Por la gran ciudad de Tokio, paseaba una muchacha de ojos opalinos, gran cabellera azulada.
Por donde era?, kami esta ciudad es tan grande, que hago? A…..mmm
-gomen- un hombre alto se detuvo para observar a la muchacha.- me podría decir en donde queda este lugar?.
-está en la calle correcta señorita, es justo aquí.- dijo señalando un gran edificio.
-oh, muchas gracias.
Bueno supongo que es aquí, vamos hinata tu puedes, debes mostrarte fuerte y segura, sino, ahhhhh no conseguirás este trabajo, vamos no puede ser tan difícil, o si?, noooo no, unas cuantas preguntas y ya está.
La muchacha entro al edificio, con la cabeza gacha, juntando sus dedos, mientras tenía una gran lucha mental, y sacudía su cabeza de forma violenta, llamando la atención de más una persona.
Ahora que estoy en el ascensor, directo al último piso, mi cuerpo tiembla, si no me controlo, lo más posible es que en la entrevista comience a tartamudear, y parezca una baka incompetente. Bien aquí es.
La ojiperla, acerco muy lentamente su pequeña mano al timbre, aun rogándole a todos los dioses que todo saliera, bien para ella. Al tocarlo más de una vez, ya se imaginaba que no habría nadie, cuando ya estaba dispuesta a marcharse, sintió como la puerta se abría, se volteo rápidamente, para poder ver de quien se trataba.
-si, digame- decía una anciana, con una bella sonrisa en su rostro.
-ko….konichiwa, vengo por………por el anuncio en el diario.- su sonrisa, es tan, tan dulce, tan sincera.
-a si?, bien adelante- abre aun más la puerta, y se corre para que pueda pasar, y no puedo creer lo que veo, es muy lindo, el living, es muy elegante nada chillón.- mi niña acompáñame a la cocina. Asiento.- ambas se sentaron una frente a la otra.
-y dime, cuál es tu nombre? Hija.
-soy hinata, Tanaka hinata.
-mucho gusto hinata. Cuantos tienes?.
-18 años.
-pero kami que mal educada, te sirvo algo, un té, un refresco?
-un te estaría bien, gracias- la anciana se paro, y tomo una pequeña tetera, puso una fina taza frente a hinata y le sirvió.
- en que estábamos- decía al tiempo que volvía a su puesto.- A si tienes 18 años. Eres muy joven, mi niña, por que quieres este trabajo? Si se puede saber.
- bueno, es que este año entro a la universidad, y necesito el trabajo para poder pagar mis estudios.
-has trabajado antes?
-hai, aunque solo cuidando niños, y en uno que otro restaurant.
-y dime tus padres?
La ojiperla el solo escuchar la palabra "padres", bajo la cabeza y mordió su labio inferior tratando de contener sus lágrimas que amenazaban por salir, la anciana el solo ver su reacción la apeno, y tomo una de las manos de la hyuga y la puso entre las suyas, este subió su rostro, y la mujer pudo notar como unas lágrimas surcaban el rostro de la muchacha.- lamento, si he dicho algo que te haya afectado, mi niña.
-ie –con la manga de su sweater, comenzó a secar aquellas gotas saladas.- ellos…..ellos, fallecieron, mi madre murió de cáncer cuando yo tenía 14 años.
La mujer comenzó a llorar al igual como lo había hecho la menor anteriormente, la historia de la muchacha la había conmovido mucho, no entendía como kami permitía que una niña a tan corta edad haya sufrido tanto.
-y tu padre?- dijo con la voz quebrada.
-él…él no pudo soportarlo al año de la perdida de mi madre se suicido, ambos eran humildes, pero eran buenas personas.- al igual que la mujer su voz notaba las ganas de la ojiperla por llorar, pero no se lo permitiría, además no entendía como podía contarle algo tan doloroso de su pasado a una mujer que no llevaba ni una hora de conocer.
Antes de que alguna de la dos pudiese decir algo, sintieron como la puerta del departamento era abierta, y al instante se volvía a cerrar. La anciana rápidamente se seco el rostro, y se puso de pie, esperando a que el interruptor de su conversación hiciera acto de presencia. Este demoro bastante antes de mostrarse, la anciana al escuchar que los pasos se acercaban a la cocina hizo una seña a la muchacha para que pusiera de pie, esta se paro tan brusca y rápidamente que voto la silla y un fuerte golpe se escucho por todo el lugar, acto seguido se abrió de golpe la puerta, dejando ver a un joven alto de tez blanca como el mármol, ojos y cabellos azabache. Su rostro mostraba total seriedad.
