—"La homosexualidad se ha documentado en cientos de especies. La homofobia, sólo une una. ¿Quien es el 'raro anormal' ahora?"
—¡Muere!—exclamaba Lee mientras con una pistola apuntaba peligrosamente a Yuuki.—¿Quien es el mejor ahora?
—Yo, mi querido Lee.—dijo Yuuki con un fingido orgullo y una gran confianza en sí mismo y su forma de hablar.—Yo soy el mejor.
Lee arqueo una ceja y sonrió provocativamente para Yuuki. Provocándolo. Invitándolo a caer en su trampa.
—Lo repetiré, ¡muere!—dilo Lee, finalmente soltando el gatillo de su pistola y logrando atacar a Yuuki. De agua. Yuuki abrió excesivamente los ojos y lo miro con un gran asombro.
—¡Me has disparado!—exclamo Yuuki, fingiendo ser un divo. Yuuki levanto su pistola y le disparó a Lee, mojándole completamente todas las prendas. Lee le volvió a disparar a Yuuki, esta vez mojándole como el Rubio hizo con el.—¡Oh, esto es guerra!
—¿Oigan, han visto a...?—intervino Sasori, intentando hablar, pero antes de terminar su oración ya se encontraba totalmente húmedo por los disparos de Yuuki y Lee contra el. Abrió excesivamente la boca y dejo salir algunos jadeos.—¿Qué demonios les pasa?
—En la guerra, todo lo vale.—dijo Yuuki con una sonrisa y un tono travieso. Sasori lo miro aun sin comprender. Sinceramente Yuuki y Lee en estos momentos parecían unos locos maniáticos frente a los ojos de Sasori.
—Hay que atacarlos a ellos, ¡a todos!—dijo Lee. Sasori los miro extrañados, pero luego sonrió torcidamente.
—¿Puedo...ayudarlos?—pregunto Sasori, con un tono algo extraño que lo hacía parecer un obsesionado extraterrestre. Yuuki y Lee se dedicaron miradas por un segundo.
—Carga tu arma, soldado.—dijo Lee, sonriendole. Sasori le guiño el ojo.
—Ya estaba preparado.—contesta el peliazul. Yuuki con señas le indica que comience a correr, y lo hace. Sasori recorre rápidamente todo el árido lugar hasta encontrarse con cierto pelinegro. Makoto. Momento de silencio.
—Hola—dice el pelinegro sonriente. Sasori vigila que nadie este viéndolos. Delicadamente se acerca al pelinegro y junto sus labios dulcemente con los de el. Ambos se dedican una enamorada mirada. Así es, Makoto y Sasori desde la mitad de las vacaciones llevaban una secreta relación que iba más allá de una amistad, la cual había nacido por la cercanía que habían mantenido juntos, y la soledad que atormentaba a Makoto.
—Oye...Lo siento—dice Sasori, para luego disparar. Makoto solo atinó a echarse para atrás, sin embargo eso no evito que terminara totalmente mojado. Makoto sacó su pistola y atacó a Sasori justo en el rostro. Ambos se echaron a reír juntos.—Dispara a quien más encuentres.
Sasori le dio un rápido beso a Makoto y siguió corriendo. Makoto sonrió débilmente y contuvo el aire para sus adentros. Luego lo soltó.
—Esto es demasiado bueno para alguien como yo. Probablemente una trampa...y la buena suerte que tanto merecía. Que honor. Que pesadilla. Subjetividad, por supuesto. Para mi otra mitad...todo será así, siempre. Dividido en dos, con una luz y una oscuridad.—pensó el pelinegro, empezando a sentirse algo triste.
Pero prefirió ignorarlo, y simplemente empezó a correr, buscando a otra persona a quien atacar.
Los 12 amigos se reunieron luego de su larga y entretenida guerra de agua. Estaban Yuuki, Kaito, Lee, Thoru, Sasori, Makoto, Ciel, Nagato, Yagane, Sakura, Ymr y Kitty, como los mejores amigos que eran.
