Hola!
Lo sé, debería estar actualizando "Only You", les prometo que el capítulo trece estará listo para el fin de semana, mil disculpas, a las que siguen la historia, por la demora ;)
Pero bueno, este fic no es idea mía, resulta que he leído varias historias donde usan canciones para relatar historias cortitas de diferentes parejas, eso me ha parecido interesante y me dije: "¿Por qué no lo intentas?" jjajajaja y bueno, salió esto, espero les guste.
Los personajes y lugares de Saint Seiya y Saint Seiya SoG no me pertenecen son propiedad del Sr Masami Kurumada y la Toei, yo solo los tomo prestados para divertirme un ratito ;)
¿Y cómo es él?
Marc Anthony
(Dohko/Shunrei)
"Arréglate mujer, se te hace tarde,
y llévate el paraguas por si llueve.
Él te estará esperando para amarte
y yo estaré celoso de perderte"
No, no eran necesaria la sabiduría de los más de doscientos años que había vivido para darse cuenta del significado de ese particular brillo en los ojos de su querida niña, sí, era algo inevitable era amor. Ella estaba creciendo y aunque él tratara de engañarse, ella ya no era una niña, estaba en la corta transición que la llevaría a convertirse en mujer, en una hermosa mujer con la necesidad de amar y ser amada. No podía negárselo a su corazón, ella no era una persona más en su vida, no como aquellos muchos niños que habían venido hasta él en busca de sabiduría y destreza, ellos eran como olas en su vida, pero ella en cambio era como aquel barco que llega al puerto y se encalla en él, ella era como un ancla que llegó a lo más profundo de su ser, por ello era que se sentía así, su larga vida lo había preparado para una segunda guerra santa, pero no lo había preparado para lo que estaba sintiendo en ese momento al ver a su niña con la mirada iluminada mientras era tomada de la mano por él, el ladrón que le estaba quitando lo más bonito que había podido tener en más de doscientos años de vida.
–Gracias por dejarme ir maestro – dijo emocionada la joven.
El anciano le dio un ultimo vistazo, lucía hermosa con ese bonito qipao rojo que le llegaba un poco más arriba de las rodillas, algo corto para su gusto, pero eran otros tiempos y debía ser comprensivo – no tienes que agradecerme mi querida niña – luego se volvió hacia su alumno – cuídala mucho, es el primer festival al que asiste, no permitas que nadie se sobrepase con ella….
El duelo
La ley
(Radamanthys/Pandora)
"Toda esa noche provocaste ver en mi
lo que a nadie muestro en la intimidad
pero esa forma de mirada que hay en ti
me obligó a matarte lentamente"
Nunca llegó a imaginar que sentiría algo así por ella; ella, aquella mujer que no dudaba en humillarlo y demostrarle su superioridad, él era uno de los jueces del inframundo pero ella era la mano derecha del rey de la muerte.
Lo que había sucedido entre los dos, eso era algo a lo que no daba crédito, la encontró llorando en uno de los pasillos del castillo de Hades y sintió un fuerte impulso de ayudarla, de consolarla y lograr que la tristeza que reflejaba su bello rostro desapareciera para siempre, por ello se acercó a ella y le habló, después de un rato ella le abrió su corazón y sin pensarlo la cercanía entre ambos terminó en aquello, en aquel beso apasionado que lo dejó sin aliento…
Pero luego, al día siguiente, la situación fue la misma, la dulce y frágil mujer desapareció y él se encontró nuevamente con la déspota y arrogante mano derecha de su señor.
–Señorita Pandora, ¿Me llamaba? – preguntó a la chica que tocaba su arpa como de costumbre.
–Sí, el señor Hades te ha encomendado una misión – dijo mirándolo con arrogancia – espero que esta vez no cometas una de tus habituales estupideces – completó dándole la espalda – puedes retirarte.
