No soy una cría
Disclaimer: todo pertenece a J. K. Rowling.
Esta historia participa en el minireto de septiembre de La copa de la casa del foro La noble y ancestral casa de los Black.
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No le apetecía nada estar con los amigos de su hermana, pero su madre no le había dejado elección. Al llegar, Pansy le dedicó una sonrisa amable y un cumplido, como era habitual; Theo no la miró ni de pasada, como también era habitual; Gregory hizo un comentario sobre cuánto había crecido que pretendía ser un cumplido; Blaise se hizo el galante besándole la mano y se echó a reír cuando Astoria puso los ojos en blanco; Vincent le dedicó un simple "hola" y Draco ni siquiera eso porque cuando ella llegó estaba hablando de algo muy indignado.
Daphne decidió aprovechar su entrada para desviar la atención de lo que fuera que estaba contando Draco y que a ella le debía de interesar lo mismo que a Astoria, es decir, nada.
–¿Tú qué haces aquí? Estamos hablando de cosas importantes.
–¿Qué cosas importantes? –Replicó Astoria irritada–¿Draco se ha roto una uña?
Draco la miró con el ceño fruncido. Astoria le sostuvo la mirada. Estaba harta. Su madre quería que estuviera con ellos y su hermana que se fuera. Ella quería que la dejaran disfrutar de sus vacaciones en paz.
Draco apartó la mirada finalmente y dijo en tono condescendiente:
–Déjala, Daphne. Es una cría.
Astoria enrojeció de ira. Odiaba que la gente se comportara así con ella. Acababa de cumplir los doce años y ya había cursado primero en Hogwarts, pero para todo el mundo seguía siendo la pequeña Astoria y le daba la sensación de que lo seguiría siendo siempre. Draco sonrió al ver conseguido su objetivo y la furia de Astoria creció aún más.
–No soy una cría –Protestó.
–¿No? –Preguntó su hermana con falsa dulzura.
–Voy a Hogwarts –Prosiguió astoria.
–A primero –Desacreditó Draco.
Cada vez más enfadada Astoria buscó algo que pudiera impresionarlos. Finalmente dio con la solución: algo que una cría nunca haría:
–Besé a un chico.
–¿A quién?
Satisfecha con la reacción obtenida contestó con calma:
– A Draco.
Y antes de que él pudiera replicar que eso jamás había pasado se encontró con sus labios apretados contra los suyos. Draco se quedó tan sorprendido que ni se apartó. Astoria aprovechó el desconcierto general para salir corriendo. A ver si así la tomaban en serio y la dejaban en paz.
