Capítulo 1: El edificio
Temari salió frustrada del edificio, había llegado a la séptima planta y no había elegido a nadie
-¿Qué estoy pensando?- se gritó así misma-¿Un hombre gratis? ¡Que torpe soy! Debe de ser una broma simplemente… pero me va a escuchar, voy a matar al maldito que quiso reírse de mí- maldijo enojada imaginándose así misma ahorcando al recepcionista de cabellos grises
La rubia armada de coraje dio media vuelta y empezó a volver hacia la tienda. Vaya susto se llevó al darse cuenta de que el edificio ya no estaba allí, luego estúpidamente se sintió extrañamente aliviada-Tal vez fue solo mi imaginación- pensó
De pronto la embargó una sensación de dolor, era como si algo dentro de si le dijera que todo había sido real y que aquel edificio venía del mas allá
-Tal vez perdí la oportunidad de encontrar al hombre perfecto- musitó con la vista fija en el suelo- ¡¿Pero qué demonios estoy diciendo?!- Temari sacudió su cabeza y tras suspirar pesadamente siguió con su camino, ya llevaba veinte minutos de retraso al trabajo y ella jamás había llegado tarde
-Tiene buena suerte- dijo una voz de mujer mirándola partir- por no haber escogido a ninguno es que sigue con vida
(…)
Leyó el título por tercera vez, ¡¿acaso estaba quedándose ciega?! Decidió satisfacer su excesiva curiosidad preguntando
Abrió la enorme puerta e ingresó al edificio, se acomodó la bufanda de nuevo algo irritada maldiciendo que esta se le cayera a cada rato y se preocupó por su debilitada salud. Era invierno y estaba haciendo mucho frío, debía trabajar y no podía tomarse el lujo de enfermarse; sus defensas eran tan malas que una sola ráfaga en el cuello podría causarle un cebero resfriado ¡Una sola ráfaga!
-Disculpe ¿Qué se vende aquí?- preguntó sin poder creérselo, pensaba que era una broma de publicidad para atraer personas indiscretas como ella
-Pues lo que dice el título, señorita- contestó el galante hombre de cabellos grises con una mascara cubriéndole la mitad del rostro-el hombre ideal de cada mujer
-¿Y como funciona esto?- Sakura enarcó una ceja asombrada ¡aquella tienda vendía HOMBRES!
-En las puertas encontrará la descripción de cada grupo. Hay una sola regla y es que a usted se le permitirá subir pero no bajar, si llega al final sin elegir no podrá volver a entrar- explicó él mientras se ponía de pie y tomándola de la mano la metía en la sala de espera invitándola a sentarse
-¿Esto cuesta?- preguntó la peli rosa medio asustada ¿Es que estaba tendiendo otro de sus locos sueños? ¿Al entrar podría salir si quería cuando quisiera? Aquellas preguntas resonaban fuertemente en su cabeza y le daban una gran sensación de inseguridad, le decían que saliera corriendo mientras podía pero su cuerpo… su cuerpo parecía no responder. Ese hombre tenía algo que le impedía moverse… algo que le impedía huir
-¡Esto no cuesta nada!- le contestó el peli gris con una sonrisa escondida bajo la máscara- Solo buscamos la felicidad de la gente
-Kakashi, ya puede pasar la siguiente- le informó una hermosa mujer de cabellos negros aun dentro del ascensor abierto, tenía un vestido rojo tan intenso como el labial de sus labios y una sonrisa tan hermosa que te incitaba a acercártele; traía en sus manos una libreta y un lápiz
-Gracias Kurenai- musitó el peli gris observando a la peli rosa- pasa, por favor
Ella no quería obedecer ¿Quién le aseguraba que cuando entrara en aquel ascensor con aquella mujer de labios carmesí, no la secuestrarían y le harían daño? Pero su cuerpo se movió solo, caminó hasta el ascensor y se paró junto a la tal Kurenai
Antes de que el aparato se cerrara para llevarla al segundo piso pudo escuchar al recepcionista Kakashi decirle:- Recuerde, si no le gusta nada pues… ¡mala suerte!- Y cuando estaba seguro de que la oji jade no podría oírle añadió:- mala suerte pero para mí
Sakura sentía las piernas temblarle y su corazón estuvo a punto de estallar cuando el ascensor paró
-Aquí empieza el viaje- le dijo Kurenai señalándole el amplio pasillo que se encontraba frente a ellas- si no queréis a nadie de la segunda planta sube a la tercera y así sucesivamente
-Vale, gracias- susurró la oji jade saliendo del ascensor
El título de la planta le pareció interesante pero no suficiente
-Hombres guapos- leyó en la puerta, si entraba en ese cuarto solo podría elegir uno de entre los hombres apuestos y ella no solo quería que fuese lindo. Se lo pensó por varios segundos ¿En el tercer piso serían feos? Se alzó de hombros quitándole importancia al asunto, caminó hacia el ascensor y subió a la próxima planta
En la puerta principal de la tercera planta decía: Hombres guapos y simpáticos
-Quedan algunas plantas más, seguiré por ahora- se dijo así misma intentando no impacientarse
Entró al ascensor, salió lentamente y leyó el título que tenía la puerta principal del cuarto piso: Hombres guapos, simpáticos y con un buen trabajo
-Se empieza a poner interesante- admitió sonriente deduciendo que con "buen trabajo" se referían a la parte económica
¿Cuántos pisos tiene este edificio?- se preguntó así misma- No recuerdo…- se contestó frustrada- tal vez si sigo con este ritmo llegaré al final y no habré elegido a nadie
Subió al quinto piso
-Hombres guapos, simpáticos, con un muy buen trabajo y personalidad interesante- leyó sin todavía sentirse satisfecha, algo faltaba pero ¿Qué?
