Aviso: Este fanfic no me pertenece es de mi amigo Alan (pueden llamarlo Red20) que me dio permiso para publicarlo, se preguntaran ¿por que no el? porque no tiene usuario aquí. Bueno los dos esperamos que les guste y comenten.
Salu2.
Red20: Jajajaja, a lo mejor luego me preguntarán porque hice un fic de éste estilo, y bueno, quería intentar algo nuevo, aparte de que la trama es algo que me ha invadido entre mis sueños muchas veces. Eso sí, habra mucha acción y también tendra partes violentas para resaltar a la historia. Si quieren dejar review son libres de hacerlo, jajaja.
Black Heart.
Prologo.
Día 6, Mes Enero, Año 20XX.
Hoy fue el día en que mi corazón termino roto por completo. ¿Todo por qué? La verdad, ni yo mismo sé bien como pasó todo, ni una respuesta segura. Se preguntarán del por qué no sé como paso. Aunqe dudo que alguien lea este diario, de todas formarles contare lo que paso, o más bien escribiré parte de esta historia que me atormenta y seguiré escribiendo en él hasta que haya acabado con mi desgracia. Primero les diré como pasó todo, aunque es más lo que logro recordar en el momento del que haya cambiado, alguien diferente del que soy ahora, un tipo al quien no le importa ni un comino lo que pase con mi vida, pues mis ansias de seguir viviendo se destrozaron ese día el cual no supe como tomarlo con razonamiento.
Todo comenzó hace exactamente tres días. Yo me había preparado para el cumpleaños número veinte de Yellow, el cual estaba por llegar en un par de meses, pero para ese momento, ella y yo ya habíamos tenido una relación, más bien para ser exactos, nos habíamos hechos novios desde hace un año. Ese día le había propuesto tener una cita que esperaba que fuera maravillosa para los dos en la cual le propondría matrimonio al finalizar la noche. Quería que todo fuera totalmente perfecto, por lo que le pedí a mis amigos que nonos molestaran y que por ningún motivo se entrometieran en esta cita – Especialmente Blue – dejando a nuestros pokémons en casa, lo cual me pareció un buen detalle, pero esto fue mi más grande error de mi vida.
Ese día habíamos visitado varios lugares que ella había querido ir antes los dos juntos, cosa que me pareció bien para hacer tiempo. Luego de eso, fuimos a cenar en un restaurant muy elegante en el cual gaste la mayor parte de mi dinero, pero en ese momento ni eso me importaba, porque solo quería que ella tuviera el mejor día de su vida. Habíamos bebido demasiado alcohol esa noche, o al menos eso hacía yo, pues la hora en que haría mi declaración se acercaba, y cada minuto se me hacía eterno, por lo que hacía tiempo en ese lugar solo hablábamos mientras que a cada diez segundos volteaba a mirar de reojo el reloj de oro que había en ese lugar, logrando que me sintiera cada vez más nervioso, causando como consecuencia que bebiera más y más copas de vino, hasta que el momento en que uno de los efectos secundarios del alcohol hiciera efecto sobre mí, haciendo que me dirigiera corriendo hasta parar en el baño. Lo bueno es que para ese instante me quedaban 10 minutos en mi última vuelta hacía el reloj y aproveche ese tiempo para retirarme, pero al entrar y deshacerme de aquella urgencia, me gire para lavarme en uno de los lavabos con espejo que se extendía de un muro a otro, me enjuague la cara, me sentía mareado y mis palabras parecían tropezar de mi boca cuando salían, por lo que esto era lo que necesitaba para volver a sentirme bien, aunque sea un poco. Llene el lavabo de agua lo necesario para enjuagarme todo y meter mi rostro dentro de este. Solo que al mirarme de nuevo al espejo, una persona me miraba con una sonrisa que me daba escalofríos, alguien que estaba vestido idénticamente a mí hasta en el más mínimo detalle, inclusive quede paralizado porque se veía totalmente idéntico a mí, en cada detalle y facción del rostro, era idéntico, con la única excepción de que el lucía maligno, pues esa sonrisa que desprendía de su rostro, hacía que temblara y no me pudiera mover, su mirada tan penetrante hacía que me paralizara al instante. ¿Era un clon o gemelo maligno? Eso no lo sé. Me gire para verlo de frente y ver si no era alguna alucinación causado por el alcohol, si es que no me jugaba éste una broma a mi cerebro, aunque tras darme esa ducha de agua helada, me sentí más lúcido y sin tambalearme como antes de entrar al baño.
