Bueno, esta es mi versión del final del manga. No seran demasiados capítulos, pero estoy segura de que les va a gustar.

De ante mano pido perdón por las fallas en el documento, en realidad no cuento con mucho tiempo este día pero me moriria de ansiedad si no lo subia hoy. Prometo editarlo muy pronto.

Sin más que agregar, me despido deseando con todo mi corazón que les guste.

PD: Esta historia continua apartir del capítulo 84.

PD 2: Hay algunas cosas que no tendrán sentido para ustes, por eso al final de todo (no de cada capítulo) aclararé todas sus dudas.

Declaración: Este manga y sus personajes le pertenecen a Ai Yazawa.


No la necesitas más a tu lado…

El ambiente se había vuelto incómodo aun cuando Nobu se había llevado a Yuri. Nada podía disipar sus palabras, que al final de cuentas eran ciertas.

—Voy a dormir — anuncie caminando hacia la puerta.

Yasu y Miu no dijeron nada, solo me observaron atravesar la puerta meditabunda. Evite tropezar con Hachiko y Shin mientras hablaban de Reira y su profundo amor por Takumi, y de los planes de Hachi para ir a verla. No necesito esto.

Sin darme cuenta acabe en la habitación de Ren y me paralice en seguida, el olor del incienso inundaba mis fosas nasales, la fotografía de un Ren sonriente, que jamás volvería a tocar, me hizo por primera vez en ese medio mes, llorar.

Me estaba desmoronando a pedazos.

Sabía que había llegado el momento de separarme de Hachi pero eso no lo hacía más fácil, y sin Ren mi corazón estaba completamente vacío.

— ¿Podrías llevarme contigo?... — le pregunte sin obtener respuesta.

A mi mente acudió la fiesta de cumpleaños de Reira, sonriendo al recordar que Ren casi me asfixia con su corbata mientras hacíamos el amor. — me pidió que no muriera y yo le respondí que lo esperaría al otro lado del rio Sanzu.

— ¿Me estas esperando tú? — susurre, preguntándomelo en serio.

Sentada en el suelo sin hacer nada más que ver tu imagen, Ren, me pregunto si será doloroso morir. ¿Sentiría miedo? ¿Sentiste miedo?

Una repentina y dolorosa punzada en mi cabeza me hizo jadear.

—Ahhh, joder, que dolor.

—Es que has bebido demasiado — Mi cuello crujió al dar vuelta tan rápido a la cabeza.

—Hachi ... - susurro.

—Regresamos al salón y tú ya te habías ido —sonrió melancólica mientras se sentaba en el suelo—. No pensé que vendrías aquí.

Baje la mirada, en realidad no había sido mi intensión entrar, solo estaba huyendo, otra vez. Había huido de Ren, de lo que sentía por él y ahora ya no estaba a mi lado.

— ¿Qué has sabido de Takumi? — pregunte sorprendiéndola. Necesitaba una buena dosis de realidad.

—Etto, él no…yo…

—Vamos corta con eso — le dije seria— ¿Lo has llamado?

Ella asintió.

— ¿Y?...

—Eso no importa ahora — ¿Qué significaba eso? ¿Quizás Takumi le esté pidiendo que regrese a su lado y Hachiko no quiere decírmelo?

Trague saliva pero me obligue a permanecer tranquila. ¿De que serviría alterarse?, aunque si lo pensaba con detenimiento, si me lanzaba a los pies de Hachiko rogándole que no me dejara, ella lo haría.

Pero sería por ¿Lastima?

¿Extraña ella a Takumi?

—Vaya, ese sujeto debería ocuparse más de su esposa y su hijo — dije fingiendo indiferencia.

Nana me vio con asombro.

—P-pero que dices, Takumi se encarga bien de mí.

¿Por qué saltas y lo defiendes?

—En finnnn — me estire para que sonara más casual—. Cuando regreses a tu piso asegúrate de llamarme todos los días — le guiñe un ojo —. Recuerda que no puedo salir de aquí, soy demasiado famosa.

Hachiko se rio pero inmediatamente la expresión en su rostro me dijo que no estaba demasiado entusiasmada por la idea de regresar a «casa». Bueno, eso supuse yo, o es lo que quisiera que en realidad sucediera. Soy demasiado egoísta. En el departamento que Takumi ha comprado para ella estará más cómoda, ahí hay todo el lujo que nunca existió ni existirá en nuestro departamento.