Entró al ascensor y aplastó el botón seis
-Hombres guapos, simpáticos, con trabajo, adinerados, interesantes, que les gusten los niños y amantes expertos…- Sakura se quedó parada frente a aquella puerta
Que le gusten los niños- se repitió en su cabeza involuntariamente
Lo que ella más quería era ser madre, ella y Naruto iban a casarse en el futuro ¡Eso era seguro! Pero él no quería niños, decía que eran aun muy jóvenes y que el tiempo era algo que los bebes solían necesitar intensamente
-Naruto no quiere hijos conmigo ni hoy ni nunca- se dijo tristemente. Ella sabía bien que el rubio era el hombre que cualquier mujer desearía, era: considerado, guapo, alegre, curioso, trabajador, adinerado, aventurero, amoroso, buen amante en la cama, consentidor, etc, etc, etc. Naruto era en si el hombre ideal, claro que tenía defectos pero comparados con sus virtudes eran insignificantes, bueno sus defectos eran insignificantes a excepción de uno: Naruto odiaba a los niños, odiaba escuchar de ellos, odiaba oír risas o llantos de pequeños… odiaba todo lo que le recordara a su hijo supuestamente muerto
Cuando Naruto había tenido dieciséis años se había enamorado profundamente de una chica llamada Hinata. El Uzumaki en aquel entonces aun no sabía nada de sus padres ni de la enorme fortuna que estos le habían dejado al morir, él y todos pensaban que Naruto Uzumaki era tan solo un pobre huérfano
Todos lo despreciaban… todos menos Hinata, ellos dos se amaban tanto que habían planeado escaparse. Hiashi, el papá de la oji perla, no soportaba ver a su hija ni siquiera hablando con un pobretón como el joven rubio así que le prohibió volver a verlo y amenazó a Naruto de matarlo si lo volvía a encontrar en sus tierras
Pero los dos jóvenes hicieron caso omiso, seguían encontrándose a escondidas, seguían besándose tras el árbol de Cerezo de la familia Hyuga, seguían entregándose el uno al otro como muestra de su ferviente amor pero… pero eso tuvo graves consecuencias: Hinata quedó embarazada
Cuando Hiashi se enteró, su rabia no pudo ser apaciguada por nadie, en ese mismo momento compró un pasaje de avión para su hija mayor y la mandó lo más lejos que pudo ¡¿Que dirían sus amigos si se enteraban de que tendría un nieto bastardo?! ¡¿Que diría la prensa?!
Cuando Naruto ya no la encontró en su lugar secreto empezó a preocuparse seriamente, ella jamás faltaba y así poco a poco el tiempo pasó: dos meses, tres, cinco y ella no aparecía
Naruto intentó ir a donde los Hyuga repetidas veces pero siempre lo detenían antes de que pudiera llegar a la puerta de Hinata y tras darle una fuerte paliza lo regresaban a Konoha, su pueblo. Lo que se le ocurrió fue que tal vez Hiashi se había dado cuenta de las escapadas y ahora la mantenía completamente encerrada y vigilada pero lo que le parecía realmente extraño era que la oji perla no intentara comunicarse con él por algún medio
Armándose de valor, el Uzumaki fue a la mansión Hyuga y tan enojado como estaba exigió que le permitieran ver a su amada sin contratiempos
-¿Acaso no lo sabes?- le había dicho Neji, el primo de Hinata- mi prima murió al dar a luz a tu hijo- mintió descaradamente aunque por dentro la culpa lo consumía, Hiashi le había obligado a decir aquello prometiéndole que si mentía al Uzumaki lo volvería a aceptaría en la familia y le perdonaría el deshonor que había causado al casarse con una don nadie como Tenten, Neji no tenía opción o de eso intentó convencerse
-Hinata… Hinata está… ella- los ojos del rubio se cristalizaron por el dolor pero su corazón se negó a creer que su amada ya no estaba y no estaría nunca más a su lado- ¿ella murió?... ¿Cómo puede ser posible?... ¿Cuándo?- y de pronto su cerebro asimiló la frase completa del Hyuga- ¿un hijo?... ¿Hinata iba a tener un hijo mío?