"¿Quién eres?" Pregunte molesto a aquel sujeto que seguía parado delante de mí sin borrar esa asquerosa sonrisa de su rostro. "Yo soy tú, Red" Me respondió acerándose a mí a un paso lento y amenazante, con los brazos ocultos tras su espalda. "¿Cómo de que eres yo?" Volví a preguntarle, aún atónito a lo que me decía. "Yo seré tú, hasta lo que reste de la noche" Dijo éste entre risas casi inaudibles dentro del baño, haciendo que mi cuerpo temblara por completo del miedo que sentía por esas enigmáticas palabras, y antes de que pudiera volver a decirle palabra alguna de lo que pasaba, oí como soltaba esa carcajada endemoniada y llena de malicia, al mismo tiempo que azotaba un golpe en la cabeza con lo que parecía un tubo metálico, dejándome inconsciente y sin tener la menor idea de lo que se refería ni de lo que ocurrió esa noche.
Cuando desperté, ya no me encontraba en el baño de ese restaurant. Me hallaba derrumbado en la puerta de mi casa, aún llevando el mismo traje de gala del día anterior, solo que estaba apestando a alcohol barato y mi cabeza seguía dándome una tremenda cabeza a causa de aquel golpe y mi cuerpo lo sentía completamente pesado al igual que mis ojos. Con debilidad busque en el bolsillo de mi saco el anillo que le iba a dar a Yellow, solo para que pudiera encontrarme efectivamente con este, siendo más raro aún que no me hubieran robado nada esa noche, ni siquiera me habían robado alguna identificación. Pero, ¿Si no me habían robado nada, ni siquiera la identidad, entonces que era lo que quería o querían? Me levante de donde me encontraba tirado y fui a buscar respuestas, pero primero tenía que saber que fue lo que ocurrió con Yellow, a ver si es que no ese demente le hizo algún daño o si es que alguien del restaurant sabía lo que ese tipo quería hacer en mi lugar.
Al llegar a la casa de Yellow, golpee varias veces la puerta y gritando su nombre desesperadamente para que me abriera, no quería pensar lo peor y no encontrarla ahí. Solo que al abrirse esta, del otro lado del umbral fui recibido por un puñetazo en el rostro por parte de su tío. "¿Por qué es que me recibe de ésta forma?" Pregunte molesto al volver a pararme del suelo y limpiarme la boca de sangre - a pesar de que ya se estaba haciendo viejo, aún podía golpearme con tal fuerza bruta -. "¿Cómo se te acontece a venir a mi casa y a buscar a mi sobrina después de lo que le hiciste?" ¿Qué fue lo que le hice? O más bien… ¿Qué fue lo que le hizo ese sujeto? "Yo no sé de que está hablando, yo no le hice nada a ella" le grite furioso tras esas acusaciones, solo quería verla y contarle lo que ocurrió, aunque después no me crea, porque con lo que me paso, dudo mucho que alguien más me crea. "¿Qué acaso tienes el descaro de venir y de decir que no le hiciste nada a ella? Eres un sinvergüenza, un miserable". Cada palabra que él me decía, hacía que me sintiera aún pero conmigo mismo por lo que paso. Podía sentir como cada insulto que me decía, se transformaba en un puñal de hielo que se clavaba en mi pecho. "Ya le dije que yo no le hice nada a ella. Yo sería incapaz de hacerle daño alguno". Trate de defenderme de aquellas acusaciones que me daba. Aunque cada vez sentía arder de ira por ese sujeto extraño. ¿Qué demonios fue lo que le hizo a mi Yellow? "Mira miserable muchacho, será mejor que te larges de aquí ¿Qué no ves que ella ya no quiere verte?... Así que