Disclaimer: Homestuck no me pertenece, sólo a Andrew Hussie le pertenece: su único y verdadero creador. HAIL, HUSSIE.
Advertencias: OOC, Slash, malas palabras.
Tuvieron que empacar una tercera vez aquel verano. Se habían metido en un automóvil extraño con olor a comida rancia y sudor para instalarse en una casa totalmente blanca con grandes ventanas y tres pisos. Todo fuera de su ventana eran personas desconocidas y muchos árboles y jardines bien cuidados.
—No quiero salir —dijo John, sacando de su gran maleta azul su laptop y actualizar su blog personal:
"Aburrido. ¿Es muy temprano para tomar un autobús de regreso?"
Abrió pesterchum, nadie estaba conectado y la casa le seguía resultando ajena. Podía oler en el aire humedad, pasto y tierra mojada, en la parte baja de su ventana colgaba una de esas macetas con muchas flores coloridas como en las películas. A las flores les hacía falta algo de agua.
John sonrió y arrimó una botella con agua, vaciándola con cuidado sobre las flores.
—Hola, me llamo John —dijo como un loco a las plantas.
El sol cayó rápido y dentro de él sentía que algo estaba melancólico. Mañana habría escuela, otra escuela nueva.
Bajo al comedor, aunque ya sabía que no iba a encontrar a su padre de todos modos. Estaba oscuro. John miró a su alrededor, pero no había nada más allá de una sala vacía y una cocina deshabitada (salvo por el refrigerador lleno de pasteles que su padre había mandado a instalar con anticipación).
Puso cobija sobre otra encima del colchón y se sentó, con ukelele en mano y la cabeza llena de pensamientos tontos.
"¿Ya es muy tarde para tomar un autobús de regreso?"
En otra parte, no muy lejana de la nueva residencia renombrada para los Egbert, Dave se cuestionaba si sería buena idea ir a la escuela.
Hacía demasiado frío para estar esperando que su hermano le abriera la puerta, se le habían olvidado las llaves otra vez. Sacó su teléfono y abrió pesterchum, no había nadie conectado. Todo el día (junto con el fin de semana) consideró saltarse las clases de mañana, pero pensó que sería una tontería porque los exámenes finales ya estaban a la puerta y un Strider jamás reprobaba una tonta prueba.
—Oye, ¿qué esperas para entrar? —dijo su hermano en el umbral de la puerta —. Mueve el culo y entra ya.
—No habrías la puerta.
—Ya está abierta.
Bro dirigió una sonrisa llena de sarcasmo y triunfo.
—No, ¿en serio? —dijo Dave con mucho sarcasmo, entrando y desenfundándose de su enrome abrigo. La casa estaba tan calientita que no le importó quedarse en camisa y pijama.
—No te hagas el listo —amenazó su hermano con… ¿diversión? ¿Ternura? Quién sabe, era su extraña forma de mostrar su cariño el uno por el otro. Strider's, pensó con diversión.
Dave fingió ignorarlo. Él estaba pensando en otras cosas más complicadas como para detenerse a armar una mini-pelea con Dirk. Tenía que admitir que su habitación era su lugar favorito en aquella vieja e irónica casa barra hogar. Sí, con su mezcladora, su mullida cama y demás cosas que hacía de aquel cuarto un lugar que gritaba: ¡Dave Strider vive aquí!
En su escritorio dejo caer la bolsa del súper, dejando a relucir un montón de comida chatarra y jugo de manzana. Abrió el portátil y comenzó a divagar a todo lo largo de sus notificaciones que su monitor le mandaba directo a los ojos. En YouTube otro vídeo era tendencia mundial, alguien tocando el ukelele con una envidiable voz que no mostraba la cara, sólo se podía ver a la persona hasta el cuello encima de una cama con colchas estampadas de caras de Nic Cage. Lindas colchas.
Destapó un empaque de galletitas nuevas y desfrutó un momento de la voz desconocida. Nunca una tonta mini-guitarrita le había sonado tan bien y alegre acompañada con una voz que no se dignaba a mostrar la cara.
La voz le dejó un saborcito alegre en la boca, haciéndole que se olvidara de sus pensamientos sobre no ir a la escuela para reemplazarlos con unos que decían que tal vez el día de mañana no sería malo.
Se suscribió al canal EctoGhost y activó las notificaciones al canal, tal vez, lo que le faltaba a Dave era un poco de buena música para calmar el remolino de pensamientos que le quitaban el sueño.
Cepilló sus dientes. Se sacó las gafas. Activó la alarma de su reloj para levantarse temprano, aunque nunca la necesitara, siempre despertaba antes que la alarma sonase. Se metió entre las cobijas y todo se volvió más oscuro… y lento… y borroso…
Ah, ya era hora de dormir.
Sí, bueno.
Aún no termino el otro fic y así… pero la cabeza me pedía a gritos que hiciera esto. No saben cómo amo a muerte mi OTP. Ah, PEPSICOLA.
Por supuesto que trataré actualizar con regularidad, aunque no lo haré tan seguido.
[Seré sincera: en parte me animé a escribir esto con la esperanza de que mi senpai me noticeara y al fin se diera cuenta de cuál es mi cuenta aquí en FF.
¿Ya me noticeas, edd-ccun-senpai?]
Bueno, dudas, sugerencias y aclaraciones: POR FAVOR, DEJEN UN REVIEW. NO LEO MENTES.
Gracias por leer.
Con cariño, Wizardbot.