-Si, al parecer tuvo un parto prematuro en Italia, que fue donde la mandó mi tío a que la cuidaran para no llamar la atención de la prensa- explicó el oji perla con pesar
Naruto ni siquiera imaginaba que todo era una mentira, que Hinata estaba viva y su hijo también. Ya hace años de ello pero Sakura comprendía el dolor de Naruto al escuchar sobre niños y había aceptado renunciar a ser madre por él aunque en verdad deseara ser madre con todo su corazón
-¡No me molestes con ese tema!- le había gritado Naruto una vez que ella había querido explicarle lo importante que era tener una familia, Sakura era fuerte pero al verlo tan molesto y decidido no pudo hacer mas que echarse a llorar- Sakura, amor… lo lamento- se había disculpado con sus lindos ojitos azules llenos de culpabilidad y arrepentimiento- No debí haberte gritado… pero un hijo es un tema que por el momento no nos concierne, aun somos muy jóvenes y…
-¡Sé que somos jóvenes!, pero con tu dinero eso no es problema, los dos sabemos la verdadera razón del porque no quieres un hijo- le atacó ella dolida- No se cuanto la amaste a ella, no sé cuanto debiste sufrir pero… pero ¡no es mi culpa lo que pasó! Yo quiero ser mamá, yo quiero…
-¡Tu quieres pero yo no!- la interrumpió irritado- Hinata murió por dar a luz… ella y mi bebe murieron… yo no quiero perderte a ti también ¡No lo soportaría!- admitió con su voz llena de impotencia- pero si tu no puedes entender eso y en verdad deseas una gran familia, yo no puedo retenerte… tendrás los hijos que quieras pero no conmigo, yo no seré el responsable de que tu corras el riego de morir
-Bien- contestó la Haruno y caminando hacia el cuarto que los dos compartían empezó a hacer su maleta llenándola de su ropa sin doblar, lo único que quería era salir de allí
"Yo no quiero perderte a ti también, no lo soportaría"
Ese día en verdad había estado decidida a irse, porque ella sabía que a larga la falta de un hijo se haría mas grande, pero al recordar el rostro de Naruto tan triste e impotente se arrepintió y como estaba enamorada soltó la maleta y corrió hacia la sala donde aun estaba sentado el Uzumaki con LA cara entre sus manos, ella se acercó a él y lo abrazó por la espalda mientras le besaba en el cuello cariñosamente, él por su parte apretujó los brazos de Sakura con sus manos y le dio cortos besos en cada uno
-Lo lamento cariño, perdóname… jamás volveré a meter ese tema Naruto, jamás…- le prometió la Haruno y desde ese entonces cumplió, ya llevaba un año sin decir nada sobre bebes o niños. Deseaba ser madre, aun le dolía renunciar a ello pero ahora ya no solo era eso lo que la tenía tan intranquila sino que en los últimos meses sentía que su amor por Naruto ya no era el mismo, cada vez lo sentía mas lejos, mas frío, mas distante… menos enamorado; y ella también sabía que ya no era la misma, que estaba más lejos, más distante, mas fría… menos enamorada. Tal vez, solo tal vez había comenzado y formalizado su relación con Naruto demasiado joven
La peli rosa observó la puerta de nuevo y poco a poco su mano se fue acercando a la cerradura, la puerta se abrió, la habitación antes obscura se iluminó de repente y frente a ella observó a Kakashi sonriéndole bajo la mascara
-Un piso mas y hubieses podido escapar- le murmuró en el oído el peli gris
-No me gusta escapar- contestó la Haruno con una seguridad completa, cuando había abierto la puerta se había decidido a pagar por su elección, había dejado el miedo atrás. Se había entregado por completo al destino
-Es admirable- confesó el peli gris empezando a caminar mientras ella le seguía- ¿no te sorprende que haya aparecido tan repente en esta puerta cuando estaba antes en la recepción?
-Me sorprende y me intimida- admitió la oji jade- pero desde que entré en el edificio me di cuenta que tú, Kurenai y todo esto no eran normales
Kakashi paró y ella también, un hombre de cabellos color sangre y ojos mieles salió de la primera habitación
-Él es Sasori- lo presentó el peli gris
-Mucho gusto- saludó el hombre suavemente causando un sonrojo en la Haruno
Sakura estaba atónita ¡Sasori era el hombre más guapo que jamás hubiese visto! Lo que más le había atraído del muchacho era su mentón, el pelirrojo tenía un lindo mentón adornado con una leve barbita causada por dos días sin rasurar, y esa boquita ¡perfecta! la boca de Sasori era simplemente excitante
El pelirrojo tenía la camisa desabrochada mostrando así sus inigualables pectorales, su pantalón negro casual le quedaba muy bien y extrañamente él no traía zapatos ni medias
-¿Él es…?
-Aún no querida- la interrumpió Kakashi- Sasori vendrá conmigo para mostrarte a todos los candidatos, después si te sigue gustando tanto como ahora te lo podrás llevar
-Oh, ya veo- Sakura abrió los ojos desmesuradamente ¿En verdad pensaban regalarle un hombre?
