uchiha Itachi, por primera vez herido'. Itachi se levantó y caminó por el pasillo, a paso lento, hasta llegar al baño. Se quitó la camisa ensangrentada y la tiró al suelo. Comenzó a lavar su herida, para luego echar algo de alcohol en la herida. Chasqueó la lengua al sentir ese calor punzante sobre la piel abierta con profundidad. Pobre Deidara... En realiadad, no sabía todo de él. Itachi Uchiha, él, ya había sido herido antes. Pero una herida cubierta, por dentro. Una herida al corazón. De una muchacha pelirosa, de ojos verdes, siempre sonriente. Su primera víctima en el amor. La misma a la que estaba buscando. La misma que sabía vivía en esa ciudad. La misma que quería encontrar... La misma que llegaría a encontrar.

- La encontraré... La... encontraré... –dijo Itachi, mientras limpiaba su herida. Esa cicatrizaría. La que tenía en el corazón... no. Por eso, desde ese día, planeaba todo con anticipación...