Disclaimer: Death Note no es mío
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Se acercaba a una tienda andando por la acera con pasos tranquilos. El sonido de cada pisada contra el asfalto resultaba ameno, fresco. Se paraba frente al cristal y se miraba en él como si de un espejo se tratase. Se arreglaba un poco el cabello, retocaba cualquier nimiedad de su vestuario, aquí y allá, sin dejar de sonreír genuinamente. Entonces sonaba el móvil en su bolso, ella daba un pequeño respigo y su mano volaba hacia el interior del mismo para tomarlo y presionarlo contra el oído. Alguna amiga, quizás. O un amigo. El resultado: ella reía, hablaba, reía.
Una vez más, se alejaba de él hasta perderse al final de la calle, no sin antes girarse una fracción de segundo para mirarle sorprendida, el móvil aún suavemente rozándole el oído. Parpadeaba, le miraba, brillaba dulzura curiosa en sus ojos castaños.
Y le sonreía desde la lejanía. Todo para después doblar la esquina y convertirse en el mero recuerdo de una personita a la que no volvería a ver en su vida.
Definitivamente, meditaba Matt con un cigarrillo entre los labios y la espalda apoyada contra un muro. Las chicas, cuanto más guapas, más rápido desaparecían de su campo de visión.
