Disclaimer: FullMetal Alchemist pertenece a Hiromu Arakawa. Fanfiction escrito sin fines lucrativos.

Línea temporal: pre y post manga/Brotherhood.

Nota: Si están aquí por una pareja en particular, les digo el orden: Royai, LingFan, EdWin, AlMei.


DIFERENTES FORMAS DE AMAR

Capítulo I: Riza Hawkeye

Riza Hawkeye conoce a Roy Mustang desde muchos años atrás, cuando llegó a aprender alquimia con su padre. Ella no lo amó desde el primer momento en que lo vio, ni en el segundo ni en el tercero. Su amor se fue trabando con los años, con la sangre, el dolor y los sueños destrozados.

Al principio, eso no era amor. Era admiración por sus sueños. Unos sueños ingenuos que compartían. Salvar el mundo como si se tratara del héroe de un comic, conseguir la paz y la armonía. Ella le entregó entonces su espalda, confiando en que lo lograría de alguna forma u otra. Entonces, tal vez, ese fue el primer atisbo de su amor al Coronel Mustang.

Pero sus sueños fueron arrasados como hierba seca frente al fuego. Ishbal los convirtió en cenizas, los dejó vacíos. Diferentes. Los hizo unos asesinos. ¿Qué derecho tenía una asesina a amar? ¿A vivir? Y, aun así, él no se rindió. Un nuevo sueño —ser Führer—, nació de aquellas cenizas, de esos pensamientos ingenuos, como un ave fénix. Y ella, tal vez, le amó un poquito más.

Entonces se convirtió en su sombra, en su mano derecha, en su niñera, en su compañera más preciada, y él, a cambio, le entregó a ella su espalda. Un intercambio equivalente, quizás.

Riza supo que le amaba no entonces, sino después, tras tantos años de duro esfuerzo, miradas furtivas, sonrisas compartidas, silencios abrazadores. Y ella se preguntó si podía amarlo. ¿Podía? Y ella se preguntó si él podría amar también. ¿Podría? Un sueño simple, un sueño de humanos. Pero ellos ya no se consideraban a sí mismos humanos, solamente instrumentos para la paz. Ya habían dejado sus propias ambiciones para ir en busca de unas que les superaban a ambos. A su miseria.

A su egoísmo.

Ellos no podían amar. No libremente. No lo merecían. No tras tanta sangre derramada, no tras tantas vidas menguadas.

Por eso Riza le ama en silencio, con devoción, dándole todo, su vida inútil, a sus sueños. A él. Le ama dándole papeleo, le ama cuando hace de su niñera, le ama cuidando su espalda, le ama cuando le llama niño, inútil, inmaduro. Le ama cuando está presente, le ama cuando está ausente. Le ama cuando respira. Le ama por el simple hecho de que existe.

Tal vez su amor puede parecer inútil. No puede expresarlo en voz alta, no puede cogerlo de las manos, no puede besarle en los labios y enroscar sus manos en su cuello. Pero puede estar ahí para luchar con él y eso es lo que importa. Que van a estar juntos con una promesa no hecha, porque no necesitan decírselo en un altar —ella vestida de blanco y él con un smoking negro—; no necesitan decirse que van a estar juntos hasta que la muerte los separe y que, más allá, cuando el uno siga al otro al infierno, van a buscarse sin descanso, para estar juntos incluso en medio del tormento.

Como siempre.

Para siempre.

En esta vida.

En la otra.

En todas las que sigan.


Me es difícil escribir Royai serio (ya. Lo dije). Yo… su relación maneja emociones demasiado intensas para que yo pueda escribir algo a su altura. Espero no haber metido la pata con esto.

Promesa de campaña, como cuando escribí el 3shot "Familia", que mañana tienen la actualización.

¡Besos embarrados de Nutella para todos!

:*

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