"Naruto" Personajes Hablando

"Naruto" Personajes Pensando

Ataques/Técnicas/Habilidades

"Titanes" Monstruos Hablando

"Titanes" Monstruos Pensando

*Lugares*/*Salto De Tiempo*/*Flashback*

(Expresiones De Personajes/Expresiones De Personajes)

{Efectos Especiales}

[Autor Hablando]

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El Espiral Negro

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[Hola a todos de nuevo, esta vez les traigo una nueva historia de Naruto y Shingeki no Kyojin (Attack on Titán). Aunque antes que nada les advierto que no es el mismo Naruto del anime y manga que todos conocemos física y mentalmente… Con respecto a sí utilizara Chakra eso lo tendrán que averiguar a medida que avance la historia, y lo mismo va para sus habilidades y técnicas que tiene guardadas bajo su manga. También les aviso desde ahora que habrá un cambio de género de dos personajes principales del anime y manga de Shingeki no Kyojin, y es que Eren a partir de ahora será Irina Jaeger y Armin será Kazumi Arlert. Creo que eso sería todo por ahora, los dejo con el resumen de la historia.]

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Resumen

Naruto es un chico tranquilo y misterioso, pero es gracioso a su manera donde en ocasiones usa su 'magia' para divertirse (Y si es necesario para ayudar a alguien) y para matar el tiempo cuando esta aburrido, que es casi la mayor parte del tiempo. Él no tiene a sus padres en este cruel y despiadado mundo, por lo que es un huérfano. Además, obviamente nunca le gusto el orfanato y tampoco que alguien lo adoptara… Decidiendo que es mejor vivir por su cuenta como un nómada en diferentes puntos al zar dentro de la Muralla María, pero su lugar favorito es el Distrito Shiganshina… (Pensativo) Aunque en el fondo de su ser el admitía que le gustaba visitar mucho a la familia Jaeger y matar la mayor parte de su tiempo con sus tres amigas, porque siempre pasa algo interesante cuando esta con ellas. Fem Eren, Fem Armin. Clasificación T, por ahora. Parejas Indecisas.

Fin Del Resumen

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Opening

Nadie recuerda los nombres de las flores pisoteadas

Aparece el grupo de la Legión de Reconocimiento en una pradera mirando al suelo, con un montón de armas ensangrentadas sobre él.

Pájaros caídos esperan al próximo viento antes de intentarlo de nuevo

Esta vez la cámara se centró en los rostros apenados de Irina, Mikasa y Kazumi, mientras que el de Naruto no se pudo ver porque estaba de espaldas a la cámara.

Las oraciones no nos salvaran

Aparecen los Titanes invadiendo la ciudad, algunos con expresiones extrañas en sus rostros.

Solo la voluntad de luchar puede cambiar nuestro mundo

El ejército de las Murallas con sus miembros se prepara para pelear contra con los Titanes.

Utiliza tu fuerza para ignorar a esos cerdos

Se ve la cara detallada del Titán Colosal observando hacia el frente.

Que se ríen de la voluntad de avanzar

La Muralla tiene una gran rotura provocada por el Titán anteriormente dicho.

Nuestra satisfacción personal como ganado refuerza esta falsa realidad

Empiezan a caer escombros de la misma Muralla destrozada.

¡Somos tan libres como lobos hambrientos!

Irina aparece en el aire contemplando el panorama que tiene frente a ella.

Canaliza la humillación en tus puños y lucha la opresión de esta prisión

Esta vez Annie estaba corriendo por tejados de las casas, mientras que a la vez usa el EDM3D para moverse en el aire hasta llegar a Mikasa, que también estaba utilizando el mismo equipo.

¡Ya sea que tu cuerpo este preso o no, vas a matar a tu presa!

Luego aparece Irina fijando a un Titán y tras una maniobra de desplazamiento tridimensional le hace un corte diagonal en la nuca, matándolo. Mientras que Naruto está parado en un tejado cercano sosteniendo entre sus dedos una cuchilla de Acero Súper Endurecido que seguidamente arrojo a un Titán en sus ojos.

A medida que tu cuerpo se quema con un impulso desbordante, recoge tu arco y dispara rápidamente una flecha ardiente

Los demás miembros están atacando a los Titanes que intentan entrar por la brecha de la Muralla a cañonazos, después se observa a los Miembros del Ciclo Nº104 sobre un ascensor de madera disparando con armas de fuego, después aparece Irina seguido de Naruto, ambos saltaron de la Muralla para intentar matar al Titán Colosal.

(Música)

A continuación, Jean hace un mortal hacia atrás y todos los miembros del grupo de exploración se alzan al aire y van a masacrar a los Titanes mientras se van mostrando imágenes aleatorias del manga y del anime. Aparecen Irina, Kazumi y Mikasa haciendo un corte diagonal independiente, y finalmente, se ven a los miembros principales del grupo mirando hacia el sol.

Fin De Opening

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Capítulo 1: "La Caída De Shiganshina (Parte 1)."

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*Punto De Vista General*

El sol brillaba intensamente sobre unas hermosas flores de un color azul exótico, para que seguidamente el viento las moviera con cariño en alguna parte del distrito de Shiganshina en la parte exterior de la muralla María…

En dicho lugar, una niña se preguntaba si debería contarle a su padre acerca de las pesadillas. Las pesadillas, sobre los Titanes, los soldados, la muerte y las raras muñecas. Todo esto ha estado plagando su cabeza en un letargo que ha durado meses y que cada día va empeorando. Si bien su padre no es ese tipo de médico, ella está dispuesta a hacer cualquier cosa para deshacerse de su dolencia.

La sangre es muy constante en estos extraños sueños. Salpicado en los árboles, en la hierba, surcados por titanes y cadáveres por igual, el material está en todas partes. Sin embargo, las

muñecas son aún peores, una variedad de juguetes infantiles aparentemente inocentes que la atemorizan más. Ubicadas sobre seda lisa, con sombras siniestras que marcan poses

antinaturales, rodeadas por el hedor de la muerte y el dolor y –

Los cuerpos claramente humanos Solo que mutilados. Al principio le tomó un momento darse cuenta de que los cuerpos están reflejando las muñecas, pero ella ha

visto las posturas con tanta frecuencia que ya no considera el pensamiento. Las chaquetas y correas de los soldados son demasiado familiares, y las prendas de vestir -una bufanda, una

corbata- que llevan puesto unos cadáveres más allá de los juguetes están cubiertos de sangre.

Los cadáveres nunca le han sido ajenos, pero el horror y la desolación de la vista pesan sobre su pequeño corazón y constriñe sus pulmones como nadie lo creería nunca, como si se

ahogara en nada más que el dolor, la pérdida y el dolor abrumador, y la consume por dentro.

Hay tanto dolor.

El único consuelo que encuentra es un niño que se cierne sobre ella, pero no podía distinguir quien era debido a que este estaba borroso.

"Lo siento, Irina." Una voz masculina desconocida susurro para seguidamente desapareciera de su vista.

Sí, debería decirle a su padre.

Hasta que de pronto despertó de golpe revelando sus hermosos ojos verdes, junto a un pequeño grito horror que provoco que un par de cuervos salieran aleteando completamente asustados del árbol hacia cualquier lugar menos donde habían estado hace un momento atrás.

La niña había quedado en shock con el mismo sueño que la atemorizaba casi todos los días, Aunque ella se recuperó rápidamente al ver que una niña de cabello negro y ojos del mismo color la miraba fijamente muy preocupada, además al parecer la niña pelinegra la había estado llamando por el tono exasperado que uso indicaba que ella había estado llamándola desde hace bastante tiempo.

"¿Huh, Mikasa?" La niña de ojos verdes pregunto confusa al ver a su hermana.

La niña conocida como Mikasa Ackerman, es de tez blanca pálida. Tiene una melena de color azabache (Negro) que le llega hasta los hombros junto a un mechón que cruza su rostro. Sus ojos son grandes y sus irises son de un tono gris oscuro (Casi negro). Su vestimenta consiste en un vestido blanco que le llega hasta los tobillos con un tapado encima de color marrón clarito, además tiene una bufanda roja alrededor de su cuello.

"Deberíamos volver." La niña pelinegra opino al ver que su hermana no se encontraba bien.

"¿Por qué estás aquí?" La ojiverde pregunto nuevamente esta vez con el ceño fruncido.

"¿Estabas en un sueño profundo y todavía crees que estas soñando?" La ojigris pregunto con un tono misterioso, que provoco que su hermana la mirara fijamente.

"No, creo que estaba teniendo una pesadilla." La niña hasta el momento desconocida respondió con un leve escalofrió al pensar en ello.

Aunque de pronto ambas fueron sacadas de sus pensamientos por una voz masculina que provenía del árbol que se elevaba sobre ellas.

"¿Qué estabas soñando, Irina (Eren)?" Una voz conocida para ambas niñas pregunto, ellas en respuesta solo desviaron su mirada hacia el árbol con expresiones sorprendidas, ya que la voz misteriosa de cierto niño había salido prácticamente de la nada.

La otra niña conocida como Irina Jaeger, es de tez casi bronceada. Sus ojos son grandes y redondos, de color azul verdoso. Su cabello es de color castaño oscuro, es largo y le llega hasta los hombros (Hay veces que lo ata en una trenza como su madre) y por la parte delantera se le abre cayendo de forma natural delante de su frente en una especie de estilo "cortina". Al ser alguien tan apasionada, a menudo frunce el ceño, haciéndola parecer enfadada o molesta. Su vestimenta consiste en unos pantalones marrones, una camisa verde musgo y un chaleco marrón clarito.

"¡Naruto! Baja de ahí inmediatamente." La pelicastaña ordeno levantándose de golpe del duro suelo con una expresión molesta.

El niño conocido como Naruto (Sin apellido), es de tez semi bronceada. Tiene el cabello negro de punta muy rebelde o salvaje con un extraño brillo gris en él y dos mechones enmarcando su frente, sus ojos son de un color negro bastante llamativos, pero había algo que lo caracterizaba como único en él y eso es, sus tres marcas de bigotes que tiene en ambas mejillas dándole un aspecto salvaje con ellas. Su vestimenta consiste en unos pantalones azul oscuro, una camisa gris que se abría en el cuello y un chaleco negro.

"No quiero." El pelinegro contesto asomando la cabeza por la copa del árbol, mirando a Erina con una sonrisa algo burlona en sus labios, provocando que ella gruñera en voz baja por la respuesta de Naruto.

"Naruto." Mikasa advirtió con un tono de voz frio que provoco un escalofrió en el pelinegro, borrando de su expresión esa sonrisa de sus labios.

"Hai, hai, 'Kaa-san'." El ojinegro acepto con un tono divertido, para que seguidamente se arrojara de la copa del árbol cayendo con gracia entremedio de Irina y Mikasa.

Ellas al ver esto no se impresionaron tanto, ya que lo habían visto otras veces saltar de lugares prácticamente altos y largarse de estos sin sufrir algún tipo traumatismo o quedar con un hueso roto por la caída.

"Siempre me pregunto cómo haces eso…" Irina opino de brazos cruzados con algo de celos.

Mikasa al ver que Naruto ya estaba en tierra firme con ellas, dejo que el pelinegro siguiera hablando con Irina, ya que por mientras ella se dio la vuelta para buscar una especie de mochila improvisada para recoger leña.

"Tal vez sea muy ágil.", Naruto contesto encogiéndose de hombros, mientras a la vez recordaba la pregunta que le había hecho hace un minuto atrás a su amiga. "¿Y de que se trataba tu sueño?" El pelinegro pregunto algo curioso a la niña de ojos verdes.

"… ¿Qué estaba soñando?", La ojiverde pregunto para sí misma en voz baja para que seguidamente pusiera su mano izquierda en su rostro. "No lo recuerdo." La pelicastaña respondió levantando la mirada muy confusa por no poder recordar nada sobre su pesadilla.

"Naruto, ya no la molestes." La pelinegra dijo con seriedad, apartando al ojinegro de Irina.

El pelinegro en respuesta se encogió de hombros para seguidamente pateara el árbol que tiene frente suyo, ocasionando que de este cayera una mochila de acampar verde oscuro que, Naruto la atrapo en el aire antes de que esta terminara arruinándose en el suelo por la caída, para luego ponerse dicha mochila en su espalda.

"Mikasa.", Irina llamo distraídamente a su hermana. "Tu cabello ha crecido más, ¿No?" La ojiverde opino con interés, dándole una mirada al hermoso cabello negro de su hermana.

"¿Qué tipo de pregunta es esa?" La ojinegra dijo con una leve sonrisa, tocándose su cabello con la mano derecha acomódenselo porque una ráfaga de viento lo había desacomodado de su lugar original.

El pelinegro que estaba escuchando la conversación decidió entrometerse solo para que ver qué pasaba, pero no iba a salir como él pensó en un principio.

"Y, ¿Qué hay de mi hermoso cabello?" Naruto pregunto hinchando el pecho con orgullo, para que seguidamente un extraño brillo iluminara su rebelde cabello negro de punta.

"Tu cabello esta igual que siempre." Ambas hermanas contestaron con expresiones neutras.

Esto ocasiono que Naruto cayera sobre sus rodillas siendo rodeado por un aura de depresión.

"Eso sonó algo cruel…" El pelinegro murmuro en voz baja, para que casi al instante empezara a dibujar con una ramita que había sacado prácticamente de la nada una imagen de sí mismo rodeado por una extraña aura en el suelo de tierra.