-¡joven sasuke!, que bueno que llegara tan temprano- dijo la anciana con una extendida sonrisa- le presento a la persona que me reemplazara- el joven paso sus oscuras perlas de la anciana, a la muchacha que, miraba con sorpresa a la mujer. No entendía, como había aceptado tan rápido, salió de su estado al sentir la pesada mirada del ojinegro sobre ella. Ambos juntaron sus miradas pero la ojiperla desvío los ojos, temiendo estar haciendo algo que probablemente molestara al serio.
-hmp como sea- dijo el joven- mientras no sea un estorbo.
-Oh no, claro que no- se apresuro a decir la anciana- me encargue de hacerle una larga entrevista, y puede confiar que no será así, joven. Además su madre me pidió que fuera muy cuidadosa con la elección de la muchacha que me reemplazaría.- la anciana se volteo y miro a la ojiperla y le sonrío- preséntate hija.
-ha..hai, konichiwa, so…soy Tanaka Hinata- dijo al tiempo que hacia una leve reverencia.
-hmp.
-sasuke……-dijo la anciana, mientras lo miraba a los ojos, como reprendiéndolo por su falta de respeto. El joven que no era nada idiota comprendió de inmediato, soltó un gran suspiro.
-soy Uchiha Sasuke- inclino su cabeza hacia atrás y cerró los ojos como intentando recordar algo. Volvió a su pose normal, y miro a la hyuga directo a los ojos- espero que el trabajo no se te haga difícil………..como te lo es para hablar- dicho esto le sonrío de manera arrogante a la ojiperla, y se marcho.- estaré en mi habitación no quiero molestias.
Cuando ya se había marchado el "sociable" joven, la anciana le indico a hinata que tomara asiento, esta asintió con la cabeza acto seguido, levanto la silla que aun estaba en el suelo, y volvieron a quedar de frente.
-ah, kami, ese niño no cambia.
-¿cu..Cuanto tiempo ha trabajado aquí?
-mi niña e estado trabajando para la familia Uchiha bastante tiempo, ahora trabajo para el joven, la señora Mikoto me pidió que me viniera con él, para cuidarlo. Oh si, ella es una mujer, muy amable sabes, es la única que puede sacar las mejores cualidades de sus hijos
-entiendo……ha de ser muy fácil, considerando que es muy amable- dijo al tiempo que bajaba la cabeza y miraba sus manos, que apretaban con fuerza su pescador blanco.- cr…creo que no…no le agrado al joven.
-Oh, no para nada, él es asi. Algo difícil de tratar, puede parecer algo seco, grosero, y amargado- la anciana le sonrío a la ojiperla, y se hizo un silencio total.- y lo es, pero si lo conoces mejor, la carga se te hará más liviana. Listo basta de esto. Escucha la señora Mikoto vendrá y tratara contigo la paga.- la ojiperla asintió con la cabeza.-bien te llevare a tu habitación.
-nani?, me quedare aquí?.-la chica puso cara de sorpresa, a lo que la anciana solo pudo sonreír.
-claro, el aviso dice "puertas adentro", vamos, no será difícil además, se te hará mucho más fácil para tu estudios, así vas en la mañana a la universidad y en la tarde podrás trabajar.
Después de la conversación, con la mujer, la llevo a conocer su habitación, cosa que la dejo con la boca abierta puesto que era más grande, que el lugar que arrendaba, hasta tenia baño propio. La ojiperla le comento que tendría que ir por sus cosas y que volvería lo más pronto posible. Llego rápido donde vivía, guardo todo lo que le pertenecía que era poco, lo guardo en un bolso azul, se despidió de la dueña del lugar.
Ya le faltaba poco para poder llegar, la calle estaba atestada de gente, miro la hora en su reloj de muñeca, eran las seis de la tarde, suspiro, iba tan metida en sus pensamientos, que no se dio cuenta que un joven rubio, corría como un toro loco hacía donde ella, claro ella no era su destino. Solo volvió a la realidad cuando sintió el duro y frio suelo. Estaba de rodilla sobándose su brazo derecho, tomo nuevamente su bolso e intento ponerse de pie, pero no pudo sostenerse y volvió al suelo, su tobillo estaba lastimado. Se maldijo mentalmente por no tener los pies en la tierra, y siempre andar como "escobita". Pronto sintió que alguien posaba su mano en su hombro, giro su rostro para poder ver de quien se trataba, y se encontró con unos bellos ojos azules, tan profundos como el océano.
