Disclaimer: Haikyuu! pertenece a Furudate Haruichi.
Tooru ve a las personas pasar, la multitud que se engloba en las calles de Tokio y él, quieto, como un ente sin vida que se ha detenido, fallado, pero al ser una pieza tan diminuta en esa máquina inmensa pasa desapercibido.
No importa si el se mueve o no junto a los demás. No afecta el curso general, sólo el suyo.
Tooru ve el cielo contaminado de Tokio, ve las contadas estrellas que entran en su campo de visión: opacadas como su vista ante las agrupadas lágrimas en sus ojos.
La gente parece hartarse de él. Ya no lo evitan ni lo esquivan, no se preocupan por él y siguen caminando recto, cuerpos ajenos chocan contra el de Tooru y lo arrastran a través de la calle.
Tooru ve como es desechado, como todos continúan caminando y nadie se detiene a mirarlo.
Nadie, nadie.
Sin embargo.
Tooru ve a alguien que se abre paso, empujando a la multitud. Escucha los pasos apresurados y una respiración agitada.
—¡Gran rey!
Esa persona salta, su último impulso para quedar fuera de la turba de ciudadanos y cae encima suyo. La sorpresa y la molestia en su pecho se vuelven factores para que pierda el equilibrio, tiene que aferrarse al cuerpo ajeno y se tabalea por el poco espacio libre que hay a su alrededor. A la otra persona parece no molestarle aquello y, a pesar de que Tooru se remueve incómodo, no hace ademán de alejarse.
—Iwaizumi-san me llamó.— Dice, Tooru se siente cada vez más incómodo ante esos ojos fijos en él. —Me llamó y... ¡Oikawa-san, puedes hacerlo! No tienes que pedirme permiso; yo lo apoyaré.—
Tooru ahora solo ve cabello anaranjado, evita mirar los ojos marrones aún fijos en él. Solo ve eso, nada más.
—Te apoyaré.— Repite y enfatiza. Sus dedos se aferran a los hombros de Tooru y su rostro se acerca al de él. —Apoyaré al Gran rey, apoyaré a Oikawa-san... te apoyaré.
Y era todo lo que veía. Hinata siendo todo el campo de visión de Tooru.
Así fue.
Tooru solo vio a Hinata. Entre análisis, entre paredes blancas. Únicamente lo veía a él: ojos marrones, sonrisa y chillón cabello naranja.
Nada más, nadie más.
Tooru ve a Hinata e ignora a los doctores y enfermeras que tratan de mantener la calma a su alrededor, no escucha las ordenes de uno de los doctores a las enfermeras ni el llanto desconsolado de su madre.
Se enfoca en una cosa, sólo una.
El joven que tratan de retener, que grita y patalea. Esa persona exclama su nombre repetidas veces, y Tooru ignora el dolor en todo su cuerpo para sonreír.
Tooru ve a Shouyou, y no vuelve a ver algo más.
Cuando escribes después de tanto tiempo y no reconoces lo que escribes, ah. ~
Soy un asco escribiendo cosas muy largas y, al mismo tiempo, nunca me siento conforme con lo corto que escribo lol. Espero que haya sido de su agrado ¡Gracias por tomarse el tiempo de leer!
Pd: Dejó esto como complete pero quiero escribir esto desde el punto de Hinata... un día, tal vez.
