Waazzaaaaa!!

Pues por fin me he decidido a subir este primer capitulo de mi historia "Corazón de Principe" que la verdad me tardé mucho en elegir el titulo, pues quería uno que no fuera muy cursi pero que tuviera algo que ver con la historia, la cual trata de cómo se dio la relación Vegeta y Bulma, sé que no es una idea muy original, pero tenía ganas de hacerla, espero que de verdad les guste, en esta, intentaré dejar intocable la personalidad de los personajes, per osi notan algún error en cualquiera de los datos que ponga yo aquí, me gustaría me lo hicieran saber, sin más por decir, espero que la disfruten

Dedicado a:
Todos los fans de Dragon Ball que siguen aun la historia con el mismo entusiasmo que la primera vez que la vieron.
Disclaimer:
Los personajes de Dragon Ball Z no me pertenecen, pues fueron hechos por el Dios Terrenal Akira Toriyama, por favor no me demanden.
Agradesco a:
Zely, por seguirme dando la inspiranzia que necesito al realizar cada una de mis hitorias fumadas. Te amo maldita


Prince's Heart

(Capitulo 1)

Comenzando el Entrenamiento

La pelea con los androides Número 20 y Número 19, sería dentro de 3 años, el 12 de Mayo, en una isla a 9 kilómetros al suroeste de la capital del oeste, por lo tanto, los guerreros Z debían comenzar con su entrenamiento por separado. Ten-Shin-Han y Chaoz, regresaron a las montañas del norte, mientras Gokú, Piccolo y Gohan, iban a casa con Chi-Chi y Kurirín regresaba a Kame-House con el maestro Kame-Sennin. Mientras que Vegeta regresaba a la Corporación Capsula, sin esperar a Yamcha y Bulma, quienes se dirigían al mismo lugar.

- ¡Pero qué desconsiderado es! – se quejó Bulma sujetándose fuertemente del cuello de Yamcha, quien volaba a una velocidad considerable para que ella no cayera de sus brazos, Puar volaba a su lado.

Vegeta llegó a la Corporación Capsula y de inmediato comenzó a buscar al papá de Bulma, el doctor Brief, quien se encontraba en uno de los tantos pequeños talleres que había dentro de la enorme casa.

- ¿Qué?!! – Preguntó asombradísimo el científico -¿Quieres que haga una habitación en la cual aumente la gravedad 300 veces?

- Así es – le contestó un muy serio Vegeta – Si, me enteré de qué Kakaroto entrenó con una gravedad aumentada 100 veces… pero yo quiero el triple.

- Eso es imposible. – Repuso el científico – Tu peso es de 60 kilos, al aumentar la gravedad se convertirán en 18 toneladas… ¿Estás seguro?

- Claro que estoy seguro, si no entreno a esa gravedad, nunca podré superar los poderes de Kakaroto. – Dijo el príncipe Saiyan apretando los puños.

- Está bien… si eso es lo que quieres, pero te advierto que podrías morir – agregó el doctor Brief antes de comenzar a trabajar.

Vegeta se quedó un momento más en el lugar, mirando por breves segundos cómo era que el papá de Bulma comenzaba a trabajar, más para asegurarse de que lo haría que por curiosidad. Cuando salió de ese lugar para ir a entrenar un poco al patio, se topo con Bulma en uno de los pasillos, a su lado caminaba Yamcha, muy serio al igual que ella. Los tres cruzaron camino, pasando Vegeta entre Bulma y Yamcha, cuando la distancia entre ellos se hizo de un metro, Bulma se detuvo y giró sobre sus talones llamando a Vegeta, el príncipe saiyan hizo caso omiso de los llamados de su anfitriona y siguió su camino, Yamcha hizo ademán de ir a arreglar cuentas con él, por la grosería que acababa de hacerle a su novia… pero lo pensó mejor y guió a Bulma para que siguieran su camino.

- Hola papá¿qué estás haciendo? – preguntó Bulma, al ver a su padre bastante atareado.

- ¡Ah! Bulma, es la cámara de gravedad que Vegeta me pidió construir – explicó el científico, limpiando un poco sus manos y mirando a Yamcha - ¡Oh!, veo que has traído a Yamcha¿piensas entrenar junto con Vegeta? –preguntó mirando con curiosidad al joven que acompañaba a Bulma.

Yamcha miró al científico y después a Bulma con una mirada nerviosa, después contestó:

- S… Si, quizá lo intente algún día… ¿Cuánto aumentará la gravedad en esa habitación? – preguntó Yamcha para zafarse de la situación tan embarazosa que las preguntas del papá de Bulma pudiera ocasionar.