Quien era yo para mantenerla a mi lado…Ni siquiera pude hacerlo con Ren…

—Ya es tarde, porque no vas a dormir.

— ¿Tú te quedaras aquí? — me pregunto sorprendida.

Solo asentí.

A Hachi se le ilumino el rostro, seguramente está pensando que rezare y hablare con Ren, así que salió despedida de la habitación. Me quede unos minutos más y sonreí, seguramente todos piensan que estoy loca.

….Era una posibilidad…

Mientras dormía, soñé con Ren...

Fueron cosas hermosas, al menos hasta que mi sueño se transformó en la escena del accidente, con el metal retorcido abrazándose a él hasta quitarle la vida. Me removí inquieta en mi cama, si no podía tenerlo…no quería soñar ni una sola noche con él.

De repente me vi otra vez sin poder respirar…

Estire mi mano debajo de mi almohada, donde se suponía debía estar una bolsa de papel que me estaba acostumbrando a usar.

—No esta — la falta de aire me comenzó a desesperar.

—Nana…— escuche mi nombre pero no a quien me llamaba, mis ojos estaban cerrados—.Nana…

— ¿Ren? —La falta de oxígeno me estaba provocando alucinaciones.

Abrí los ojos pero eso no era garantía de lo que veía era real, en efecto, Ren se acercaba a mí, me sonreía con gentileza, como solo él podía hacerlo. Se inclinó cerca de mi rostro y junto sus labios contra los míos, quizás intentaba llenar mis pulmones de aire o simplemente me besaba porque le dio la real gana.

Me sentía lánguida de repente, como si flotar en el aire. ¿Estaba volando?

Quien sabe, aunque mi tranquilidad fue interrumpida por gritos. No sé de quién se trataba. Yo estoy demasiado tranquila para prestar atención.

—YASU, QUE LE ESTA PASANDO— grito Nobu pero a mí su voz me pareció lejana. —La bolsa no esta funcionando.

—Pónganle algo en la boca— la normalmente serena voz de Yasu se quebró.

¿A quién le iban a poner algo en la boca?

¡Oh oh!

Sentí cuatro pares de brazos rodeándome y luego algo suave dentro de mí boca, no era consciente de lo que me hacían.

—No está hiperventilando… —jadeo Yasu—, está teniendo convulsiones.

Abrí los ojos y me vi a mi misma parada al lado de la puerta con Ren a mi lado

¿Era esa una señal? ¿Iba a morir?

—Tenemos que llevarla a un hospital…— después de eso todo se volvió completamente oscuro y silencioso.


—Lo siento, pero aquí no está permitido fumar— Yasu, Gimpei y Shin, no tuvieron más remedio que echar a la basura su única distracción mientras esperaban noticias sobre Nana.

—Llevan mucho tiempo ahí adentro — Nobu revolvió su cabello—. Joder, cuando piensan salir y decirnos algo.

—Ten paciencia —dijo Kawano—. En cualquier momento los doctores saldrán a informarnos que pasa.

Yasu que usualmente trasmitiría palabras de consuelo, permaneció callado.

— ¿Quieres un café? —pregunto Miu acercándose a él.

—No. — Respondió débilmente— ¿Hachi está bien?

—Cuando la deje estaba metiéndose en la cama. No se ha dado cuenta de nada.

—Es mejor —dijo taciturno.

—Deja de hacerte el fuerte, estas preocupado por Nana, puedo entenderlo.

Yasu apretó la mandíbula, tanto que se le resaltaron un par de venas al lado de los ojos. No llevaba sus habituales lentes oscuros, Nana los había lanzado al piso cuando intentaban inmovilizarla. Todo había transcurrido en fracción de segundos que parecieron eternos.

Nobu abordo a una enfermera que pasaba cerca de ellos. — ¿Cómo esta Nana?

— ¿El medico no ha venido a avisarles?

—JODER NO! —Se alteró sosteniéndola por ambos brazos. — ¿Qué ha pasado con ella? ¿Está bien? PORQUE NADIE DICE NADA.

—Nobu suéltala. —Dijo Kawano, pero él no hacia ademan de obedecer.

—No sé nada —alego la chica con calma. Parecía acostumbrada a ese tipo de ataques—, aun la están revisando, iré a echar un vistazo y vendré a informarles si puedo conseguir algo, aunque les advierto que todo depende del doctor.

Nobu la soltó y dejo caer pesadamente sus brazos a los costados de su cuerpo.

—Gracias…lo siento —susurro.

La joven les regalo una sonrisa antes de alejarse y continuar con sus labores.

