¡Buenas Clone Club! Este es mi primer fic en este fandom (al que me he unido hace poco pero madre mía qUÉ SERIE) y cómo no se lo dedico a mi súper OTP, Cophine.
Disclaimer: Esta serie no me pertenece.
¡Disfrutad!
No tenía miedo a la muerte. No porque fuera valiente, que lo era. Tampoco porque quisiera morir, quería vivir, de veras que quería hacerlo, pero no había otra opción. Tenía que hacerlo.
Pero no tenía miedo. Dicen que cuando dejas este mundo es importante dejar todos tus asuntos cerrados y ella lo había hecho. Al menos el único asunto que le importaba, lo único que le había importado todo este tiempo: Cosima, su alma gemela, su otra mitad.
No tenía miedo porque desde el día en que comenzó a trabajar con el Doctor Leekie en DYAD supo que era cuestión de tiempo verse en una situación como aquella, entre la vida y la muerte. Y el momento había llegado, lo tenía asumido. Pero no se arrepentía de lo más mínimo. Volvería hacerlo todo igual aun sabiendo que acabaría así. ¿Qué mejor manera de morir que por alguien a quien quieres?
Cerró los ojos y por un momento todo a su al rededor desapareció. El oscuro garaje, aquel tenebroso hombre, la pistola que sujetaba firme en sus manos... Y todo lo que podía ver era a ella. Esos profundos ojos oscuros escondidos detrás de unas gafas rematadamente sexys. Esa sonrisa que brillaba de tal forma que podía hacer crecer a las flores. Incluso ese pelo enmarañado en el que tanto le gustaba enredar sus dedos cuando hacían el amor. Todos los momentos que habían vivido juntas se reprodujeron en su mente como una película a cámara rápida: cuando se conocieron, su primer beso, su primera vez, su primera pelea, su primer "te quiero". Habían pasado tantas cosas juntas... Pero era el fin.
Se mordió el labio inferior para notar el sabor que habían dejado sus labios al besarse por última vez hacía un rato. No había sido capaz de despedirse, de decirle la verdad. Si lo hubiera hecho, Cosima no le hubiera dejado irse y la habría puesto en peligro, no solo a ella, si no a sus hermanas, a toda su familia. Estaba cumpliendo la promesa que le había hecho tiempo atrás, la protegería, las protegería a todas. E iba a morir por aquella promesa. Pero estaba tranquila porque Cosima sabía por qué había hecho todo y eso era lo único importante.
Abrió los ojos y se enfrentó a la realidad.
- ¿Qué le pasará a ella? - preguntó. ¿Quién la protegería si ella no estaba? ¿Quién la cuidaría? Sus últimas palabras fueron para ella, igual que sus pensamientos. Antes de obtener una respuesta, una bala atravesó su pecho.
Pero no tenía miedo, porque para Delphine Cormier Cosima Niehaus era alguien por quien morir.
¡Esto es todo! Si os ha gustado hacédmelo saber porque estaría encantada de volver a escribir algo de estas dos.
Hasta la próxima :)
