Capítulo I: Sombras al acecho

N:(Nick); J:(Judy); L:(Lobato)

Habían pasado ya 5 años desde el caso de los aulladores, y para la pareja de oficiales estrella del ZPD, Nick y Judy habían comenzado hacía un par de años, una nueva etapa en su relación.

Aquel día, lluvioso como siempre en el Distrito Forestal, un león corría frenético por un circuito de puentes, llevaba un pequeño saco entre manos, creía haber huido ya del "peligro" y se dirigía a los teleféricos, cuando de pronto, un sonido eléctrico y el león se quedó parado, tieso como una tabla, con el pelaje erizado y humeante antes de desplomarse en el suelo.

N: Oops, demasiada potencia- dijo mientras enfundaba su shockgun.

J: ¿Tú crees?- con ironía- a la próxima mejor trae un lanzallamas.

N: No me des malas ideas, Zanahorias- sacó su radio- Jefe Bogo, aquí el oficial Wilde, lo tenemos.

-Bien, Rinowits y Osorio van en camino, espérenlos y luego reúnanse con Lobato en la joyería; lleven lo robado para su devolución inmediata.

N: Si jefecito, no hay problema- colgó.

10 minutos después, de camino a la joyería.

N: Bueno Zanahorias, hoy comprobamos que no siempre se es el "rey de la selva" ¿No?

J: Jajaja… trata de no convertirlo en "barbacoa" a la próxima.

N&J: jajjajjajajjaja…

N: Si,… tengo que aprender a calibrar esta cosa- dijo mostrando su shockgun- no es tan fácil de manejar como las antiguas.

J: Tal vez, pero estas tienen un nivel de descarga según sea el objetivo, y la descarga es sin cable.

N: creí que preferías más tu pistola de dardos.

J: Bueno sí, pero…

Se detuvieron justo enfrente de la Joyería Central de Zootopia, ahí los esperaba el oficial Lobato, haciéndole preguntas a uno de los empleados.

-Entonces, eso fue los que pasó- dijo un conejo empleado del lugar al oficial.

L: Mhmm…- dijo el lobo mientras anotaba todo en una libreta y volteaba a ver a los recién llegados- ah, Hopps, Wilde, que bueno que llegaron.

J: Que gusto verte también Lobato.

N: ¿Qué tal Alexander?

L: Como siempre, "señor confianzudo"- dijo con ligero fastidio-… Eeen fin, hay algo en las grabaciones que deberían ver- dijo entregándoles una tablet- voy por un café, no tardo.

N: ¿Me alcanzas uno también?

L: ¿Tú que crees?

N: …- el zorro bajó ligeramente sus orejas antes de mirar interesado las grabaciones de seguridad en la tablet.

En el video, se podía ver como una pequeña explosión destruye los vidrios frontales del local y luego aquel león que habían atrapado, ingresaba y salía con lo robado, pero lo más interesante fue que minutos después, otro mamífero vestido de negro y pasamontañas ingreso al lugar y salió con algo entre manos para luego huir con agilidad escalando las paredes de un edificio contiguo hasta desaparecer.

-Hopps, Hopps, responde- se oyó por la radio.

J: Aquí la oficial Hopps, ¿qué sucede Jefe Bogo?

-¿Ya vieron las grabaciones?- preguntó el búfalo.

J: Afirmativo.

-Bien, porque los necesito en la central ahora mismo, quiero un reporte detallado de los hechos.

J: En seguida, señor.

Al llegar a la central del ZPD, su alegre amigo regordete, Benjamín Garraza, los esperaba como de siempre en la recepción.

-Hey, mi pareja de oficiales favorita, ¿qué tal la persecución?- preguntó el cheetah.

J: Fue un buen ejercicio como siempre. ¿No, Nick?

N: Sí, aunque fue nada como las corridas matutinas que hacemos.

J: Nuestras corridas matutinas no son tan intensas, además tú, zorro flojo te la pasas caminando a lo largo del recorrido.

N: Mi querida Zanahorias, llevamos juntos más de dos años y ¿todavía no te das cuenta de que nadie es tan madrugador como tú?

J: Jeje, ya lo sé ¿no?- dijo con orgullo la coneja- en fin, un gusto como siempre Garraza, pero ahora tenemos que reportarnos con Bogo. Vamos Nick.

N: Después de ti.

Minutos después…

Knock, knock, knock.

-Pasen- dijo el Jefe Bogo.

Coneja y zorro entraron a la oficina, y el búfalo ahí les recibió con su típico semblante serio para luego indicarles que se sentaran, ambos como siempre, se sentaron en la misma silla aprovechando lo grande que era.

