Declaimer: Los personajes no me perteneces son de Stephanie Meyer y J.K. Rowling. Yo solo agrego mi imaginación con ayuda de Gissbella De Salvatore.

Prologo

Habían pasado dos meses desde el momento en que él le dijo que no la amaba y le prometió que sería como si nunca hubiese existido. Pero muy en el fondo de su corazón ella deseaba que él nunca hubiese existido para que su dolor desapareciera.

Dejando a un lado a los Cullen, había pasado tiempo desde la última vez que había visto a su familia, siempre se sintió diferente. Su primo Draco era su mejor amigo y siempre fueron inseparables. Recordaba a su padre Agramon Malfoy, a su madre y la triste muerte de ambos. Se sentía agradecida de que la mejor amiga de su madre en aquel momento haya decidido con su esposo adoptarla y criarla como a su propia hija y siempre tendría ese cariño así ella. No quería ni siquiera pensar qué hubiera pasado si se hubiera quedado en su familia. Amaba demasiado a su familia pero siempre le habían parecido…. complicados. Aun recordaba las palabras de su tío Lucius cuando le lanzó un hechizo para que pareciera dos años mayor y luciera completamente diferente.

En el presente Bella se encontraba sentada en la mesa de la cocina, intentando arreglar sus pensamientos.

Seguía practicando magia y hechizos pero no con tanta frecuencia como antes. Pensaba como se vería Hogwarts en esa época del año y se sintió desdichada de no poder hablar con Draco aunque hubieran pasado más de siete años desde la última vez que se habían visto.

En ese preciso instante su cerebro dejo de pensar como Isabella Swan y empezó a hacerlo como Isabella Malfoy y tomo una decisión.

Volvería a Hogwarts, vería a su familia y seria una chica-Bruja-normal sin ningún Edward que la hiciera sentir mal.

En ese mismo momento se escuchó el ruido de la puerta. Era Charlie.

-Hola Bells, ¿estabas pensando algo interesante? Tienes esa mirada profunda-dijo Charlie viendo a su pequeña hija adoptiva. Siempre la había visto como la hija que siempre quiso tener. Cuando su esposa se había enterado de que su mejor amiga había muerto se volvió loca intentando saber qué le había pasado a su pequeña hija, la adorable Isabella que siempre se sonrojaba, jugaba con sus muñecas, comía algodón de azúcar y hacia pequeños hechizos como volver las rosas rojas en pequeñas mariposas. Siempre fue una niña muy inteligente con su hermoso cabello castaño claro y sus hermoso y grandes ojos azules idénticos a los de su primo Draco. En su interior, Charlie sabia que lo mejor que pudo haber hecho fue adoptar a su pequeña Bells porque deducía que si se hubiera quedado con su tío Lucius habría perdido su ingenuidad y, probablemente, la hubieran influenciado para que se convirtiera en una persona completamente diferente a lo que en verdad era. Siempre pensó que Lucius estaba demente cada vez que le decía a Isabella que no debía hablar con un muggle o con un sangre sucia. Bella le decía que lo sentía pero no veía la diferencia, batía sus largas pestañas, se mordía el labio inferior y le daba un besito en la mejilla a su tío, aunque Charlie sabia que ella no tenía idea del poder que tenía cuando hacia eso porque su tío se quedaba bobo por lo adorable y pequeña que era su sobrina.

-Muy interesante -contestó Bella estando segura de algo como nunca antes. Se aferraría a su idea y no la dejaría ir porque ella sabía muy en el fondo que pasaría algo bueno.

Aquí esta mi primera historia. Voy a intentar escribir lo más que pueda. Ténganme paciencia y díganme que opinan de mi historia.

Reviews+Mi inspiración = Una lexi Feliz y muchos capítulos.

Besos

-Lexi