Mientras que Irina se reía en voz alta por las payasadas de Naruto, y Mikasa se reía levemente en voz baja Aunque de pronto la ojinegra, dejo de reírse cuando se volvió hacia su hermana. Naruto levanto la mirada algo confuso cuando escucho que ambas hermanas habían dejado de reírse de golpe. La ojiverde frunce el ceño ante la sorpresa que se dibuja en la cara de ambos, pero antes de que pueda preguntar por qué, la ojinegra le gano de antemano.

"¿Irina? ¿Estás bien? ¿Por qué estás llorando?" La pelinegra, hace pregunta tras pregunta con obvia preocupación en su rostro.

El caso es que ella no. Al menos, ella cree que no lo es, hasta que se lleva una mano a la cara y toca una lágrima que cae por su mejilla. Irina se estremece de sorpresa, los ojos parpadean desde la cara preocupada de la ojinegra hasta su dedo.

"Yo ... Yo no ..." La pelicastaña tartamudeo en voz alta, tratando de negar que había estado llorando.

Sus mejillas se sonrojan, y se da la vuelta rápidamente dándole la espalda a Naruto y Mikasa, para limpiarse el resto de sus lágrimas. Cuando ya no salen más de estas, por lo que es seguro decir que ha terminado con sus llantos, tan ocultos (Incluso para ella) que podría haber sido.

Mikasa todavía parece que quiere decir algo, pero no lo hace, lo mismo paso con Naruto quiso decir algo gracioso para aliviar el clima algo incómodo, pero una sola mirada de la ojinegra lo silencio en el acto. Por lo que solo decidieron comenzar el viaje a la residencia Jeager.

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Año 845, Distrito Shiganshina.

Irina, Naruto y Mikasa se adentraron entre la multitud de personas, e Irina todavía se encontraba limpiando la humedad de sus ojos. Su nariz estaba roja, y mientras seca sus manos en su pantalón marrón, la evidencia de su llanto todavía está allí. La pelicastaña deliberadamente ignora todos los intentos de su hermana de identificar que Naruto fue el culpable de sus lágrimas, mientras que este último protestaba en voz alta que nunca haría algo como eso, pero es obvio que el orgullo de Irina es lo que hace que se reprima y no diga nada al respecto del tema durante su larga caminata.

Ella solo abre la boca una vez que pasan las puertas, donde la gente se ha dispersado lo suficiente para que pudieran caminar tranquilamente y la ojiverde tiene suficiente espacio para decirles algo a Naruto y Mikasa.

"Ninguno de los dos le dirá de esto a nadie, principalmente tu Naruto." La ojiverde gruño al pelinegro, para que seguidamente apretara sus puños con fuerza en el agarre de las correas de su arnés. Su expresión facial es de completa ira, aunque Mikasa no parece en absoluto molestarse por su expresión, pero Naruto se apartó un poco de ella Solo por su seguridad y a la vez dijo unas palabras en voz baja.

"Porque siempre soy al primero al que le echan la culpa…" El ojinegro susurro en voz baja, agachando levemente su cabeza observando sus pies con una pequeña nube de depresión rodeándolo nuevamente.

Tanto Irina como Mikasa ignoraron las palabras del pelinegro al igual que su reacción algo dramática.

"No lo haré.", La pelinegra prometió con una expresión seria a la ojiverde. "Pero si no sabes porque estabas llorando, ¿No sería mejor que hablaras con tu madre o tu padre al respecto?" La ojinegra pregunto con la misma expresión seria, aunque tiene un rastro de preocupación por su hermana.

"¿Estás bromeando? ¡Por supuesto que no!", La pelicastaña protesto, lanzándole a su hermana una mirada mordaz. "No hay manera en el infierno que alguna vez les cuente sobre eso…" Irina murmuro en voz baja desviando la mirada hacia otro lado.

Ella pensó que la conversación se había terminado allí, pero el hedor del alcohol se acercó abruptamente, seguido de la voz áspera de un soldado muy familiar para los tres.

"¿Qué es eso de que estabas llorando, Irina? …", Una voz masculina pregunto para seguidamente hacer una pausa porque le agarro un pequeño hipo por su borrachez. "¿Acaso este mocoso te hizo algo de nuevo?" El mismo hombre pregunto con seriedad dándole una larga mirada al pelinegro que trago saliva negando rápidamente con la cabeza.

"Hannes." Irina dijo en voz alta el nombre del soldado.

El hombre conocido como Hannes, es una persona bastante alta, de constitución fuerte, tez pálida, cabello rubio y corto, unos pequeños ojos ámbar y unas cejas muy finas del mismo color que su cabello. También tiene algunas arrugas en su rostro, además de un fino bigote oscuro. Su vestimenta consiste en el uniforme estándar de los Miembros de las Tropas Estacionarias, con una camisa gris simple por debajo.

"¿Enserio siempre tengo que ser yo el culpable? ..." Naruto murmuro nuevamente con un suspiro 'triste' al final de sus palabras, que nuevamente fue ignorado por los presentes.

"O…", El rubio mayor hizo una pausa para inclinarse al nivel de la niña de 10 años con una sonrisa irónica en sus labios. "¿Mikasa se enojó contigo?" El ojiámbar pregunto esta vez riéndose a carcajadas por el efecto del alcohol, que había impregnado su sistema circulatorio.

Irina se tapó la nariz con una mano, ya que el olor abrumador de vino sale de la boca del hombre en oleadas Aunque este no era el único que estaba bebiendo durante la guardia, ya que ella se dio cuenta de esto al ver a la vuelta de la esquina. Los hombres que se supone que están de servicio con el rubio mayor están sentados en cajas de cartón, con las mejillas sonrojadas de lo ebrios que estaban y cada uno tiene su propia botella de vino. La niña de ojos verdes frunce el ceño y las correas de cuero de su arnés crujen cuando su agarre se aprieta en descontento por ver esta escena tan patética.

"¿Qué? ¿Por qué estaría llorando?", La pelicastaña pregunto con un tono exigente, pero rápidamente hizo una pausa para alejarse un poco del soldado. "¡Apestas a alcohol!", La ojiverde acuso al hombre mayor que ni se inmuto por esto. "Además, ¿Por qué están bebiendo de nuevo?" Irina pregunto con una mueca muy molesta.

"Para divertirnos un poco niña, ¿Quieren unirse a nosotros?" Hannes pregunto con la misma sonrisa borracha, para que seguidamente sacara una nueva botella de vino prácticamente de la nada.

"Si yo…" Pero el pelinegro no llego a terminar de hablar porque un codazo inesperado de parte de Mikasa en la boca del estómago lo silencio de inmediato.

"¿Dijiste algo, Naruto?" El rubio mayor pregunto al ojinegro con una sonrisa esperanzadora, ya que les gustaría tener otro compañero de bebidas de vez en cuando Aunque por un momento dudo en eso porque el pelinegro todavía es un niño y podría tener problemas con sus superiores.

El ojinegro en respuesta negó con la cabeza sosteniendo su estómago con una mueca adolorida, porque ese golpe fue preciso y con la fuerza necesaria para dejarlo con un gran dolor en el estómago que durara aproximadamente una hora más o menos. Hannes al ver esto se desilusiono un poco, pero rápidamente se encogió de hombros para darle un largo trago a su botella de vino, porque es más alcohol para él.

"¿No ... Se supone que ... Debes estar trabajando ...?" La ojiverde pregunto con un tono muy serio, manteniendo su voz nivelada, tratando de no provocar la ira de los hombres más del doble de su tamaño, obviamente sabía que Mikasa y Naruto la protegerían en una pelea como esta Aunque ella tampoco se queda atrás en las peleas, pero estos son soldados, y los adultos que caminaban por las calles de tierra no dudarían en ver una pelea resultante como resultado de la delincuencia, a pesar del respetable parentesco de la niña Jaeger.

"Si, estamos vigilando las puertas hoy.", El ojiámbar respondió, agitando una mano. No se tambalea como lo hacen algunos de sus compañeros, pero hay algo extraño en su equilibrio. Es como si estuviera listo para caerse en cualquier momento, y eso es lo que hace que Irina se enfurezca más. "Hemos estado aquí todo el día. Comenzó a darnos hambre y, bueno, también nos dio mucha sed. El vino es un líquido disponible, niña, así que lo estamos bebiendo." Hannes dijo con una sonrisa al mirar su botella de vino que brillo extrañamente cuando la miro.

"Pero si están borrachos, ¡¿Cómo van a luchar?!" La pelicastaña exigió cada vez más molesta que antes, inclinándose hacia delante con enojo.

Mikasa miro a su hermana, mientras que Naruto solo escuchaba en silencio la conversación. Y los soldados tuvieron el descaro de mirarla sin comprender sus palabras.

"¿Huh?", El rubio mayor hizo una pausa antes de continuar con sus palabras. "¿Cuándo tendríamos que luchar?" El ojiámbar pregunto después de otra breve pausa.

"¡No puedo creer que esté escuchando esto!" Irina grito en voz alta. Y es en una situación como esta es cuando Mikasa está más o menos molesta por el intercambio de palabras, aunque es difícil saber si la molestia de la ojiverde está dirigida a Naruto o a los soldados con los que está hablando. Cuando 'ellos' rompan las paredes y entren! ¡Es cuando más te necesitamos! Pero ahora estás sentado con tus compañeros todo borracho, y si la situación realmente aumenta, ¡Todos estaremos jodidos!" La ojiverde señalo en voz alta al soldado rubio.

"Irina, no grites. Me haces doler la cabeza." Hannes murmuro con las manos frotándose las sienes, ignorando por ahora la última palabra que había dicho la niña.

Las palabras de la pelicastaña solo hicieron que los soldados se rieran, aumentando aún más su furia. Nada enoja más a un niño que la idea de que los adultos no los tomen en serio. Hasta que de pronto otro guardia responde a sus preocupaciones, empujándola con la punta de su bota juguetonamente.

"Pero si es la hija del Dr. Jaeger. Tienes espíritu, chica. Pero si 'ellos' se las arreglan para romper la muralla, tranquila que nosotros haremos nuestro trabajo. ¿Pero sabes qué? Ni una sola vez en los últimos 100 años la han roto." Un soldado por ahora desconocido recordó con una sonrisa confiada y borracha a la vez.

Ella apenas piensa que sea tan fácil como el soldado borracho había dicho.

"Pero…", La pelicastaña hizo una pausa antes de continuar con sus palabras. "¡Mi papa dijo que en momento como estos es cuando más estamos en peligro!" Irina comento en voz alta, muy segura de sus palabras.

Grisha Jaeger es el hombre más inteligente que ella conoce. Su palabra está por encima de todos los demás, padre o no. Ella los mira a todos, una súplica para que estén sobrios y sean decentes en sus trabajos por lo menos una vez en la vida. Mientras que los ojos de Hannes se suavizaron ante la mención del Dr. Jaeger.

"¿El Dr. Jaeger dijo eso? Bueno, él tiene razón.", El rubio mayor asintió de acuerdo con las palabras de Irina. "El salvo a nuestro pueblo de una plaga. No podemos agradecerle lo suficiente…", El ojiámbar hizo una pausa antes de continuar. "Pero, cariño cuando te conviertes en soldado, puedes ver todo sobre las murallas, como mantenerlas, entre otras cosas. Además, esta cosa tiene 50 metros de altura, no hay forma de que los Titanes puedan sobrepasarla o atravesarla." Hannes tranquilizo con una sonrisa.

Irina le envió una mirada fría, y Hannes se estremece. No era la reacción que esperaba obtener de ella, obviamente.

"Entonces, ¿Ni siquiera tienen la voluntad para luchar contra ellos?", La ojiverde pregunto con claro tono molesto. "¿¡Qué no sabes nada de como eliminarlos si atraviesan las murallas!?" La pelicastaña exigió al soldado rubio que hizo una mueca por la jaqueca de su cabeza.

Hannes extiende la mano, tratando de tranquilizar a la chica antes de que sus gritos empeoren los temblores de su palpitante dolor de cabeza, pero ella retrocede enojada. Mikasa muestra una mirada preocupada pero no hace nada para detener la siguiente diatriba. Mientras que Naruto solo se quedó en silencio escuchando las palabras de Irina para ver hasta donde llegaba esto.

"¿Cómo diablos se hacen llamar 'Miembros de las Tropas Estacionarias'? ¡¿Eh?!", La pelicastaña exclamo cada vez más furiosa con el soldado. "¡No tienen derecho de llevar ese nombre, como si todos fueran dignos de luchar contra los titanes! Sería mejor que se cambiaran el nombre por el de 'Vagos de la muralla'." Irina dijo en voz alta.

Las mejillas de la niña están rojas por su arrebato, su nariz estaba aún más roja que antes de su llanto. Su pequeño cuerpo tiembla de rabia, y su cabeza tiembla de la incredulidad. Ella está poniendo su vida en manos de los Miembros de las Tropas Estacionarias. La Policía Militar nunca estará allí para ayudar a la gente cuando los titanes destruyan las murallas. El Grupo de Apoyo proporciona limpieza y respaldo a los Miembros de las Tropas Estacionarias. Los soldados que Irina tiene frente a ella supuestamente se encargan de proteger a la gente, pero en cambio prefieren guardar su vino más de cerca.