Ahora tanto Sakura como Sasori seguían a Kakashi, el segundo no dejaba de ver fijamente a la peli rosa mientras la mujer solo lo miraba de reojo de vez en cuando
-El es Hidan- lo presentó el peli gris
-Mucho gusto- el peli plata le estrechó la mano con suavidad para no dañarla
El peli plata no era tan lindo en el rostro como lo era Sasori, pero su cuerpo si que era mejor que el del pelirrojo, era más musculoso y mas formado, se veía un poco más alto y parecía más fuerte, traía el pecho descubierto pues estaba con una chompa blanca pero sin cerrar el cierre, sus pantalones grises le daban un toque desinteresado y su cabello peinado hacia atrás le hacía ver muy atractivo
Hidan, Sasori y Sakura siguieron a Kakashi por el pasillo… un pasillo que para Sakura parecía interminable
-El es Kiba- presentó al otro candidato
-Mucho gusto- la saludó con la mano y ella sonrió
Kiba tenía algo tierno, era guapo pero… no era tan musculoso como Hidan o con una boca tan perfecta como la de Sasori; traía una camiseta blanca y pantalones del mismo color, y al igual que Sasori y Hidan no llevaba zapatos, lo que le atrajo de aquel castaño fue como este acariciaba a un perro que al parecer era su mascota
Parece ser muy atento y cariñoso- pensó la Haruno observándole fijamente
Kiba, Hidan, Sasori y Sakura observaron caminar a Kakashi y le imitaron en silencio
-Él es Juugo- presentó al otro hombre
-Mucho gusto- musitó el peli naranja
El hombre era muy alto, incluso mas que Hidan, traía una camiseta blanca que solo dejaba a la vista sus musculosos brazos, con tan solo observarlos Sakura se vio a si misma siendo abrazada y protegida por el, tenía también una pantaloneta gris y como los demás no llevaba zapatos. Juugo se veía muy sencillo, unos dos pajaritos estaban jugando cerca de él como si no le temieran para nada
Juugo, Kiba, Hidan, Sasori y Sakura siguieron a Kakashi hasta el final del pasillo
-¿No hay más?- preguntó Sakura aunque ya suponía la respuesta
-Uno más- contestó Kakashi para el asombro de la mujer- pero al parecer tiene pereza de levantarse- El peli gris tocó tres veces la puerta pero nadie abrió -Sasuke, sal ahora mismo- le gritó un enojado Kakashi a quien quiera que estuviese en la habitación
-Estoy durmiendo- le contestó una grave voz desde adentro que a los oídos de Sakura le pareció melodiosamente varonil
-Tenemos visitas Uchiha- avisó Kakashi retomando su antigua actitud tranquila y queminportista
-¿Podrías por lo menos dejarme cambiar?- gruñó la voz del tal Sasuke
- ¿Cómo estas?- le preguntó Kakashi un poco intranquilo mientras observaba el reloj de su muñeca
-En bóxer- contestó con simpleza Uchiha mientras se vestía
La puerta se abrió por fin y Sakura aguantó la respiración sin darse cuenta
-Hump- musitó el Uchiha rodando los ojos, ¿Acaso no podía haber mujer en el mundo que no se derritiera solo con verlo?
Que chica mas molesta- pensó para si el Uchiha
Ese hombre era realmente hermoso, no tenía la amabilidad y barbilla de Sasori pero sin duda su boca se veía mas deliciosa que la del pelirrojo; tampoco se veía tan dulce y musculoso como Hidan, aunque eso Sakura no podía saberlo con seguridad ya que Sasuke traía encima un saco negro de manga larga; no parecía tener la consideración y ternura de Kiba pues ni siquiera se había tomado la molestia de saludarla; y por como le había contestado a Kakashi tampoco parecía tener la sencillez y tranquilidad de Juugo pero… pero sus cabellos azabaches desordenados por el recién levantamiento de la cama la enloquecían, sus ojos obscuros guardando cien mil secretos la hipnotizaban y esa voz… su voz era lo que mas le había gustado
-¿Y bien Sakura? ¿A quien elijes?- le preguntó el peli gris y todos regresaron a observarla esperando una respuesta, bueno todos a excepción de Sasuke que la miraba como quien dice: Escoge de una vez que quiero volver a la cama
Sakura se lo pensó varias veces, su cabeza le decía que el que ella quería elegir no era buena opción habiendo tantos otros con mejores sentimientos, pero él parecía único y diferente, no le había dicho el "Mucho gusto" que todos los otros habían repetido y a contraste de los demás si usaba zapatos y ropa abrigada por el frío que por alguna razón hacía que ella se sintiera atraída
-Él- indicó con su pequeño dedo enguantado a Sasuke, él la miraba como si quisiera fulminarla y desaparecerla del mundo. Sakura recordó el titulo de la puerta y sonrió inconforme, en la lista no decía amables y para su pesar Sasuke no parecía nada amable
Sasuke suspiró cansado, casi siempre lo elegían a él. El final para la presa siempre era el mismo, al principio se sentía culpable, luego por la costumbre dejó de importarle pero con el tiempo llego a molestarle ¿Por qué casi siempre tenía que ser él el que hiciese el trabajo sucio?
