El castaño estaba recargado bajo el gran reloj que estaba en la entrada de la zona comercial, una ves mas exhalaba vapor hacia sus manos para poder calentarlas un poco, el día era frió pero había había decidido llegar temprano, no quería cometer errores y llegar tarde a su primera cita.
Mi primera cita, pensó emocionado Tsuna.
Volvió a mirar el reloj que traía en la muñeca, y echo un vistazo a los lados, veía muchas personas pasar, parejas, para se mas exactos,
Estaba algo impaciente, por verla, nervioso, emocionado y sin embargo también tenia miedo, muy en el fondo temía que ella lo dejase plantado como tiempo atrás le había sucedido con otra chica.
Se estremeció involuntariamente al recordarlo.
- bos.. digo Tsuna, te hice esperar mucho?- una chica pregunto en tono bajo, su voz reflejaba timidez-
Tsuna dirijo su mirada a la chica, antes de que ella pudiera decir otra palabra o hacer algo el se había acercado a ella y la estaba abrazado.
Ella se sorprendió un poco, sus mejillas estaban un tanto rojizas.
- No, esta bien voy llegando- su voz temblaba un poco, ella comprendió que no era por el frió, no dijo nada solo lo abrazo en silencio y acaricio su cabello despeinado.
- Nos vamos?, pronto encenderán el árbol central de la zona comercial- Tsuna había soltado a Nagi y se veía mas tranquilo. La miro, su abrigo blanco y largo contrataba su cabello oscuro, el cual estaba arreglado con un pequeño broche en forma de mariposa que una semana atrás , Tsuna le
había obsequiado.
Ambos empezaron a caminar, platicaban un poco sobre como había estado su semana, Tsuna le hablaba sobre todas las veces que hizo volar su cuarto dado que se equivocaba al responder los test de Reborn, sobre como casi moría envenenado mas de una vez por la comida de Bianchi y lo insoportable que podía llegar a ser Lambo, por su lado Chrome le platicaba sobre su tarea y que Mukuro casi se infartaba el día anterior cuando le dijo que saldría en una cita, esa tarde lo tuvieron que sujetar entre Chikusa y Ken para que MM lo pudiera noquear y así Chorme pudiera irse, Tsuna sintió escalofríos al pensar que Mukuro podría estar tras ellos.
Chrome miro la mano de Tsuna y quiso tomarla, pero dudo, no sabia que haría cuando tomara la mano de el o como reaccionaria; el andaba un poco distraído. Miraba los negocios y le comentaba sobre lo que quería regalarle a sus amigos. Que bueno eres Boss, pensó en su cabeza; ella le seguía diciendo
boss como el primer dia que lo conoció, recordó ese beso en a mejilla que le habia dado, asi que impulsada por ese recuerdo se acerco un poco mas a el y tomo su mano,
Tsuna se detuvo, giro su cabeza hacia ella, en ese momento sus miradas se encontraron, el bullicio de la gente desaprecio por ese pequeño instante reemplazado por el respirar y el latir de sus corazones; solo estaban ellos dos unidos por algo mas profundo que el contacto de sus manos.
Cada uno giro la cabeza hacia la otra dirección. Siguieron avanzando entre toda la multitud.
Un poco mas adelante se podía ver un gran árbol, la estrella de la punta empezaba a destellar y eso genero una reacción en cadena en orden descendiente; luces de colores empezaban a iluminar el árbol y el lugar, adornos y música alegre acompañaban el espectáculo.
- Crees en los deseos Chrome ?- Pregunto a la joven.
- Si, hace poco empece a cree, por?- la joven quiso saber.
- yo, mmm... hace un año desee poder encontrar alguien que me amara, alguien que me quisiera por lo que soy.
Tsuna estaba un poco apenado. Nagi se mostró algo sorprendida y sonrió de forma tierna. Sus ojos humedecieron un poco.
-En verdad pediste eso hace un año, aquí en este mismo lugar?-
Tsuna parecía confundido acerca de la pregunta.
- si, por que? -
- por que hace un año, yo también pedí lo mismo en este lugar.-
Tsuna miro el árbol y luego volvió a mirar a Nagi, beso su frente y dejo que ella apoyara su cabeza en su hombro mientras ella tomaba su brazo para poder poder seguir viendo juntos el espectáculo de luces. Sin importar el ruido ellos seguían en su mundo.
- espero que esta vez también nuestro deseo se vuelva realidad- dijo la chica.
- estar juntos por siempre?- pregunto el.
- si, por siempre. -
Unos metros mas alla un enérgico equipo formado por el resto de los guardianes y los chicos de Kokuyo intentaban contener a Mukuro y Hibari, la gente salia corriendo y los vendedores reclamaban a gritos por los daños en sus locales. Quien pensaría que también el guardián de la nube juro matar al Décimo Vongola cuando se entero con quien saldría en una cita.