"¡Si, eso suena bastante bien!", El rubio acepto con una sonrisa, apoyando su mano en la parte posterior de la cabeza de la chica. Irina habitualmente solía apartarlo, refunfuñando algo acerca de no ser una niña pequeña, pero su tono alegre la congela en su lugar. "Pero sabes cariño, que cuando la gente ve a los soldados luchando…", El ojiámbar hizo una pausa, para que seguidamente su mano se moviera hacia el hombro de Irina, mientras que a la vez se pone de cuclillas para estar al nivel de los ojos de la hija del doctor Jaeger. "Saben que algo malo sucedió. Todo el mundo es mucho más feliz cuando no hacemos nada, llamándonos vividores inútiles. Y eso significa que toda la humanidad está a salvo." Hannes explico alborotara el cabello de la niña, para que seguidamente se levantara de su posición de cuclillas.

Para Irina ese es el argumento más razonable que ha escuchado en todo el día, y aunque esta tentada de devolverle el golpe a uno de los amigos de Hannes que habla mal de la Legión de Reconocimiento, ella sabe que ha pasado demasiado tiempo hablando Perdiendo su tiempo, y además que Mikasa empezó a tirar de su manga. Naruto cerró los ojos temporalmente al recordar algo que llego de repente a su cabeza. Pero esto no impide que la niña de ojos verdes tenga de la última palabra.

"Si, lo sé. Puede que no salgamos…", La pelicastaña dijo en voz baja, haciendo una breve pausa que impaciento a Mikasa. "Pero viviremos mucho tiempo comiendo y durmiendo tanto como podamos, pero Estamos viviendo como Como Ganado." Irina murmuro con un tono tranquilo que contrasta con los breves gritos que expulso antes, y aunque ciertamente no será el final de la conversación si alguna vez los encuentra emborrachándose otra vez.

Las palabras de Irina dejaron con los ojos bien abiertos a Hannes y muy sorprendido a la vez, ya que él no había visto ese punto de vista que dijo la niña de ojos verdesPero sus pensamientos fueron interrumpidos por sus compañeros borrachos.

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[Nota Del Autor: "Voy a diferenciar a estos soldados por números, para que no se confundan."]

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"¡Esta chica sí que sabe hablar!" El soldado 1 comento con una sonrisa irónica en sus labios.

"No como tú que no puedes hacer nada, ¿Cierto, Hannes?" El soldado 2 pregunto a su compañero de bebida.

"Uh, cierto." El rubio contesto con una sonrisa forzada.

Irina al escuchar los comentarios burlones de esos soldados apretó sus puños con ira para que seguidamente se diera la vuelta para empezar a caminar a paso lento con dirección a su casa y a la vez aparto la mano de su hermana de su brazo. Mikasa al ver este gesto de su hermana frunció el ceño para que al instante fuera detrás de ella, mientras que Naruto solo las siguió en silencio.

"¡Hey, Irina!" El ojiámbar llamo en voz alta a la hija del Dr. Jaeger.

Pero, aunque trato de llamar en voz alta a la niña junto a Mikasa y Naruto, ellos no le prestaron nada de atención siguiendo su camino hacia su casa, además que ignoraron las risas burlonas de los soldados borrachos que enojo más a la ojiverde.

"¡Estás loca, chica!" El soldado 1 dijo entre risas.

"¿Ella Desea unirse a la Legión de Reconocimiento?" Hannes pregunto en voz baja para sí mismo, formándose una expresión preocupada en su rostro.

Naruto sin que Irina y Mikasa lo vieran giro la cabeza en dirección a la escuadra borracha chasqueando los dedos de su mano derecha, provocando algo muy divertido para el pelinegro, pero perturbador para Hannes y sus compañeros. Ellos estaban tomando tranquilamente su preciado vino, hasta que uno de ellos se detuvo en seco de esta acción.

"… ¡Pero que mierda!" El soldado 2 grito escupiendo el líquido de la botella que tiene en su mano izquierda.

Lo mismo paso con el soldado 3 que escupió el contenido de la botella de vino de golpe para seguidamente mirarla fijamente y cuando lo hizo palideció.

"No puede ser…" El soldado 3 murmuro en voz baja con su mirada fija en la botella de vino.

"Y, ¿Ahora qué les pasa?" El rubio pregunto con molestia, ya que el grito de su compañero provoco que su cabeza le doliera más que antes.

Mientras con el soldado 1 se acercaba con una expresión curiosa hacia sus compañeros para ver que les pasaba.

"El vino se convirtió en ...", El soldado 2 como el 3 hicieron una pausa antes de continuar con su última palabra. "¡AGUA!" Ambos respondieron a la misma vez con lágrimas estilo anime cayendo por sus mejillas.

El soldado 1 quedo con la boca abierta en estado de shock, mientras que Hannes palideció tanto que por un momento que su cabello tomo un color blanco de anciano Pero rápidamente se recuperó tomando la botella de su compañero de tragos de la mano para seguidamente verter el líquido en sus manos izquierda y al ver que se trataba de agua reacciono como cualquier alcohólico lo habría hecho.

"¡NOOO!" El ojiámbar grito de angustia, y su grito fue escuchando hasta en la muralla Sina asustando a los habitantes de dicho lugar.

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*Muralla Rose, Distrito Trost*

Un hombre de edad avanzada tomaba tranquilamente una botella de alcohol en algún bar dentro del Distrito Trost, pero de repente fue interrumpido cuando escucho un grito desgarrador que supo al instante del porque había sido. Por lo que se levantó de su asintió tambaleándose para salir afuera y mirar el cielo, dicho hombre es calvo con un bigote gris. Sus ojos son color miel, y con notables y numerosas arrugas en su rostro, además es alto (1,80m) y delgado. Lleva puesto el uniforme de Comandante de los Miembros de las Tropas Estacionarias.

"Rezo por esa pobre alma…" Pixis susurro en voz baja, mientras escondía su preciosa y sensual botella de vino dentro de su uniforme pensando que ese maldito ladrón de alcohol le quitaría su vino.

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*Punto De Vista De Irina Y Los Demás*

Naruto al escuchar el grito desgarrador de Hannes se rió en voz baja y de forma diabólica, mientras que Irina y Mikasa no le prestaron atención porque sus mentes estaban en otro lado.

La pelinegra no dice mucho cuando está cerca de otras personas. Es algo que la pelicastaña espera de su hermana sanguinolenta, ella le empezó a llamar a su hermana por ese apodo desde hace un año, y la conoce desde hace mucho tiempo. Ambas nunca olvidaran las circunstancias en las que se encontraron que por suerte ese mismo día conocieron al pelinegro que las salvo de otros dos matones que habían aparecido de la nada, y además ella entiende que una situación como esa afectaría la locuacidad de alguien después de como quedaron los cadáveres de aquellos raptores. Eso está bien, sin embargo. La ojiverde habla por los tres, incluido el ojinegro porque este no era muy bueno en las palabras que digamos. Irina puede decir que la ojinegra quiere decir algo, la cara de la chica asiática se dobla de preocupación. Lejos de que ella pueda evitar que Mikasa diga lo que piensa al respecto.

"¿Qué?" La ojiverde exigió entre dientes, no desagradablemente.

Su hermana niega con la cabeza, la mirada fija en el suelo, pero aun maniobrando expertamente alrededor de la gente que tiene delante.

"Es solo que…", La pelinegra hizo una pequeña pausa antes de continuar con sus palabras. "Irina, no creo que debas unirte a la Legión de Reconocimiento." Mikasa aconsejo, levantando sus ojos oscuros para encontrarse con la mirada gris de Irina, su propia mirada dura y obstinada.

"¿Qué, también piensas que son idiotas?" La pelicastaña pregunto con un gruñido de molestia al final de sus palabras, mientras desviaba su mirada de Mikasa para empezar a mirar fijamente a Naruto.

Aunque este último le devolvió la mirada como diciendo 'A mí no me mires, yo no he dicho nada' poniendo su mano derecha en su corazón para hacerlo más creíble Irina le cree a medias, pero por el momento fue suficiente para ella.

"No estoy diciendo que sean idiotas ni nada parecido, Irina. Es solo que, si te lastimas por unirte…" Aunque de repente la ojinegra fue interrumpida por una campana, y su hermana levanto la cabeza por el fuerte ruido.

"¡La Legión de Reconocimiento está de vuelta! ¡La puerta principal se está abriendo! ¡Vamos, Mikasa, Naruto! ¡Los héroes están de regreso!" Irina dijo con entusiasmo, mientras toma las manos de ambos para seguidamente arrastrarlos a la fuerza detrás de ella.

Aunque en una de esas cosas del 'destino', el pelinegro se tropezó cayendo de cara, pero esto no detuvo a la ojiverde de seguir arrastrándolo todo el camino hacia su destino. Mikasa podría haberla detenido a su hermana y decirle que estaban matando a Naruto … Literalmente, pero encogiéndose de hombros dejo que simplemente sucediera.

Cuando llegaron a su destino, Irina soltó la mano de Naruto dejándolo tirado en el suelo para seguidamente encontrar varios grupos de personas apretadas a los lados de la calle de tierra, casi como si estuvieran viendo un desfile. Ella incapaz de obtener una mejor vista y maldijo en voz baja por eso, pero al instante la pelicastaña se las ingenia encontrando un par de cajas de madera apiladas, por lo que se sube en ellas [Pero sin querer le piso la cabeza al pelinegro que estaba tirado en el suelo], dejando a su hermana al nivel del suelo antes de recordar su presencia y rápidamente le ofrece su mano para ayudarla a subir a una pila de cajas adyacente [Aunque ella también piso a Naruto enterrando su cabeza más en suelo de tierra, pero ella lo hizo apropósito xD]. Casi al segundo escucha el sonido del paso de los caballos y se pone de puntillas para saludar a sus héroes con una sonrisa de alegría.

Lo que está pasando por las puertas no es digno del título de héroes.

La Legión de Reconocimiento está rota psicológicamente, sangrienta y muy maltratada. Hay más miembros vendados que personas, innumerables heridos y muertos. No es algo en lo que Irina quiere pensar cuando piensa en la Legión de Reconocimiento, pero la realidad es clara frente a sus ojos. A pesar de todas sus predicciones sobre como la realidad de la invasión de los Titanes está demasiado cerca, ella se ha negado a sí misma la realidad de la mortalidad de los Titanes. Está más claro que nunca, la culpa, el dolor y la perdida que envuelve a los soldados. Un hombre rubio atrapa su mirada, ve su sonrisa feliz y rápidamente baja la mirada hacia la crin de su caballo. Ella frunce el ceño por esto. Nadie puede enfrentarla, ni el comandante, ni su segundo al mando. Tal vez se equivoca al considerar que la Legión de Reconocimiento es la más poderosa. Tienen poco peso y son ridiculizados como desperdicio de dinero de impuestos, pero continúan luchando por la humanidad y por el mundo fuera de las Murallas. Además, de esto, sin embargo, los adultos si tienen un punto.

Algunos hacen todo lo posible para mostrar su apoyo, sobre todo los jóvenes y los niños, Irina observa todo esto detenidamente en especial a los ancianos y la clase trabajadora que ven a los soldados con disgusto y sin la más mínima lastima por ellos. Mientras que Irina escanea a la multitud reunida, parada en sus lugares simplemente porque no quieren ser pisoteados por la legión que se aproxima, señala a algunos adultos preocupados también, mirando entre las filas de la Legión de Reconocimiento. Se da cuanta al instante que están buscando a sus hijos, hijas, esposas, hermanos. Algunos niños pequeños que nota mirando hacia arriba a los enormes exploradores también buscando a sus padres.

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[Nota Del Autor: "En esta parte también voy a ponerle números a los civiles para que no se confundan."]

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"¿Por qué hay tan pocos de ellos?" El civil 1 pregunto con cierto nivel de tristeza.

"Un grupo de ellos fue devorado. Esto es lo que ganas por salir al exterior." El civil 2 respondió con seriedad.

Solo una mujer se atreve a acercarse a ellos. Su pequeño y huesudo cuerpo esta encorvado, con los ojos muy abiertos. Ella camina en línea recta hacia el Comandante.

"¡Moisés, Moisés!" Una anciana llamo entre los soldados de la Legión de Reconocimiento para ver si encontraba a su querido hijo.

Irina no recuerda el nombre del Comandante de la legión, pero si sabía quién era por su cargo [Nota Del Autor: "Es Keith Shadis, lo sé."] El último cambio de manos demasiado breve con la creciente tasa de mortalidad de la Legión de Reconocimiento, y pregunta por su hijo.

El Comandante conocido como Keith Shadis, es un hombre de apariencia intimidante. Tiene el cabello de color negro de piel ligeramente morena, ojos cafés claros marcados por unas enormes ojeras bien ennegrecidas y lleva una pequeña barba. Como miembro del ejército de la humanidad suele llevar el uniforme estándar compuesto por una chaqueta marrón con pantalones blancos y botas largas marrones, además de una capa verde oscuro.

"Disculpe.", La mujer susurra en voz baja, pero lo suficiente alto para que el Comandante pudiera escuchar sus palabras. Con las manos cruzadas frente a su pecho, preocupada. Ella toma una larga buscada sobre los soldados restantes, como si de alguna manera extrañara a quien sea que estuviera buscando. La ojiverde se encuentra inclinándose hacia delante también, ayudando a mirar a pesar de que no está segura de quien es la mujer que está buscando. "Mi hijo, Moisés… No puedo encontrarlo…", La anciana se hunde de rodillas después de otra buscada fallida. "¿Dónde está mi hijo?" La Sra. Braun pregunto muy preocupada, mientras agarraba la capa del Comandante de legión con desesperación.

El Comandante palidece un poco al escuchar las palabras de la madre de Moisés, luego se gira a su derecha para mirar al soldado que tiene a su izquierda.

