A quienes me siguen escribo el presente Drabble con motivo a las fiestas patrias: Anexión de Chiapas a México (14 de Septiembre) e Independencia (15 de Septiembre).
Con motivo a la lucha magisterial que ha mermado la salud emocional decidí expresarme tal como lo sé hacer. Coincidiendo con un evento del foro "Yo amo Hetalia, ¿y tú?" por el cuál no decidí participar. En el juego de rol surgió un movimiento llamado "Mexiluña" (México x Cataluña).
Los personajes de Hetalia no me pertenecen, al igual que Arthur Fernández Vidal y Puig (Cataluña) quien es Oc de Courier Tricky Demon.
Nacidos para perder
(¡¿Viva México?! ¡¿Viva qué?!)
Se acercaba el momento de mi muerte, podría mirarla a los ojos y escupirle a la cara…
No soy indiferente, siempre viví con ello; dejé que sus manos me acariciaran y con voz gentil me condujera a mi última morada.
Camine hacia el paredón, sería fusilada. Mi rebeldía había sobrepasado a los esquemas de las dictaduras.
Pobre Arthur, puedo verlo con su sonrisa de satisfacción al ver que acabará con mi vida, pudo más su ambición que nuestro amor. Lo arruinaste.
Mi pequeña esperanza terminó colgada del árbol más alto ante la vista del ejército, no gritó ni pidió ser vendada mientras le colocaban la soga al cuello. Sus hermosos ojos los divisó hacia el cielo, no se aferró a la vida, lucho en vida y a la muerte se entregó.
Yo solo pude sonreír ante aquella pequeña que no les dio el gusto de verla sufrir con gestos y pataleos en el aire, ni ante la mirada de su frio padre.
Decidieron darme tormento quitándome lo que más me duele; no les había bastado con masacrar a mi linaje valiente.
Nunca fui libre.
Esa es la cruel realidad; nos sublevamos ante el "poder" de Antonio e Isabel para poder construir una patria libre; donde todos podríamos construir un nuevo camino para guiar a nuestro pueblo por sendero de paz y progreso.
Pero el deseo de colonización se quedó en el corazón de algunos hombres que se adueñaron de latifundios, masacrando a mi estirpe campesina, indígena, moviéndolos como peones. Una pesadilla que continúa viviendo mi gente.
Se arraigó la ambición y la mediocridad; dieron frutos la apatía y la intolerancia. Aquellos que se atrevieron a pensar diferente acabaron bajo la tierra siendo devorados por gusanos; otros se convirtieron en leyenda y algunos quedaron olvidados.
Mis oídos se inundaron de las voces calladas con violencia: Justicia, Respeto, Dignidad, Libertad.
Pude haber llorado, pero ese sentimiento me lo guardé en el corazón; el daño en mi cuerpo era visible: ultrajada, torturada…una figura maltrecha o lo que alguna vez fue una mujer con ilusiones, deseos de vivir o que simplemente se quedó con el sueño de una patria libre.
Escuché la voz de aquel que decidió traicionar a su corazón por perseguir el sueño dictatorial. Había dado la orden de fusilarme. No acepté que me colocaran la venda en los ojos.
Vi a mis amigos a lo lejos, a aquellos caídos esperándome con los brazos abiertos, a mi hija sonriente que me esperaba.
Ante la mirada atónita del ejército sonreí, sólo escuché los disparos, mi dolor había terminado.
Luché hasta el final, nunca me rendí.
Si lees mi historia piensa un momento si realmente eres libre.
¡¿Viva México? ¿Viva qué?!
Gracias por leer.
