John se columpiaba lentamente, observando el cielo azul frente a él. Siempre que se sentaba ahí, en ese ya viejo y raido columpio, suspiraba algo decaido mientras observaba las aves volar. Día tras día las nubes lo saludaban, las aves le tendían la invitación y él lo único que podía hacer era sentarse ahí y columpiarse. Columpiarse y sentir que así estaría al menos dos metros más cercano al cielo.
Sus grandes ojos se cerraron para dar paso a su imaginación. Se veía a sí mismo, volando junto a las aves a través del cielo azul, sonriente. El fresco viento contra su cara brindándole aquella soñada libertad que siempre anheló, las alas que siempre soñó tener batiéndose graciosas en el aire para dar paso al glorioso cielo frente a él. Un instante fuera de la realidad bastó para hacerle caer.
Ahí estaba él ahora, en el suelo, una herida abierta, su brazo roto por culpa de la mala caída. El dolor era insoportable, como si una cuchilla atravezara su carne y se quedara ahí. Se quedó inmovil, sin ser capaz de gritar, sus ojos cegados por el dolor aún hacia el cielo.
"¿Por qué para alcanzar lo que se quiere o para estar cerca de lo que se siempre debe uno dañarse?... No lo comprendo"
Cerró sus ojos. No los volvió a abrir hasta que escuchó a su padre cuando le fue a buscar.
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Lo escribí en mi estado de facebook por culpa de una canción que me saltó en tumblr y no sé cómo se llama. Drabble cortito y algo triste, whatever.
Erhm... ¿qué puedo decir? Uno de mis headcanons de John dice que él amaba usar el columpio porque sentía que así podía estar cerca de volar. Agarré eso y lo hice triste, perfecto.