"Es ella, la madre de Moisés. Entréguenselo." Shadis ordeno a su segundo al mando que asiente con la cabeza.

"¿Eso?" La ojiverde murmura para ella misma. No es la forma más adecuada de referirse a un cadáver, definitivamente nada respetuoso. El hombre ya no está viviendo, pero ella cree que merece prenombres a los que fue referido cuando todavía estaba vivo. Pero cuando su mirada sigue al segundo al mando, a una carreta-vagón cerca del hombre rubio de antes que la reconoció, el pequeño bulto recuperado definitivamente no es lo suficientemente grande como para contener un cadáver. Una extremidad tal vez, pero

Ella jadea, al igual que el resto de la multitudMenos, Naruto que todavía seguía tirado en el suelo.

Lo que había dentro es un miembro humano.

Un brazo, para ser exactos, se revela cuando la dama desenvuelve la tela gris. El olor a carne podrida golpea la nariz de todos, y mientras escenas como esta son comunes o raras en algunos casos extremos, pero nunca falla para que Irina se estremezca. Se vuelve hacia Mikasa, solo para encontrar a la otra chica mirándola fijamente con una expresión algo suave. Luego de unos segundos ambas volvieron su atención a la mujer cuando ella grita de horror, mirando el brazo de su hijo con los ojos muy abiertos, mientras caía sobre sus rodillas abrazando con fuerza el miembro faltante del cuerpo desaparecido de su hijo, Moisés para seguidamente romper en llanto.

Es difícil escuchar a la madre de Moisés cuando ella llora, ya que su voz se quiebra. Hasta que de repente la mirada de la mujer se elevó lentamente del brazo cortado de Moisés al Comandante Shadis que está delante de ella, sus ojos están ensombrecidos por su cabeza inclinada.

Shadis decidió agacharse sobre una rodilla para estar al nivel de la madre de Moisés para decirle unas palabras, aunque no estaba seguro de que decirle al respecto, pero ella le gano de mano con una pregunta.

"Pero Mi hijo Fue útil, ¿Verdad?", La madre de Moisés pregunto con su mirada fija en el comandante. Shadis se sobresalta de su ensoñación y observa a la mujer, perplejo y tembloroso. "Él podría No haber sido un héroe, ¡Pero al menos murió ayudando a combatir al enemigo de la humanidad, ¿Verdad?!" La Sra. Braun dijo entre lágrimas y suplicas que están marcadas con chirridos de angustia, y con cada palabra Shadis se estremece ligeramente dejándolo shockeado temporalmente.

Irina se inclina hacia adelante, sus dedos descansan precariamente en el borde de la caja superior, mientras Mikasa se estira para agarrar el dobladillo de su hermana para que no caiga en el proceso, mientras también intenta escuchar más de cerca.

"¡Por supuesto!" El pelinegro mayor contesto en voz alta, y la mujer asiente con la cabeza apretando el agarre del miembro faltante de su hijo más cerca de su pecho.

Irina se pregunta con morbo que va a hacer con eso, si va a darle a su hijo un entierro adecuado y donde lo enterrara, considerando que solo es un brazo. Sin embargo, los pensamientos de la pelicastaña se detienen repentinamente por el Comandante Shadis que empezó a hablar una vez más.

"No Durante esta misión, nosotros…", El ojimarrón hizo una pausa antes de continuar con sus palabras. "No, incluso después de todas nuestras misiones, ¡No hemos podido hacer ningún progreso!", El comandante grito con los hombros encorvados y agitados. Los otros soldados detrás de él, sus oficiales, ni siquiera se estremecen cuando su voz se eleva y rebota en las paredes y callejones del área circundante. Las personas a su alrededor comienzan a murmurar en voz baja, se aquietan mientras el continua. "Soy un fracaso. ¡Moisés murió sin poder hacer nada! ¡Solo he conseguido soldados muertos! ¡Y no hemos aprendido nada útil acerca de los titanes!" Shadis revelo en voz alta con la cabeza agachada mostrando que se disculpaba con las personas que los estaban observando, pero también iba totalmente hacia la madre de Moisés.

El silencio sigue, demasiado incomodo, y es dolorosamente evidente que la Legión de Reconocimiento no ha sido tan solo una espina en los costados de los Titanes. La charla silenciosa solo estalla una vez más para llenar el vacío que dejaron las palabras del Comandante. Irina lanza una rápida mirada a Mikasa, frunciendo el ceño ante la mirada de 'Yo Te Lo Dije' que ella nivela. Cuando vuelve a mirar hacia arriba, la Legión de Reconocimiento ya se había marchado, dejando a la madre de Moisés sentada sola en el camino de tierra, con solo el brazo de su hijo para consolarla.

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*Información Desglosable De La Actualidad*

En cuanto a las Murallas (Parte 1)

La Humanidad vive dentro de tres capas de Murallas.

La capa externa es Wall María.

La siguiente capa es la Wall Rose.

Finalmente, la capa de protección es el centro Wall Sina.

En cuanto a las Murallas (Parte 2)

Las distancias entre las Murallas son casi idénticas.

100 kilómetros hay entre María y Rose.

130 kilómetros entre Rose y Sina.

Y 250 kilómetros entre Sina y el centro.

*Fin De La Información Desglosable De La Actualidad *

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"Bueno, eso fue una jodida vergüenza.", El civil 3 opino de brazos cruzados a su amigo que tiene a su derecha, que sería el hombre frente a Irina, sin molestarse en guardar vergüenza. Su voz no se eleva por encima de las otras, pero ciertamente es la más ruidosa alrededor de las dos chicas. "Todos los que murieron en esa expedición aun estarían vivos si se quedaran en las murallas. Sanos y seguros." El mismo civil dijo con su mirada en la anciana que todavía seguía sollozando en silencio.

"Y no es broma.", El civil 4 respondió con los ojos cerrados. "En este punto, ¿Qué estamos haciendo con la legión? Desperdiciar el dinero de los impuestos, eso es todo. Y mantener contentos y alimentados a todos los Titanes. Deberíamos simplemente…" Pero repentinamente el civil fue interrumpido, y cualquier otra cosa que podría haber tenido que agregar fue cortado abruptamente por una rama de leña que lo golpeo en la parte posterior de la cabeza.

El hombre suelta un grito de indignación, girándose para enfrentar a dos chicas y un chico con una rama en su mano derecha, seguramente ese fue el mocoso que lo golpeo en la cabeza.

Mientras que la ojiverde no se arrepiente de sus acciones. Eso es lo que se merece por hablar mal de los hombres y mujeres que salen a luchar por la segunda oportunidad de la humanidad. Ella lo golpearía de nuevo en un abrir y cerrar de ojos, pero cuando estaba a punto de hacerlo, Mikasa la detuvo agarrándola de la nuca con fuerza y tiro de ella directamente de las cajas hacia un callejón dejando atrás a un Naruto muy confuso observando que en su mano derecha tiene una rama de leña que no sabía cómo diablos había llegado ahí.

El Civil 4 dejo ir a las dos chicas porque para él no tenían nada que ver con lo sucedido, mientras que la pelicastaña suelta una serie de insultos cuando era arrastrada por su hermana hacia el Civil 4 que los miro confuso por eso.

"¿A que vino eso, mocoso?" El civil agredido exigió al pelinegro que lo miro fijamente.

"¿Qué cosa, viejo?" El ojinegro pregunto con el ceño fruncido, mientras se rascaba la cabeza con la rama de leña que tiene en su mano. Ya que todavía estaba analizando como había llegado esa rama en su mano.

"¡Mocoso maldito! ¡Todavía tienes la osadía de hacer esa pregunta!" El civil 4 grito con rabia, para que seguidamente lo señalara con su puño izquierdo.

Aunque antes de que pudiera darle su merecido al mocoso alguien lo detuvo por atrás.

"Hey, tranquilo amigo. No puedes golpear a un niño, puedes meterte en graves problemas." El civil 3 aconsejo con seriedad, dándole una pequeña mirada al pelinegro.

"Tch, lo que sea…" El civil agredido murmuro en voz baja algunos insultos dirigidos al pelinegro, ya que este formo una sonrisa burlona en sus labios.

Mientras que ambos hombres se fueron del lugar dejando a Naruto con una mirada aburrida.

"Este viejo molesto, se atreve a elevar la voz en mi presencia…", Naruto hizo una pausa, dándole una pequeña mirada a su mano derecha. "Ya verás.", El pelinegro dijo con una sonrisa algo burlona partiendo en dos pedazos dicha rama de leña para seguidamente las apuntara hacia la cabeza calva de ese viejo molesto y su amigo que iba a su lado. "Tomen esto, jeje…" El ojinegro susurro en voz baja, mientras lanzaba las ramas partidas hacia el dúo bocón golpeándolos en la parte posterior de sus cabezas.

Esto ocasiono que ambos gritaran de dolor sosteniendo sus cabezas con sus manos.

"¡Eso fue todo! ¡Ven para acá mocoso de mierda!" Ambos civiles agredidos rugieron de ira ambos hombres, pero cuando se dieron la vuelta para darle su merecido al mocoso, este ya no estaba Había desaparecido como una especie de fantasma.

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*Punto De Vista De Irina Y Mikasa*

"¡Hey! ¡¿Qué estás haciendo, Mikasa?! ¡Mikasa! ¡Está bien, ya entendí!" Irina dijo una vez más, haciendo esfuerzos para liberarse del agarre de su hermana en vano. Ella al instante sintió que la pelinegra la envió con fuerza soltándola en el proceso, y la ojiverde se quedó sin aliento cuando chocó contra la pared detrás de ella, golpeando su cabeza contra dicha pared de piedra. La leña apilada en su espalda salió volando y las ramitas quedaron esparcidas por todo el piso de tierra. La mirada de Mikasa quema agujeros en su cráneo, y esto provoco que ella sintiera calor en sus mejillas. Ella aterriza en cuatro patas con su cabello castaño oscuro colgando en su rostro mientras frunce el ceño. Su cabeza se levanta para fulminar a su hermana con los ojos brillantes a punto de llorar. "¿Qué diablos fue eso, Mikasa? ¡Ahora la leña está en todas partes!" Irina grito a su hermana que ni inmuto por los gritos de esta.

"Irina, Estabas pensando en unirte a la Legión de Reconocimiento antes de esto. Tu No cambiaste de idea, ¿O sí?" La pelinegra pregunto con absoluta seriedad, mientras estrechaba su mirada en su hermana.

La ojiverde levanto la mirada con la boca abierta de la sorpresa, al ver que su hermana la había descubierto Pero decidió no responderle bajando la mirada nuevamente hacia el suelo.

"Ayúdame a recoger esto." La castaña pidió en un susurro con la cabeza agachada para no hacer contacto visual con Mikasa.

"No es mucha." La ojinegra acepto en ayudar a su hermana, para que seguidamente ambas empezaran a juntar la leña.

Aunque de pronto otra vez fueron sorprendidas cuando escucharon la voz de cierto chico que habían olvidado.

"Con que acá estaban, Irina, Mikasa." Naruto comento con una leve sonrisa en sus labios, ya que había venido riéndose todo el camino por lo que había hecho instantes atrás con ciertos civiles molestos.

"Y, ¿Tu dónde estabas, si se puede saber?" Irina pregunto levantándose de su posición, mientras acomodaba su mochila con leña que habían juntado con su hermana otra vez.

"¿Enserio me estás haciendo esa pregunta?", El ojinegro hizo una pausa, empezando a molestarse un poco. "Me dejaron tirado haya atrás con ese cabeza de rodilla." El pelinegro respondió, para que seguidamente se le borrara la sonrisa de sus labios reemplazándose por una cara de palo. Mientras que a la vez empezó a sacudirse la tierra y el polvo de su ropa, y rostro porque estaba hecho una mugre. Por lo que había sufrido minutos atrás de parte de la hija del Dr. Jaeger.

"No sé de qué estás hablando…" La castaña dijo cruzándose de brazos y desviando la mirada hacia otro lado, en lo posible sin hacer contacto visual con el chico.

"Naruto, mentiroso." Mikasa apoyo a su hermana con una expresión neutral.

Esto provocó que el pelinegro se quedara observándolas fijamente con la misma expresión para luego suspirar con cansancio y decir unas palabras al respecto.

"Bueno, lo que sea. Vamos que el Sr y la Sra. Jaeger nos deben estar esperando." El ojinegro comento dándoles la espalda para seguidamente empezar a caminar a paso lento hacia la casa de Irina y Mikasa.

"¡Hey, espéranos!" La ojiverde dijo en voz alta, poniéndose al día con el pelinegro junto a Mikasa que ya había aparecido al lado de Irina en un abrir y cerrar de ojos.

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*8 Minutos Después* [Lugar: Residencia Jaeger.]

Una vez que llegaron a la residencia Jaeger, Irina es la que saluda a su familia cuando ingresa a su modesta casa, anunciando la presencia de los tres mientras que Mikasa se arrastraba como una sombra, pero no se podía decir lo mismo de Naruto que apareció al lado de la mesa haciendo lo suyo para llamar la atención, por supuesto a su manera y esta era haciendo un completo escándalo.

"¡Buenos días, Sr. Jaeger, Sra. Jaeger!" Naruto saludo en voz alta, siendo lo más respetuoso y ruidoso posible.

Esto ocasiono que todos los presentes se taparon los oídos con muecas de dolor en sus rostros, aunque de pronto fue castigado por la Sra. Jaeger que golpeo a Naruto en la cabeza con un rodillo de amasar que había sacado de la nada.

