¡Ya sé, ya sé...., pero es que no lo consigo evitar! u.u, apenas se me ocurren ideas, no puedo evitar plasmarla y publicarla.
A pesar del comienzo, es un Ranma & Akane, de verdad. Espero que les guste, pese a toooodas las historias que me quedan por editar ^^.
OSCURO DESTINO
Espera con calma y paciencia, una explicación.
¡Y pensar que esa mañana había llegado a la residencia Tendo saltando de gozo!, y ahora se encuentra en un momento tenso, lleno de preocupación y con el corazón casi saliéndose del pecho.
-…. ¿y bien, Akane?- cuestiona en un tono disimuladamente calmo.
Ella alza la mirada, enredándola con la suya, y entonces, él nota en ellos la ausencia del brillo, una mirada fría.... endemoniadamente fría era la que le dirigía.
-Te fuiste, te fuiste sin decir nada a nadie ¡sólo dejaste una carta, una sola carta y ya no volviste a escribir!- habló con voz seca, con la neutralidad expresándose con desbocada naturalidad en su rostro- Te fuiste por tres años- ahora sonríe con amargura- ¿acaso pretendías que me quedara aquí esperándote por siempre, habiendo una alta posibilidad de que nunca regresaras? No, Ranma, te equivocaste, yo no me iba a resignar a esperar a alguien a quién simplemente no amo- calla, y lo sigue observando con la misma frialdad que es capaz de entregar, ajena es a lo que ocurre en el interior de ese hombre de mirar claro y presencia intimidante. Lo observa silencioso, pero también seguro, una sonrisa intenta esbozarse con atrevimiento, pero ella consigue reprimirla.
Esconde y reprime sus emociones, puesto que no existe esa seguridad que se muestra, porque nunca permitiría que le vieran tan vulnerable, tan dolido, y menos si se trata de ella, y es que nunca antes ha sido rechazado por una dama, y el dolor es más intenso tratándose precísamente de ESA dama, así es que la situación es desagradablemente nueva y puede jactarse de ser desgarradoramente inolvidable.
Nunca antes más impotente, siente que pierde a la mujer que ama, ¡no debió descuidarla!, pero ella abre su boca con maldad y continúa con la explicación que él tanto le exigía.
-…En estos tres años existió alguien que nunca me humilló, que en lugar de eso me brindó una relación maravillosa, una que tú nunca supiste entregarme….- sin piedad prosigue, y para decorar la frase, añade un- Lo siento.
Aprieta los labios, inconcebible, ¡cómo no se le pasó por la cabeza que esto podía ocurrir!
-¿Desde cuándo...?- cuestiona reprimiendo su tono de voz.
-Desde hace dos años y medio- responde con naturalidad.
Rápidamente, se acerca a ella invadiendo de tal forma su denominado espacio personal, la sostiene entre él y la pared impidiendo su escape.
-¿Por qué....?- cuestiona, mirándola fijamente a los ojos ya sin importarle que ella pueda percibir su dolor, que no es tan propio porque no le molesta ya compartirlo- Mencioné en la carta que volvería, Akane... ¡maldición, lo mencioné!!
-No era seguro, tardaste mucho- responde simplemente.
No, ella no es la Akane que conoció, ¡tres años y el cambio ya es notable!. Tragándose el deseo de besarla para demostrar el dominio que cree poseer aún sobre ella, se aleja, pero esto no significó su silencio.
-No te preocupes…Akane- sonríe ésta vez él- Tengo bastantes pretendientes. Qué seas muy feliz con ese 'desdichado', que yo también lo seré con la afortunada a quién escoja.
Conduce sus pasos a la ventana del cuarto, y se marcha sin esperar su respuesta.
Rapidez, ésta siempre se consideró su mejor arma, pero nunca creyó utilizarla para.... ¿huir?
Sí, huye de ella. Necesita escapar de ella, del dolor que ella simboliza ahora para él.
