Habían pasado unos años desde que Sakura había conseguido cambiar todas las Cartas Clow a Cartas Sakura y había convertido la Carta Vacío en Esperanza. Todo volvía a la normalidad o, más o menos normal…
Eriol seguía viviendo en Londres junto con sus guardianes, aunque a pesar del secretismo absoluto de la vida privada del mago, se sabía que él y la señorita Mitzuki habían terminado su relación y esta se había ido a vivir a otro país para seguir con sus estudios. De vez en cuando Eriol realizaba una corta llamada o mandaba una carta a la dueña de la que una vez fueron sus Cartas.
Sakura por su parte intentaba seguir con su vida normal ahora que su padre y su hermano estaban al corriente de todas las novedades sobre las Cartas, los guardianes y Clow Reed. Fujitaka iba asimilando poco a poco lo que suponía ser una parte, aunque fuera pequeña, del alma del Mago más poderoso que ha existido, Clow Reed. Además, tenía que aprender y practicar con su nueva magia, la cual le había permitido poder "ver" a su querida Nadeshiko. Para esto contaba con la ayuda de sus hijos y de los guardianes, aunque principalmente era la ayuda de Kero, ya que Yue se rehusaba a ayudar o a prestar la mínima atención al hombre que también poseía parte del alma de su amado amo y creador. Aunque entendía que él no tenía culpa ni era consciente de quien era ni de lo mucho que el guardián había amado al hombre dueño del alma que él poseía, no podía soportar estar cerca demasiado tiempo. En cambio, tenía a Touya quien era un gran apoyo para el guardián, con quien había creado un vínculo especial y le era de gran ayuda en los momentos en los que necesitaba compañía. En realidad, estos dos se parecían en gran manera y no necesitaban de muchas palabras para comunicarse o darse apoyo mutuo. Yukito, por su parte, había asumido que era parte de Yue por lo que comenzaron a crear un vínculo cerrado, donde ambos se complementaban a la perfección en sus respectivas formas, en la que ambos solían estar al tanto de todo lo que giraba en la vida de su par, dado que habían encontrado la forma de comunicarse mentalmente entre ellos. Gracias a todo esto, Yukito asumía y comprendía la estrecha relación surgida entre su amado To-ya y su par.
Con todos estos cambios, Sakura ocasionalmente llamaba o escribía a Londres para comunicar a Eriol todas las dudas, novedades y progresos en su familia, aunque este realmente no le era de gran ayuda a la dueña de las Cartas, siempre le acababa respondiendo lo justamente necesario para resolver sus dudas o felicitarla por los progresos de su nueva mágica familia. Aunque últimamente, en las últimas llamadas realizadas a la mansión Hiragizawa habían respondido los guardianes, y las veces que lo hacía el mago eran respuestas cortas y cordiales, aunque Sakura notaba que algo, seguramente malo, le estaba preocupando a su querido amigo Eriol.
Los únicos que sí habían creado una estrecha relación de camarería, aunque ellos la llamaran rivalidad, eran los guardianes solares Keroberos y Spinel Sun, los cuales habían encontrado una gran afición en los videojuegos, donde a pesar de la distancia podían seguir compitiendo online sobre su fuerza y majestuosidad como guardián solar. Esto les permitía estar comunicados entre sí mediante los videojuegos y así estar enterados con casi todo detalle lo que realmente estaba ocurriendo entre las dos familias mágicas.
