Su cuerpo y mente se encontraban destruidos, sus ojos ya no podían ver la luz, sus lágrimas habían dejado de emerger, cada parte de su cuerpo le dolía. Ya no lo esperaba, ya no confiaba en los humanos. Su esperanza se había convertido en desesperación. Jamás la rescatarían, ahora debía acostumbrarse a su nueva existencia ligada a ese Abismo, donde solo existía el color del Crepúsculo.

Crepúsculo.

Otra Perspectiva #1.

Sus bellas gemas esmeraldas se encontraban fijas en el oscuro paisaje frente a él, varios mechones su azabaches de su desaliñado cabello, caía de manera salvaje sobre su frente, y sobre aquella ventana donde se encontraba recargado.

No tenía apuro de llegar, quería disfrutar de las últimas horas de libertad antes de fundirse en aquella asquerosa cárcel.

El juicio aun estaba en proceso, no decidían si le iban a dar cadena perpetua sin derecho a libertad condicional, o en su defecto sentencia a muerte.

Ambas sonaban igual de mal, pero con la primera podía idear varias buena manera de escaparse, el tiempo jugaría a su favor, y lo haría disfrutar cada destrucción creada en una noche. Solo usaría su talento para sembrar caos, y esperar que alguien cayera en su trampa.

Sí lo sentenciaban a muerte debía apresurar sus planes, y trabajar en una fecha límite para su escape. Por lo que sería menos catastrófico, improvisaría en la mayor parte del plan, y no podría divertirse, ni burlándose, con claras pistas falsas especiales para los que lo habían arrestado.

Salió de sus pensamientos al momento de que su cabeza impacto contra el cristal blindado, su ceño se frunció, mientras su vista se situaba al frente del vehículo, dispuesto a reclamarle al imbécil policía responsable.

Más sus palabras fueron sustituidas por una risa burlesca, al mirar la sangre del parabrisas.

Su acompañante se mostraba pálido, deteniendo en el instante el auto, su mirada era angustiada.

-Bien hecho mocoso, atropellaste y mataste a alguien en tu tercer día de trabajo. Estarás de mi lado muy pronto_ El pelinegro se burlo del chico con una gran sonrisa.

El hombre trago grueso entendiendo las palabras del recluso que debía trasladar, si sus jefes se enteraban de aquello estaría muy pronto bajo las rejas.

Pero no era su culpa aquella mujer hubiera salido de la nada, de uno de los caminos boscosos, no había mucha iluminación por esos lados, y para su mala suerte los faroles de la patrulla estaba fallando. Apagándose y encendiéndose cada dos minutos.

-N-N… No está muerta_ Trato de convencerse mientras buscaba una linterna en la guantera. Tomo las llaves echándole una leve mirada al criminal.

Sin esperar un nuevo chiste de esté, decidió salir fuera del auto. Sus pasos eran lentos, sus manos sudaban, y cada vez que podía echaba una leve mirada atrás cerciorándose de que él recluso no hiciera algún movimiento.

Cuando estaba a solo centímetros del cuerpo, la mujer lo embustió, haciendo que la linterna callera alejada de él, un grito muy parecido al de una niña salió de los labios del hombre, al momento de que su espalda impactará contra el suelo.

El hombre se paralizo por dentro por causa del miedo. Lo que veían sus ojos era algo horrible, que ni en sus propias pesadillas había visto.

Era una criatura parecida a una mujer, su vestido se encontraba rasgado desde abajo del busto dejando al descubierto, en su estomago se podía apreciar un gran corte, ya saturado, más habían dejado a premeditadamente un espacio, por donde salían parte de su intestino, su pálida piel dejaba apreciar varios magullones, y cortes en distintas aéreas.

El ojo derecho estaba fuera de órbita, mientras que del izquierdo solo quedaba una cuenca vacía.

Sus estomago repitió su desayuno al verla aproximarse a paso lento a él.

Su boca estaba ligeramente abierta, dejando ver un clavo oxidado clavado paladar y otro en su legua, quien quiera que había sido la habían hecho sufrir mucho. La sangre ya coagulada había manchado lo que le quedaba de vestido, por lo que fácilmente podía deducir que tenía más heridas debajo de él.