—Necesito fumar —Shin salió corriendo sin importarle el llamado de Ginpei.

—Iré a hacerle compañía —dijo este tras lanzar un profundo suspiro.

—Tú también puedes salir a fumar si lo necesitas, yo estaré pendiente —le dijo Miu a Yasu pero este negó con la cabeza.

Un par de minutos después observaron a Shin y Ginpei volver con Hachi a su lado.

— ¿Cómo esta Nana? —pregunto ella con el rostro marcado por la preocupación.

— ¿Cómo te has enterado? —quiso saber Nobu.

—Me desperté y no encontré a nadie, el guardia me lo dijo —negó con la cabeza—. Eso no es importante ahora ¿Cómo esta Nana?

—Aún no han terminado de tratarla —Miu se acercó a ella—. No deberías estar aquí, este lugar no es cómodo y tu…

—No iré a ningún lado, tengo que estar al lado de Nana.

—Disculpen —Todos se giraron al ver a un doctor dirigirse a ellos—. Veo que la sala está llena.

— ¿Cómo se encuentra Nana? ¿Qué le ha pasado?

El hombre sonrió levemente. —Ella está bien, hemos controlado su ataque y en este momento le están haciendo algunos exámenes de rutina.

— ¿Por qué estaba convulsionando? —Pregunto Yasu— ¿Cuál es el motivo?

—Hay muchos factores, puede ser estrés o ansiedad. Tuve la oportunidad de hablar con Osaki-san unos minutos después que la estabilizáramos y me dijo que tuvo un ataque antes y que este se intensifico al no encontrar la bolsa que guarda debajo de su almohada. Como sea, me gustaría que esta noche se quedara en observación, ustedes pueden regresar a sus casas.

—Quiero verla —espeto Hachiko.

—Y podrán hacerlo, enviare a una enfermera para informarles cuando esté lista.

Todos asintieron y tras unas cuantas palabras más con el doctor, permitieron que este se alejara para continuar con sus rondas.


Parpadee mientras me mantenía inmóvil sobre una camilla de plástico—que por cierto, está muy, muy helada—, mientras una enfermera cubierta con un extraño chaleco me ayudo a terminar de acomodarse. De mi boca salió un frio y rápido «Gracias».

—Si te sientes claustrofóbica avísanos.

La camilla se deslizo mecánicamente con un zumbido y cerré los ojos.

—Osaki-san no se mueva por favor…

Estar en el medio de aquel enorme cilindro me dio tiempo de pensar en muchas cosas. Mi vida, Mis amigos…Mi madre…Me escuece el orgullo pensar que me abandono para convertirse en una mujer común y corriente, con un marido común y corriente…con una vida común y corriente. Había esperado que ella hubiese seguido un sueño que no hubiese podido alcanzar con una hija pequeña, en cambio se casó con un hombre que no pudo ofrecerle más que una tienda de ramen y un hijo de otro matrimonio antes de tener una hija de ambos.

Misato Urehara.

—Ya decía yo que se parecía a mí.

— ¿Ha dicho algo Osaki-san?

—Solo estaba pensando en voz alta. «Si muero, te llevare conmigo…» — Sonreí al recordar las palabras de Ren. Quien hubiera pensado que tras proponerme matrimonio, acertaría en cada una de sus palabras. Era una clara señal de que nos pertenecíamos el uno al otro.

Como Sid y Nancy.

—Listo, hemos terminado —apenas la enfermera dijo eso, la camilla comenzó a deslizarse hacia afuera, donde otra enfermera me esperaba para ayudarme a ponerme de pie —. El doctor la está esperando en su habitación.

Mientras atravesábamos los estériles pasillos, el crudo mensaje que Takumi me había enviado, me golpeó la cabeza —«Si no quieres perder a tu amante para siempre, regresa a su lado ahora» — Takumi no hacía nada altruista, todo tenía que tener un beneficio para él o para el grupo y el que yo estuviera separada de Ren, dañaba de alguna manera el equilibrio de Trapnest.

No lo entendía…quizás era simplemente que Ren no estuviera inspirado en esos momentos.

—Sus amigos insisten en verla —me dijo el doctor apenas entre en la habitación.

—Podría dejar al menos que me suba a la cama —refunfuñe.

—Los dos sabemos que no está convaleciente —espeto viéndome por lo bajo. Maldito matasanos.

—Bien, he captado el mensaje, lamento haberle pedido que mintiera... —baje la mirada—. Déjelos pasar, no se irán hasta que me vean…después hablaremos usted y yo.

