La idea vino a su mente tan rápido como un trueno, el parecido con su apellido sólo fue una coincidencia. Desde que recibió esa llamada había pasado una buena parte de la mañana tratando de encontrar la forma de llevar los instrumentos de su banda a la presentación que logró conseguir, la cual sería en pocos días. Desde que llegó a la escuela era lo único que le preocupaba. Pero cuando vio a su hermana hablando con su amiga Cherry en los pasillos de la Secundaria Hiddenville, se acercó un poco para escuchar un poco y tener una mejor comprensión de lo que sucedía.

No le fue difícil aprovechar la oportunidad con la que se topó, pues al enterarse de lo que hablaban su gemela y la rubia, supo exactamente lo que tenía que hacer. Y sólo tuvo que hacer una simple pregunta:

"¿Necesitas que el tiempo vuelva?" Le preguntó él a la distraída chica.

Y así fue como empezó todo, en tan solo unos segundos Max se llevó completamente la atención de Cherry, quien después de ver como el joven villano decidió ayudarla con su problema, ahora estaba caminando al lado del gemelo de su mejor amiga, mientras le sonreía y le explicaba todo lo que él quería saber sobre el vehículo que secretamente ansiaba conseguir. Ambos se alejaron de los casilleros, hablando como pocas veces lo habían hecho desde que se conocieron hace un año.

Sin embargo, ninguno de ellos se dio cuenta de que tras ellos, una solitaria chica de cabello ondulado y mirada confusa, los observaba detenidamente mientras se alejaban de ella. Phoebe no logró comprender cómo de pronto fue ignorada por su mejor amiga para irse platicando con Max. Ella hizo un gran esfuerzo para no darle mucha importancia, pero por alguna razón no podía dejar de mirarlos, sobre todo cuando vio que Max pasaba su brazo alrededor de la chica, lo cual le causó una extraña presión en su pecho

"¿Por qué no deja de abrazarla?" Pensó Phoebe mientras los veía caminar juntos.

Phoebe se quedó ahí parada, sosteniendo sus libros con ambos brazos mientras los miraba hasta que dieron la vuelta por un pasillo y los perdió de vista. Cuando al fin pudo volver a la realidad, se dio cuenta de que todavía tenía clases pendientes, así que se dio la vuelta y lentamente caminó hasta el salón para entrar a la clase de Historia. Trató de poner atención a los temas que explicaba el maestro, pero le era difícil concentrarse considerando lo que acababa de ver minutos antes. No sabía por qué no podía dejar de pensar en Max y Cherry estando juntos. Pero a pesar de eso, creyó que pronto se aburrirían y todo volvería a la normalidad.

Al decirse eso, la joven heroína por fin pudo poner algo de atención en la clase. Por alguna razón las increíbles ruinas de Mesopotamia parecían poco importantes para ella esta mañana. A ella le encantaba estudiar Historia, solo que cuando otra cosa de verdad llamaba su atención, no tenía tiempo para nada más. La clase casi había terminado cuando Phoebe le mandó a Cherry un mensaje a su celular:

"Hola amigui, ¿nos vemos a la salida? :)"

Pero lamentablemente Phoebe se quedó esperando la respuesta de su amiga, porque 40 minutos después, aún no tenía su respuesta. La clase de Historia había terminado y ahora estaba en el laboratorio de Química, y el hecho de verse ignorada hizo que frunciera el ceño y se mantuviera muy seria durante toda la clase. Era como si le molestara que de pronto ellos dos se llevaran tan bien. Y entonces, Phoebe recordó lo que pasó en la mañana. Le pareció muy divertido derramarle la malteada a Max usando sus poderes. No es como si tuviera una actitud hostil hacia su hermano, molestarse así era algo que ellos dos hacían desde hace mucho tiempo. Esa era la forma en la que pasaban tiempo juntos, ya fuera que se arrojaran cosas entre sí, se hicieran bromas, o se insultaran de vez en cuando, ambos sabían que al final del día podían estar riéndose de cualquier cosa, juntos. Siempre había sido así, era su cosa de gemelos.

