Yuri! On Ice no es de mi propiedad, si no de Kubo-sensei, Yamamoto y estudios MAPPA.

Advertencia: AU / Flechazo a primera vista.
Pairing: Victuuri «3

Nota: ¡Se lo que deben pensar! ¡¿POR QUÉ SUBE UNA HISTORIA NUEVA SI NO HA SUBIDO LA TERCERA PARTE DE SU OTRO FIC?! Pues bueno gente bonita, la inspiración es una loquilla que juega conmigo hahahaha... Si...
El punto es que les traigo una historia de amor de tranvía, de ese que se miran y se tratan de conocer lo máximo posible en el escaso de tiempo que tienen... Pero prometo hacer lo mejor posible «3

Ahora sin tanto parloteo ¡El fic! :)

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Hay personas que no saben como seguir su propio corazón.

Tomó una enorme bocanada de aire y disfrutó de la sensación de sus pulmones llenándose de la máxima capacidad de aire.

Cuanto iba a echar de menos el aire limpio de Hasetsu, aunque claro, no era lo único que iba a extrañar. Apretó el mango de su pequeña maleta con fuerza y se giró hacia su familia, la cual le miraba orgullosa y nerviosa a la vez.

—Cuídate mucho mi vida...—Mencionó su madre, con un par de lagrimillas en los ojos y una sonrisa quebrada.

—Tranquila mamá, estaré bien.

No, no lo estaré.

—Por favor llámanos cuando llegues ¿Está bien? —Su padre le dedicó una sonrisita pequeña, mientras se recargaba en el marco de la puerta principal.

—Si papá, no te preocupes.

¿Por qué mierda nadie me detiene?

Alzo la mirada a su hermana mayor, quien torció los labios y se cruzó de brazos, resignada le dedico una sonrisa cansada, sin decir nada más.

Mari-neechan, por favor detenme.

No Yuuri, debes hacerlo tu mismo. Toma responsabilidad de tus acciones.

Una última mirada, una última caricia a su fiel perrita, una última sonrisa cargada de fingida emoción y Yuuri Katsuki subió al taxi, dejando atrás a su preocupada familia.

—¿Hicimos bien? —Preguntó la madre, después de un largo silencio mirando por donde se fue su hijo menor.

—Hiroko, Yuuri tiene que tomar sus propias decisiones y responsabilizarse por ellas. Entiendo que quiera ayudarnos a costa de sus sueños...

Tras escuchar eso, la hija mayor bufó por lo bajo, desvió un tanto la mirada molesta y se dio media vuelta para retirarse, dejando a sus padres extrañados por su repentino cambio de actitud.

Mientras se perdía por los pasillos de su hogar, sus pensamientos la llevaban a Yuuri. Esperaba de corazón de su estúpido hermano menor se diera cuenta a tiempo de su error, para que así no termine arrepentido como ella.

Esperaba que Yuuri no fuera conformista...
Como ella.


Yuuri se perdió en el paisaje tras la ventana durante todo el transcurso del viaje, agradeciendo que el chófer respetara su silencio pues no tenía ganas de hablar. Pagó su viaje y caminó tensó hacia la antigua estación de tren, con un terrible debate mental entre ir o no ir, su corazón rogaba por detenerse y volver, para no abandonar su sueño... Pero había que ser realista.

Él no podía vivir del arte. Él debía ser un aporte a su familia. Debía.

Mordió su labio inferior y ni cuenta se dio cuando compró un boleto a Fukuoka, mirando el pequeño papelito en sus manos con ganas de llorar ¿Esto era lo que llaman madurar? ¿Crecer?

Yuuri por favor no sigas con esto, no abandones tus sueños.

La voz de su maestra se escuchó tan clara en su cabeza, que se asustó un poco y se giró rápidamente para confirmar que no estuviera tras de él. No estaba ¿Por qué tiene que ser tan terco?

Fue hasta la cafetería de la estación y pidió un latte, quería retrasar el momento de subir al tren lo máximo posible, como si el demorarse frenara mágicamente su trágico destino.

Katsuki era un muchacho inteligente, quizás algo lento con su talento en el hielo y la pintura, pero con una mente brillante. Por lo mismo es que abandonaba el patinaje, el arte, todo, por ir a estudiar Ingeniería a la Universidad de Kyushu, en Fukuoka. Hasta el solo hecho de pensarlo le provocaba un inmenso dolor en el pecho, pero nuevamente comenzaba a racionalizarlo todo. Debía ser un aporte a su hogar, no una carga.

Sus padres le dijeron que no desertara, que siguiese intentándolo. Pero él tenía miedo.