El doctor asintió.

—Moegi-san puedes guiarlos hasta aquí.

La enfermera asintió y salió de la habitación.

—Vendré más tarde Osaki-sa…

—Nana…—Lo interrumpí con la mirada perdida en una de las ventanas —. Llámeme Nana.

—Entiendo —dijo y salió de la habitación.

¿Estaba amaneciendo? El cielo estaba totalmente oscuro y no dicen que cuando más oscuro esta es porque va a amanecer. ¡Estoy jodida de la cabeza! Desde cuando le tomo importancia a otra cosa que no sea mi música.

—Nana…Nana —gire la cabeza y en seguida me topé con el rostro de Hachiko, todo húmedo por las lágrimas. Se lanzó a mis brazos y me rodeo con fuerza.

—Tranquila Hachiko, estoy bien…—parpadee para retener mis propias lágrimas. Todos estaban ahí…Yasu, Nobu, Shin, Ginpei, Miu, Hachi, hasta Kawano-san.

…Solo faltas tú Ren.

—Debes dejar de asustarnos de esta manera —dijo Nobu limpiándose una lágrima que salía de la comisura de su ojo.

— ¿Por qué?, me gusta ser el centro de atención.

—NANA ERES TAN CRUEL —Chillo Hachi sobre mi oído.

—Demonios, he quedado sorda…Eh! Calvito ¿Y tus gafas? Si decidiste cambiar tu look lo único que diré es que nunca podre acostumbrarme.

A Yasu le resbalo una gota de sudor por la frente.

—Pero que dices —me reto Ginpei. —Yasu se ve bien de cualquier manera.

Me recorrió un escalofrió por el cuerpo, Ginpei y Yasu; solo con imaginarlo me daba un no sé qué. Me fije en Shin y note que me daba la espalda, aún permanecía en el umbral de la puerta así que supuse que estaba llorando. Pobre chico.

—Shin, no tienes por qué preocuparte, estoy bien…Acercat…

—Eh! —Cuando el pequeño delincuente se giró pude ver que delante de él estaba una bonita enfermera que sostenía una tarjeta de presentación en la mano mientras que la otra estaba sujeta a la de Shin.

—Maldito capullo —grité lanzándole una almohada directo al rostro.

La enfermera toda sonrojada entro a la habitación. —Lo siento, pero será mejor que Osaki-san descanse.

Hachi comenzó a mover su colita mientras se asomaban un par de orejas de perro en su cabeza.

— ¿Puedo quedarme aquí contigo? —pregunto entusiasmada.

La observe con ternura y sonrió ampliamente. —Lo siento mascota, estoy cansada.

—Permaneceré callada.

—Este lugar es incómodo —le lance una mirada de «sálvame» a Yasu.

—Nana-chan, ella estará bien y tú no puedes permanecer en un lugar como este, ni siquiera hay otra cama.

—Puedo dormir con Nana —alego sin darse por vencida.

—Por favor…— cuando Yassan dice «por favor» no hay quien pueda resistirse.

—Está bien.

—El doctor dijo que te darán de alta mañana por la mañana.

—Gracias Baldi.

—No me digas así —todos se despidieron de mí, visiblemente más tranquilos.

Me sentía cansada y creo que dormí algunos minutos porque cuando volví a abrir los ojos, el doctor estaba en mi habitación con un enorme sobre amarillo entre las manos. Me erguí sobre la cama y apoye mi espalda en la cabecera, él entonces abrió el sobre y saco unas placas, las cuales coloco sobre una pantalla que se ilumino cuando apretó un botón.

—Esta es la bóveda craneal de otro paciente —dijo. Yo observe la imagen y no encontré nada fuera de lo normal, era un ovalo gris que parecía estar dividido en dos partes —, y esta es la tuya —coloco la otra placa y al igual que la anterior era un ovulo gris dividido en dos partes…aunque este último tenía una pequeña mancha oscura y circular en la parte izquierda.

Sonreí. No había estudiado medicina pero sabía que no podía ser nada bueno.

—Eso quiere decir que no estoy loca —declare como si se tratara de una cosa insignificante— ¿Es por fumar tanto? No recuerdo haberme golpeado la cabeza…espere un segundo, la última vez que pregunte sobre mezclar tabaco y los anticonceptivos…—divague, creo que entre en shock por un momento.