"¿Phoebe? ¿Phoebe? ¿Me estás escuchando?" Le decía una Sarah con un tono de voz un poco molesto.
"¿Si? ¿Me decías algo?" Preguntó Phoebe claramente ajena a la conversación.
"Si, que estás distraída. ¿Qué tienes?" Preguntó ella.
"Nada es que... Max" Dijo con algo de duda, sin pensar lo que decía.
"¿Max? ¿Qué le pasa a mi amor?" Preguntó Sarah preocupada, haciendo que Phoebe levantara la mirada muy rápido en cuanto oyó esa palabra.
"Emm... él... se robó mi malteada" Contestó Phoebe, tratando de ocultar lo que de verdad pensaba.
"Aw, que chico tan travieso." Dijo Sarah con una gran sonrisa en su rostro.

Phoebe trataba de disimular pero aún seguía muy distraída, y se mantuvo así durante el resto de la clase. Consideró que podía ocuparse de las mezclas de compuestos químicos hasta mañana. Sin embargo, al estar guardando sus cosas en su mochila, quiso ver si Cherry había respondido su mensaje, así que tomó su teléfono y un segundo después se encontró con la pantalla de su MePhone encendida, pero ninguna notificación había ahí. Después de salir del laboratorio de Química, Phoebe se puso todavía más pensativa. Y al ir caminando nuevamente por los pasillos de la Secundaria Hidenville, de pronto se sintió como hace mucho tiempo no se sentía, se sintió desplazada.

La última vez que le sucedió algo parecido ambos tenían 9 años. Ella y Max tenían que hacer un proyecto para la clase de "Heroísmo 1", y él eligió a Christine, una niña que le gustaba mucho entonces, allá en la Primaria de Metroburgo. Phoebe recordó que en esa ocasión el maestro les dejó esa interesante proyecto y Phoebe asumió que lo haría con su gemelo, pues aunque a veces peleaban y discutían en clase, siempre terminaban haciendo la tarea juntos. Entonces se acercó al pupitre de su hermano y le contó entusiasma su plan para la tarea:

"¡Max! ¡Tengo la mejor idea para el proyecto! Le pediré mamá su Electro-Computadora y..." Dijo una emocionada Phoebe, antes de ser interrumpida.
"Es que... ya hice equipo con Christine. Va a ir a la casa en la tarde." Trató de explicarle Max, mientras bajaba la mirada y tomaba sus cosas del pupitre.
"¿Christine? Ah... bueno..." Contestó Phoebe sin poder terminar lo que decía.

La pequeña Phoebe estaba muy triste cuando llegó a casa, no salió de su cuarto por el resto del día, pues sabía que Christine estaría en la sala con Max, y como hacer el trabajo en equipo era algo opcional, terminó haciendo el suyo ella sola. Y aunque su investigación sobre la tecnología antigua de los súper héroes no llamó tanto la atención de la clase como ella esperaba, al final si obtuvo una buena calificación. Ella nunca lo admitiría, pero desde ese día dejó de agradarle Christine, sobre todo porque luego de que ella y su hermano hicieran juntos ese proyecto, Max comenzó a pasar menos tiempo con ella y más con la niña rubia, haciéndola sentir ignorada, desplazada, sola. Justo como se sentía ahora.

Entonces, mientras se dirigía a su última clase, trataba de pensar en otra cosa, lo que fuera con tal de dejar de tener esos amargos recuerdos del pasado. Y estando en medio de su clase de Matemáticas finalmente pareció lograrlo, porque estando estancada entre todas esas fórmulas y ecuaciones, de repente recordó cuando ella y su gemelo tenían 5 años, y solían pasarse horas jugando juntos y viendo películas de Disney, más por decisión de Phoebe pues le encantaba ver "La Sirenita", y Max nunca la dejaba sola. Tan bien la pasaban que se quedaban dormidos en el sofá de la sala. Y horas después amanecían juntos, abrazados tiernamente, cosa que hacía sonreír a Hank y Barb cada vez que los veían por la mañana. Y tener presentes esos recuerdos de cuando eran niños, de alguna manera la hizo sentir mejor en clase. Incluso logró sonreír un poco mientras trataba de concentrarse en sus ecuaciones.

Cuando la clase de matemáticas terminó, Phoebe estaba un poco más calmada al salir del salón. Pero muy en su interior aún tenía los buenos tiempos que pasaba con su gemelo, cuando se llevaban mejor y jugaban todo el día en su vieja casita del árbol. Pero con todos esos recuerdos volando por su mente, se encontró caminando directo a las puertas de la escuela. De pronto recordó lo que Max le dijo a Cherry varias horas atrás:

"¿Necesitas que el tiempo vuelva?"

Y como si le hubiera preguntado a ella, en su mente Phoebe respondió melancólicamente:

"Si Max. Claro que sí."

Continuará...