Glee no me pertenece y todo eso
Espero les guste :3
Hola Blaine, buenos días-Sebastian acababa de entrar al apartamento del muchacho sin ser invitado, inmediatamente empezó a escrutar toda la sala, ya la había visitado en otras ocasiones pero esta ocasión en vez del perfecto orden habitual se encontraba hecha un asco: los libros desperdigados por el suelo, un par de botellas rotas en el suelo y un poco de ropa desperdigada por los sillones. El dueño lo miraba entre extrañado y molesto, justo en el momento en que sus ojos coincidieron, el de ojos aquamarina comento divertido–¿Noche de sexo salvaje?
-¿Celoso?-respondió Blaine molesto. Tenía una resaca impresionante y deseaba regresar a la cama lo antes posible-¿A qué has venido?-pregunto mientras se masajea las sienes, necesitaba un par de aspirinas para aguantar a Sebastian, ya que el chico no se encontraba en su lista de personas favoritas.
-A platicar un poco ¿los buenos amigos no pueden platicar de vez en cuando? –pregunto Sebastian mientras hacia un puchero dramático.
-No somos amigos, te detesto y todo eso. ¿Esto va a durar mucho? Quiero dormir un poco tengo una presentación a las 5 de la tarde.
-¡No me digas! ¿En donde será hoy? ¿Una heladería? Oh espera ya se, un festival de kínder.
-Lárgate Sebastian-Blaine levanto la voz, cosa que lamento inmediatamente porque le sonó como si alguien le hubiera puesto un megáfono en los oídos.
-¿Tienes café? Pero del bueno porque luego compras cada porquería…-El muchacho hizo caso omiso de su exasperado interlocutor y fue directo a los sillones, retiro la ropa del mullido sillón blanco de dos plazas y se sentó como si se encontrara en su casa.
-¿Qué quieres Sebastian?-pregunto nuevamente el ojiverde más molesto de lo que le gustaría aceptar.
-Que aburrido eres ¿no te gustaría platicar un poco antes de llegar al grano? Ya sabes para mantener el suspenso y todo eso.
-Estoy muy pero muy cansado-contesto Blaine empleando el tono que usaría para explicar algo tremendamente sencillo a un chico de 5 años.
-Está claro que tienes una resaca monumental pero no veo porque no puedas hacer un esfuerzo-resolvió Sebastian mientras cruzaba sus piernas.
-Argh eres increíble-resoplo Blaine mientras se dirigía a la cocina dispuesto a prepara las estúpidas tazas de café, entre más rápido mejor, con un poco de suerte el castaño se retiraría en una hora.
-¿No te preguntas el motivo de mi visita?
-Creo que ya lo pregunte las suficientes veces-Respondió Blaine desde la cocina tratando de calcular el ángulo correcto para estrellarle una taza en la cabeza a su molesto acompañante.
-Hoy es tu día de suerte-dijo Sebastian con tono teatral.
-Yuppi-contesto el moreno con sarcasmo.
-Estas siendo grosero…no me gusta
Blaine sonrío mientras le daba una taza de café a Sebastian y se desapareció unos minutos para aparecer con una azucarera y crema.
-¿Que sucede Sebastian tu solo vienes a pedirme dinero, volviste a perder en las apuestas?
-Que interesante que lo menciones-respondió Sebastian con una sonrisa seductora.
Blaine lo miro asustado, no hacía mucho que lo conocía, es más en realidad no podía decir que eran amigos, para ser honesto lo odiaba o al menos lo detestaba mucho. Sebastian Smythe era el agente más exitoso de Sony music. Su estúpido apodo era el Rey Midas porque básicamente cualquier artista que representa se convierte en una leyenda, si alguien puede convertir en rock star a alguien patético ese es Sebastian Smythe, sin embargo es la persona más manipuladora del mundo, exasperante y ególatra. Blaine no tiene más de un mes de conocerlo y aun no está seguro de cuál es la razón por la que lo visita de vez en cuando o mejor aún, desconoce cómo consiguió su dirección, simplemente llego una noche más briago que una cuba lloriqueando que debía exorbitantes cantidades de dinero, así que Blaine le prestó lo mas que pudo sin poner en peligro su economía y lo dejo dormir en su sillón, al otro día no había nadie y su refrigerador había sido más que asaltado. Pero por alguna razón que desconocía lo seguía tratando, todos tienen algo bueno ¿no?...Siendo honesto Blaine esperaba que algún día Sebastian se compadeciera y lo representara y tal vez que le devuelva el dinero que le prestó, aunque conociéndolo ninguna de las dos es posible.