—Osak…Nana-san…—el doctor me observo fijamente—. Tienes un coagulo de sangre en el cerebro, las causas pueden ser infinitas, quizás tus hábitos diarios no estén estrechamente relacionados, debemos hacer una biopsia y descubrir si es operable…

— ¿Qué pasaría si no me opero?

El doctor pareció perder la compostura pero al final me respondió.

—Seguiría creciendo con cada día hasta llegar a un término en el que...

— ¿Afectara mi voz…?

— ¿Disculpa? —me veía como si me hubiesen salido dos cabezas.

— ¿Podre seguir cantando?

—Creo que en este momento lo importante es…

—No hay nada más importante para mí —lo interrumpí.

—No creo que afecte tus capacidades motoras…en cambio no estoy tan seguro con respecto a tu memoria. ¿Has tenido algún lapsus? ¿Tu mente no ha procesado algo que debía hacerlo?

«— ¿De verdad no recuerdas nada? ¿Cuándo colocaste el celular en el agua? Estas verdaderamente loca» —Sonreí para mí misma al recordar las palabras de Ren.

Observe nuevamente la ventana, algo paso volando pero no podía saber que había sido, las posibilidades eran infinitas ¿Una mariposa o un pájaro? Quizás un murciélago. Demonios, estoy divagando otra vez.

—No, todo ha estado bien hasta el momento.

—Debemos hablar del tratamiento, aun necesitamos hacerte algunos estudios. Aun es bastante pequeño, así que por el tamaño es posible que la cirugía sea viable.

—No quiero cirugías, no quiero el tratamiento…

— ¿Quién te dijo que ya termine tu diagnostico? —fruncí las cejas ¿Qué otra cosa pasaba conmigo? ¿Me irían a salir un par de cuernos? —. Te hicimos un par de exámenes más entre ellos uno de sangre y…

Mi mente se fue al país de las maravillas mientras escuchaba lo que el doctor decía…Tenía que ser un error aunque muy dentro de mí sabía que si era cierto todo lo que él decía.

—Tendremos que hacer un plan más elaborado sobre los medicamentos que puedes tomar y los que además debes tomar a partir de ahora.

Asentí con la mirada fija en una mancha de pintura amarilla en aquella pared blanca y estéril.

—No quiero que nadie se entere sobre esto, sensei.

—Pero…

—Soy su paciente, me ha dado el resultado y los tratamientos, aceptaré todo menos la cirugía pero nadie tiene que enterarse de esto…—lo observe fijamente—, al menos no por ahora. Es un favor personal.

—Esta situación seria mejor de sobre llevar si contaras con el apoyo de tus amigos.

—Ellos me apoyaran…solo que no se enteraran de nada.

— ¿Estas segura? —Me limite a asentir, estaba cansada y ya había tomado una decisión.

Dormí pequeños periodos de tiempo aquella noche. Quizás tenía demasiado miedo o tal vez era que no estaba tan cansada como pensé.

Estuve despierta y lista para dejar el hospital desde muy temprano, una vez más el doctor vino a hablar conmigo, intento convencerme sobre contarles mi «problema» para mejorar mi calidad de vida, al ver que no conseguía nada dejo de insistir y me entrego mi receta—La cual retiraría hasta estar sola—Lo único que le pregunte fue que si dolería. Él no dijo nada, seguramente era su venganza por haberle dado tanta lata.

Nuevamente Yasu estuvo ahí, al igual que todos los de la noche anterior exceptuando a Kawano y Miu. Hachiko se pegó a mí como una pulga y no dejamos de bromear mientras Ginpei conducía la camioneta.

Observe a Yasu y me pregunte cuales eran mis sentimientos hacia él, amaba a Ren, eso lo sabía bien pero con Baldi sentía algo especial, quizás no fuera amor pero estaba muy cerca de serlo. Luego medite sobre mis sentimientos por Nana, una vez Ren me había preguntado si quería acostarme con ella, recuerdo que lo negué y luego me sentí derrotada al estar preparándole sopa de miso en medio de la noche para él…hicimos el amor en la cocina y continuamos en la habitación, no recuerdo haber pensado en Hachiko en ningún momento así que supongo que mis sentimientos por ella no son sexuales, pero lo que sea son muy fuertes.

Quería la felicidad de Hachi a toda costa, pero quería que esa felicidad fuera a mi lado. Odiaba a Takumi y en un momento odie a Nobu por no poder retenerla a su lado. Mi corazón es un pozo oscuro de deseos caprichosos.

Me abrace a mí misma, ya no podía ser caprichosa, no podía ser egoísta…