-lo siento mucho, estas bien?- dijo el rubio mientras le regalaba una sonrisa. Hinata se sonrojo violentamente por la cercanía del joven.
-ha…hai, fu. Fue solo…un golpe- trato de ponerse para demostrarle al rubio que estaba bien, pero no le resulto.
-dattebayo, soy un baka, no me di cuenta,- le tendió la mano a la joven, esta solo lo miró- vamos te ayudare y te llevare a donde tengas que ir.- la ojiblanca tomo su mano, y se puso de pie con algo de dificultad.
-ie….estoy bien, puedo ir sola, no se preocupe.- la sola idea de que un completo desconocido le llevara a su destino la perturbaba. El rubio hizo caso omiso de lo dicho, y paso el brazo de ella por detrás de su cabeza y el poso su brazo por la pequeña cintura de la joven.- po..por que.. corría?
-ah bueno le iba a dar un escarmiento a un baka que intento robarme cuando estaba con unos amigos. Pero choque contigo. Por cierto cómo te llamas?
-yo…emmm…bu..bueno soy hinata.- le puso nerviosa el ver como el rubio cerraba los ojos e inhalaba hondo.
-nee-chaannnnn, hueles bien- volvió a abrir los ojos y miro a la joven que estaba como un tomate.-mmmm nani? Tienes fiebre?.
-ie. Puede dejarme aquí, no se moleste puedo caminar sola.
-dije que no, yo te llevo, mi auto esta cerca.
Llegaron a la entrada de un centro comercial, cerca había un grupo de chicos, todos miraron a la pareja, con sorpresa.
-naruto, si serás baka, te equivocaste, ella no era el ladrón- dijo un joven alto de cabello castaño y extrañas marcas en las mejillas..
-aaa que problemático, y ahora que hiciste.- el joven hablaba como si cada letra le costara un mundo por salir, y tenía cara de fastidio.
-naruto leí por ahí que cuando abrazas a una mujer, es porque sientes algo por ella.- todos lo que estaban miraron al joven como si fuera lo más extraño del mundo.
-me pregunto si se podrá comer- la ojiblanca no sabía si reírse o soltarse del rubio y echar a correr así terminara con un solo pie.
-NO SEAS ESTUPIDO COMO TE VAS A COMER A UNA PERSONA..¡BAKA!- el rubio hizo que todas las personas que por ahí pasaban lo mirasen, cosa que no le importo en lo más mínimo.-no te preocupes hina-chan ese gordo no te pondrá una mano encima.
-como me llamaste?- dijo en tono tenebroso.
-basta, naruto que harás ahora- el pelirrojo que estaba aparte de todo tomo la palabra. Miraba a la chica de pies a cabeza como si buscara algo.
-voy a llevarla a su casa, choque con ella en mi maratón y se lastimo. Nos vemos después.
Tomaban rumbo a un lujoso vehículo anaranjado, pero la voz del pelirrojo los detuvo.
-hey!- ambos jóvenes se dieron media vuelta, pero la ojiblanca no tomo atención- cuál es tu nombre. Te hablo a ti niña.- la joven levanto lentamente la mirada, la voz del pelirrojo la intimidaba.
-yo?- dijo inocentemente.
-si, el del baka ya me lo se.
-oe oe, Gaara cuál es tu problema "cejitas"- vio como Gaara lo miraba molesto sabia que el hecho de que no tuviera cejas le traería mas de una burla aunque que los comentarios que hicieran sobre su persona no le importaban, pero ese chico rubio con cara de burla lograba cabrearlo.
-Tanaka Hinata,
-vale- la ojiperla lo aun lo miraba esperando algo mas- lárguense.
"Uff que educado"que fue eso?.
-vamos nee-chan,- el rubio tomo firmemente a la joven para que no volviera al suelo- maldito, perro de mierda mal educado- murmuraba el rubio, creyendo que la muchacha no le escuchaba, esta solo sonrío.
El viaje fue corto, pero hinata lo paso de maravilla con el hiperactivo rubio, que le conto toda su vida, en el trayecto, sobre su linda rubia llamado Ino, también sobre su deprimente adicción por el ramen. Conclusión la biografía de Uzumaki Naruto. La joven no dejaba de sorprenderse, por cada palabra que el chico decía, y este solo miraba y sonreía por las tímidas risas la muchacha.
-co..como..conoció a su novia- pregunto la ojiperla.
-eh?, a bueno, ella me atropello- la chica levanto una ceja y miro con sorpresa al rubio, este lo comentaba como si fuera lo más normal.- y después, iba de visita al hospital, para saber de mi estado.
