"¿Sabes, Sam?
Sammy.
Esta carta nunca va a llegar a tus manos,
porque estas cosas no van conmigo
ni tengo pensado convencerte de algo.
Respeté que te fueras a Stanford, dejándome
solo.
Siempre te he dado a elegir fuera de mí,
¿sigues pensando que soy un egoísta, por salvarte la vida?
Eres mi hermano, mi hermanito pequeño,
y la única cosa que me importa de verdad en este mundo
es mantenerte a salvo.
Salvarte a riesgo de envenenarte
A riesgo de envenenar a los demás
A riesgo de perder todo lo que he tenido y vaya a tener jamás.
Sam, Sammy...
Sí, sí soy veneno.
Es verdad, somos hermanos incluso de sangre te guste o no.
No, no es simple egoísmo ni cobardía lo que tú y yo tenemos.
Lo que quede de mí, sea un pedazo suelto, ¡una sombra, Sam!
o el Rey de los espectros,
siempre cuidará de ti.
¿Sabes, Sam?
Sammy...
¿Por qué tengo que salvarte?
Porque si soy quien te hunde en el peligro;
el que te cubre de mierda empezando por los talones y acabando por cualquier filo,
¿no crees que, como mínimo, mi obligación es salvarte?
De mí mismo.
Y por eso no voy a detenerte,
ni a hacerte llegar esta carta.
Esta será la última vez que te vaya a salvar la vida.
- Dean."