-No pienso volverte a hacer un favor, esta bien que uses a los demás pero a mí no me gustan esas cosas-dijo Blaine a la defensiva mientras le daba sorbitos a su café
-Que irónico que lo menciones, vengo a que me uses
-¿Disculpa?
-Nada sexual por supuesto, bueno no al menos hoy-dijo Sebastian mientras levantaba las cejas seductoramente y ponía su mejor cara de quiero joderte ahora mismo.
-Empiezo a planear tu asesinato
-¿De verdad planeas asesinar a tu próximo representante?
-No puedo creerte Smythe ¿Qué clase de jugarreta es esta?
La sala se quedo en silencio. El cerebro de Blaine iba a mil por hora, no estaba seguro de la razón por la cual Sebastian le había ofrecido sus servicios, su única idea era que se trataba de una trampa, o más bien una estrategia para ayudar a la persona que estaba empezando a promover: la gran Rachel Berry una cantante prometedora pero con una personalidad desastrosa y un prometido que hablaba más de lo que debería.
-¿Es para ayudar a Rachel?-Era mejor poner todas las cartas sobre la mesa, antes de siquiera considerar la idea.
-Nah ella puede sola, tú en cambio necesitas de verdad mucha ayuda-contesto despreocupado.
-¿Bromeas? Tengo mucho talento, soy carismático, confió en mí plenamente y mis canciones son alucinantes-Blaine hubiera continuado pero rayaría en la egolatría, ya había tenido varios problemas por hablar de esa forma, la gente no entendía la diferencia entre la confianza y la pedantería. Él no era para nada un idiota que creía que el mundo no lo merecía, simplemente se conocía lo bastante para saber que con mucho esfuerzo lograría colocarse en el medio, solo necesita una oportunidad algo que lo colocara en el mapa.
-Eso explica porque eres tan famoso-contesto con sarcasmo -muchos la malinterpretarían- Sebastian chasqueo la lengua mientras negaba divertido.
-Que tengo de malo según tú-cuestiono el ojiverde algo irritado.
-No sé, déjame pensar: tú peinado, esos horribles zapatos ¿conoces los calcetines? ¿Alguna vez has probado usar ropa que no esté en el área infantil? Oh ¿y que me dices de tus chistes?
-Vale no soy comercial-interrumpió Blaine incomodo-Bueno y si soy tan horrible ¿Por qué me ayudarías o gran "Rey Midas"?
Sebastian sonrió con suficiencia-Perdí una apuesta. Si la perdía escogería al músico más patético del mundo y lo haría brillar y ¿Qué crees? de inmediato llegaste a mi cabeza.
-Me encuentro halagado-exhalo el moreno con sarcasmo.
-¿Que dices Anderson?
Blaine se mordió el labio con insistencia mientras sopesaba sus pros y contras, estaba seguro de que era un trampa pero con algo de suerte podría encontrar la forma de aprovechar la oportunidad-Estoy dentro-contesto con inseguridad.
Sebastian asintió mientras vaciaba su taza de café-Bueno me voy, no puedes dejar esperando a esos pobre niños y sus madres, suerte en el Kínder.
-Lárgate Sebastian-grito molesto Blaine.
-Así no se le habla a tu representante, tendré que castigarte si te sigues portando así de mal-contesto Sebastian con un tono divertido-Mañana a las 8 am en mi oficina, no tolero la impuntualidad.
-Ok-respondió el pelinegro intentando recordar la dirección, había estado en su oficina una única vez y todo había salido excesivamente mal-Allí estaré.
Hola
Es una idea que ha estado rondando por mi cabeza desde hace un par de días, después de leer "Los juegos del hambre" no puedo evitar juntar a Finnick Odair con Sebastian Smythe y decidí que los amaba a ambos eso sumándole el hiatus y las propuestas de Ausiello causaron una explosión en mi mente….y este es el resultado un Seblaine en el cual espero hacerle justicia
Me encantaría que me dijeran que opinan, ¿creen que Sebastian me salió o me falta mas Bitch mode? Es que amo Klaine con mi alma pero no puedo evitar pensar que este par junto es explosivo
Bueno gracias por leer mis delirios y espero que les haya gustado. Besos
