Hoolaas, bueno me he decidido a hacer un fic sobre este anime que tanto me encanta desde que era pequeña. No he leido muchos fics de este anime, así que no se si se parecerá a alguno que haya sido escrito antes, pero me ha venido la inspiración hace solo un rato.
Aquí dejo el primer capítulo. No voy a decir que vaya a publicar regularmente, pero si digo que intentaré acabar el fic, y tambien terminar otros que he dejado por la mitad sobre otros animes.
Detective Conan – Un giro inesperado
(Situado antes de la llegada de Ai Haibara)
Detective Conan no me pertenece
Capitulo I – Narrado por Ran
Iba caminando hacia el instituto, pensando en que Conan últimamente se comportaba de una forma extraña. ¿Qué le ocurría? Solía encontrarle con la mirada perdida, pensando en a saber que cosas, y cuando le decía algo, cambiaba completamente la cara y se comportaba de un modo exageradamente infantil, como si quisiera fingir algo que no es.
De un momento a otro me di cuenta de que me había desviado de mi recorrido habitual hacia el instituto, ya que hoy iba sola porque Sonoko estaba enferma. ¿En qué momento había girado por una calle que no era?
Mientras me preguntaba eso, me di cuenta de que justo enfrente de un callejón entraba un hombre muy extraño vestido de negro. Eso me recordó a cuando Shinichi se fue siguiendo a aquellos dos hombres, y un extraño impulso me llevó a entrar al callejón para saber que estaba ocurriendo cuando, de repente, oí un disparo. Ese sonido me aceleró el corazón y corrí a ver que estaba sucediendo. Pero, entonces, sólo sentí dolor. Un dolor agudo que me taladraba la cabeza.
Alguien me había golpeado en la cabeza y yo sólo pude caer al suelo, mientras oía hablar a dos personas:
- Vaya Vodka, mira lo que tenemos aquí. ¿No es la misma chica que iba con aquel detective adolescente? ¿Qué te parece si la dejamos ir al mismo sitio donde fue su amiguito? -dijo mientras se escuchaba el sonido de un maletín abriéndose
- Claro Gin, ¿por qué no?
Y entonces, justo antes de perder el conocimiento, sentí como me metían algo en la boca, y no pude resistir a tragarmelo porque sino acabaría ahogándome.
De un momento a otro me sentí más despierta que nunca, y un calor extraño empezó a invadirme todo el cuerpo, hasta que se hizo insoportable. Fui viendo como el calor se transformaba en dolor, y vi pasar el color del cielo, de un azul claro a anaranjado, llegando al anochecer. Y fue entonces cuando al fín pude conseguir las fuerzas para levantarme.
Veía el mundo de otra manera, pero no le dí importancia y decidí dirigirme a la comisaría para denunciar lo que había pasado, cuando ví mi reflejo en el escaparate de una tienda.
Aquello no podía ser posible. ¿O sí?