Siempre creyó que necesitaba de la cura para ser digno de Akane, para casarse, para formar una familia, para unir su vida a la mujer que ama...., pero nunca pensó que este anhelo podía significar su desgracia en toda su plenitud, intercambiar una maldición por otra quizás peor, arruinar su vida en cuestión de años... sí, de años, tres para ser específicos. ¡Y tanta alegría que cargaba cuando estaba de regreso! La emoción de ser rodeado por los brazos de Akane, de ser bien recibido después de tres años de ausencia, de extrañarla... de soñarla... de entregarle devoción a una fotografía... de ella.
Se cansa y su andar se vuelve lento.
Sonríe con amargura al concebirse ingenuo. ¡Tres años! Es elemental que ella rehaga su vida al lado de otro, que osa a ocupar su lugar.
-¿Qué pasa, Airen?- oye cuestionar.
Se detiene, y sin voltear, contesta con altanería.
-¡Shampoo, no estoy de humor para tus juegos!!- alza la voz.
Las primeras gotas se dejan caer de lo alto, como regalo divino inapropiado o quizás como un mal augurio, pero desdichadamente, al receptor no le llega como tal.
Sí, es ahora cuando la transformación corporal debería de efectuarse, pero no, lo que en lugar de alegrarlo, consiguió hacerle sentir el ser más estúpido sobre la faz de la tierra, porque su felicidad ya quedó en el más profundo olvido para ser sustituida por la peor de las emociones.
-¡Shampoo todavía está feliz de que airen haya pensado en ella!!- chilla la mujer, plantándose frente a él 'sin notar' que su adorado trajecillo se adhiere a su piel por la fuerza 'magnética' que posee el agua sobre los cuerpos con ropa, por ello considera que la lluvia no ha podido ser más oportuna- ¡Gracias a airen Shampoo ya no transformarse y no asustar a futuro esposo!! Bueno, sólo queda que airen se decida, pero ya sólo quedamos dos porque 'chica de la espátula' se ha perdido con 'chico perdido' desde hace meses. Sólo queda Shampoo y la 'chica del mazo'.
-No, ella ya no queda- corrige de manera inmediata y casi insensata, ni siquiera se dio tiempo para sorprenderse por lo dicho de Ukyo y de Ryoga, porque a estas alturas, poco le importa la vida personal de otros.
-¡Ya no hay excusas!- chilla con felicidad- Ahora sí casarse con Shampoo- dice antes de besar al hombre que tampoco hizo lo propio por evitar el contacto.
Cierto, ya no tiene excusas, ya no hay 'otras' prometidas, reclamar el que no siente nada por la chinita sólo le traería problemas.
Kodachi le es completamente inútil, no hay ningún papel que lo ligue a ella como para usarla de excusa.
Nada, no hay escapatoria.
La obligación será su peor enemiga, de ahora en adelante.
Dos años después……
Atada de pies y manos, con el mismo miedo al que ya está acostumbrada, pero que se niega a abandonarle. Sí, teme que se canse de 'alimentarla', pero... si viene haciéndolo desde hace cinco años, ¿por qué lo haría ahora? Quizás la maldad que se deja ver en sus ojos cada tarde cuando la visita para entregarle su 'buena acción' y ofrecerle la única comida del día, quizás porque todavía se halla en ese frío cuarto, pequeño, testigo de su sufrimiento silencioso.... aún espera, pero ya han sido dos años los que el destino le ha quitado, cinco años aguardando su rescate el que nunca llega.
Extraña a su familia, extraña su vida, a sus amigos, y lo extraña a él, a su prometido, porque desde esa vez en que desapareció dejando apenas una carta advirtiendo su viaje a China,.... Ya no le ha vuelvo a ver.
'¡Ayuda!' grita en silencio... las lágrimas otra vez consiguen humedecer levemente el pedazo de género que hace inútiles sus esfuerzos por emitir, y que se anuda con fuerza por detrás, sobre su larga cabellera azulada, otra vez intenta separar sus brazos, uno del otro, pero la soga que une sus manos se lo impide y cada forcejeo significa un intenso dolor en las heridas que ya tiene, lo mismo con sus piernas.
'¡¿Qué he hecho….?!', porque el destino cuando quiere, puede ser cruel con los inocentes.
Continuará….
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