-¿Y bien?

J: Bueno, omitiendo la persecución, hemos devuelto todo lo robado por el primer sujeto, identificado como Lunther Básques, hemos revisado el video completo de las cámaras de seguridad y lo inusual que notamos fue el modo en el que Basques entró al lugar.

-¿Y que podría ser lo inusual Hopps?- inquirió Bogo sabiendo de antemano la respuesta.

J: Nick- dijo cediéndole la palabra al cánido.

N: Con gusto- puso unos papeles en el escritorio- según los datos conseguidos por Lobato, se encontraron restos de CRX-8.0, un explosivo de grado militar, que en pequeñas cantidades, puede generar una explosión controlada muy similar a la que muestra el video- tanto Judy como Bogo lo miraban con ligero asombro- Gracias Zoopedia.

-Mmm, eso es correcto, y para evitar alargar el asunto- dijo Bogo- Básques está identificado como un delincuente común y corriente, sin contactos importantes que le consigan dicho explosivo y mucho menos el dinero para costearlo, así que tendremos que seguir investigando.

J: Lo que nos lleva a nuestro "amigo trepa-muros", el segundo sujeto, del que no podemos decir más allá del hecho de que obviamente como muestra el video, es un felino. Aun así tengo la sospecha de que ambos sujetos están relacionados de alguna forma- explico la coneja- y de ser así, talvez podríamos salir de la duda de donde salió el explosivo.

-N: Yo también me estaba preguntando lo mismo, aunque tal vez…

-Un momento Wilde- dijo Bogo poniéndose al habla en la radio- ¿Si? Mmm… ya veo, sí definitivamente enviaré un equipo, gracias por su llamada.

J: ¿Sucede algo, señor?

-Hopps, Wilde, tendremos que dejar esto para después, ahora los necesito en la zona de almacenes abandonados de Plaza Sahara, se han visto a sujetos sospechosos en el lugar.

N&J: Sí señor- ambos se pararon y de dirigieron a la salida.

-Hopps, Wilde

N&J: …- voltearon.

-Código rojo.

Ninguno de los dos dijo nada más, solo salieron de la oficina con cara de preocupación. Código rojo, eso no podía ser bueno, pues ello indicaba la necesidad de armas de fuego. Pero tenían sus órdenes, y el Jefe Bogo sabía porque se las había dado; así que se dirigieron a la bodega del recinto y se armaron con chalecos antibalas y armas de corto y medio alcance.

31 minutos después, ya se encontraban en el lugar. Los Almacenes Abandonados de Zootopia en Plaza Sahara eran un lugar gigantesco y solitario, un perfecto y muy concurrido refugio para el bajo mundo de Zootopia.

N: ¿Lista?

J: Sí, supongo,… como sea, vamos allá.

N: No te preocupes Zanahorias, todo saldrá bien- dijo mientras bajaban del auto. Listos para la acción.

Todo estaba inquietantemente tranquilo, Nick y Judy exploraban atentos el lugar, armas en mano. No habían visto nada todavía, pero aun así, el escalofrío que recorría sus cuerpos no les auguraba nada bueno.

J: Nick.

N: Lo sé Judy, yo también tengo un muy mal presentimiento.

Siguieron recorriendo el lugar, cada vez más nerviosos y con la sensación de que eran observados. Por mucho que Nick odiara tener que ir atrás de Judy y no delante de ella para protegerla, Judy había tenido razón al decirle que su gran oído les sería más útil para la ocasión, pues en ese momento, la coneja levantó sus largas orejas al escuchar un pequeño sonido metálico. No es que fuera una experta en el tema pero sus oídos no la engañaban y su buena memoria y experiencia le hicieron recordar el sonido de un arma al quitarle el seguro.

J: ¡Nick, al suelo!- dijo lanzándose hacia el zorro y ambos cayeron al suelo mientras que el horrible sonido del rifle al disparar y el repiqueteo de las balas levantaron una nube de polvo y arena alrededor de ellos.

N: ¡Zanahorias, vamos levántate, corre, corre!- dijo mientras ambos se levantaban y comenzaron a correr como el diablo.

Corrieron hasta lograr cubrirse en una pila de barriles, ya no les importó más, quitaron los seguros y devolvieron el fuego, Nick traía consigo un rifle mp5 y Judy prefirió traer una 9mm, pese a que Nick le dijo que trajera algo más grande, pero la suerte estaba echada y lo único que quedaba por hacer era adaptarse a la situación que tenían.