Tenía miedo de intentarlo y fracasar, miedo que no pueda vivir del arte.
Miedo a fallar.

No tenía plan de respaldo por si seguir su sueño artístico le fallaba, vivir del talento es arriesgado y poco seguro. Así que él prefería simplemente aferrarse a algo estable y ser alguien que aporte en la sociedad, porque ¿Un ingeniero es una persona que aporta más que un artista no? Además sus padres estarían orgullosos de él.

Lo que Yuuri siempre ignoró, es que siendo un artista, un ingeniero, abogado, doctor o lo que sea que fuese él, ellos estarían orgullosos. Solo querían que su retoño fuese feliz.

Cosa que ahora parece ser todo lo contrario.
Hubiera deseado que un rayo le cayera encima para no tener que subir ese tren.

Con lo que Yuuri no contaba, es que el destino obra de maneras misteriosas.

Si era listo, aprovecharía esta segunda oportunidad que se le brindaría.


El primer campaneo del tren le dio aviso que ya comenzaba el viaje de su decisión, por lo que con el semblante abatido caminó hasta la entrada del ferrocarril y mostró su boleto al revisor de tren, quien le hizo un gesto algo triste. Tal parecía irradiaba tanta desgracia y fatalidad que todos lo veían con pena.

Genial.

—Aquí tiene, le indicaré su asiento.

Caminaron por los estrechos pasillos del tren, procurando que su maleta de mano no chocara a nadie. Hasta que el hombre mayor le indicó un asiento al final del tren. Fue en ese momento que algo llamó la atención del japones y que por más que intentó no tomarlo en cuenta, le fue imposible.

Porque él pudo prestarle atención a que su asiento era espacioso y tenía una bonita vista al paisaje. Que el cuero del asiento se veía cómodo, que estaba cerca de la puerta por si había una emergencia, que hay un chicle pegado en el borde de la ventana y muchas otras cosas más.

Pero no; Yuuri solo pudo enfocar su atención en el bello hombre que se sentaría frente a él y sería algo así, como su compañero de viaje.

Piel pálida y color de cabello plateado muy poco usual, como si él no fuera japones. Sus ojos fueron la cosa más bella que pudo ver, su forma, su precioso color como el cielo, sus largas y rizadas pestañas, todo en él era bello. No pudo quitarle la mirada en todo el trayecto que dejaba su maleta arriba en el compartimiento y se sentó, aun medio embobado.

A lo que el revisor de tren solo pudo sonreír con gracia, pero lo disimuló muy bien.

—Buen viaje señor.

—Gracias. —La voz del hombre logró sacarlo de su ensoñación y desvió inmediatamente la mirada hacía la ventana, sumamente avergonzado.

Aun así, sus ojos volvían a pedir el rostro del hombre frente a él, solo que ahora sus vistas se conectaron y antes de que Yuuri pudiese correr la mirada, aquel extraño le dedico una hermosa sonrisa amigable.

Él solo pudo sonrojarse y sonreír torpemente, para enseguida concentrarse en el libro que llevaba en sus manos y el cual, había olvidado por completo.


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¡Hasta aquí el cap 1!

Es un proyecto el cual he modificado harto, agregando y quitando cosas que no venían al caso... Teniendo 3 finales posibles y siendo dos muy trágicos... ¡Así que al final después de modificarlo mucho, lo terminé!

Víc y Yuu tendrán lo que uno llamaría "enamoramiento a primera vista" Y aunque no soy muy fan de este tipo de amor, trataré de hacer todo lo humanamente posible para que se fortalezca su 'relación' en el poco /poquísimo/ tiempo que tienen.

Pero el chispazo inicial y la química natural entre ellos siempre ayuda mucho en este tipo de situaciones❤
Tiene unos 4-5 capítulos /Quizás 6/ y serán más o menos así (Este tiene 1107 palabras, que sería como un one-shot).
Espero que este proyecto tenga una buena acogida, porque personalmente me gustó mucho ;_; «3

Los veo en el prox capi :)

Litaaa

PD / POSDATA:

No quiero que se ofendan con esto de que Ingeniería es mejor que estudiar artes. Yo misma viví la situación y mis amigos y familiares también. Es solo el pensamiento MÁS FRECUENTE que todos tenemos, porque si lectores hermosos... Estudiar la vocación que uno desea es difícil cuando hay UNA GRAN PRESIÓN SOCIAL.

Así que a todos los que ignoraron y alejaron las críticas negativas, las malas vibras de la gente con respecto a la carrera elegida, mis aplausos y más grandes felicitaciones. Es de valientes enfrentar al mundo y estudiar lo que uno ama ❤