La zombie se acerco hasta él, para luego ponerse a su altura, dispuesta a comer a su nueva presa.

Mordió el pecho derecho del hombre, asiéndolo salir al instante del shock. Su cuerpo había comenzado a responderle de nuevo, sus manos intentaban alejar aquel ser de su cuerpo, pero está no quería dejar su comida.

-¡Ayúdame!_ El sujeto grito en repetidas ocasiones mientras intentaba liberarse- Por favor sálvame.

-¿Pero qué Rayos?_ Plagg miro asombrado la escena, a pesar de la poca luz se podía ver que la mujer le estaba arrancando la carne al policía- ¿Qué demonios está sucediendo? Intento abrir la puerta sin éxito alguno, ese tonto pedía ayuda a sabiendas de que lo había dejado encerrado en el auto.

-¿Cómo quieres que salga de aquí genio?_ Grito el caucásico pateando en repetidas ocasiones la ventana- Me dejaste encerrado idiota, no puedo hacer nada.

-¡La guantera! Tengo ahí una copia de las llaves allí, prende el motor y quita el seguro, no me abandones.

Plagg miro al hombre con una sonrisa. Era un tonto por dejar a uno de los mejores fugitivo de la justicia, en un auto semi-blindado, con llaves de emergencia. Fácilmente podía tomar las llaves y conducir el auto.

La vida del sujeto no podría importarle menos, había matado personas más útiles que aquel policía, sin ningún cargo de conciencia. Abandonar a un chico a manos de una loca hambrienta no sería ningún problema. Incluso la policía lo recompensaría por su hazaña, quitando una plaga más del mundo.

Aunque debía conducir de espalda; ya que sus manos se encontraban esposadas, esto no lo contenía mucho, ya lo había hecho antes con sus amigos. Podría llevarse varias cosas por delante, y matar a más de uno, pero era un riesgo que estaba dispuesto a correr.

Aunque sí veían a un hombre, en una extraña posición de espaldas llamaría mucho la atención, y más si conducía un auto policía.

Dejo escapar una sonrisa victoriosa, al momento de tocar el metal de las llaves. Aun no había tomado su decisión, y los gritos de histeria del hombre no lo dejaban pensar. Era peor que los gritos de su ex esposa.

Luego de esto tendría una jaqueca, recordar a esa mujer siempre le dejaba un mal sabor de boca, ni el fuerte sabor amargo de la Absenta* (oh como él prefería llamarlo; el diablo verde) le quitaría el horrible sabor del paladar.

Con pereza y sin ningún apuro, comenzó a sentir algunas partes del carro, viendo de reojo para encontrar la ranura.

Antes de que pudiera introducir la llave, esta se le resbalo, cayendo al piso del auto.

-Usp… se me ha resbalado_ Ni las palabras ni la expresión de indiferencia de Plagg no demostraban verdadero arrepintiendo.

Tomo las llaves del piso, y con más cuidado las introdujo en la ranura correspondiente, le dio un giro, encendiendo el auto.

-¡Bien! Lo hiciste, ahora bájate y ayúdame_ El hombre estaba desesperado, su visión comenzaba a ser borrosa, por la cantidad de sangre que había perdido, y sus esfuerzos por apartarse de aquella mujer solo lo agotaban más.

Una nueva mordida el su muñeca lo hizo gemir, sentía como su piel era desgarrada, y arrancada con los dientes de la mujer. Intentaba reprimir el temblor de su cuerpo, producto del miedo que lo había paralizado y el cansancio, estaba seguro de que en cualquier momento su cuerpo fallaría y no podría seguir ejerciendo la misma fuerza para alejarla.

Sus oídos escucharon al auto encender.

Su esperanza era sustituida por desesperación, ese reo lo dejaría solo para que se lo comieran, se recriminaba una y mil veces por ser tan estúpido como para dejarse engañar, decirle donde estaban las llaves fue un error.

Cerró los ojos rindiéndose ante la adversidad, esté era su fin, había confiado en un criminal y era esto lo que se ganaba por ser un estúpido ingenuo.

Por alguna razón, el peso que aquella criatura ejercía sobre él pareció desaparecer, sus ojos se abrieron lentamente, encontrándose frente a la parte inferior de su vehículo.