Amor clandestino
Maná
(Seiya/Saori)
"El universo conspiró,
inevitable corazón
clandestino eterno amor
pero me duele no gritar
tu nombre en toda libertad
bajo sospecha hay que callar"
Ya era algo innegable, no podía seguir ocultándolo, no la veía como su caballero, la veía con ojos de hombre; por ello ese día se decidió, fue hasta el salón de Atena, claro, el jamás la vio así, para él ella siempre fue Saori, la señorita Saori, la mujer por la que se sentía atraído.
Al llegar al salón, no supo qué decir, el verla de frente con su agradable expresión y su afable mirada lo dejó sin palabras, su valor como caballero se vino al piso, solo quedó frente a ella el joven enamorado y nervioso que estaba a punto de hacer su declaración de amor.
–Saori, yo… – empezó con duda – quiero comunicarte algo muy importante.
–Dime Seiya – respondió con una agradable sonrisa.
Él la miró profundamente y dio un hondo suspiro – no puedo soportalo más, quiero que sepas que te amo – hizo una pausa – y no como tu caballero, te amo como el hombre que soy.
La chica se levantó de su lugar y se acercó a pasos lentos hacia él, acariciando el contorno de su rostro, no dijo palabra alguna solo le dio un tierno beso en la frente.
A quien tú decidiste amar
Sandoval
(Seiya/Miho)
"Y aunque pase el tiempo
y seas feliz con alguien más,
recuerda que no hay nada
que haga que me olvide de ti"
Lo sabía muy bien, las cosas ya no eran iguales, no había duda alguna, él ya no sentía lo mismo por ella, sus hermosos y expresivos ojos café ya no le decían lo que años atrás ella percibía; era verdad, ella estaba consciente de que los sentimientos pueden cambiar con el paso del tiempo y era evidente que los ojos del castaño ya no brillaban por ella, había alguien que hacía latir ese corazón que pensó que por siempre sería suyo.
Y es que, ¿Cómo podría una simple mortal competir con una "diosa"?, ella no era tonta, ya había visto la forma en que esos dos se miraban y era evidente que ambos sentían lo mismo. Ella sobraba en aquella historia que ya parecía tener un final escrito.
Si tuviera oportunidad cambaría las cosas, pero en el corazón no se puede mandar y menos en un corazón ajeno; pero no podía negarlo, la felicidad de él también era la suya, aunque no la incluyera en ella.
-¿Estás segura de que esto es lo que quieres Miho?
-Sí Erii, es lo mejor.
-Te voy a extrañar – dijo la rubia con lágrimas en los ojos.
Miho subió entonces al tren que la llevaría a su nuevo destino donde trataría de buscar su propia felicidad.
Eres
Café Tacvba
(Ikki/Esmeralda)
"Eres,
cuando despierto lo primero eso eres,
lo que a mi día le hace falta si no vienes,
lo único, preciosa, que en mi mente habita hoy."
Esmeralda, la bella flor que creció en la tierra árida de aquel lugar para enseñarme el verdadero significado del amor, la estrella que brilló en el oscuro firmamento de mis pensamientos para iluminar mi camino hacia la justicia cuando me creía totalmente perdido.
Ahora solo vives en mis recuerdos, aquellos que atesoro y guardo como lo más hermoso que tengo en la vida. Tu existencia fue demasiado corta, demasiado efímera, pero significó mi salvación.
Ahora solo puedo pensar que lo único que aliviará mi dolor al no tenerte es precisamente experimentar aquello que te separó de mí, mi amor.
"¿Qué mas puedo decirte?,
Tal vez puedo mentirte sin razón,
pero lo que hoy siento,
es que sin ti estoy muerto pues eres...
...lo que más quiero en este mundo eso eres."
Dime que sí
Los de Adentro
(Shun/Junet)
"Nos alejamos tanto
que el tiempo borró tu rastro
del cielo la tierra y el pasto
no encuentro al que me lleve a ti."
