Sumario
Desde tiempos inmemorables la naturaleza ha coexistido en armonía, equilibrando la humanidad, las plantas y los animales. Sin embargo, el avance del hombre resultó en un desgaste excesivo hacia los recursos naturales y debió ser la naturaleza quien se levantase y defendiera.
Luego de innumerables plagas y pestes, la fertilidad cesó por completo y los humanos entendieron que tendrían que pagar un tributo por los excesos cometidos. Fue entonces que un recién nacido fue ofrendado a la montaña, quien lo acogió como propio y lo dotó de innumerables poderes, convirtiéndolo así en el rey de la montaña.
A pesar de su inmortalidad, el pequeño creció hasta que su cuerpo completó su máximo desarrollo y allí se estancó. La prosperidad resurgió y el implacable tiempo siguió su curso. No obstante, había temporadas en las que la montaña enfermaba o se volvía extremadamente peligrosa tanto para animales como humanos. En esas épocas de crisis los humanos ofrendaban una joven y, si el tributo era bien recibido, la montaña se curaba volviendo a proveer el regalo de la vida a todos los que dependían de ella.
Pese a esto, las bendiciones propiciadas a cambio del regalo de los humanos no solían durar ya que ninguna doncella era capaz de escuchar la voz de la montaña y fundirse en ella así como lo había hecho el niño. Tarde o temprano, todas ellas perecían y sus cuerpos eran consumidos por los animales y las plantas del lugar.
Sin siquiera recordar la razón por la cual comenzaron a homenajear a la montaña con damiselas, la tradición se propagó por generaciones sin que nadie pudiese jamás complacer definitivamente a la naturaleza y asesinar la soledad del rey de la montaña.
¡Hola! Bueno será un fic muy breve, cuyo tiempo de actualización es incierto porque no configura ahora mismo una prioridad debido a que tengo otros proyectos en marcha.