-Ups… creo que soy malo conduciendo en reversa, golpee a una pobre señorita que solo estaba ligando con un poli_ Plagg sonrió ladinamente mientras sus orbes esmeraldas se posaban en el hombre aun asustado, debajo del auto- Muévete y dame las llaves para liberarme de las esposas, es lo menos que puedes hacer te salve de tener una cita con esa loca.

El hombre titubeo un poco señalando asustado las llaves que se encontraban cerca del cuerpo aun en movimiento de la joven.

Plagg chasqueo la lengua, debió alejarse cuando tuvo la oportunidad, tal vez tendría suerte de encontrarse con algún amigo que le sacará las esposas.

El peli negro camino de manera pausada hasta la mujer que seguía acercándose.

Cuando estaban a unos pies de distancia, Plagg frunció el ceño al notar su estado.

-Lo siento linda_ El pelinegro la pateo con fuerza quebrándole la ya lastimada pierna izquierda, esto hizo que cayera al piso, más siguió arrastrándose- Vamos querida, estas lastimada, apenas y puedes moverte, tu estado es lamentable, se buena chica y muérete_ Con una dura expresión le pateo la cabeza, haciendo que esta sonará, desprendiéndose, y rodando hasta las llaves.

Plagg se acerco con una dura expresión en el rostro, manteniendo la cabeza vigilada, por si volvía a atacarlo siendo una cabeza. Sus manos tocaron las llaves, y sin despegar su vista de la cabeza procedió a liberarse.

Un tatuaje cerca de la oreja de está le llamo la atención. Con sumo cuidado se acerco, encontrando un nombre "tatuado" en la carne, parecía hecho con algún láser, en algunas partes la piel había sido cortada, con el mismo objeto, había puesto resistencia y la había pagado caro.

-Sí llego a encontrar al engendró que te hizo esto lo mataré, ¡te lo prometo mocosa!_ Sin mirar de nuevo a la chica se dirigió al auto.

Miro al hombre aun jadeante, recuperándose de todas las emociones. Aprovechándose de su estado le esposo ambas manos, para proseguir a quitarle el arma, que a causa del miedo el muy tonto policía había olvidado que portaba.

-Levántate niñita o te dejaré aquí con tu novia_ El de orbes esmeraldas camino silbando al auto.

Sin más opción, el policía lo siguió, viendo de reojo a la mujer sin cabeza. Las esposas le lastimaban la herida, pero prefería eso y aceptar la ayuda de un delincuente, a seguir en ese lugar.

-¡Valla ironía! El policía confiando en el ladrón_ Se burlo Plagg al verlo abrir la puerta- Bien chico, cuando lleguemos a la ciudad cada quien por su lado ¿Entiendes no? Yo me iré y te dejaré cerca de un hospital… Tal vez_ Sonrió al verlo asentir.

OoOoOoOoO

Tikki miro el arma que le apuntaba algo asustada. Aquel rubio estaba dispuesto a matarla, si no se alejaba.

Echó un pequeño vistazo al hombre en la camilla sopesando la idea de abandonarlo, estaba claro que esa cosa en la camilla no era un humano común, estaba buscando atacarla a toda costa. Solo le quedaba confiar en el chico recién llegado y acatar sus órdenes.

Mordió su lengua intentado reprimir el grito de horror cuando vio a su "paciente" alterarse aun más, sin esperar algunas palabras de consuelo de aquel policía, salió del lugar intentando calmar su pánico y su respiración.

El terror comenzaba a adueñarse de ella.

Una vez lejos del cuarto se recrimino su propio comportamiento, ella estaba ahí para salvar vidas, no para dejar que un loco acabará con estas.

Ahora se encontraba en debate interno, su parte profesional la hacía sentirse obligada a regresar, pero su lado racional no dejaba de repetirle una y otra vez que siguiera las órdenes del rubio y se alejará del hospital.

Un gemido escapo de sus labios, mientras las lágrimas salían de sus ojos. Al momento de escuchar dos disparos, ya era tarde para aquel paciente. Su decisión había sido tal vez la incorrecta, más ahora no había marcha atrás.

No quería encontrarse con ese hombre de nuevo, por lo que apresuro su paso llegando hasta el área de información, donde se reunía la mayoría de las enfermeras.