—Mañana comienzan las clases...—comento Kitty, no muy sonriente con esa idea en su mente.—Se me hace aburrido volver a ver la cara de sapo de Kokoru-sensei.
—¿A quien no?—le dice Nagato, colocándose al lado de la rubia y abrazándola con un brazo.—El segundo trimestre del año...una lata más.
—¡Sí!—coincidieron todos, para luego reír grupalmente.
—¿Creen que...mañana ella...vuelva?—cuestiono Ciel con inseguridad. Thoru negó con la cabeza, sorprendiendo a todos.
—Realmente lo dudo. Además, tiene aun tanto tiempo...—dijo el pelirrojo, colocándose algo nostálgico.—Pronto la veré, pero no me preocupa.
—Tengo el presentimiento de...de que ella no volverá.—dijo el pelirrojo, con total seriedad.
—Deja de pensar en eso, es algo dañino ese tipo de mentalidad.—le aconsejo Yagane, mirándolo con piedad. Thoru lo miro con indiferencia.
—Tu factor mental de la nostalgia no funcionara, te lo aseguro.—le contesto Thoru, mirándolo con una leve sonrisa. Thoru, con el tiempo empezaba a recuperar su actitud de antes, solo que le faltaba un punto para estar totalmente levantado y victorioso. La seguridad. Thoru en todas las vacaciones estuvo saliendo junto a Kaede Yukina, la presidenta de su FanClub. Y aunque Thoru se sentía bien y acompañado, no podía evitar recordar con tristeza y angustia a Konan, la persona que siempre invadía sus sueños y mente en las frías noches de la soledad.—Solo es aceptar la realidad. Ella no volverá.
—Pero lo prometió—dijo Sakura inocentemente, con una triste sonrisa. Lee la miro con enfado.
—La gente miente.—le recalco Makoto, mirándola con seriedad.
—Konan no es gente.—dijo Ymr, alegre. Al parecer a la pelirroja no podían contagiarla de pena por nada, y eso inspiraba al resto a ser feliz. De cierta forma, Ymr resultaba ser inspiradora para el resto.
—Es una muñeca de porcelana en Halloween—le recordó Kaito, con una sonrisa reprimida.—Mizaki...es una persona extraña. Aunque suene extraño, logramos volvernos casi los mejores amigos cuando nadie nos veía. Escondidos entre las sombras, los rincones...a ninguno de nosotros nos gustaba mucho la luz, ni las grandes multitudes, así que preferíamos estar en la oscuridad...era divertido. Ella no era tan extraña como parecía.
—Lindo.—dijo Thoru, intentando evitar volver esta conversación más larga. De un momento tomo una pistola y le disparó directamente a Kaito. El pelinegro solo lo miro sorprendido e histérico.—¡Cállate!
—¡Ay!¿estas sensible?—dijo Kaito, tomando otra pistola y disparándole al pelirrojo.—No me importa Thoru. Simplemente no me importa.
Thoru le volvió a disparar, pero esta vez se detuvo y de su mochila saco un maletín lleno de polvos de distintos colores clasificados en bolsas. Tomo una bolsa rosada y le arrojo polvos a Kaito en el rostro. El rostro de Kaito pareció el de un extraterrestre bastante bello. Kaito le robo un polvo verde y se lo arrojo al rostro, así Thoru también transformándose en un atractivo extraterrestre.
—¿Quieres luchar? ¡Lucharemos! ¡Todos!—exclamo Kaito, lanzandole a sus amigos bolsas de distintos colores a cada uno de ellos y ellas. Finalmente luego de luchar tonta y ridículamente y lanzarse polvos los amigos se retiraron del lugar en que se encontraban, comprendiendo la dura realidad y considerado infierno que iba a comenzar.
El primer día de clases. Y eso resultaba ser mucho más doloroso y complicado que todos los romances y problemas que habían vivido. Y obviamente mucho peor. Casi una catástrofe, o tal vez más.
