Skip Beat no me pertenece.

Summary: Kyoko pide un deseo en un momento de frustración... Quiere ver a Corn.


Regresa a mi.


Había momentos en los que Kyoko no encontraba salida a los pensamientos que perturbaban su mente. Muchas cosas no comprendía.

Ya era una de las jóvenes actrices promesa del momento y muchos auguraban un futuro prometedor, pero no salía de ese personaje tipo: La antagonista.

Ser antagonista era divertido, al menos no tenías que derramar tantas lágrimas cómo la protagonista. Y en cuanto a su experiencia en el tema, ella sabía ciertas cosas.

Es interesante hacer del malo un personaje que tienda a caer bien, (Natsu y Mio respectivamente... El público las amaba) salvo por un único rasgo de carácter que hace que sea una amenaza para el mundo o para quien sea. Es sencillo demostrando que tiene inclinaciones positivas aunque sus medios sean deplorables.

Pero el momento había llegado, una propuesta para hacer del personaje principal, martil y abnegada jovencita en busca de sus sueños...

El personaje le perturbaba. quería tirarse de los cabellos, darse contra una pared de ladrillos...

Y finalmente había llegado a una conclusión: Ser la buena de la película apesta.

Era la chica buena y linda enamorada de un típico patán. No sabía de donde venía ese sentimiento, el sentimiento de ya haberlo vivido. Bufo molesta, recordando a Sho.

Negó fervientemente con a cabeza, alejando a los demonios exterminadores de ángeles que querían salir a la luz en ese mismo momento.

Y se encontraba ahora mismo ensayando su guión con el actor quien sería su co-estrella, un lindo hombre que se había presentado a la audición y quedó seleccionado.

Búscame...—Dijo ella en un susurro, usando un vidrio en donde estaba aquel hombre, en frente de ella.

—Entonces, deja de esconderte.—Escuchó su melodiosa voz.

Ella poco a poco fue perdiendo el brillo de sus ojos y miró al frente...

No te estas esforzando lo suficiente.

Nunca es suficiente lo que otros hacemos por ti.—Kyoko podía ver que él estaba metido en su papel. Frío y cruel, como con el corazón partido... Un autentico capullo si lo preguntan.

— Nunca podrás escapar de tu corazón, así que es mejor que escuches lo que tiene que decirte...—Dijo ella y poco a poco se alejo del vidrio con un paso digno de una reina mientras el reía de lado antes de voltear el rostro con aire abatido y tomar un camino diferente.

¡Corte!—Gritó el director—Primera toma, se queda. Gracias por vuestro trabajo. Continuaremos mañana.

Kyoko se dirigió a cambiarse de ropa, mientras leía nerviosa el beso que no había podido hacer... Lo habían pospuesto para el siguiente día.

Estaba de los nervios.

Buscó a Corn, encontrándolo en su bolso de mano.

Camino despacio hasta que sus pasos la llevaron a LME, estaba a dos cuadras de la agencia, fue a dejar algunas cosas, pensando en como hacer todo aquello, estaba descendiendo por unas escaleras cuando desesperadamente dijo:

¡Cron, por favor, regresa a mi!—Pidió y nada sucedió. Quizás la magia estaba dormida ese día.

Estaba desesperada. Ella pudo besar a Corn, ¿Por qué a otro no? Solo era un trabajo.

La piedra resbaló de sus manos y cayó escaleras abajo.

¡Corn!—Chillo alarmada, bajando las escaleras casi corriendo.

Entonces le vio, él estaba allí, no Corn...

Tsuruga Ren recogió la piedra y una sonrisita casi melancólica apareció en sus labios.

Kyoko intentó frenar, de veras que lo intentó, terminó estrellada contra el actor que de inmediato la agarró entre sus brazos para no dejarle caer.

Tranquila Mogami-san... Cron esta bien...—Murmuró cerca del oído de la joven. Entregándole la piedra.—¿Ya no tienes nada que hacer?

Kyoko negó, aún sentía ese escalofrío que recorrió todo su cuerpo y que le impedía hablar.

¿Quieres que te leve a casa?—Ella sonrojada asintió.—Vamos.

P-Pero, Tsuruga-san, no iba subiendo.

Solo estaba estirando las piernas.—Murmuró nervioso y siguió caminando con ella a su lado.

Ella aún aferraba a Corn contra su pecho.

Él, como el caballero que era, abrió la puerta del coche para ella.

¿Qué es lo que quieres decirme, Corn?—Murmuró a la piedra entre sus manos que en esos momentos tenía un brillo hipnotizador.

Kyoko sin saberlo tenía cerca a su verdadero Corn.

Claro que en la oficina de Lory, este y un manager miraban su respectivo reloj preguntándose el por qué Tsuruga Ren no llegaba...