-Doctora que sucedió_ Una joven se acerco a ella, al verla con las mejillas llenas de lágrimas, y su rostro estaba muy pálido, no era normal que Tikki siendo una de las doctoras más profesionales se encontrará en ese estado, solo por un paciente. Y menos cuando la pelirroja había atendido cosas peores.

Tikki sin responder a la pregunta, procedió a dar la información a las enfermeras, estas se encargarían de avisar a los pocos pacientes que quedaban, mientras ella se dirigía a la oficina del director.

-Nooroo, un hombre de la policía especial nos está ordenando evacuar_ Abrió las puertas de golpe, encontrándose al chico con dos hombres vestidos de negro- Yo lo siento no quise interrumpir.

La pelirroja se sonrojo mirando el piso, a Nooroo no le importaba mucho el hecho de que ella entrará así a su oficina, pero al estar acompañado, no podía dejar de cuestionar su impulsivo comportamiento.

-De eso estábamos hablando ahora_ El peli lila se acerco a ella, tomando con delicadez su mano derecha- Tenemos que irnos, yo te mantendré a salvo.

Nooroo acaricio con dulzura las mejillas de la chica quitándole las lágrimas.

Tikki se sonrojo, su mirada se dirigió a los otros hombres que fingían mirar algunos equipos, dándoles espacio para que hablaran tranquilamente.

Todo lo que sucedía era extraño. Y demasiado rápido, no podía procesar todo lo ocurrido. El único en el cual confiaba de todos esos hombres era en el director del hospital. Siempre era amable con ella, y trataba de ayudarla… pero aun así ir con él sin saber a donde era demasiado.

-¿Qué? ¿A dónde? Debes decirme que está pasando, todo esto me está asustando señor.

-Te lo diré que pasa pero aquí no, deja de decirme señor, ya te dije que tú me puedes llamar Nooroo ¿Donde están los demás?_ Pregunto con una pequeña sonrisa, mientras la tomaba del hombro y la estrechaba contra su cuerpo, para que supiera que no estaba sola.

-E… Ellas ya se fueron, yo les dije lo que me dijo el policía_ Se aferro fuertemente al chico.

Nooroo frunció el ceño al enterarse que todo su equipo había huido, miro a los hombres enojado, se suponía que ellos estaban allí para asegurarse de la protección de su importante personal.

Y ahora, solo le quedaba una chica, que se encontraba afectada y sin saber lo que ocurría.

Usando sus mejores dotes de actuación, trato de convencerla de nuevo para que fuera con él, pero seguía dudando.

Nunca había disfrutado discutir con chicas, con una mirada les indico a los hombres que le dieran la inyección que se encontraba en su escritorio.

-Dulces sueños Tikki todo estará bien_ Susurro en el oído de ella, clavándole la inyección en el brazo, sin soltar sus hombros, le vació el líquido purpurino en el brazo, haciéndola caer inconsciente en sus brazos- Cuando despierte no recordará nada. Ahora vámonos.

Nooroo la cargo en sus brazos con sumo cuidado, mientras sus hombres los conducían a la salida del lugar, hasta una camioneta negra.

Por culpa de ese dichoso policía ahora debía reclutar nuevos doctores.

Chasqueo la lengua molestó, recargando su cara en sus manos. Miro de reojo a la pelirroja.

Al menos ella estaba con él, y nadie los separaría.

Continuara…

La Absenta es una bebida alcohólica, de color verde con sabor muy amargo debido a las hierbas que contiene principalmente Artemisa. Comenzó siendo un elixir en Suiza, pero fue en Paris Francia que se hizo popular como bebida en el siglo XIX. Hasta que se prohibió su producción en el año 1915.

Para aquellos que hayan leído esté primer capítulo, más no conozcan la otra parte, los invito a pasar por la saga anterior "Ocaso" y así entender mejor las cosas, aunque esté capítulo no estaba tan ligado a aquella parte, tenía cosas que entenderán mejor si leen aquella saga. Los nuevos no sigan leyendo después de esto, si no quieren spoiler. Y menos lean el siguiente capítulo.