J: ¡Atención, aquí la oficial Hopps, tenemos un tiroteo en los depósitos abandonados en Plaza Sahara! ¡Envíen refuerzos! ¡Repito! ¡Solicitamos refuerzos!- volvió a guardar su radio.

N: ¡Zanahorias!- dijo mientras recargaba- ¡Hora de cambiar de cobertura!- se dirigió hacia unos barriles de combustible, espera ¡¿combustible?!

J: ¡Wow, espera!- jaló a Nick del chaleco justo antes de que una bala le diera a uno de los barriles.

BOOOOM

N: ¡Uff, gracias!- dijo con el corazón a punto de salirle del pecho.

Entonces, fue cuando los dos notaron que estaban rodeados de barriles de combustible y uno que ya estaba ardiendo; ambos, zorro y coneja casi podían ver su vida parar frente a sus ojos.

N&J: Corre- dijeron ambos y salieron esprintando del lugar, podían sentir el repiqueteo de las balas pisándoles los talones, el almacén el que estaban explotó segundos después en una fulminante explosión que se pudo ver por toda Plaza Sahara si no es desde toda Zootopia.

La onda expansiva fue tal, que destruyó gran parte de los almacenes contiguos y mandó por los aires a la pareja oficiales, que tuvieron la fortuna de que el suelo fuera de arena; algo aturdidos pero vivos, siguieron corriendo ante el reinicio del fuego.

Esta vez decidieron correr hacia el auto de policía en el que vinieron, mientras corrían, rozó a Nick en el hombro y a Judy un par de veces le zumbaron en los oídos, pero al fin lograron llegar al vehículo.

Unos minutos después, llegaron los refuerzos del ZPD, 8 autos de policía y una camioneta blindada de operaciones especiales, pero pronto las balas obligaron a todos a cubrirse en sus vehículos, de las demás ventanas de aquél almacén aparecieron más brillos de arma.

Los siguientes 15 minutos fueron de caótico intercambio de fuego, la ZPD ya tenía a 9 de sus oficiales heridos de bala de brazos o piernas, y la distancia y posición del almacén eliminaban casi toda posibilidad de avanzar.

N: ¡Cielos, ¿es que acaso no se quedan sin balas?!- dijo el zorro, histérico.

J: ¡No lo sé, Nick! ¡Pero si no hacemos algo y pronto, de este vehículo no quedarán ni las tuercas!

L: ¡¿Me estoy perdiendo de algo importante?!- preguntó el lobo, a cubierto tras la puerta de su propio vehículo.

N: ¡Nada importante, Lobato, es solo que…!- Nick no terminó de hablar y se quedó mirando hacia un edificio cercano al lugar.

J&L: ¿Eh?- ambos voltearon a ver lo mismo que el zorro.

Y ahí estaba, una figura ensombrecida, aparentemente un lobo, sosteniendo alguna especie de tubo, en la azotea de aquel edificio.

L: ¡¿Pero qué rayos?!

Lo que aconteció después, dejó sorprendidos a todos los presentes. De aquel tubo salió despedido un brillo enceguecedor, que de un segundo a otro, recorrió toda la distancia entre el edificio y el almacén, dejando una estela de humo a su paso. Cuando impactó contra la estructura.

BOOOOM

El almacén se convirtió en una gigantesca bola de fuego. Todos se quedaron más tiesos y mudos que una tapia.

Hola a todos, Hi everybody, Konichiwa, Dobry den, Ni Hao!

Talvez ya hayan oído de mi tanto por mis historias (que siguen incompletas, Plop) pero creo más por mis reviews; y para los que no, yo soy SirDaniSkywatcher304, y es un placer poder dirigirme ahora a los fans de Zootopia, una película que se ha ganado mi total aprecio, pues es una historia interesantísima, y muy emocionante, de hecho es una de mis favoritas, y hace poco decidí reunir valor, y dejar de ser un simple reviewer y atreverme a hacer un fic. de Zootopia.

Algo que debo advertirles es que soy un fan acérrimo de Zootopia, al igual que de los idiomas (en especial el español, el inglés y el ruso, XD) por lo que tal vez como han notado en este primer capítulo, acostumbro hacer uso del spanglish o de palabras en inglés completas e incluso haré personajes que sean bilingües o de lengua extranjera (inglés, ruso, o cualquier otro), así que yo recomendaría tener abierto el traductor online.

En fin, espero que les guste mi fic. Y no olviden dejar su review. Díganme, que ¿Qué falta? O que cosas podría ponerle a mi fic. No hay malas ideas, si me sirven de ayudan con mi fic.

BYE