hola, soy la desaparecida Yuka-san1, la que escribió su primer fanfic de Ojamajo Doremi, Aiko ama a leon que contaba con 16 capítulos, pero en sí por allá en el 2011 yo apenas iniciaba en el mundo de la escritura, bueno aún me falta mucho por aprender, no soy la mejor pero aquí les traigo como debió de haber ido la historia. Sí, no es el mismo concepto que tenía la primera trama, no sabía como debía de iniciar, se me ocurrió en dos horas, por lo general tardo años en imaginar las escenas, pero por fin aquí está, ya quería darle un final. Espero que se entienda, ya que un día escribí uno de OD y lo retiré pues nadie le entendió.


Aiko ama a Leon


Siempre pensé que no te iba a querer, eras un tanto molesto, cuando era niña vi que eras un chico que no se daba por vencido, eso admiraba de ti, tenemos los mismos intereses en los deportes a pesar de que siempre eras malo en cada uno de ellos.

Después de regresar a Osaka con mi familia te olvidé hasta que volviste a mí. Yo estaba algo sorprendida de verte de nuevo, ambos tenemos algo en común. La magia, tu un mago yo una bruja y eso solo lo sabíamos los dos. Nunca se lo diría a mi supuesto prometido.

Harima no era malo del todo, pero llegaba a cansar, en cambio a ti te soportaba. ¿Por qué? no lo sé, tal vez es que mi corazón se aceleraba cada vez que veía tus hermosos ojos celestes y tu rubia y larga cabellera.

Pasábamos juntos platicando, aunque a veces te evadía, no quería sentir eso llamado "amor" y menos por ti. Caminamos por la playa en un paseo escolar ya que me secuestraste solo para poder pasar un tiempo a solas.

Te sentaste a la orilla del mar y me hablabas, yo estaba de pie mirando las olas, era un hermoso atardecer lo recuerdo, tu cabello se movía con la suave brisa, me hiciste señas con la mano para que me sentara a tu lado, así lo hice, estaba un poco colorada pues estar a tu lado me provocaba esa sensación tan extraña en el estómago.

Los del grupo se preocuparon ya que desaparecimos del hospedaje, Harima y los demás nos buscaron, llamaron a nuestros teléfonos, pero se habían quedado en nuestras habitaciones. Por fin un profesor nos encontró y nos llamó la atención por no pedir permiso. Te disculpaste y te echaste la culpa y en parte la tenía yo por hacerte caso en fugarme un rato y no frenarte.

Estuvimos castigados los dos, el viaje transcurrió normal, Harima me reclamó hasta el cansancio. "Es mi amigo" le dije, pero él no quería creerme ya que casi todo el tiempo la pasaba contigo.

En las noches me acostaba y estabas tú en mis pensamientos, me decía a mi misma "esto es imposible, él es un mago, no viviré toda la vida para compartirla con Leon".

Un día me llevaste de paseo después del instituto, fuimos a un parque y nos sentamos en los juegos, no había nadie, salvo los dos.

Hubo un silencio y de repente lo dijiste suavemente "Aiko me gustas" Yo en el fondo lo sabía, pero no te acepté. "¿No sientes lo mismo por mí?" preguntaste, yo negué con la cabeza. "Solo te veo como amigo" respondí, seguido me levanté y seguí mi camino hasta llegar a casa.

Al llegar a mi habitación me miré en el espejo y me puse a pensar en lo que te gustaba de mí. Tal vez era mi fuerza, mi habilidad en los deportes, no era muy femenina en cuanto a ropa. Preguntarle a mi madre estaría bien, quería saber que verían los chicos en mí.

Esa misma noche tomé un baño con ella y lo comenté. "Madre ¿Soy bonita?" me miró extrañada y contestó "Eres muy hermosa, eres mi hija, la belleza la heredaste de mí, no de tu padre" de cierto modo se me hizo gracioso. "La belleza viene del corazón y se refleja afuera". Dijo mi madre.