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Este es el comienzo desde otra perspectiva, en este caso de Plagg y Tikki. Aunque como se pudieron dar cuenta Tikki era la doctora del primer capítulo de Ocaso, se que en ese capítulo no lo hice tan notorio, más cuando apareció Trixx junto a Nooroo di a entender que ambas se dedicaban a cuidar la salud de los refugiados.

Me he dado cuenta de una cosa, que mi manera de narrar a evolucionado desde aquel primer capítulo, y espero que para mejor. Voy a seguir esforzándome para seguir avanzando y traer cada vez mejores historias, tanto para este Fandom como para los otros, ya que no tengo ni tendré uno en específico.

Respondiendo comentarios:

Katsa Graceling: Si murió, pero al menos ayudo mucho a los personajes, Gracias por seguir la saga anterior y espero que te guste está.

Sakura-Li Taisho: Bienvenida a la nueva parte, si de nuevo se separan pero está vez le toca a Adrien cuidar a Manon, y esta vez no tendrán las cosas fáciles, es un duro camino que tendrán que recorrer bajo esté crepúsculo.

Azaak Damián: No me gusta dejar todo tranquilo como si nada, porque no estaría centrada en la angustia de la historia, tanta tranquilidad no forma parte de un apocalipsis, por lo que trato de balancear muy bien las cosas. Gracias por tu comentario, está temporada vengo con más animo y con más ganas de seguir está historia.

Gabriely: Gracias por comentar comienzo con algunos puntos. Si se que lo del líder es algo obvio. Max es alguien que me intereso mucho cuando lo vi, es un chico muy inteligente, y siempre suelta cabos a su manera. Él es mi herramienta para dar a pistas de algunas cosas, que luego se descubrirán bien. Es una persona importante, que ah revelado muchas cosas a lo largo de su aparición, aunque no suelta todo puse muchas pistas y cosas claras cada vez que describía su situación, sinceramente esperaba que en el capítulo nueve hicieran alguna pregunta sobre Max pero parece que a nadie le importo mucho el claro dato que les deje. Yo también soy una persona curiosa, y siempre digo; "la curiosidad mato al gato… Pero murió sabiendo" Jajaja pues no sé, depende de los experimentos que hagan con estos veremos cómo siguen evolucionando, ya son una especie de "cavernícolas". Yo también quiero ver el mundo arder, me gusta sembrar caos y discordia, y jugar con los personajes a mi manera (últimamente estoy teniendo caóticos sueños que los aplicaré en el siguiente capítulo). En el siguiente capítulo veremos qué fue lo que paso con Marinette y Mireille. Yo también tengo el corazón frío, y no seré suave con nadie ahora que inicio el crepúsculo. La última pregunta tu misma la respondiste. Como soy buena muñeca espero que me respondas una pregunta ¿qué signo eres?

Nube de Invierno: Tu comentario me genera cierto grado de interés, por el simple hecho de que no te andas por las ramas. A pesar de que seguramente no continuaras leyendo (sinceramente yo no leería algo que me genere querer terminarlo rápido, si una historia no me gusta cómo va quedando, me salgo de esa pestaña, ya que el tiempo no vuelve, y es muy corto para desperdiciarlo en algo que nunca me acabará de gustar) Tomaré en cuenta tu consejo para mis demás fics, puesto que me parecieron algunas partes razonables, pero como comprenderás esté se queda como está, ya que me ayudo a avanzar un poco en el complejo mundo de la escritura. La razón de que la historia avance así de rápido es muy sencilla; como a ti que no te gustan esas historias de romance instantáneo, a mí no me agradan aquellas donde tienen más de veinte capítulos y nada que avanza la trama, siento que de esa manera pierden su objetivo, enredándose en tanto relleno y en algunos casos decae su calidad. Es cuestión de gustos. Si deseas seguir dialogando conmigo sobre el asunto, te invito a abrir una cuenta en Fanfiction. Porque siendo honesta me parece ilógico y absurdo, que si eres una persona que no te gusta mentir y eres tan directa no tengas una cuenta aquí. Así que te invito a crear una cuenta, y dejar eso de lector fantasma para alguien más, si te gustan las cosas claras es mejor que lo digas registrada. ¿No lo crees querida?

Nos leemos luego.

Sovereignty-Perfection-Doll.