-mmmm.. ya veo, aaaqui es.- el chico aparco el vehículo, y miro el gran edificio.
-oe oe, un amigo vive aquí.- dijo mientras agitaba los brazos.
-asi?, y.. y como se llama?
-Uchiha sasuke.
-Uchiha……sasuke?
-si, lo conoces?,- el rubio miro interrogativo a la joven, después relajo su expresión- claro, es obvio no es difícil distinguirlo, con esa cara de "no me interesa". O a lo mejor eres una de sus tantas fans.- la ojiperla se sorprendió cuando escucho eso, se le hacía difícil pensar que ese grosero joven tuviera fans.
-no, a mi no me interesa el joven sasuke, solo trabajo en su departamento.
-en serio te compadezco.
-emm creo que es mejor que me valla ahora, me pueden necesitar.-dicho esto se preparaba para bajar, pero el rubio se le adelanto, primero abrió la puerta trasera para poder sacar el bolso de la ojiperla, lo acomodo bien, y después ayudo a la muchacha a bajar. En el trayecto le fue comentando su amistad con el Uchiha. Se conocían hace bastante tiempo, el se consideraba el mejor amigo del serio joven. Ya habían llegado al último piso la ojiperla estaba a punto de tocar, cuando el rubio comenzó a dar fuertes golpes, como intentando tumbarla.
-¡YA VOY, YA VOY!.-la voz exaltada de la anciana se escuchaba detrás de la puerta- hinata?, NARUTO!, pasen.
-¡obachan!- acomodo a hinata en un sillón y se dirigió a la anciana, la tomo de la cintura y la levanto apretándola fuertemente- KAMI, COMO TE EXTRAÑABA.
-na…na..naruto, me..me…na..na..NARUTO!- el fuerte grito hizo que el rubio se asustara y bajara de inmediato. Al bajar a la anciana un fuerte golpe sono en la cabeza del rubio,- por los ancestrales cangrejos, en que pensabas, en ahogarme?
-o..obachan, yo, te extrañaba tanto y tu me golpeas- naruto tenia los ojos llorosos, y se sobaba su cabeza.
-hijito, no hagas eso, ya no estoy en edad para tanto alboroto.- se volvió a hinata, que miraba la escena muy sorprendida.
-es..esta bien?
-Ah no te preocupes, pero y tú que hacías con este baka?
-obachan? Y sasuke-teme?
-está en su habitación- el rubio ya se dirigía a pasos largos, en donde se encontraba el joven Uchiha.- ESPERA!, se me olvidaba, esta con esa niña, haber como se llama?,mmmm, sakura- este último fue escupido por la mujer.
-QUE?!, no se que hace con esa, si siempre dice que es una pegosa, e insoportable.' Ttebayo, obachan vendré mas tarde, SAYONARA! Nee-chan-hinata levanto la cabeza le regalo una hermosa sonrisa.
-sayonara naruto, e..espero verte pronto.
-yo también.
El rubio se fue, dejando a ambas mujeres mirándose las caras, la anciana le miro el tobillo algo hinchado de la ojiperla, le llevo un poco de hielo y después de un rato con esto, bajo la hinchazón. Se dirigieron a la cocina y conversaron sobre todo lo que le paso a la muchacha, la anciana le comento que hacía tiempo que conoció al rubio, cuando aún era un niño, cuando todavía andaba con los mocos hasta la barbilla. La conversación, paso hacía los dos jóvenes que llevaban cerca de dos horas encerrados en la habitación del ojinegro.
-mi niña tendrás que acostumbrarte a las desagradables visitas de Sakura.
-es..es la novia del joven sasuke?
-no tengo ni la menor idea de qué relación llevan, pero cerca de un año que ella llega y se encierra con sasuke.
-emm, porque dice que es desagradable?
-porque- la anciana no pudo contestar porque la puerta se abrió de golpe, una joven aproximadamente de la misma edad de hinata, pelo color rosa, y ojos jade, apareció frente a las que anteriormente estuvieron conversando.
-me sirve un vaso de agua, anciana- la ojiperla, sintió un sentimiento desagradable, en contra de la ojijade, no era de las que se dejaba llevar por la primera impresión, pero era algo básico de la educación respetar a una persona mayor, por lo menos para la ojiperla.
-se quedara a cenar?
-no por q..-aun no se había percatado de la presencia de hinata, la mira como inspeccionándola, hizo una mueca de disgusto, por lo que la ojiperla supuso que no había llegado a una conclusión agradable.- y tu quien eres.
