Una tontería cortita y azucarada, inspirada por un segundo (sí, sólo un segundo) de la nueva promo de Bones.
¿Hay alguien que siga suponiendo que gano con esto algo más que liberar a mi musa?
Miradas
Toda mi vida había sido consciente de provocar miradas en los hombres. Me han elogiado, me han mirado de arriba abajo, y como decía Ángela, me han hecho un escáner corporal completo con la vista.
Y aunque no fuera muy experta, nada experta en realidad, en ese tipo de interacciones sociales, casi siempre he podido reconocer el interés de ellos en esas miradas.
Pero cuando él me mira…
Me siento de nuevo una adolescente.
Me han llegado a temblar las rodillas por una de esas miradas suyas.
Sus ojos marrones, las pequeñisímas, casi imperceptibles arrugas a los lados, la transparencia y la sinceridad juntas.
Algo en mi estomago salta, se mueve, y tengo la sensación de ir en un automovil a toda velocidad y tomar un bache.
Puedo ver tantas cosas en esos segundos en que sus ojos se conectan con los míos, que diría que es científicamente imposible que alguien pueda expresar tanto sólo a través de una mirada.
Pero no es imposible, y lo sé porque mis ojos lo ven.
Veo amor, ternura, alegría.
Veo cariño, respeto.
Veo deseo, sensualidad, lujuria.
Me veo a mí misma como algo preciado por él.
Me veo protegida, cuidada, y aunque me precie de mi independencia, es muy agradable saber que él está ahí para cuidar de mí y de nuestro bebé.
Veo una familia, de ese tipo de familia que no te abandona.
Veo un futuro a su lado, y me permito imaginarlo feliz, sólo porque él estará ahí para mirarme.
¿Les gustó?