- No lo creerían si se los dijera, me sorprende la capacidad de los saiyan – comenzó a explicar el doctor Brief, cruzándose de brazos en una expresión reflexiva – Primero fue Gokú, quien resistió una gravedad aumentada a 100 veces, pero parece que eso no es suficiente para Vegeta, en verdad que quiere volverse mucho más fuerte, me pregunto por qué será, si ya tiene un poder increíble, no le veo el caso a aumentar sus asombrosos poderes, dime Bulma, por que no te casas con él, podrían tener hijos muy bonitos y fuertes –

- ¡¡¡Cállate no digas tonterías!!! – atajó Bulma con un increíble grito que se escuchó hasta Kame-House

- Está bien, no tienes por qué enfadarte, tan sólo era una pequeña sugerencia – dijo el científico, acomodándose las gafas.

- Yamcha te preguntó algo¿a cuanto puede incrementar la gravedad esta cámara? – preguntó Bulma, con expresión molesta.

- ¡Oh si!, no creerían si se los dijera, cómo les había dicho me sorprende la… -

- ¡¡Eso ya nos lo dijiste!! – interrumpió Bulma de nuevo a su padre

- Cálmate hija, estás muy alterada, no tienes por que enojarte sin razón.

- ¡Tú eres quien me hace enojar!

- Por favor – intervino Yamcha – Díganos cuanto puede aumentar la gravedad en esa cámara que construirá para Vegeta.

El doctor Brief los miró seriamente, aguardó un par de segundos y al fin contestó:

- No me creerían si se los dijera…

- ¡¡¡¡¡YA BASTAAAAA!!!!! – Volvió a gritar Bulma – Dinos de una buena vez cuanto aumentará la gravedad en esa habitación.

- ¿Qué demonios está pasando aquí? – preguntó un Vegeta muy molesto parado en el umbral

- ¡Vegeta! – dijeron todos al unísono, mirándolo sorprendidos.

- Hasta allá afuera se escuchan sus gritos, no me dejan concentrar en mi entrenamiento, y más les vale que no le estén quitando el tiempo al científico, tiene algo que hacer para mí – repuso cruzándose de brazos.

- Es lo qué queremos saber nosotros – dijo Bulma - ¿Cuántas veces aumentará la gravedad en la cámara que le has pedido a mi padre?

- ¡MHP! No me creerías si te lo dijera, y es mejor que no lo sepas, deja trabajar a tu padre en paz. – dijo el príncipe saliendo de la habitación, para continuar con su entrenamiento.

- ¡¿Es acaso un secreto?! – preguntó Bulma a nadie en especial, levantando los brazos al aire, en señal de fastidio por la forma tan misteriosa en que Vegeta y su padre hablaban de la gravedad en la cámara que construiría.

- Será mejor que nos vayamos – le dijo Yamcha, sujetándola del brazo – dejemos a tu padre trabajar o de lo contrario, Vegeta se molestará si es que no termina de construir la cámara.

- Está bien – aceptó ella. – Vayamos a dar un paseo por la capital – sugirió a su joven novio, mientras salían del taller, seguidos por la mirada curiosa del doctor Brief.

- No, no podemos hacer eso – replicó Yamcha – recuerda que todos nosotros debemos entrenar para la llegada de esos dos terribles androides, de los que ese joven nos advirtió.

- Tienes razón, pero… ¿entonces entrenarás con Vegeta?

Yamcha adoptó un semblante, cómo si estuviera pensando en la proposición de Bulma… por dentro se moría de miedo al pensar en la sola idea de ser compañero de entrenamiento de Vegeta, la primera y ultima vez que se enfrentaron, había terminado muerto, la idea de pelear con él día tras día, tras día… Un escalofrío recorrió su espina, le pareció que había temblado un poco y deseó que Bulma no se diera cuenta de ello.

- No le veo el caso – contestó finalmente – Aunque se lo propusiera, seguramente Vegeta se negaría a entrenar conmigo.

- Es cierto, será mejor que entrenes lejos de él o te matará "por descuido" – bromeó Bulma ante la mirada seria de Yamcha. Desde la primera vez que estuvo con Kaioo-Sama, las bromas respecto a la muerte dejaron de hacerle mucha gracia.

Dos días después, muy temprano por la mañana, Vegeta se despertaba en una habitación de la Corporación Capsula, envuelta en las sombras, los primeros rayos del sol, se filtraban por entre las persianas. Se levantó de la cama y estiró los brazos al cielo, rascando su cabeza y alborotando un poco más sus cabellos (si es que eso era posible), se dirigió al cuarto de baño más cercano, el cual se encontraba a tres puertas de su habitación.

Entró al cuarto de baño, cerrando la puerta detrás de sí, pero sin asegurarla, nadie podría entrar a ese habiendo otros tantos más… ¿o no?