"No grites dentro de la casa, Naruto." Carla dijo con una sonrisa algo espeluznante, que asusto al pelinegro.

La mujer conocida como Carla Jaeger, es de constitución media, con ojos grandes color ámbar de tonalidad clara y cejas un poco gruesas, de piel semi bronceada y un largo cabello color negro, atado en la parte baja del mismo con un listón magenta en forma de coleta, la cual mantiene en la parte frontal del lado derecho de su torso. Su atuendo consiste en una blusa amarilla de manga larga junto a una larga falda color rojo carmesí y un delantal blanco que luce encima de esta vestimenta.

"…HAI…" El ojinegro respondió de forma temblorosa, sosteniendo su cabeza con ambas manos sobándose el chichón que se le estaba formando lentamente en dicho lugar.

Los demás solo se rieron al ver esto porque pasaba casi siempre que venía Naruto de visita a su casa pasaban cosas como estas. Cuando esto paso El Sr. Jaeger decidió saludar a sus hijas y al pelinegro.

"Bienvenidos de nuevo, Irina, Mikasa y…", El doctor hizo una pausa mirando al pelinegro que todavía seguía sobándose la cabeza con una mueca. "Naruto." Grisha saludo con una leve sonrisa desde su asiento de la mesa del comedor. Mientras a la vez estaba ordenando su equipo médico; ya que tiene una cita en la muralla Rose, y si Irina no se equivoca. Ya casi era la hora de que se fuera, y el sol estaba comenzando a bajar cuando Irina se dirige arroja su leña y la de Mikasa en el contenedor, mientras que la segunda nombrada se lava las manos.

El hombre conocido como Grisha Jaeger, es delgado, muy alto y de cabello largo café oscuro. Con un fino bigote y una pequeña barba puntiaguda en la barbilla, cejas delgadas y largas, de ojos azul verdoso detrás de unos anteojos circulares.

"Llegan tarde.", La pelinegra mayor advirtió a los tres, lanzando una mirada ligeramente castigada sobre sus hombros que fue dirigirá a Mikasa e Irina, pero principalmente iba hacia a la última nombrada, dejando a Naruto tranquilo Por ahora. Luego se mueve desde la mesa hacia donde estaba su hija Irina inclinándose junto a ella, aparentemente mirando la colección de leña que las niñas han reunido. Irina puede sentir que sus orejas se calentaron. Es seguro que su madre se dio cuenta de esto, y probablemente sea regañada por eso. "Wow, Irina. Me sorprende que recogieras tanta leña hoy. ¿Lo recogiste todo por ti misma?" La ojiámbar pregunto con curiosidad.

Irina trago saliva, asintiendo. Su mirada esta fija en la madera granulosa bajo sus pies, los dedos golpean la cubierta del tronco rápidamente hacia abajo. Antes de que pueda pensar en hablar y seguir con su declaración, los dedos de su madre se cierran rápidamente alrededor de su oreja. Ella grita de sorpresa en respuesta, y su madre se ríe.

"Tu oreja estaba roja, estabas mintiendo. Mikasa te ayudo, ¿No es cierto?", Carla dedujo al instante, consiguiendo que su hija desviara la mirada algo avergonzada. "Irina. Mikasa no puede soportar todo tu peso para siempre. Es tu trabajo como hermana mayor ser la que hace todo el trabajo pesado." La pelinegra mayor explico con una pequeña sonrisa.

"Mikasa es mayor que yo por un mes." La pelicastaña protesto en voz baja, y se gana una broma al oído de parte de su madre con referencia a Naruto.

"¡Oh sí!, yo soy mucho más joven, jeje…" El pelinegro pensó con una sonrisa algo burlona, ya que su cumpleaños es el 31 de octubre.

Mientras que todo esto sucedía, Naruto se sacó la mochila de su espalda apoyándola en el suelo para seguidamente abrirla secando una capa negra de esta.

"¡Todos miren esto!", El ojinegro llamo en voz alta a la familia Jaeger, aunque bajo un poco su tono de voz cuando vio que Carla lo amenazo con su rodillo. "Jeje, lo siento quería mostrarles algo que me enseño un anciano." Naruto comento con una risa nerviosa.

"¿Y de que se trata?" La ojiverde pregunto cruzándose de brazos, acercándose al lado del pelinegro.

Mientras que Carla, Grisha y Mikasa observan en silencio el intercambio de palabras de Irina y Naruto.

"Solo miren, es muy divertido." El ojinegro respondió con una sonrisa, mientras se acercaba a la mesa que había sido desocupada hace un rato atrás con su capa negra en sus manos.

Los demás observaban que haría el pelinegro con ese extraño y exótico mantel de color negro, que, aunque no fuera un mantel para ellos les parecía eso.

Naruto puso su capa especial sobre la mesa del comedor que la abarco por completo para seguidamente cerrar sus ojos y murmurando unas palabras que fueron inentendibles para la familia Jaeger. Luego de esto abrió sus ojos de golpe sacando la capa de la mesa.

"¡Ta-Dah!" Naruto dijo con una gran sonrisa de orgullo al ver que su truco de magia le había salido a la perfección.

Los demás quedaron con la boca abierta cuando vieron que arriba de la mesa había una enorme cantidad de comida, digna de un bufet. Había carne de pollo, vaca, pavo, etc. Entre otras cosas como pan de primera al igual que el vino, pero lo que más sorprendió fue que la comida estaba sobre unos platos de porcelana que no eran suyos. La primera en reaccionar de toda la familia es Irina que nunca había visto un truco de magia como ese en toda su vida, ya que los magos del distrito de Shiganshina que había visto hacer algunos trucos, solo eran un fraude porque los descubrió una vez que les mentía a todas las personas en sus caras... En cambio, Naruto era otra cosa totalmente diferente.

"¡¿C-Como hiciste eso?!" La pelicastaña pregunto en voz alta, mientras observaba fijamente al pelinegro al igual que Mikasa que asintió con la cabeza al volver a la realidad.

El ojinegro en cambio cubrió su cabeza con su capa solo dejando al descubierto sus ojos que la miraban de forma algo burlona a Irina.

"Un mago nunca revela sus secretos." Naruto contesto con un tono misterioso.

"Con que un mago, ¿Eh? Truco interesante, Naruto.", El doctor elogio con una pequeña sonrisa, mientras agarraba con su mano una pieza de pan junto a una botella para corroborar si es falso o autentico, y se llevó una gran sorpresa al encontrarla que son 100% reales. "Sorprendente." Grisha opino con un extraño brillo en sus ojos.

"Lo mismo digo, además hoy no tengo que cocinar con toda esta comida en la mesa." La pelinegra mayor comento con felicidad.

"Gracias, gracias." El ojinegro dijo con un tono alegre, inclinando la cabeza como si hubiera frente a una multitud de personas aun con su capa alrededor de su cabeza como una especie de capucha.

Irina siguió insistiendo en que le enseñara ese truco de magia a ella y Mikasa que al parecer también le había interesado.

"Tal vez les enseñe uno o dos trucos mañana a ambas.", El pelinegro hizo una pausa, para luego desviar la mirada hacia los padres de Irina y Mikasa. "A ustedes también les puedo enseñar lo mismo, Sr y Sra. Jaeger, si quieren por supuesto." Naruto ofreció con una sonrisa a los dos únicos adultos de la casa.

"Si, sería interesante aprender un truco de magia." El ojiazul fue el primero en aceptar, ya que estaba muy interesado en aprender algún otro truco que le podría servir en su trabajo como médico.

"Si mi esposo acepta, pues yo también." La ojiámbar dijo con una sonrisa, dándole una mirada divertida a Grisha que desvió la mirada hacia otro lado con una expresión misteriosa.

"¡Yay! ¡Entonces está decidido!" La ojiverde grito con felicidad para que seguidamente tomara de las manos de Mikasa para saltar de entusiasmo junto a ella.

Cuando esto termino todos se sentaron en sus respectivas sillas alrededor de la mesa para empezar a comer y disfrutar de toda la comida que había sobre esta. Carla, Grisha, Irina y Mikasa comían tranquilamente su comida, pero no se podía decir lo mismo de Naruto que un poco más y se parecía a un completo salvaje devorando toda la comida que tiene a su alcance. Aunque ellos estaban acostumbrados a estas cosas, además, que hacían una excepción con Naruto porque ya era considerado un miembro más de la familia.

Irina participa en una pequeña charla con su padre antes de que este se fuera, como siempre lo hace, simplemente para hablar con el antes de irse por otra semana. Se ha acostumbrado a la ausencia de su padre, pero eso no significa que esté completamente bien con él, desapareciendo todo el tiempo. Carla se involucra en la conversación también, un momento jovial de la familia antes de que Mikasa los interrumpiera, hablando por primera vez desde que cruzo el umbral de la puerta.

"Irina quiere unirse a la Legión de Reconocimiento." La pelinegra menor revelo de forma inesperado, y esto causo que todos quedaran inmóviles en sus lugares Bueno casi todos, ya que Naruto seguía comiendo como si el mundo se fuera a terminar hoy mismo, aunque cuando se dio cuenta del repentino cambio del ambiente y el silencio incómodo dejo de comer de golpe para empezar a observar la discusión entre madre e hija.

La tranquilidad se va tan rápido como llego, ya que Irina protesta rápidamente contra la revelación de Mikasa, y Carla se precipita hacia su hija y la sacude de los hombros.

"¡Irina, ¿En qué estás pensando?! ¿Sabes lo peligroso que es afuera, y cuantas personas han muerto siendo parte de la Legión? ¿Por qué de todos los lugares que hay quieres ir afuera?" Carla exigió con desesperación en su tono de voz, mientras sacudía a su hija que lucho por liberarse del agarre mortal de su madre.

"¡Porque quiero ver el mundo exterior y no vivir como el ganado! ¡Eso es todo lo que somos aquí, en las Murallas! ¡Tiene que haber un mundo exterior, un mundo antes que los Titanes, donde la Humanidad floreció antes, y ese lugar es donde la Humanidad merece vivir de nuevo!", La pelicastaña respondió en voz alta para seguidamente hacer una pausa mirando hacia abajo mientras endereza su chaleco marrón clarito. "Y, además de eso, alguien tiene que tomar el relevo y ayudar, o entonces todos aquellos que perdieron sus vidas habrán muerto en vano." Irina explico con una mirada muy determinada que dejo a todos los presentes muy sorprendidos, pero no lo demostraron frente a ella para no alentarla a unirse a esa carnicería.

Nadie dijo nada por un tiempo, aunque está claro que Carla esta simplemente muy molesta con el comentario de su hija. El silencio se rompe por el sonido de la silla de Grisha deslizándose hacia atrás cuando el hombre se levanta, recogiendo su espalda y anunciando su partida.

"¡Espera, querido!", La pelinegra mayor protesto, moviéndose para agarrar el bíceps de su esposo. Ayúdame a convencer a Irina!" La ojiámbar pidió en voz alta a su esposo.

Grisha se encoge de hombros ante las preocupaciones de su esposa, girando el picaporte de la puerta para darle a su familia una sonrisa maliciosa que solo fue notada por Naruto que elevo una ceja en respuesta ya que no entendía el porqué de esa sonrisa extraña del padre de Irina y Mikasa.

"Si la chica tiene en mente hacerlo, no hay forma de detenerla. Además…", El ojiazul hace una pausa para buscar algo en su cuello, siendo este una llave de oro. "Cuando regrese, te mostrare lo que hay en el sótano." Grisha prometió sonriendo levemente a su hija, que asintió con entusiasmo.

El sótano es un enigma que ha plagado a la niña desde su primera infancia, y sonríe ampliamente mientras asiente con la cabeza en confirmación. Hasta ese momento, dudaba que alguna vez descubriera lo que había en el sótano súper secreto de su padre, pensando que él lo mantendría oculto hasta el final de los tiempo O hasta que este estirara la pata algún día.

Las tres mujeres junto a Naruto, que estaba comiendo una pata de pollo, fueron al porche para ver la partida del doctor, y tan pronto como él se pierde de vista, la sonrisa de Carla se borra de sus labios cuando se vuelve hacia a Irina.

"Cariño.", Carla llamo a su hija, con su mano derecha presionando firmemente el hombro de la chica. "Simplemente renuncia a unirte a la legión. No lo permitiré. Solo un idiota se uniría a la legión por ser idealista…" Pero la pelinegra mayor no llego a terminar su comentario porque su hija la interrumpió de golpe.

"¿Una idiota?" La ojiverde pregunto con un tono incrédulo, enojándose nuevamente con su madre. "Bueno, en lo que a mí respecta, los que prefieren comprar su seguridad y vivir como ganado son diez veces peores." Irina dijo en voz alta para seguidamente darse la vuelta empezando a correr hacia un callejón al zar.

"¡Irina!" La ojiámbar llamo a su hija con una expresión preocupada.

Mientras que detrás suyo se aparecían Naruto y Mikasa bajando lentamente las escaleras con diferentes expresiones. Aunque Naruto decidió decir algo al respecto.

"Sabe, Sra. Jaeger. Ella tiene razón con sus palabras." El pelinegro comento con una leve sonrisa, para que seguidamente tragara el trozo de carne que estaba masticando con un suspiro satisfecho porque dicha pata de pollo estaba cocina con lo justo dándole un increíble sabor.

Aunque este comentario le valió una mirada fría de la mujer de ojos ámbar.

