los personaje pertenecen Masashi Kishimoto.

Algunos personajes han sido cambiado de genero. disfrutenlo.

La llegada de un vuelo proveniente de Seúl a Japón, con un inesperado cambio de apariencia, nadie la reconocería. Llego a instalarse a cercanías de la más prestigiosa universidad, Konoha High School quien tenía como directora a su abuela Tsunade, a ella sí que tendría que explicarle lo de su apariencia, pero eso sería después ya que era muy tarde para eso, mañana se lo explicaría.

Ya estaba amaneciendo aún se encontraba entre sábanas y antes de que el sonido de la alarma se activara decidió apagarlo, pero claro el sueño es traicionero que se quedo dormida más tiempo.

Al darse cuenta de lo tarde que era corrió hacia la ducha, comió su desayuno lo más rápido que pudo y ahora venia la prueba del uniforme que claro no era el de una chica sino el de un chico, aunque se escuchaba fácil pero tenía dos grandes problemas, el ocultar su gran atributo que por nada era herencia de familia y su larga cabellera.

El uniforme consistía en una camisa manga larga azul cielo que a la vez podías abrocharla y dar otro tipo de apariencia como una camisa de 2/8, ya vendados lo pechos tuvo que acomodarse la camisa para que pareciera que no ocultaba nada, encima de esto coloco el suéter color blanco aunque era temporada de calor resultaba fresco para ser suéter, después prosiguió con unos pantalones ni tan ajustado ni tan flojos color azul marino y por ultimo unos converse blancos que iban de acuerdo al uniforme; ahora viene el arreglo de la cara y cabello que en verdad era largo tuvo que colocar una peluca del mismo color de su cabello, la peluca llegaba por debajo de las orejas, quien sabe cómo pero oculto su gran cabellera, por fin había terminado y tan solo lo hizo en 20 minutos, esperen… se me hace tarde grito y salió corriendo, que bueno que estaba cerca de la escuela.

- buenos días, soy el alumno de intercambio Naruto Uzumaki, vengo a ver a la directora Tsunade-. Tratando de que sonara varonil.

-Mi nombre es Shizune soy la asistente de la directora, por favor sígueme-. Me gusta esta escuela, lo que puedes toparte con cada intercambio, tendrá novia (con corazoncitos en los ojos).

- Directora Tsunade, tiene visitas; bueno Naruto es un gusto conocerte y en caso de que quieras información puedes acudir a mí. —me dijo saliendo de la oficina de mi abuela.

- ¿Qué es lo que se te ofrece? Que tengo muchos asuntos pendientes-.

-Abuela cuanto tiempo sin verte -exclame alegre. Pero lo que recibí no fue un abrazo que digamos, sino un perfecto golpe justo en cabeza por parte de la directora.

-como te atreves a decirme abuela, siendo tu primer día de escuela, que acaso esperas ser expulsado antes de conocer el plantel mocos del demonio-. Acomodándose las gafas que llevaba.

-je je je je, en serio abuela que no me reconoces, en verdad soy un genio dattebayo- mi abuela no hizo nada más que abrazarme.

-mocosa ¿porque estas vestida así?- aunque viendolo de esta manera.- me lo explicaras cuando terminen las clases ya que se te hace tarde; así que corre a tu salón, nos vemos a la salida- dijo antes de que yo saliera de su oficina. Le pedí a Shizune mi horario de clases.

Salí corriendo sin fijarme pero para mis desgracia tropecé con un chico muy apuesto (era un joven de piel nívea, con su cabello rebelde color negro azulado, un poco más alto que yo con una sonrisa arrogante y cuerpo perfecto, claro tenia uniforme pero no llevaba suéter solamente su camisa que estaba un poco entre abierta que dejaba ver todo, que fijada soy verdad), aunque claro quedamos en una posición muy comprometedora recibiendo mi primer beso. Él había quedado encima de mí y después reposaron sus labios con los míos en segundos me despegue de él, el despejo parte del flequillo para que pudiera ver a quien beso, pensó que era una chica, que se había confundido con el uniforme pero no al verme se levantó como si nada.

-fíjate por donde caminas Dobe- marchándose sin decir otra palabra. Me quede en el suelo por unos segundos, aun no procesaba lo que había pasado, que bueno que ahora los pasillos estaban vacíos. Encontré rápido mi salón antes de pasar tenía que poner mi cabeza en orden y olvidar lo sucedido, claro la universidad era muy grande para toparme con aquel joven y sería el colmo que me tocara en el mismo salón que él. El destino me jugaba chueco.

-Buenos días profesor puedo pasar- dije, no lo podía creer ese profesor de cabello plateado de aspecto joven con un cubre bocas; es el mismo que conocí en corea.