Habían mujeres que se conformaban con los del segundo piso para no quedarse sin su "hombre perfecto" pero estas eran muy pocas, habían otras que se quedaban en la tercera planta por el mismo temor que las del anterior, otras llegaban hasta el cuarto pero también eran escasas, la mayoría se quedaban en el quinto o en el sexto, y para mala suerte pocas llegaban al séptimo y se salvaban
-Te ha elegido a ti- musitó Kakashi fingiendo sorpresa- muéstrale tu cuarto, Sasuke
-Pero está desordenado- objetó el Uchiha. No quería problemas, no ahora que solo deseaba estar durmiendo placenteramente
-No me importa- le gruñó Kakashi molesto- y mientras Sakura y Sasuke se conocen, ustedes vayan a hacer algo productivo- les dijo a los otros cuatro mientras desaparecía en una nube de humo causando un estremecimiento en la Haruno
Sasori, Hidan, Kiba y Juugo se fueron alejando por el pasillo
-Es muy bonita- comentó el peli naranja
-Lastima que tenga que terminar así- musitó Kiba acariciando al perro que acaba de aparecer frente a él- ¿verdad Akamaru?- la mascota ladró tres veces mientras meneaba la colita
-Lo que lamento es que haya elegido a Sasuke- habló Sasori mientras metía las dos manos en sus bolsillos
-Si- concordó Hidan- cuando se trata de cumplir nuestro deber, él es el más cruel de los cinco
-No lo digo solo por eso- aclaró el pelirrojo- esta vez en verdad la quería solo para mí, Sakura parecía una chica… interesante
Kiba y Hidan se le quedaron viendo como si tuviese monos en la cara, sus ojos decían: ¡Estas loco, como pudo llamarte tanto la atención de ese modo una simple humana!
Juugo por su parte le golpeó el hombro amistosamente
-Era hermosa y parecía agradable pero…- se interrumpió así mismo por unos pocos segundos- mejor dejemos de hablar pavadas o nos meteremos en problemas
El Uchiha espero que ella entrara y cerró la puerta con seguro, tomó las llaves y las puso sobre la cómoda principal
El cuarto de Sasuke si que estaba desordenado, la sabana y la almohada estaban en el suelo y la que parecía ser su pijama (una pantaloneta para ser específica) estaba encima de la televisión
-Tuve que dejar todo así para ir a saludarte- se "disculpó" el azabache
-Pero ni siquiera me saludaste- le recordó la Haruno, el Uchiha fingió no escucharla y se sentó en su cama y con un gesto le pidió que lo imitara y Sakura como hipnotizada por sus ojos obedeció inmediatamente
-¿Y bien?
-¿Y bien qué?- repitió ella y se sonrojó cuando él la miró algo irritado- Yo no sé que hacer
-Tú me escogiste- le recordó alzando los hombros
-Quieres… ¿Hablar?- Pidió nerviosa y Sasuke sonrió irónico mientras asentía
-Pregúntame lo que quieras, luego yo haré lo mismo- musitó el azabache, el final siempre era el mismo para la presa pero siempre intentaba hacerlas sonreír un poco antes de…
-¿Cualquier cosa?
Sasuke no la escuchó por estar tan ensimismado en sus pensamientos así que solo asintió con la cabeza esperando no haber metido la pata
-¿Cómo te gusta que te digan?- le preguntó ella
-Sasuke
-¿Puedo llamarte Sasuke kun?
-Si quieres- le contestó- aunque no me gustaría
-Ya veo…- la peli rosa estaba un tanto nerviosa, que digo un tanto, esta muy nerviosa pero ¿Quien no lo estaría si estuviese sola en el cuarto de un desconocido hombre de ensueño que tal vez ni siquiera era humano?- ¿Qué te gusta comer?
-Todo menos los dulces
-¿Numero y color favorito?
-El número uno- contestó altanero, él siempre era el número uno- y el color azul
-Pero al parecer toda tu ropa es negra ¿me estas mintiendo?- comentó ella dudando. Sasuke la miró con una ceja levantada ¿Qué clase de preguntas estúpidas eran esas?
Sakura tragó grueso, sentía la lengua dormida y sabía que se debía a los nervios, siempre que se ponía así hablaba y hacía estupideces
-Si pero me gusta más el azul- explicó el Uchiha contrariado ¿Por qué iba a mentirle con algo tan banal?
-¿Quién es la persona que más te importa?- Soltó de pronto, impresionándolo de nuevo. Ok, podía parecer una pregunta tonta pero no lo era, la respuesta le daría una idea a una duda que no dejaba de revolotear en su cráneo: ¿podría él tener sentimientos humanos? Si Sasuke le contestaba a quienes quería entonces ella estaría segura de que él también podría amarla, claro esta si eso fuera lo que Sakura quisiera pero ¿Acaso deseaba tanto ser amada que no le importaba que fuese un demonio? No, no estaba tan desesperada ¿o si?
El azabache cerró sus manos en puño y ella se arrepintió de inmediato de haber preguntado aquello, iba a cambiar de tema pero el azabache le respondió
-No tengo- contestó secamente y al ver que ella se removía extrañamente incómoda sintió la necesidad de explicarse-tenía tres personas importantes pero todos murieron
Sakura le sonrió tristemente y como siempre hacía con sus amigos cuando estos estaban tristes, tomó las manos del desconocido entre las suyas
-¿Cómo llegaste aquí? - Sakura preguntó curiosamente. Deseaba con mucha fuerza entender lo que estaba pasando, quería saber que era él, su origen, sus pensamientos, su pasado…
-Esta prohibido hablar de eso- respondió mirándola extrañado ¿a que venía esa amabilidad hacia él?- ¿Por qué te interesan esas cosas?