"¿Quién pidió tu opinión, mocoso?", La pelinegra mayor hizo una pausa, para que luego señala con su mano izquierda hacia el callejón por donde se fue Irina. "Ahora ve tras ella." Carla ordeno con una expresión fría, mientras que a la vez amenazaba nuevamente con su rodillo al pelinegro, si no le hacía caso.

"¡HAI!" Naruto acepto sin quejarse empezando a correr como si no hubiera un mañana hacia dicho lugar, pero al estar tan asustando no se dio cuenta que doblo en la dirección equivocada a la que tomo Irina.

Tanto Carla como Mikasa al ver esto negaron con la cabeza suspirando de frustración. Luego de eso la ojiámbar se dio la vuelta para agarrar de los hombros a pelinegra que tenía una expresión neutra en su rostro como siempre, aunque su rostro cambio a uno de sorpresa cuando su madre adoptiva la agarro de los hombros de forma inesperada.

"Mikasa, ella realmente es una muchacha imprudente. Cuando los problemas se acerquen, asegúrense de protegerse uno a otra…", La ojiámbar hizo una pausa antes de continuar. "Y también pídanle ayuda a Naruto si es necesario, él es un chico bueno. El las protegerá siempre." Carla aconsejo con seriedad y una pequeña sonrisa.

"Está bien." Mikasa acepto con un asentimiento de cabeza por las palabras de su madre, para que seguidamente se diera media vuelta y saliera en busca de su hermana.

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*Punto De Vista De Irina*

Ella empezó a correr atraves de las callejuelas de Shiganshina, solo deteniéndose cuando nota que su hermana se une a ella.

"Tu madre me dijo que…" Pero la ojinegra no pudo terminar porque su hermana la detuvo.

"Lo sé.", La pelicastaña dijo en voz baja, no queriendo volver a tocar el tema, por ahora. "Por cierto, ¿Dónde está, Naruto?" Irina pregunto confusa al ver que el pelinegro no vino con Mikasa.

"Tu madre nos envió a los dos para buscarte, pero el tomo el camino contrario." La pelinegra respondió sin importarle mucho que le haya pasado a su amigo.

"Ese idiota…" La ojiverde gruño en voz baja, pero luego suspiro porque no tiene caso enojarse con él.

Las dos se sientan en silencio, descansando sobre las cajas de madera en la calle abierta por donde pasa la Legión de Reconocimiento, mientras encorvan la espalda. La multitud de personas se ha dispersado desde hace mucho tiempo atrás, por lo que ninguna de las dos tendría que enfrentar la posibilidad de encontrarse con los hombres que Irina había atacado, aunque tampoco les importaba ya que Naruto quedo como el 'culpable' de ese problema. Irina abre la boca para disculparse, nunca pretendió ser mala con Mikasa, pero la protección de la otra chica la ahogaba más de lo que puede soportar. Pero justo cuando el ruido estaba a punto de salir de su garganta, el sonido de golpes y gritos de dolor llego a ambas, seguido por un par de voces familiares. Les tomo un segundo a las dos en darse cuenta de los orígenes.

"Es Kazumi y Naruto" Ambas hermanas dijeron ambas con seriedad, para que seguidamente salieran corriendo hacia el origen del ruido.

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*Punto De Vista De Naruto*

Cuando el pelinegro doblo en la dirección equivocada que había tomado Irina, se detuvo de seguir corriendo para empezar a caminar a paso lento con su mano izquierda en su bolsillo, ya que en la derecha tiene el hueso de pollo a medio terminar.

"… Esa familia está loca…", El ojinegro murmuro en voz baja, mientras pateaba una lata de comida vacía con fuerza hacia el cielo, obviamente jugando con esta Pero sin querer le dio a una pobre paloma que volaba tranquilamente, y al ir con tanta fuerza la mato al instante. "Mierda." Naruto susurro algo asustado por lo que hizo, para que seguidamente se escondiera detrás de unas cajas de madera vacías Observando hacia todos lados por si alguien lo vio hacer eso, cuando vio que no había nadie se levantó lentamente sacándose una gota de sudor de su frente suspirando de alivio.

"¿Naruto-kun?" Una voz femenina muy conocida para el pelinegro le hablo detrás suyo, aunque ella no se esperó que el recién nombrado saltara del susto retrocediendo unos pasos hacia atrás.

"¡AHH!", El pelinegro corto de repente su grito de miedo, para que seguidamente lo cambiara por uno de sorpresa cuando se dio cuenta de quién era. "… Eres tu Kazumi-chan (Armin) ¿Cómo estás?" Naruto pregunto con una sonrisa a la niña que tiene frente suyo, porque le recordaba a una persona muy querida para él.

La niña conocida como Kazumi Arlert, es de contextura delgada, de tez blanca y de muy baja estatura. Su cabellera es larga y de tono rubio, la cual le llega hasta un poco más abajo de los hombros y hay veces en que suele mantenerla suelta, sus ojos son grandes y sus irises son de un tono azul. Lleva puesto un vestido marrón claro que le llegaba hasta los tobillos con un chaleco azul oscuro encima, además en su brazo lleva un libro de historia.

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[Nota Del Autor: "Ella se vería como una segunda Historia Reiss por si tienen dudas de cómo se vería la versión mujer de Armin."]

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"Bien Pero, ¿Qué haces por aquí?" La ojiazul pregunto muy curiosa.

"Yo nada solo …", El pelinegro hizo una pausa antes de continuar con sus palabras. "Salí a caminar un poco." Naruto respondió con algo de nerviosismo en su voz esperando que su amiga no haya visto como mato accidentalmente a esa pobre e inocente paloma.

Kazumi lo miro fijamente durante unos segundos evaluándolo para ver si este le estaba mintiendo, pero al final se dio por vencida dejándolo tranquilo por esta vez.

"¿Dónde están Irina y Mikasa?" La rubia pregunto buscando con su mirada a dichas chicas.

"Oh, ellas deben estar con la Sra. Jaeger en su casa." El ojinegro mintió con una sonrisa forzada, aunque por dentro se estaba muriendo porque no podía mentirle a una chica tan linda y pura como ella.

"Ya veo… (Suspiro) Y yo que quería mostrarles este libro." Kazumi susurro con algo de molestia, pero esa expresión solo hizo que se viera más Kawaii que antes.

"¿Libro? …", El pelinegro cuestiono haciendo una pausa para ver que efectivamente su amiga traía un libro en sus manos. Ella en respuesta asintió con la cabeza. "¿De qué se trata?" Naruto pregunto con algo de curiosidad, para que seguidamente se sentara en una caja de madera.

"Es de la historia de la Humanidad, de cómo esta vivió fuera de las Murallas mucho antes de los Titanes." La rubia contesto muy emocionada, mientras le mostraba el libro al pelinegro que lo miro bastante curioso porque esos libros no son nada comunes dentro de las Murallas.

"Vaya, eso sí que es interesa…" Pero el ojinegro no llego a terminar su comentario porque unas voces molestas lo interrumpieron para su disgusto.

"Pero mira que tenemos aquí, si no es el par hereje." El matón 1 dijo con una voz burlona, mientras sus dos amigos se reían en voz alta apoyando a su líder.

El pelinegro giro la cabeza en dirección a ellos con una expresión fría, mientras que a la vez se levantaba de la caja. Kazumi hizo lo mismo, pero solo que se escondió detrás de Naruto muy asustada por la situación.

"Otra vez, ustedes tres…" El pelinegro gruño muy molesto, intentando controlarse de no matarlos a golpes al trio estúpido.

"Los golpearemos a los dos hasta que lloren como bebes, Jaja." El matón 2 dijo entre risas burlonas.

"Primero tendrán que golpearme a mi…", Naruto hizo una pausa que por un instante puso la piel de gallina al trio de matones. "Y esta vez no hay nadie que me detenga de hacerlos puré." El ojinegro comento con una sonrisa maliciosa.

Los tres matones hicieron muecas de enojo al escuchar esas palabras del pelinegro porque este se estaba burlando delante de sus narices.

"Esta vez no los salvara, el monstruo de Mikasa y su débil hermana, Irina." El matón 1 recordó, acercándose al dúo con la misma sonrisa burlona en sus labios, ignorando el comentario del pelinegro Cosa que fue un gran error de su parte.

"Jejeje, eso no es ningún problema para mi…", El pelinegro hizo una pequeña pausa, para que seguidamente se tronara sus nudillos. "Hasta me beneficia." Naruto 'agradeció' por así decirlo con la misma sonrisa que incomodo a los tres adolescentes.

Luego de eso adopto una postura de arte marcial desconocida para los presentes, mientras con su mano derecha los invitaba a que empezaran la pelea. Ellos al ver esto gruñeron con ira para que seguidamente los tres saltaran hacia el pelinegro con intenciones de golpearlo para dejarlo como una pulpa en el suelo, aunque este último solo se quedó quieto sin hacer ningún movimiento porque buscaba el momento indicado. Kazumi al ver esto se preocupó mucho por Naruto porque no quería que le hicieran daño.

El primero en atacar fue el matón 1 con su puño extendido hacia el rostro de su objetivo, pero Naruto solamente se agacho produciendo que este siguiera de largo llevándose por delante unas cajas de madera, quedando atontando por unos cuantos segundos. Sus amigos al ver esto fruncieron el ceño, mientras ambos se miraron por un instante asintiendo con la cabeza y empezaran atacar a la vez al pelinegro con una patada giratoria a cada lado de este Pero este último salto hacia arriba provocando que esos golpes se los dieran entre ellos en sus estómagos quedando sin aliento sosteniendo dichos lugares con sus manos, pero al estar distraídos no se dieron cuenta que el ojinegro cayó sobre ellos haciéndolo comer el suelo, ligeramente. Mientras que Naruto negó con la cabeza al ver esto, porque estaba muy decepcionado sobre la pelea, creyendo que ellos tres serian algún tipo de rato Al parecer se había equivocado.

Kazumi vio toda la pelea con asombro, porque su amigo en ningún momento se defendió solo esquivo con total facilidad los ataques de esos tres idiotas.

"Saben, creo que a partir de ahora los llamare el trió estúpido." Naruto comento con un dedo en su barbilla, y una sonrisa en sus labios.

Ellos al escuchar esto nuevamente se levantaron del suelo tambaleándose, con muecas adoloridas en sus rostros.

"¡M-Maldito! …" El matón 1 gruño con una mueca de dolor, mientras se preparaba para el segundo raund Pero como el destino suele jugar en algunos casos con las personas, ellos fueron interrumpidos por una voz femenina conocida que sonaba muy molesta.

"¡Detente!" La pelicastaña grito en voz alta hacia los adolescentes que estaban a punto de golpear a Naruto.

"Es Irina." El matón 3 reconoció a la 'niña justiciera entrometida' como en algunos casos le decían a ella.

"Que idiota. Volvió por más." El matón 2 comento con una sonrisa media burlona, porque a pesar que estaban mirando a la ojiverde todavía estaban atentos a los movimientos del pelinegro que este todavía estaba como escudo protegiendo a Kazumi durante todo el momento.

"¿Quiere que pateemos su trasero?" El matón 1 pregunto con un tono burlón, moviendo sus puños de forma intimidadora.

"¡Enseñémosle una lección!", El matón 3 dijo a punto de tomar la iniciativa, pero vio algo que lo hizo detener en el acto ya que lo asusto completamente. "¡Mi-Mikasa esta con ella!" El mismo matón alerto en voz alta, provocando que sus dos compañeros palidecieran del miedo.

"¡Maldición! ¡Huyan!" El líder de la pandilla grito con miedo a sus compañeros, para luego girar la cabeza hacia Naruto que tenía una mirada aburrida. "Luego seguimos con esto, gatito." El matón 1 recordó al pelinegro para seguidamente huir detrás de sus amigos que le llevaban la delantera.

"Como quieras." El ojinegro acepto sin ningún problema, observando como esos tres huían como cobardes. Aunque de pronto al procesar ese apodo apretó sus puños con furia dejando de lado la postura de arte marcial de lado. "… ¿Gatito? Ya verás, estúpido." El pelinegro gruño con una mueca de ira, agarrando su hueso de pollo que todavía lo tiene en su mano derecha para seguidamente lanzarlo hacia el líder de los matones dándole en la cabeza produciendo que este cayera de cara al suelo. Naruto al ver que había atinado en el blanco, formo una sonrisa maliciosa en sus labios.

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*Punto De Vista De Irina Y Mikasa*

Irina junto a Mikasa se encontraron con los mismos matones de antes, estos atacaban a aquellos que no se ajustaban a la norma, especialmente a los 'herejes' como Kazumi y en menor medida Naruto. La ojiverde nunca había encajado con la multitud, y antes de que sus padres adoptaran a Mikasa, esta vivía en las áreas rurales de la Muralla María, lo mismo que el pelinegro que lo conocieron el mismo día por las mismas circunstancias, y este vivía en cualquier lado negándose a que alguien lo adoptara incluso rechazando a la familia Jaeger a pesar de que pasaba la mayor parte del tiempo con ellos. Por lo que antes de la adopción, como única amiga, habían sido Irina y Kazumi quienes se mantuvieron unidas. Era deber de Irina de proteger a Kazumi, y, a juzgar por la forma en que se escondía detrás de Naruto, ambos estaban en problemas y necesitaban su ayuda. Ella se lanza hacia adelante con furia total, Mikasa la sigue de cerca. Las cejas de la chica se juntaron con ira, vio que los matones la escucharon cuando ella les grito y se dieron la vuelta para ver a la recién llegada corriendo hacia ellos. Aunque extrañamente ellos se dieron la vuelta con expresiones de horror para que seguidamente estos desaparecieran medio segundo después. Pero ella no se quejó por ello.