si eres aún un poco hombre, será mejor que te des la vuelta y te vayas mucho a la...". Su regaño fue callado por una interrupción de una mano que se poso sobre su espalda. "¿Ye…Ye…? ¿Yellow?" Preguntamos ambos al mismo tiempo al verla. "Tío. Dejame hablar con él… A solas". Exigió ella con un tono tan frió y serio tan nuevo para mí. Nunca en mi vida la había visto comportarse así. "Pe…Pero…". Pidió él nervioso, para así volver a insultarme y no dejarme con ella. "Pero nada tío. Esto es algo entre él y yo, así que déjanos a solas.". Su tío obedeció y entro a su casa, Yellow cerró la puerta detrás suyo al momento en que él entraba y libero a su Ratacaite, Ratty, quien se posicionó frente a ella, con una gran cantidad de ira y rabia dirigida hacia mí. Sin duda ella tomaría represalias en mi contra sin ser yo el verdadero culpable de aquel daño. Yo solo me mantuve en mi lugar y no di un paso adelante, solo para examinarla de arriba abajo con mis ojos y buscar cualquier indicio que indicase si ese tipo le hizo daño alguno a ella. Pero no vi nada, ni un solo rasguño o moretón. - ¿Qué fue lo grave que él le hizo a ella? – Me repetía en mi mente.
Ella me miraba con frialdad e indiferencia mientras se cruzaba de brazos inmóvil de donde estaba. Parecía que ella no iba a decir palabra alguna, o más bien, quería alguna explicación de mi aparición, así que hable primero. "Yellow, ¿Qué fue lo que paso? Dime, ¿Qué es lo que te hizo?" Ella cambio su actitud por uno más sorprendido, aspiro profundamente y empezó a gritarme. "¿Quién hizo qué Red? Si solo fuiste tú. Tú me rompiste el corazón Red" ¿Yo le rompí el corazón? Si ahora en este momento sentía como mi corazón se quebraba por cada palabra llena de cólera y cada lágrima que evitaban soltarse de su inocente rostro. "Tú me trataste muy mal esa noche Red. Me hiciste ver como una… como una…". Ella trago saliva y volvió a regañarme. "Como una cualquiera frente a toda esa gente. Cuando saliste del baño del restaurant, te vi seduciendo a cada chica que te encontrabas en el camino y besándote con cada una a la vez. Luego tomaste asiento frente a mí, estabas apestando a alcohol y yo tratando de buscarte alguna explicación como de que habías bebido de más, por hacer lo que hacías, y tú… tú me tomaste por la fuerza de mi brazo y me jalabas hacía ti gritando a todo pulmón que nos fuéramos a un hotel. Yo me sentí muy avergonzada con toda la gente que nos veía y trate de resistirme hasta que me botaste con brusquedad, saliendo del lugar con otra chica. ¿Red, cómo pudiste? ¿Cómo pudiste hacerme algo tan malo como eso?" Me exigió ella al romper en llanto y cayendo sobre sus rodillas. Sus ojos se llenaron de un mar de lágrimas, las cuales parecían que ella había evitado soltar desde que llegue.
Quise acercarme para tratar de tranquilizarla, pero fui amenazado por Ratty, eso no me importó en ese instante, si me mordía, ya no me importaba, así que me arriesgue y fui por ella. "Yellow, no fui yo, déjame explicarte. Alguien más fue, pero te juro que yo jamás…" Solo basto avanzar cinco pasos hacía ella para que su pokémon me interceptara con una mordida hacía mi pierna, evitando así que pudiera avanzar hacía Yellow. "Red, yo te vi, no tienes excusa alguna. Además, apestas a alcohol como esa noche aún" Esas acusaciones me dolían. Y aunque había bebido demasiado, no apestaba igual o tanto como lo estoy ahora.