Sakura volvió a recordar el título: Hombres guapos, simpáticos, con trabajo, interesantes, ricos, que les gusten los niños y amantes expertos…
Sasuke definitivamente era guapo, y aunque al comienzo no parecía ella se había dado cuenta en esos pocos segundos de que era simpático, era un hombre muy interesante que mostraba claramente que albergaba un pasado muy obscuro
-¿Tienes trabajo?- le preguntó ella ingenuamente, si lo iba a comprar quería estar segura de que podría pasar por humano ante los ojos de los demás
-Este es mi trabajo- Sasuke estuvo a punto de ponerse a reír sin parar ante aquella inusual pregunta, era la primera vez que se la hacían, pero aun así solo dejó salir una pequeña y sincera sonrisa de lado que la hizo sonrojar
¿Sería Sasuke rico?- pensó. En el título del piso eso decía, la verdad aquello no le importaba así que no se lo preguntó
-Y mi última pregunta…- suspiró y cerró los ojos para darse así misma valor- ¿Te gustan los niños y puedes tenerlos?- al preguntarle aguantó la respiración debido a los nervios, a ella le importaba mucho esa respuesta porque si era negativa entonces todo ese recorrido habría sido en vano
-Ya entiendo- le contestó él divertido y la oji jade se confundió aun más. Todo estaba hecho un lío en su cabeza: estaba pensando en la locura que estaba cometiendo, estaba cavilando en que pasaría con Naruto, estaba temiendo por su mente porque todo eso no podía ser real ¿Quién podría asegurarle que no se había vuelto loca de repente? Y no conforme con eso ahora su futuro producto parecía reírse de ella en su cara
-¿Qué entiendes?- le cuestionó obviamente enredada ¿de que se había perdido?
-Me estas haciendo las preguntas del título de la puerta ¿verdad?- levantó una ceja de lo mas burlesco, y aunque eso le molestó Sakura debía admitir que incluso cuando era sarcástico y grosero se miraba completamente encantador
-Si- se sonrojó al verse descubierta, más bien al darse cuenta que él notaba como lo comía con la vista
-Pero te has saltado algunas cosas, como por ejemplo si soy simpático o guapo- la molestó sonriéndole, él sabía de sobra la respuesta
-Lo eres-afirmó sin vergüenza pues no necesitaba negar lo indiscutible- no necesito preguntarte eso, me doy cuenta sola
-Tampoco me has preguntado si soy rico- jugueteó mirándola fijamente y ella le rehuyó los orbes
-No me pareció importante ¿o si lo es para que te sientas inigualable?- advirtió ella sonriéndole también- pero si así lo deseas ¿lo eres?
-No- contestó para confundirla aun más y vaya que lo logró ¿no se suponía que debían tener todas las cualidades del título?- no solo soy rico sino que se podría decir que estoy entre los millonarios
Los ojos de Sakura se abrieron de par en par; si era millonario ¿Por qué trabajaba como un hombre en venta?- ¿eres estúpida o que?- se insultó mentalmente- él ni siquiera es humano, vah, es hora de que deje atrás las pavadas aunque ¡tal vez así fue como se hizo millonario! y al final terminó acostumbrándose tanto que se metió en cosas de magia obscuras y ya no puede salir- pensó Sakura satisfecha con su respuesta pero… pero si ni le habían cobrado con su alma o algo parecido ¿Cómo entonces le pagaban a Sasuke? Tal vez en vez de ser un demonio, el azabache era una criatura de luz ¡un ángel! Que cuidaba y cumplí los deseos de mujeres como ella
-Sasuke… ¿a ti te gustaría tener hijos?- le preguntó directamente pero él solo se limitó a observarla fijamente sin decir nada ¿acaso lo que más deseaba Sakura en un hombre era que el quisiera ser papá? Esa mujer si que era extraña- Digo… ¿te gustaría tener una familia?
-También te has saltado la última pregunta- musitó él cambiando de tema después de varios minutos de silencio
-No podía preguntarte si eres buen amante en la cama- contestó la Haruno cortante, era claro que él no quería ser papá sino ¿Por qué más iba a evadir responder aquello? Debían de estarle tomando el pelo ¿no se suponía que tenía esa cualidad?
-Tienes razón- concordó el Uchiha harto de seguir con rodeos- eso debo demostrártelo yo…
Un parpadeo y ya se encontraba contra la cama del azabache, él estaba sobre ella (claro que sin ponerle su peso) y estaba besándole el cuello lentamente, haciéndola sentir en el cielo
Sakura tragó saliva y se regañó así misma cuando no pudo retener un gemido de placer que se le salió cuando Sasuke le hubo apretado uno de sus seños fuertemente. La peli rosa tenía la respiración irregular, sentía que el aire le faltaba… y al parecer el Uchiha se encontraba en iguales condiciones
Dejó de saborearle el cuello y la miró directamente a los ojos sin hacer ningún movimiento
-Tus ojos son de un color que jamás había visto- le ronroneó con su hermosa voz varonil- pero lo mas extraño es que tu piel sabe a cerezas…
Sakura no dijo nada, solo le observó atenta, sin querer perderse ni un solo detalle de aquel perfecto rostro
Los ojos de el azabache eran profundos e intensos, incluso tan intensos como los de…
Naruto- recordó sintiéndose infinitamente culpable, el rubio era su novio y seguramente futuro esposo, él nunca la habría engañado y menos con una desconocida demonio ángel que se hubiese encontrado por la calle. La Haruno empujó hacia atrás al Uchiha y se puso lentamente de pie
-Debo irme- dijo entrecortadamente debido a que aun sentía la boca de él sobre su piel- Antes de que sea tarde debo irme… yo… esto no puede ser real… ¿en que me estoy metiendo? ¡me largo!