-hi..hinata, mucho gusto – le tendió la mano en modo de saludo pero solo fue ignorada.
-sírveme un vaso de agua.- hinata saco rápidamente un vaso de la repisa y le sirvió lo que había pedido. La ojijade bebió de un sorbo el contenido y dejo el vaso sobre la mesa- y dime Hikari, que haces aquí.
-es Hinata y trabajara aquí.
-no me parece bien, sasuke necesita a alguien eficiente aquí, y tú me pareces muy- volvió a examinarla con la mirada- torpe.
-nadie ha pedido tu opinión Sakura,- las tres mujeres se voltearon para ver al que se integraba a la conversación, era Sasuke, que solo tría puesto su pantalón y andaba con el torso descubierto- es hora de que te largues tengo cosas que hacer.- Hinata no podía despegar su vista del bien trabajado abdomen del ojinegro, cosa que este noto al instante y solo sonrío- y bien, que esperas.
-pe pero Sasuke, yo tengo que velar por tu comodidad, ya sabes- al igual que el ojinegro Sakura también se dio cuenta de cómo Hinata miraba al menor de los Uchihas, se acerco a él y en su camino empujo a la ojiperla que salió al instante de su trance. La ojijade comenzó a acariciar el torso de Sasuke, este desvio de un golpe la mano de Sakura, la tomo de la otra mano y la condujo bruscamente fuera de la cocina, le molestaba que Sakura se tomara atribuciones que no le correspondían, para él la única relación que mantenían era sexual, nada más, jamás le pidió una relación de pareja.- sa..sasuke me duele.
-lárgate- abrió la puerta y antes de que Sakura pudiera decir algo mas, le cerró la puerta en la cara. Se dirigió nuevamente a la cocina, hinata lavaba la loza y la anciana preparaba la cena.- necesito que alguien arregle mi habitación.
-ve tu hija, yo estoy preparando la cena- hinata observo por un instante a Sasuke esperando a que este se negara pero solo se dio media vuelta y se fue, fuera de la cocina se escucho de nuevo su voz.
-"sígueme"- se apresuro a alcanzar al joven vio como este se metía a la habitación, y ella también lo hacía. Dentro la figura de este se perdió detrás de otra puerta.- apúrate- dijo desde el otro lado.
Hinata observo toda la habitación era bastante grande, muy espaciosa, no había nada fuera de lugar, la cama seguramente era el único problema, estaba toda desordenada. Escucho como el agua de la ducha comenzaba a caer, supuso que se estaría duchando, duchando?, se le vino a la mente la imagen anterior del ojinegro, su rostro adquirió un tono rojizo que le hacía la competencia a cualquier tomate. Se sacudió la cabeza, y comenzó a ordenar, cambio las sabanas, y ordeno todo rápidamente, pero no por eso, de una manera descuidada. Listo ahora solo faltaba, pasar la aspiradora, pregunto a la anciana en donde se encontraba, lo encontró y fue nuevamente a la habitación, abrió la puerta y cerro sin percatarse de un pequeño detalle.
-deberías aprender a tocar- dejo caer la aspiradora y se tapo la cara con ambas manos, Sasuke pudo notar el rojo de su rostro, este se encontraba solo con sus bóxers, tenía la toalla detrás de la nuca y su cabello mojado se adhería a su rostro- porque te tapas el rostro? No hace mucho no te avergonzaba el mirarme.- su voz sonaba mas ronca y a la vez algo seductora.
-yo yo lo siento..lo si..siento mucho- sintió como una suave y a la vez masculino aroma se acercaba y se hacía más penetrante,-yo..yo me voy- se había dado media vuelta para marcharse cuando la mano de Sasuke la detuvo- q…que hace.- la acorralo contra la pared y acerco suavemente su cuerpo al de ella.
-no deberías ponerte nerviosa, tratare que tu estadía sea lo más placentera posible- dicho esto se acerco al fino y largo cuello de ella y los roso con sus finos labios. Hinata ya abrumada por el calor que de golpe comenzó a sentir puso sus manos inocentemente en el torso del muchacho para alejarlo, a esto Sasuke soltó un pesado suspiro cerca del cuello de ella. El sentir sus finas y delicadas manos tocándolo, lo pillo desprevenido. Se alejo de una roja y acalorada Hinata y le miro, esta rápidamente tomo la aspiradora y salió de la habitación, sin darle tiempo a Sasuke de decir algo. Ya fuera se dejo caer apoyándose en la pared.
Sería una agradable estadía? Quería comprobarlo?, la verdad dudaba de eso.