Había sido un perfecto idiota, ¿Cómo pudo olvidarse de ella?, ella, su única amiga en aquel infernal lugar, la única que siempre cuidó de él y se preocupó por su bienestar.
Ahora cuando las feroces guerras parecían haber terminado se daba cuenta que el vacío que sentía en su corazón, era la ausencia de ella, pero era muy tarde para él, a pesar que la buscó no pudo hallarla y le pesaba, por que aquello que en aquel momento no comprendió bien ahora era claro, la amaba.
Sí, la amaba con todo su corazón, pero ahora el único consuelo que parecía tener era el pensar que ambos fueron felices durante el tiempo que compartieron como amigos….
Andar conmigo
Julieta Venegas
(Deathmask/Helena)
"No te asustes de decirme la verdad
eso nunca puede estar así tan mal
yo también tengo secretos para darte
y que sepas que ya no me sirven más"
Ese misterio en sus ojos, la incomprensiva manera como actuaba, no lo podía comprender, ¿Qué quería él?, ¿Qué buscaba en ayudarla?. Había oído que él era uno de los caballeros de Atena que luchó para salvar su tierra, pero no comprendía por qué había vuelto ahora, se paseaba cerca de su puesto de flores y aunque ella le brindaba la más hermosa de sus sonrisas él solo la saludaba fingiendo indiferencia, ¿Habría acaso un dolor en su corazón que le impedía acercarse a ella?.
-Buenos días – le dijo cuando lo vio pasar – ¿Deseas una flor?.
–No, no soy de esos gustos, ofréceme un trago y te lo acepto – le respondió tratando de ser lo más osco posible cuando en su interior deseaba ser tan delicado con ella como aquellas flores que le ofrecía.
–¡Espera! – se apresuró a decirle la joven al ver que él se alejaba – no te vayas, quiero que me digas la razón por la que pasas todos los días por aquí.
–¿De qué hablas mujer? – dijo sonrojándose.
–Quédate conmigo – le respondió abrazándose a su pecho – no te vayas, sé que quizá llevas un peso en tu pecho que te impide ser feliz, pero yo quiero ayudarte a llevarlo.
–Helena, ¿Cómo puede ser que un corazón tan puro como el tuyo se fije en alguien como yo? – dijo conmovido correspondiendo el abrazo de la castaña.
Sexo, pudor y lágrimas
Aleks Syntek
(Shiryu/Shunrei)
"Me quieres ver grande
a pesar de lo débil que soy
y si toco hasta el fondo
me sacas de nuevo,
por eso me quedo,
me aferro y te quiero a morir,
por eso aquí adentro
tú estás todo el tiempo,
viviendo de sufrimientos..."
Indiferencia, ya estaba cansado de ese teatro, ya estaba cansado de hacerse el ciego con sus sentimientos, de hacerse el que no se había dado cuenta de el amor que ella sentía por él; pero, ¿Cómo podía condenarla a ella a estar con un hombre como él, que no podía ofrecerle más que una vida llena de inestabilidad, de sufrimientos?, no era justo para ella….
La joven corrió hasta él al verla venir a lo lejos, sentía que sus piernas fallarían en cualquier momento por la emoción de verle llegar, a salvo, con vida – ¡Shiryu! – gritó con alegría abrazándose al cuello del caballero – no sabes cuanto miedo sentí al pensar que no te volvería a ver.
–Shunrei, yo solo vine a despedirme.
–¿Despedirte? – respondió la joven con evidente tristeza en su voz, toda aquella alegría que había sentido segundo atrás se desplomó - ¿Qué quieres decir?.
Él solo bajó su mirada tratando de evitar las lágrimas que amenazaban con asomar – lo siento.
Ella rompió a llorar y se desplomó en el suelo como aquella vez. Su corazón se rompió al verle así, a ella, su asunto más importante, ella, la razón por la que había regresado de las batallas, pero ¿Acaso no era su destino? Su destino como caballero era la soledad, ella era la única compañera que siempre estaría a su lado, o ¿No?...