-No puedes- habló el Uchiha demandantemente. Ninguna mujer lo había detenido mientras le hacia el amor y eso le sorprendía pues mostraba que la Haruno era diferente de las otras pero tampoco por eso iba a dejarla escapar- La que entra aquí, no puede salir- pensó el azabache para si
-Claro que puedo- le gritó la Haruno sintiendo que el espanto que antes había sentido regresaba a ella- ¡si me retienes a la fuerza puede considerarse un delito!- gritó absurdamente ¿un delito? ¿acaso se podía sentenciar a alguien irreal?- esto es un sueño, un puto sueño- intentó convencerse en vano pues todo se sentía tan existente como ella misma
La Haruno no esperó a que él le contestara, buscó su celular mostrándole que si quería obligarla a quedarse sería capaz de llamar a la policía, a la milicia ¡al Papa Católico si era necesario! Claro que no tenía el numero del último pero… pero… pero algo podría hacer para conseguirlo en menos de dos minutos ¿verdad? Y ahí fue cuando se dio cuenta que estaba entrando en pánico- no, no, ¿donde están? - Se suponía que su celular y su dinero debían estar en su bolsillo del jean pero ni lo uno ni lo otro se encontraban
-Me robaste- lo culpó hiperventilándose, la cara se le puso pálida y las piernas le empezaron a temblar
-No fui yo, debió de ser Kakashi- aclaró como si estuviese hablando del clima
¿Kakashi?… recordó como el hombre había desaparecido frente a sus ojos y fue ahí que comprendió todo- Ese estúpido debió de usar un truco barato para esfumarse- se explicó así misma-Son unos estafadores ¿verdad?- lo acusó negando repetidas veces con la cabeza- planean todo esto de la "venta de hombres" para engañar a mujeres como yo para robar celulares y dinero ¿cierto? ¡habla!- le exigió acercándosele amenazadoramente pero él ni se inmutó al contrario, le plantó cara haciéndole ver lo diminuta que era a comparación de él pero Sakura no se dejó intimidar, uno cosa era pensar que estaba tratando con seres del mas allá y una muy diferente contra unos vulgares rateros
-Puedo asegurarte que no traficamos celulares- aseguró con la barbilla en alto y la mandíbula tensa- es algo más complicado…
- Ya entiendo… ¡ya se lo que traman!- le gritó a la defensiva
-¿Y que tramamos según tu?- le preguntó Sasuke de lo mas tranquilo
-Secuestrarme, llamaran a Naruto y le pedirán dinero por mí- soltó exaltada ¿Cómo es que siempre se metía en problemas?- ¡¿verdad?! Ustedes deben de saber quien es él, saben que me ama y se aprovecharán de eso ¡malditos!
No puede ser- pensó Sakura, si Naruto pagaba por sus impulsos ella misma jamás se perdonaría, jamás… De tan solo pensar, que si lograban rescatarla, ella tendría que explicarle porque había entrado a un lugar con aquel título se le ponía la piel de gallina - arruiné muchos años de confianza en nuestro noviazgo por una tonta aventurilla- susurró para luego soltar un respingo cuando sintió las manos del Uchiha en sus hombros
-Me parecías muy pesada desde que te vi- le confesó Sasuke retrocediendo varios pasos- pero no creí que fueras tan molesta…
-¿Molesta?- la peli rosa se acercó a él a zancadas y lo tomó del saco fuertemente- explícame que pasa aquí ¡ahora!
-Primeramente, suéltame- la empujó hacia atrás un poco enojado- no se donde este tu celular y eso es lo de menos, ni siquiera debería importarte en este punto. Tú decidiste entrar en este infierno así que deja de descargar tu rabia en mí, si ese tal Naruto te ama ¡bien por ti pero mal por él! Si le amaras no estarías aquí buscando un "hombre perfecto" porque déjame aclararte algo muy simple: No existe un ser humano perfecto
-Pero tu pareces creerte perfecto- lo interrumpió ella frustrada, todo lo que Sasuke decía era verdad- ¡tu eres un estúpido ladrón, por ejemplo!
- Soy perfecto- farfulló él deseando haberla matado mucho antes- además si fuese un delincuente como crees, hace mucho que te habría cerrado la boca de un balazo… deberías de temerme en ese caso ¿no?
