¡Sonríe para la foto!

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Disclaimer: Si lo reconocen, no es mío.

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Fotografía número uno: Sorpresiva.

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Había momentos que Scorpius recordaba con una precisión inigualable. Eran aquellos que de una manera y otra le habían marcado imborrablemente. La primera vez que su padre le había llevado a la casa de verano a volar en escoba a toda velocidad, y le dejó ganar. Una de las veces que su madre le llevó al mundo muggle y él había enloquecido con sus camisetas llenas de frases diversas. Otro momento grandioso había sido primera degustación de dulces a la cuál su tía Daphne le había llevado.

Durante ese espacio de tiempo había confiado en su memoria para conservar esas imágenes tan agradables, hasta que descubrió las fotografías. Las fotografías mágicas eran geniales, pero carecían de la dificultad y belleza de congelar para siempre una mirada que los muggles poseían en sus anuncios. Lo había defendido sin dudarlo mientras practicaba fotos curiosas con su cámara mágica y pesada.

¡Oh, cuando descubrió que su regalo de cumpleaños era una cámara muggle de último modelo! ¡Ese sí que era un buen momento!

La primera vez que vio el Expreso a Hogwarts; era un maravilloso tren escarlata que desprendía vapor en la promesa de llevarlos a una escuela que luego calificaría como superior a cualquier paraje antes visto. Pero la visión que le cautivó la obtuvo por primera vez con ese mismo tren de fondo.

Su cabello pelirrojo caía en rizos peinados a la ligera casi hasta su cadera. Llevaba el uniforme de primer año sin ninguna adición salvo las incontrolables pecas de su rostro cremoso coronado por ojos castaños brillantes. Scorpius tomó su cámara por instinto. Era pequeña y cabía en su mano; ni siquiera pensó en ello cuando disparó y tomó la fotografía que aún guardaba cariñosamente en su billetera.

— ¿Acabas de tomarme una fotografía? — Ella preguntó y su ceño se frunció.

Que Merlín lo amparase; ¡se veía incluso más guapa enojada!

Entonces disparó otra vez, y allí estaba la fotografía que atesoraría: Rose Weasley enojada con él y frunciendo la boca de una forma infantil y fiera.

—Soy Scorpius. — Se presentó y luego sacudió su cámara — Y tu eres muy fotogénica ¿te lo habían dicho?

Él le sonrió y se acercó a la niña pelirroja sonriendo de oreja a oreja. Scorpius nunca se había identificado como tímido, y sus padres se reían de sus ocurrencias con frecuencia. Sin embargo ellos le habían advertido que algunas personas no serían muy amables dada la historia de su familia. Scorpius no había entendido mucho, su padre le había contado una historia sobre Lord Voldemort y sus errores pero le costaba pensar que su padre, cariñoso y educado, hubiese sido capaz de hacer tal cosa.

Por un segundo pensó que quizá ella fuera del tipo de persona que sus padres le habían advertido.

—Soy Rose, ser fotogénica no le quita lo maleducado a tomarme una fotografía sin permiso. — lla le censuro, poniendo sus manos en sus caderas como una jarra. — Deberías disculparte.

Scorpius sonrió socarronamente antes de hacer una exagerada reverencia hacia ella causando que varias personas les observaran con extrañeza.

—Lo lamento, señorita Rose, yo sólo quería inmortalizarla en una fotografía muy buena ¿Quiere verla?

La niña mencionada se sonrojó ligeramente pero asintió, esgrimiendo que era ella quién aparecía en la foto y era su derecho mirarla. Scorpius encendió el visulizador de la cámara y ella observó la fotografía.

—¡Me veo rara!

—Te vez enojada, ¡tienes unos ojos muy lindos!

El joven rubio hablaba sin pensar como muchos a su edad, pero no reparó en que la pelirroja a su lado había acentuado su sonrojo de modo muy obvio. Ella bajó la vista y pensó que era el primer niño que le soltaba algo así tan de repente, entonces hizo lo único que podía hacer en esa circunstancia;

—No digas tonterías.

Entonces ella se giró para volver y despedirse de su familia, sin embargo escuchó la risa de Scorpius y se giró a verlo.

—Me caes bien, ¡ojalá quedemos en la misma casa Reddie-Rose!*

Ella le hizo un gesto de despedida con la mano y le vio girarse e ir en busca de alguien más, para fotografiarle también. Cuando más tarde su padre señalo al chico de la cámara y le dijo que no fuera demasiado amistosa con él Rose quiso reír ¿Cómo podía ese chiquillo ser mínimamente malvado? ¡Si estaba chapita!**


Reddie-Rose*: Sería como un juego de palabras en inglés. Red es rojo, reddie sería como "rojito" y Rose es la flor Rosa, así que sería algo así como Rosa rojita.

Chapita**: Es una manera informal de decir "loquito" de un modo más infantil y apropiado para los once años.

Ojalá les guste, hasta ahora van tres capítulos, no creo que sea demasiado largo. Me encanta la idea de un Scorpius relajado y emocionado por lo no mágico.