Solo sabía una cosa en ese instante. Demostrar mi inocencia no sería nada fácil, en el restaurant habían testigos que podrían contradecirme a cualquier cosa que yo diga y usarían la misma excusa de haber bebido de más. Y más aparte, ¿si no había nadie más en el baño más que ese tipo y yo? A menos claro que solo hubiera alguien que me sacara de ahí sin que nadie se diera cuenta. Entonces… ¿Cómo podría decirle lo que paso? No me creería ni una palabra. "Será mejor que te vayas y desaparezcas de mi vista… Y esa herida tuya, cúrala por tu cuenta… Porque yo ya no voy a cuidar de ti. No quiero verte en mi vista ya Red. Te odio.". Fueron las últimas palabras que me dijo y que hizo que mi corazón terminara por quebrarse, ni el dolor de la mordida que me seguía atormentando con Ratty se comparaba con ese dolor que sentí en mi pecho. Ella volvió a levantarse del suelo entre llantos, regresando a Ratty en su pokeball. Volteo a la puerta y al momento de abrirla yo le dije. "Si eso es lo que me pides… Entonces eso haré por ti… Pero ten por seguro que te demostraré la verdad de todo esto." Ella me miro llena de rabia hacía mi, esos ojos de bello color ámbar que tanto me llenaban de vida y alegría al verlos, ya habían desaparecido de su rostro y su brillo se había perdido, había sido cambiado por un tono más opaco y apagado. Me hacía sentir que merecía morir. - ¿Morir? ¿Por algo que no hice? – A partir de ahí, mi corazón dejo de latir, y lo único que quería era venganza. Venganza contra ese sujeto y aquellos involucrados – si es que los habían, y estaba seguro que los había – Yo mismo los mataría si es que fuera necesario, aún si es que Yellow sigue sin perdonarme o hablarme, me encargare de acabarlos y de protegerla, porque algo si estaba seguro, y era que, si me hicieron esto, era porque necesitaban quitarme de su camino para que yo no la pudiera proteger. - ¿De quién? No lo sé, pero morirán por hacerme esto. – Es por eso que no tengo dudas, aunque me vaya al infierno tras hacer lo que deba hacer, los mandaré a todos ellos primero al infierno, antes de pararme yo ahí…
- Señor, ya estamos a punto de zarpar. Será mejor que se prepare para subir al barco. – Grito un sujeto canoso desde la parte de arriba de un ferri, el mismo de Surge.
- Ya voy. Solo hago una cosa y nos vamos. – Le pidió el chico que estaba escribiendo en lo que parecía un libro de portada de piel sin título y solo páginas en blanco. – Yellow… Tú me pediste irme de tu vida y eso haré. Pero no me pediste que deje cuidar de ti, y eso es algo que no haré, yo siempre te protegeré. – Se decía mientras miraba el resto del puerto de Ciudad Vermillon. Luego libero de una de su pokeballs a su compañero Pika y este lo miraba desubicado y confundido por lo que pasaba. – Pika, tú no eres culpable de lo que paso conmigo. Sé que quieres estar con Chuchu y yo no quiero ser culpable de que termines como yo, así que a partir de ahora, nos despedimos hasta que nos volvamos a encontrar. Ve con Yellow y encuéntrate con Chuchu. Solo recuerda, no dejes que Yellow intente ver tus pensamientos. No quiero involucrarla en nada de lo que pase a partir de ahora. Nos vemos Pika.
En ese instante, Red subió al ferri y desapareció con él en el horizonte del mar, dejando a Pika solo en el muelle y triste por su partida.