-Cuando tengo miedo me comporto altanera y hago cosas estúpidas- le confesó dejándole ver sus ojos cristalizados de terror – como hablar de la existencia de hombres perfectos que usan sus atributos para hurtar
-¿es que no lo entiendes?- le gritó en el mismo tono que ella estaba usando- soy perfecto porque no soy hombre, nada en este maldito edificio tiene que ver con lo que alguna vez conociste
-¡Eres gay!- gritó Sakura como quien no viene al caso, eso no tenía sentido pero el nerviosismo la hacia tartamudear, temblar y pensar estupideces
-No soy gay- Sasuke suspiró pesadamente entendiendo que estaba incluso por desmayarse- te aclararé todo en palabras simples, tu jamás podrás salir de aquí ¿entiendes? Quien entra no sale y no porque te vayamos a retener a la fuerza o algo por el estilo sino que mi deber por mis errores en vida es toda una eternidad de…
La peli rosa le escuchaba atentamente, a su manera de ver Sasuke estaba completamente loco y ella se había metido en la boca del lobo- es mi fin- pensó para si imaginando que habrían pocas muertes peores que la que a ella le esperaba, se puso a llorar y entendió que todos en ese edificio debían de ser personas con problemas mentales- nada tiene sentido- se dijo, la única explicación "coherente" es que Sasuke no estuviera mintiendo y que en realidad fuera un muerto en vida pero…
-Mi deber es matarte- terminó la frase mientras sus ojos negros se volvían rojos carmesí y Sakura sintió que su corazón dejó de latir del susto
-¿Ma… matarme?- La peli rosa retrocedió temerosa, definitivamente el Uchiha si estaba loco pero era todo menos un hombre…- auxilio- gritó mientras corría hacia la cómoda, tomaba las llaves e iba hacia la puerta para intentar abrirla
-Vasta- le gritó el Uchiha girándola para quedar frente a frente, la tomó de los dos brazos y la aplastó con su cuerpo para que ella se quedara completamente inmóvil contra la puerta y no pudiera patearle o golpearle
-Déjame, por favor, por favor- le rogó mientras lagrimas salían de sus orbes verdes inevitablemente ¿Dónde se había ido a meter por curiosa?- por favor, no me hagas daño, no me mates…
Cuantas veces le habían dicho lo mismo, cuantas veces le habían rogado que no les hiciese daño, cuantas…
Pero en todas esas veces jamás se había sentido así de culpable, no podía matarla mas bien no quería hacerlo, no a aquella mujer que parecía tan diferente a las otras
-Auxilio- volvió a gritar Sakura, Sasuke le soltó una mano para taparle la boca; Kakashi no debía escucharles, se suponía que Sasuke se divertiría en la cama un poco con ella y luego debía matarla sin que ella se lo esperase pero él había hecho todo mal, incluso le había contado su deber…
Sakura aprovechó la libertad de su mano para estamparle un fuerte golpe en la mejilla derecha con todo y llaves al Uchiha, desde pequeña le habían enseñado a dar solo puñetes… fuertes puñetes. El azabache sintió el arder de su mejilla, definitivamente no podía soltarla así que le dejó la boca en paz y otra vez utilizó su mano para tomarle el brazo ¡Mala idea! Sakura volvió a gritar pidiendo ayuda, él le quitó la llave de la otra mano y la sujetó fuertemente de nuevo ¿Como callarla sin soltarle los brazos?- pensó Sasuke para si, es que si usaba la fuerza para retenerla ella saldría lastimada pues él aun no podía medir sus poderes, podría aplastarle los brazos y incluso romperlos- ¡maldición- Gruño al escucharla gritar y para callarla tuvo que unir su boca a la de ella, la besó tan salvajemente que a la peli rosa le causó solo dolor, un dolor que pronto se convirtió en deseo, un deseo masoquista que solo sientes cuando sabes que ese tal vez será tu último beso
La Haruno le mordió el labio inferior fuertemente para que él la soltara, no funcionó
-No me mates- le rogó en voz baja entre el beso llorando nerviosamente- por favor…
-¡Deja de hablar!- le gritó pero solo consiguió que la chica se alterara más -No te mataré- la tranquilizó para que dejara de lastimarse intentando escapar- no te mataré, lo prometo… solo… solo deja de resistirte
Ni él mismo supo porque de pronto su voz había sonado baja y ronca, de repente el beso empezó a suavizarse, sus bocas se movían lentamente una contra la otra como si hubieran nacido para eso
El Uchiha le soltó los brazos para atraerla de la cintura y la peli rosa aprovechó aquello para quitarle la llave, el azabache se tensó listo para retenerla pero la Haruno no hizo lo que el supuso que haría, en vez de intentar escapar lanzó la llave hacia el suelo y llevó sus dos brazos al cuello de Sasuke para rodearlo con los mismos mientras enrollaba sus dos piernas en su cadera, el Uchiha la sostuvo con sus dos manos del trasero y sin cambiar de posición la llevó hasta la cama donde la acostó suavemente
-Prométemelo de nuevo- le pidió ella con los ojos entrecerrados. No podía pensar claramente, estaba sintiendo algo que nunca antes había experimentado; era como una droga, como una droga que hace mucho tiempo había estado necesitando- prométeme que no me harás daño…
-Lo prometo- la complació el azabache mientras la besaba de nuevo