"¡Ja!", La pelicastaña resoplo con sus manos en las caderas mientras patina hasta detenerse y observa a los matones huir. "Huyeron con solo verme." Irina comento con una gran sonrisa de triunfo.

Aunque ese momento de la chica fue interrumpido por la rubia que salió detrás de Naruto con timidez.

"No, ellos huyeron después de ver a Mikasa…" Kazumi murmuro en voz baja, pero Irina la ignoro diciendo preguntarle algo en su lugar.

"¿Estas bien, Kazumi? ¿Esos idiotas te hicieron daño?" La ojiverde pregunto con preocupación, viendo y revisando si la chica rubia tenía alguna herida producto de algún golpe o algo similar.

"Tranquila, Irina. Estoy bien, Naruto me protegió de ellos durante toda la pelea." La rubia respondió con timidez, sonriéndole a su primera amiga.

"¿Naruto?", Irina dijo haciendo una pausa, al recibir un asentimiento de cabeza de parte de Kazumi. "Vaya eso es una sorpresa, o ¿No, Mikasa?" La pelicastaña pregunto con una sonrisa.

"Si…" La ojinegra contesto de acuerdo con su hermana.

El pelinegro se le formo una expresión en blanco al escuchar los comentarios de Irina y Mikasa.

"No es ninguna sorpresa, siempre defiendo a mis amigas y amigos cercanos." El ojinegro comento de brazos cruzados, desviando la mirada hacia el rio con una expresión algo molesta.

Las tres chicas se rieron al ver la reacción de su amigo, porque ya es algo normal para ellas molestar de vez en cuando a Naruto. Cuando dejaron de conversar los cuatro decidieron ir hacia el rio. Donde suelen jugar con guijarros lanzándolos al agua, y era una buena forma de despejar la mente de todos.

"¿Qué demonios les pasa a esos idiotas?" La ojiverde pregunto con una mueca molesta, lanzando desde su posición una piedra con fuerza al rió que llego dar en el blanco, pero esta no reboto en la superficie como debería haberlo hecho y esto provoco que la pelicastaña murmura palabras de maldición a la piedra.

"Solo estaba leyendo uno de los libros de mi abuelo con Naruto, ambos estábamos leyendo tranquilamente y cuando ellos nos vieron atacaron sin ninguna razón llamándonos herejes." Kazumi respondió en voz baja, apretando el agarre en su libro de historia. El tema de los libros de la rubia que suele leer no eran exactamente conservadores de ninguna manera. Irina asiente con la cabeza dejando a su amiga continuar. "Pero, Naruto me defendió de esos brutos." La ojiazul dijo nuevamente con una tímida sonrisa.

Al llegar a su destino, Irina se deja caer en el pasto, sacudiendo los espacios a su lado y provocando que Kazumi, Mikasa y Naruto sigan su ejemplo. Mientras que la ojiverde se apoya en sus manos, para que seguidamente empujara un zapato y sumergiera un dedo del pie en el rio. Mientras que Naruto se sentó en una posición de meditación para despejar un poco su mente.

"Ugh.", La pelicastaña refunfuño muy enojada. "Malditos, solo queremos salir afuera. ¿Por qué todos nos odian?" Irina pregunto a nadie en particular, mientras unos pequeños peces de agua dulce mordisquean sus pies, e ignora el cosquilleo a favor de la conversación.

"Bueno, ha sido una convivencia pacífica dentro de estas Murallas durante los últimos 100 años. Un Titán podría entrar cuando alguien salga de las Murallas.", Kazumi respondió a la pregunta retórica de su amiga. Su posición se difiere de Irina, cuyas piernas se extienden ampliamente y sus manos incluso lejos a medida que se relaja. La rubia estaba acurrucada en sí misma en su lugar, la barbilla apoyada en sus rodillas mientras sus brazos se cierran alrededor de sus piernas para acercarlas a su pecho. "Además, que el gobierno del rey prohibió que la gente muestre interés en el mundo exterior." La ojiazul recordó con seriedad el decreto del hombre malo.

"El rey es un maldito cobarde, esa es la única razón." La pelicastaña opino con la misma expresión de antes.

"Sí.", Kazumi concordó con su amiga. "¿Pero esa es la única?" La rubia pregunto a la ojiverde que negó con la cabeza.

"Estamos arriesgando nuestras vidas. Nadie tiene derecho de detenernos." La ojiverde contesto cada vez más molesta.

El pelinegro que había estado callado desde hace un tiempo todavía en la misma posición de meditación, decidió decir algo al respecto con una sonrisa de maniático en sus labios.

"Tienen razón hay que matarl…" Pero Naruto no llego a terminar sus palabras porque Mikasa lo silencio con un simple golpe a la cabeza que lo dejo con los ojos en blanco, produciendo que este cayera de cara al pasto.

Tanto Irina como Kazumi se dieron la vuelta para mirar fijamente a Mikasa diciéndole solo con la mirada de porque golpeo a Naruto, ya que el comentario que este último iba decir tiene toda la razón.

"No pueden hacer eso.", La pelinegra afirmo dándoles una mirada a las dos chicas. "Fin de la historia. No voy a dejarlos." Mikasa dijo con seriedad.

Irina se da la vuelta para mirarla, el movimiento de su pie al salir del agua crea un chapoteo que humedece ligeramente el vestido de Kazumi y el pantalón de Irina, además salpico un poco de agua hacia la cabeza de Naruto. Su antigua disculpa se olvida, en su lugar reemplazada por la irritación y molestia.

"Hablando de eso, ¡Mikasa! ¡¿Cómo te atreviste a decírselo a mis padres?!" La pelicastaña exigió a su hermana.

"No recuerdo haber accedido a ayudarte." La ojinegra respondió con un tono tranquilo, mientras ponía sus en blanco.

La ojiazul se levantó de su posición para rozar suavemente el hombro de Irina.

"Entonces, ¿Cómo te fue?" Kazumi pregunto con un tono curiosa, mirándola fijamente.

"A mama obviamente no le gusto. Aunque tampoco no es que esperara nada de ella." La ojiverde contesto en voz baja, observando el rio con el ceño fruncido.

"Lo imagino…" La rubia dijo con un suspiro al final de sus palabras, para que seguidamente cerrara los ojos por un segundo.

La cabeza de Irina gira rápidamente al escuchar ese comentario de su amiga.

"¡No tú también! Vamos, es nuestro sueño: Salir y ver el mundo exterior." La pelicastaña recordó muy molesta con la chica.

Kazumi se apresura para hacer las paces, sosteniendo las manos de su primera amiga demostrando que estaba con ella en lo anterior dicho.

"Es realmente peligroso ir afuera de las murallas, Irina. Pero puedo ver a que te refieres.", La ojiazul tranquilizo a la chica de ojos verdes, haciendo una breve pausa para juntar sus pensamientos y eligiendo cuidadosamente sus palabras. Esto provoca que Irina frunza el ceño ante el hecho de que necesita ver lo que dice, pero puede ser que no esté muy segura de como expresar lo que sintió claramente. "Solo quiero saber que pasa por la cabeza de los conservadores, de que nos obliguen a permanecer adentro de las murallas. Ya que, aunque han estado intactas los últimos 100 años, no hay nadie que garantice que no serán destruidas hoy…" La rubia comento bajando la voz al final de sus palabras, mientras su mirada estaba fija en el suelo muy pensativa al recordar algo que había leído en otro libro que le dio su abuelo.

El pelinegro que había escuchado toda la conversación entre ellas, aun tirado en el suelo de pronto abrió los ojos de golpe. Porque casi como si fuera una señal, el suelo retumbo y se sacudió con fuerza, arrojando a las tres niñas junto al pelinegro por el aire para seguidamente dejarlos caer dolorosamente al suelo, pero a diferencia de ellas, Naruto cayó directo al rió. Mientras que en el aire Irina pudo ver por un instante el destello de un relámpago dorado que golpeo la tierra fuera de la Muralla María, provocando que el cielo se volviera de color naranja por unos segundos.

La primera en decir algo de lo sucedido fue Kazumi, que se levantó de un salto del suelo.

"¿Q-Qué fue eso?" La ojiazul jadeo muy asustada sosteniendo su cabeza por el golpe que se había dado contra el suelo de tierra, mientras que Irina, Mikasa o incluso Naruto que estaba saliendo del rió completamente empapado no tenía una respuesta clara para lo sucedido.

"¿Una explosión?" La pelicastaña contesto con el ceño fruncido, insegura de su propia respuesta.

Ellos observan que las personas alrededor del lugar tampoco tienen idea de lo sucedido, pero mirando al frente, ve un grupo de personas apuntando hacia el muro con miedo, acurrucados en su temor cada uno diciendo sus propios comentarios.

"¡Por allí!" El civil 1 señalo a sus vecinos con una expresión de temor.

"¿Alguien huele eso?" El civil 2 pregunto a sus amigos con una expresión extraña.

"No estoy seguro." El civil 3 respondió para luego salir corriendo hacia el lugar donde podía tener una mejor vista.

"Vamos a ver." La rubia dijo en voz alta llamando la atención de sus amigos, para que seguidamente empezará a correr hacia la multitud que se había reunido al doblar en la esquina.

"¡Hey, Kazumi!" La ojiverde llamo a la chica para que las esperara, pero ella no lo hizo por estar con su mente en otra cosa.

Mientras que Mikasa iba trotando detrás de su hermana igual de preocupada que todos.

Naruto dudo por un momento en ir hacia ese lugar, porque tenía un mal presentimiento al respecto Pero no le quedo de otra que ir, porque ellas estaban en ese lugar y las tenía que proteger de lo que sea que fuera a pasar.

Cuando Kazumi llego a dicho lugar se detuvo bruscamente y adopto la misma expresión que todos los que están cerca suyo. Cuando la pelicastaña llego con Mikasa y Naruto, ella miro fijamente a la ojiazul.

"¿Qué sucede, Kazumi? ¿Qué estas mirando?" Irina pregunto con una expresión confusa, sacudiendo levemente el hombro de la chica. Al no recibir alguna respuesta de ella, la ojiverde decidió seguir la mirada de la rubia que estaba con la mirada fija en el gran muro, y para ese momento, incluso Mikasa se había congelado de horror. El único que dijo un comentario al respecto sin expresar temor fue el pelinegro que estaba asombrado por lo que sus ojos estaban viendo.

"… ¿Qué mierda es esa cosa?" Naruto dijo en voz baja con su mirada fija en la Muralla de Shiganshina, pero su pregunta cayo en oídos sordo porque no fue respondida por nadie.

Todos ellos estaban a una distancia considerable, pero el Titán que mira por encima del muro de piedra de 50 metros es lo suficiente alto para que todos se detengan y miren. Irina no puede evitar sentir un escalofrió recorrer su espina dorsal, sintió un hormigueo en la parte posterior de su cuello. Nunca había visto un Titán en la vida real, y ciertamente esperaba que no todos se vean así: escandalosamente altos, carente de toda carne y con una sonrisa aterradora de docenas, tal vez incluso cientos de dientes y mirando a la Humanidad como si no fueran más que un monto de hormigas. Es un milagro que cualquiera de la legión sobreviviera, si todos ellos tuvieran que enfrentarse contra ese masivo Titán Mientras que siniestro vapor ondeaba detrás de este.

"¿E-Estas bromeando? …", Kazumi pregunto con un leve tartamudeo en su tono de voz. "E-Esa es una muralla de 50 metros de alto…" La rubia murmuro con incredulidad, mientras que por instinto se escondía detrás de Naruto.

"Es uno de ellos Un Titán…" La pelicastaña susurro con un tono de voz asustado.

Todo estaba en silencio y muy tranquilo (Pausa) Hasta que de pronto el Titán comienza a moverse, y luego su pie se estrella contra el muro haciendo pedazos la puerta de Shiganshina. Los restos vuelan por todas partes, y los meros sonidos hacen que todos se pongan una mano sobre las orejas. La cacofonía que faltaba en la primera aparición de la bestia ahora se levanta una variedad de gritos, llanto y suplicas llenan el aire. Pedazos de la pared perforada, que varían en forma y tamaño, llueven sobre Shiganshina, aplastando a las personas con mala suerte, a los animales y a las casas por igual.

Kazumi es la primera de los cuatro en reaccionar, agarrando los antebrazos de sus amigas y tirándolas hacia ella.

"¡Necesitamos huir de este lugar, o los Titanes nos atraparan!", La ojiazul grito a los tres con preocupación. Mikasa echo una mirada hacia ella, un cierto pánico reemplazo la calma original de la multitud. "¡Irina!" Kazumi llamo con desesperación a su amiga.

Pero la ojiverde no le hizo caso a su llamada. En cambio, ella se mueve para mirar boquiabierta la dirección en donde cayeron los restos.

"M- Mi casa está por allí… ", La pelicastaña hizo una pausa con una expresión de shock. "Mi mama esta…" Irina dijo con un tono de voz suave, no pareciéndose en nada a su habitual voz llena de bullicio.

Luego de esto ella sale corriendo hacia su casa, pasando por el enjambre de personas que se dirigen en la dirección opuesta. Mikasa la sigue por la misma razón, ignorando las protestas de Kazumi y poniéndose al día con su hermana dejando atrás a la rubia y Naruto. El pelinegro al ver esto se dio la vuelta rápidamente tomando de los hombros a la chica de cabello rubio.