Entró en la ducha despojándose de su ropa interior y comenzó a sentir sobre su piel cómo el agua que salía de la regadera pasaba de fría a tibia y después se convertía en caliente, poco a poco y moviendo las llaves que controlaban el flujo del agua, logró obtener la temperatura que deseaba, pronto el vapor hizo imposible que algo se viera más allá de 5 centímetros de distancia, se ducho, disfrutando del contacto de las gotitas de agua en su cuerpo.

Cuando salió tomó una de las toallas que se encontraban colocadas pulcramente en una barra colocada en la pared, la cual amarró a su cintura y se dirigió a donde se encontraba un pequeño espejo, el cual solamente reflejaba su rostro, miró a su alrededor antes de explorarse la piel en busca de imperfecciones, el príncipe de los saiyan, era demasiado importante cómo para presentar alguna clase de marca en el rostro, afortunadamente no tenía nada de que preocuparse.

Tomó su cepillo de dientes y comenzó a lavarse la boca, el buen aliento por las mañanas era importantísimo para atraer a una linda chica saiyan… lamentablemente ahora todas estaban extintas, no importaba, después de todo, ninguna merecía ser tomada en cuenta por el príncipe de su raza.

Mientras Vegeta lograba controlar la temperatura del agua en la regadera, Bulma se despertó y salió de su habitación, con los ojos completamente cerrados, más dormida que despierta, sin saber hasta donde había llegado, ella pensaba que el baño, abrió la puerta y se encontró con la habitación vacía de Vegeta, algunas veces odiaba que su casa fuera tan grande, había tantas habitaciones que resultaba difícil encontrar la que uno buscaba por las mañanas… sobre todo cuando se tenían los ojos cerrados por el sueño.

Avanzó otras tres puertas, convencida de que esta si era la del baño, lentamente abrió la puerta, después de todo no estaba asegurada, lo cual significaba que no había nadie dentro… ¿verdad?

Vegeta examinaba su cuerpo, el que se encontraba debajo de la toalla para cerciorarse de que todo se encontraba en orden, la salud del príncipe de los saiyan, era lo más importante para él y estaba claro que no era una coincidencia que él fuera el príncipe, en fin, la toalla descansaba a sus pies mientras la puerta se abría lentamente y sin hacer ruido alguno, sería una vergüenza si las puertas en la Corporación Capsula rechinaran cuando se abrían lentamente.

Bulma entró estando aun más dormida que despierta, algo raro había en el cuarto de baño… por lo que se detuvo un momento para analizar la situación, se dio cuenta entonces que estaba lleno de vapor, afortunadamente, en todos los baños, se había colocado un dispositivo para hacer que todo ese vapor desapareciera rápidamente, con el fin de evitar accidentes por no poder ver por donde se caminaba con tanto vapor. Tanteando la pared, logró encontrar el "switch" de encendido y lo presionó, dos segundos después, el vapor en ese cuarto, permitía ver más allá de los 15 centímetros de distancia, frente a Bulma, comenzó a aparecer una silueta masculina, bastante bien dotada con músculos muy marcados, a medida que el vapor desaparecía, la silueta comenzó a tener cabello y todo lo demás, poco a poco, Bulma fue despertando al ver de quien se trataba.

-¡¡Vegeta¿Qué estás haciendo aquí? – gritó con los ojos muy abiertos, pues Vegeta se encontraba completamente desnudo y mirándose por todas partes debajo de la cintura. El príncipe levantó la vista al escuchar el fuerte grito de la mujer de cabellos azules, de inmediato, giró sobre sus talones sin darle importancia a hacerlo rápidamente.

- ¿Acaso no sabes tocar? – preguntó levantando la toalla del suelo, en ese movimiento, Bulma concentró la mirada en su muy bien formados glúteos, la expresión de Kame-Sennin, le perteneció a ella por breves segundos.

- Para eso están los seguros – se defendió Bulma, sin dejar de ver la espalda musculosa del príncipe que residía en su hogar.

- Hay demasiados baños cómo para que entres precisamente en esté – dijo Vegeta, tomando otra toalla para secarse por completo el cabello – Eres una depravada – dijo pasando a un lado de Bulma.

- ¡Tú eres el descuidado! – gritó cuando Vegeta ya estaba del otro lado de la puerta.

Mentalmente Bulma le agradecía el haber dejado la puerta sin seguro… aunque no había visto nada nuevo, ya que todo lo que Vegeta había mostrado, Yamcha también lo tenía.

"Aunque no tan bien desarrollado" Pensó, adoptando de nuevo la expresión de Muten-Roshi.


Discúlpenme si es que la letra cursiva les causa algún problema al leer esta historia

«- H.S -»