Los días pasaron lento, tú y yo nos distanciamos, en clase a pesar de que te sentabas detrás de mí, no me volviste a dirigir la palabra, te lastimé lo sé, es normal sentirse desilusionado cuando amabas a esa persona y que te rechace. Apenas tocaba el timbre salías del aula y no te volvía a ver si no hasta el día siguiente.

Cada vez era más doloroso para mí, tenerte tan distante, cada día te esperaba para verte, hasta que en uno de esos días decidiste decirme algo "Dentro de poco me iré, regresaré al mundo de los magos, fue muy especial pasar estos meses juntos, pero de nada valió si lo que vine a buscar no corresponde a mis sentimientos". No dije nada, las clases fueron una tortura ya que no me pude concentrar.

Al salir de la escuela, caminé hasta el parque y me senté, miré a mi alrededor y vi unas cuantas parejas jóvenes, suspiré y en ese momento quería ver tu sonrisa y sentir por primera vez un abrazo tuyo.

Llegué a casa y me cambié, a mi mente vinieron pensamientos "¿Dejarás ir al hombre de tu vida, solo porqué tú y él no son iguales?" Es cierto, mi mente y mi corazón estaban hablando por sí solos, "Una vida con Leon, ¿eh?" dije, pero si él viviría más que yo, haría lo imposible para que cada momento lo disfrutáramos juntos, cada segundo era importante.

"Es que soy tonta" pensé. Pasaron un par de días y en clase el profesor anunció que pronto nos dejarías, los estudiantes murmuraban a mi alrededor, volteé a verte y tenías una cara de resignación, no levantaste la cabeza. Miré a Harima el cual estaba sonriente por tu partida. Me llegué a imaginar una vida con él, sería el sueño de toda chica, pues en cierta forma algunas estudiantes lo admiraban o querían ser algo más, pues, aunque me costara admitirlo en estos últimos años se había vuelto atractivo. Pero mi corazón solo se aceleraba por ti Leon.

A la salida ese mismo día, debía quedarme y hablar con él, era mi última oportunidad. Harima me insistía en que nos fuéramos, pero me puse firme y lo mandé solo de camino a casa, quería hablar por última vez con Leon.

- Leon yo…

- No tienes que decirme nada, yo lo comprendo. No deseas pasar una vida con una persona que vivirá más años.

- Al principio así lo pensé, tenía miedo, es que en cierta forma soy igual a mis amigas. Solo Onpu aceptó a Tooru y yo quiero hacer lo mismo. No importa que yo viva poco, pero quiero corresponderte y pasar cada día a tu lado.

- ¿Hablas en serio?

- Si, es que tu igual me gustas.

- ¿Entonces quieres ser mi novia?

Al escuchar esa pregunta mi corazón latió con fuerza, yo acepté y lo abracé con algo de timidez y el me correspondió. Luego nos separamos y él besó mi frente con dulzura. Por fin aceptaba mi amor por él.

Los años pasaron y por fin nos casamos, ahora vivimos en una linda casa, ¿no puedo ser más feliz? Ahora estamos esperando a nuestro primer hijo. Somos una pareja muy unida.

- ¡Ai-chan! - Grita Doremi desde la puerta trasera- Vamos.

- Ya voy, solo espera y me levanto. - Aiko cierra un álbum de fotos, trata de levantarse y Leon la ayuda.

- Arriba. - dijo él.

- Gracias mi vida. Este bebé pesa cada día más.

- Es porque pronto nacerá. - dijo Onpu guiñando un ojo mientras iba con las demás.

Al ver a todos reunidos, me dio mucha alegría estar compartiendo con ello este momento, Doremi y Kotake, Hazuki y Masaru, Onpu y tooru. Momoko hizo su vida, tiene un enamorado, Akatsuki conoció a una chica muy linda y Fujio a pesar de la rivalidad que existía entre él y Masaru, dejó ir a mi amiga, ella siempre amó a Yada Masaru, claro uno siempre encuentra a la persona indicada y Fujio sale con una chica igual de tierna que Hazuki.


Fin