"Escúchame, Kazumi, quiero que vayas con tu abuelo lo más rápido posible." El ojinegro ordeno con seriedad, mirando de reojo otro grupo de titanes que estaba entrando por la entrada ahora destrozada de la Muralla de Shiganshina.

Aunque de pronto fue sacado de sus pensamientos por la chica de ojos azules, que lo tomo de sus mejillas para que el pelinegro la viera fijamente a los ojos y esto provoco que el quedara ligeramente sorprendido.

"¿Pero, que pasara contigo y las chicas?" La rubia pregunto con mucha preocupación.

"Je, no te preocupes por mi o las chicas, yo las mantendré a salvo. Te lo prometo." Naruto respondió con una leve sonrisa que tranquilizo, aunque sea un poco a su amiga. "Ahora, vete que esas cosas están muy cerca de nosotros." El ojinegro dijo con una mueca al observar como esas cosas devoraban a las personas que atrapaban, pero solo duro un instante porque ahí no mas volvió a la expresión seria de siempre.

Kazumi no dijo nada al respecto solo asistiendo con la cabeza para seguidamente darse la vuelta y empezar a correr hacia donde todas las personas se habían dirigido. Naruto observo desde su posición la partida de la chica hasta que desapareció de su vista, para que luego el suspirara con cansancio, cerrando los ojos por un momento.

"¿Por qué tiene que pasar esto justo en este día, Kami- sama …?" El pelinegro gruño en voz baja, para que seguidamente empezara a correr hacia donde se habían ido Irina y Mikasa.

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*Punto De Vista De Irina*

Es el miedo lo que les impulsa a avanzar ahora, no de los Titanes, si no de Carla. Había estado sola cuando el Titán ataco, probablemente ni siquiera había salido a ver el desastre que produjo el Titán, y tampoco tendría el tiempo suficiente para recuperar el juicio y correr a buscar a sus hijas. Mientras sus pies golpean el suelo, Irina no puede evitar lamentar sus palabras de despedida a su madre, y espera que no sean las ultimas. Ella tropieza varias veces dando vueltas, pero usa sus dedos para impulsarse hacia adelante cuando dobla las esquinas, encorvada y desequilibrada debido a la naturaleza de sus movimientos. Varios adultos intentan detenerla e intentan llevarla a ella y Mikasa con sus propios hijos a un lugar seguro, pero ninguno tuvo éxito, ella rezo en silencio por ellos por ese gesto tan humanos de ellos.

"Todo debe estar bien. Cuando llegue allí, ella habrá salido, nos estará buscando, y cuando gire en esta esquina, nuestra casa estará exactamente donde estaba cuando la dejamos, y mama vendrá con nosotros para escapar, y Kazumi nos recibirá con su abuelo, y…" La pelicastaña dejo de lado esos pensamientos, porque sintió que le empezaban a doler los pies y su cabeza comenzó a sonar cuando se pone a solo 15 metros de su casa, solo para tener cada palabra que ha dirigido hacia dios en los últimos 5 minutos, que este últimos las mastico y se las escupió a la cara.

La casa de la familia Jaeger había sido aplastada por una enorme roca, y Carla Jaeger junto a ella.

"¡Mama! ¡MAMA!" La ojiverde dijo entre lágrimas, para seguidamente caer de rodillas frente a su madre.

Mientras que la mujer está consciente, claramente no puede moverse, atrapada debajo de los escombros y los restos de su antigua casa.

"Irina, ¿Eres tú?" La pelinegra mayor pregunto, sus manos la buscaban inquisitivamente.

La niña de ojos verdes tomo su mano, sosteniéndola con fuerza, elige su pecho, afirmando su presencia antes de volverse hacia Mikasa.

"¡Esta atrapada! Tenemos que sacarla.", La pelicastaña dijo a su hermana, para que seguidamente soltara la mano de su madre, comenzando a buscar entre los escombros cualquier cosa que la ayudara a sacar a su madre. Ella encuentra la base del techo, coloca sus manos debajo y asiente a Mikasa para que haga lo mismo. El pilar!", Irina grito con una expresión desesperada, y Mikasa seguramente presiona un pie contra el también. A la cuenta de tres, las chicas hicieron fuerza para levantar dicha madera, pero el intento solo hace que Carla palidezca y grite del dolor, pero a la vez un rugido los detiene en seco. Un Titán se cierne en la distancia. Vamos, Mikasa! ¡Tenemos que hacerlo rápido!" La ojiverde alentó en voz alta a su hermana.

La madre de Irina y Mikasa estaba a punto de decir algo, pero de repente fue interrumpida cuando vio que Naruto apareció frente a ellas Aunque Carla fue la primera en darse cuenta de la presencia del chico pelinegro.

"¡Naruto!" La ojiámbar dijo con asombro el nombre del pelinegro.

Tanto Irina como Mikasa se dieron la vuelta igual de sorprendidas que su madre.

"¡NARUTO!" La pelicastaña grito el nombre del ojinegro, agradeciéndole a Kami que apareciera en el momento en que más lo necesitaba.

"Naruto…" La pelinegra menor susurro en voz baja, aunque por un segundo se le formo una leve sonrisa en sus labios.

El pelinegro sin decir una palabra se dirigió hacia a ellas tres, agarrando el borde de la base del techo para empezar a levantarlo lentamente provocando que la madera crujiera por la fuerza ejercida. Ninguna de las tres podía creer lo que estaban presenciando, pero sacudieron la cabeza dejando de lado eso por el momento porque no es el momento de preguntar o hablar.

Irina junto a Mikasa pudieron sacar a Carla de entre la casa en ruinas con algo de dificultad porque trataban de no moverla tanto por las heridas serias que ella tiene, que la podrían matar en las próximas horas si no se trataban a tiempo. Cuando Naruto se dio cuenta que ya habían sacado a la mujer de entre las ruinas soltó la viga de madera provocando un ruido sordo en este cuando toco el suelo, para que seguidamente se diera la vuelta para enfrentarlas cara a cara.

"¡Sra. Jaeger!" Naruto dijo muy preocupado, agachándose al nivel de la mujer.

Ella al escuchar el nombre nivelo su mirada en el chico, pero su mirada estaba muy débil por la pérdida de sangre producto de un pulmón perforado y el daño causado a su parte inferior del cuerpo por motivo del aplastamiento. Irina al recordar lo que había visto decidió preguntarle cómo había sido posible que levantara esa cosa por sí solo.

"Naruto, pudiste levantar la viga de madera tu solo… ¿Cómo? …" Pero la pelicastaña no pudo terminar sus palabras porque el ojinegro la detuvo poniendo su dedo índice en los labios de la niña.

"Un mago no revela sus secretos." El pelinegro recordó a la ojiverde que se quedó mirándolo con el ceño fruncido.

Luego de esto Naruto metió su mano en el bolsillo de su pantalón sacando un pequeño frasco de vidrio de color rojo con un líquido de color verde dentro, luego destapo dicho frasco y se lo ofreció a Carla.

"… ¿Qué es eso, Naruto?" Carla pregunto con la respiración entre cortada, ya que había perdido una gran cantidad de sangre produciendo que estuviera al borde del desmayo.

Irina y Mikasa se preocuparon mucho al ver el estado de su madre, solo esperando que un milagro pudiera salvarla y eso mismo pasaría en un momento.

"Tranquila, Sra. Jaeger. Esto curara sus heridas casi al instante, quedara fresca como una lechuga." El pelinegro respondió con una sonrisa tranquilizadora.

Irina y Mikasa observaron con asombro el frasco del pelinegro. Carla lo observo con esperanza y sin dudar agarro de las manos de Naruto dicho frasco para seguidamente le diera un trago. El líquido no tenía sabor ni olor produciendo que no fuera desagradable, pero tampoco podía pedir más Porque los remedios de su esposo tienen sabores horribles.

Y tal como Naruto lo había dicho y prometió ese líquido hizo efecto al instante, sintió que su pulmón perforado fue restaurado permitiéndole respirar normalmente y lo mismo paso con sus piernas que las pude sentir como siempre, permitiéndole caminar nuevamente Todo había sido sanado como por arte de magia.

Carla lentamente se levantó del suelo hasta pararse en toda su altura, sorprendiendo y dejando sin palabras a sus dos hijas por lo rápido que se había recuperado de todas sus heridas mortales que podrían haberla matado.

Aunque mucho no pudieron disfrutar el momento de felicidad porque unos pasos ensordecedores saco de sus pensamientos a los cuatro, y el movimiento de un gran pie atrapa la periferia de ellos. Levantaron la vista, encontrándose con un Titán, más pequeño que el vieron por encima del muro, pero grande, sin embargo, su enorme y sonriente boca y su rostro pellizcado hacen que ellas se encojan, mientras que Naruto solo observo de reojo a esa cosa.

Aunque de pronto todos fueron interrumpidos por el sonido del silbido del gas. La primera en darse cuenta del soldado conocido para ellos fue Carla.

"¡Hannes!" La ojiámbar dijo con alivio, el nombre del soldado Miembro de las Tropas Estacionarias.

"Es por eso que quiero unirme a la legión." Irina pensó con una mirada totalmente segura que dirigió hacia el EDM3D (Equipo de Maniobras Tridimensionales) que porta Hannes.

"No hay tiempo de hablar, Carla.", El rubio mayor detuvo a pelinegra mayor de continuar con sus palabras. "Tenemos que escapar de este lugar, los Titanes ya están casi sobre nosotros." El ojiámbar explico con seriedad y un toque de miedo en su voz.

Ella solo asintió con la cabeza en silencio, tomando rápidamente las manos de Irina y Mikasa, además que le dio una mirada al pelinegro para que los siguiera detrás y este último solo asintió con la cabeza a la orden de la mujer. Luego de eso ellas empezaron a correr a un lugar seguro temporal con Hannes escoltándolas detrás.

El ojinegro observo esto con una leve sonrisa porque sabía que había hecho algo bien por una vez. Luego de forma inesperada desvió su mirada hacia un rincón en especial de la casa en ruinas porque reconoció algo muy familiar en dicho lugar, y esto es su preciada mochila de campamento con sus cosas personales, por lo que la tomo sacándola de entre los escombros para seguidamente sacudirle el polvo y luego con tranquilidad se la puso en su espalda con una sonrisa en sus labios.

"Bueno, este día fue muy movido e interesante…" Naruto opino con una extraña mirada en su rostro, para seguidamente empezara a correr detrás de los demás que ya le llevaban una diferencia considerable.

Es el año 845, y la Muralla María ha caído. Irina Jaeger no había perdido a nadie querido para ella, gracias a Naruto y su 'impresionante magia'.

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Continuara…

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Ending

Una imagen en blanco y negro del espacio y que con forme va pasando el tiempo se va adentrando en la tierra atravesando las nubes y por donde pasa la luz, creando rompimientos de gloria. Luego se ve un cuchillo que se va cayendo, atravesando un bosque desde la copa del árbol hasta el suelo.

Sueño, es cuando tu corazón busca comodidad

Tras eso al otro lado del río se puede ver a Mikasa corriendo, con una expresión algo preocupada mientras empieza a salir el cuchillo de antes cubierto de sangre.

Es frágil que tu vida

Mikasa se para y se ve rodeada por cuchillos llenos de sangre que están clavados en el suelo.

Puedes abandonarlos, y sin embargo siempre lo encontraras de nuevo

Luego se ve a Mikasa desde distintos ángulos, mientras empezaba a soplar mucho viento y hace que se le mueva mucho la ropa y que su bufanda se le pegue a la cara, hasta que se la quita haciendo un gesto con la cabeza y se queda mirando fijamente al frente.

Ahora, duerme en paz, mi rabia pulsante, contaminan los deseos que albergo

Ahora aparecen dos aves volando por el cielo y a Mikasa con el uniforme de la Legión de Reconocimiento dentro de la ciudad viendo cómo se marchan volando las aves, hasta que ve venir a Irina, que viene caminando hacia ella cuando es pequeña y con forme va caminando va creciendo.

Antes de que me olvide de ellos, solo para recordar una vez más, en este mundo hermoso y cruel

Luego ambas se paran y se quedan mirando fijamente por unos segundos. Aparece un ave que se va volando por encima de las murallas, y va ascendiendo por encima del cielo hasta llegar al espacio.

Seguimos preguntándonos, porque fuimos nosotros quienes sobrevivieron

Hasta que de pronto Naruto salió detrás de una pared con una sonrisa, caminando lentamente hacia las dos chicas. Ellas al verlo sonrieron muy felices, haciendo lo mismo que el pelinegro.

¿Qué vamos a proteger con nuestra fuerza y nuestra debilidad, si la razón y la lógica ya no son válidas?

Irina y Mikasa estaban a punto de abrazar con fuerza a Naruto, pero Kazumi las interrumpió apartándolas de su camino para seguidamente darle un fuerte abrazo al pelinegro dejándolas con la boca abierta.

Fin Del Ending

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[¡Corte! Espero que les haya gustado esta nueva historia mía… Creo que esta vez me lucí haciendo este capítulo porque es el más extenso que he escrito hasta ahora, además, estoy haciendo lo mejor que puedo para introducir a Naruto en el canon de Shingeki no kyojin (Attack on Titán), pero sé que valdrá la pena a medida que suba los siguientes capítulos, también les aviso que tardare un poco más de tiempo en subir la segunda parte del primer capítulo porque también estoy trabajando en otras historias que tengo en mi perfil. Bueno eso sería todo hasta el próximo capítulo. ¡Sayonara!]

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El Capitulo Tiene 18000 Palabras.