Los ojos que momentos antes estaban inundados de lagrimas de tristeza ahora no paraban de brillar, se miraban sintiendo que su mundo de ensueño nunca iba a terminar, sentían que sus corazones ahora más que nunca latirían al unísono; sus cuerpos sudorosos hablaban sin decir palabra alguna, se amaban y el sufrimiento y las lágrimas no serían nada si podían estar juntos siempre…..
Nada fue un error
Coti
(Milo/Shaina)
"No quiero que me perdones
y no me pidas perdón,
no me niegues que me buscaste
nada, nada de esto,
nada de esto fue un error"
No comprendía la actitud de la amazona, ¿Cuál era el problema?, ambos eran adultos y debían enfrentar los hechos con madurez.
Como él siempre pensaba, "a lo hecho, pecho", él estaba dispuesto a llevar el castigo que el santuario le impusiera, no le pesaba, aquello que había experimentado lo valía, valía su vida si se lo pedían.
–Shaina, ¿Por qué siento que me estás huyendo? – le dijo un día, que logró alcanzarla.
–Déjame en paz, lo que sucedió… no debió haber sucedido.
–Pero, ¿Cuál es tu problema?, te comportas como una niña miedosa.
–Aléjate – fue lo único que dijo antes de salir rápidamente del lugar. En su huida no se percató de que aquel papel blanco que escondía con recelo se escapó de sus manos.
El escorpión se acercó curioso y levantó aquel papel, no dio crédito a lo que decía, fue entonces que comprendió el nerviosismo de la chica, no pudo evitar sonreír cuando leyó: Positivo.
Cuenta conmigo
Bruno Mars
(Kiki/Helen)
You can count on me like one, two, three
I'll be there and I know when I need it
I can count on you like four, three, two
And you'll be there 'cause that's what friends
Are supposed to do.
La jovencita de cabellos castaños llegó a aquel imponente lugar, se sintió muy intimidada, pero no tenía otra opción, ahora era huérfana, aquel lugar que lucía frío e intimidante sería de ahí en adelante su hogar, aunque a decir verdad, para ella, no tenía nada que ver con lo que comprendía como "hogar". Pero ahora ella era una de las jóvenes doncellas que tocaban el arpa para Atena y el patriarca Shion.
–¡Hola! – le saludó un día un vivaz jovencito de cabellera rojiza y unos curiosos puntitos en su frente.
La jovencita se sobresaltó al verle – hola – le saludó tímida, ella estaba practicando con su pequeña arpa.
–Soy Kiki, oye, parece que no estás muy feliz en este lugar tu arpa no parece feliz, ¿Qué sucede?.
La niña bajó su mirada – es que yo…. – no pudo evitar las lágrimas – yo siento que este lugar nunca será mi hogar, extraño mucho a mi abuelito, y nunca podré tocar bien el arpa – completó entre sollozos.
–Tranquila no llores, no lo haces tan mal – pensó por un momento – tengo una idea – dijo tomando la mano de la niña y de inmediato se teletransportó a un bello lugar del santuario.
La jovencita estaba asombrada con aquel lugar, le recordó el jardín que rodeaba la pequeña cabaña que compartía con su abuelo – gracias por traerme aquí, creo que en este lugar si podré practicar con mi arpa.
–Oye, sé que el santuario puede llegar a ser muy intimidante y que es inevitable que en esta situación extrañemos aún más a aquellos que ya no están a nuestro lado, pero quiero que sepas, niña bonita, que si quieres yo puedo estar a tu lado, para ayudarte, para ser tu amigo.
–¿De verdad? – la niña estaba conmovida – no podemos ser amigos si no sabes mi nombre, soy Helen – dijo extendiéndole su meñique derecho – sellemos nuestra promesa de amistad.
Gracias por leer…..
Un abrazo….!
