¡Hola! Después de varios días desaparecidas os presento esta nueva idea. Que ya os explicaré más abajo después de que leáis xD


Disclaimer: Todo lo reconocible de Harry Potter es de JotaKá.


ADVERTENCIAS: No apto para cardíacos. Rated M por una razón. Se supone que los menores no deberían leer esto. Sexo explícito.


Podéis seguirme en mi página de facebook para enteraos de cuando actualizaré o cualquier tipo de información sobre mis fics:

AliciaBlackM ó AliciaBlackFF.


-Wild-

I

Hermione sonrió a sus dos hijos mientras estos le comentaban, completamente emocionados, todo lo que habían hecho en Hogwarts ese primer trimestre. Acababa de ir a buscarlos a la estación dado que Ron, del cual llevaba tres años divorciada, tenía que ayudar a Molly a preparar la fiesta de Navidad en La Madriguera.

Hugo hablaba sin parar del Quidditch, el comienzo de temporada en el colegio y de cómo vencerían a Slytherin solo para molestar a Albus. Rose, por su parte, criticaba la forma de actuar de Scorpius Malfoy, su arrogancia y las ganas de meterle un puñetazo que le entraban cuando sacaba mayor nota que ella en algo y se lo restregaba por la cara.

—Chicos —habló la castaña—. Me encantaría escuchar todo lo que tenéis que decirme pero tengo que ir a trabajar y vuestro padre os está esperando en La Madriguera.

Ambos hicieron una mueca, reticentes se levantaron de sofá y recogieron las cosas que llevarían a casa de sus abuelos. Cuando tuvieron todo listo se acercaron a su madre y dejaron un beso en cada mejilla de la mujer antes de despedirse, correr a la red Flu (peleando por ver quién llegaba antes) y desaparecer al lanzar los polvos por la chimenea. Hermione suspiró cansada y se acomodó el traje, observó que tuviese todo lo necesario en su maletín y se dirigió al mismo lugar por el cual sus hijos se habían ido. Arrojó los polvos al suelo y gritó «Ministerio de Magia», las llamas verdes tragándola rápidamente.


Su jornada estaba a punto de terminar, los últimos papeles que debía revisar frente a ella y un café para mantenerse despierta a la derecha de su escritorio. A los pocos minutos de comenzar a leer uno de los documentos sintió unos golpes en la puerta. Levantó su mirada y sonrió cuando vio a Draco, jefe del Departamento de Misterios, entrar en la oficina.

—Buenos días, señor Malfoy —saludó, dejando el papeleo de lado—. ¿Necesita algo?

El rubio sonrió, acercándose lentamente al escritorio y tomando asiento en una de las sillas que estaban por el otro frente del escritorio. Las mismas acciones que lleva haciendo desde la primera vez que entró en esa oficina muy tarde en la noche.

—La verdad es que sí —comentó el hombre, apoyando sus codos en el mueble de roble—. Me gustaría hacerle una consulta, señorita Granger.

La mujer se recostó hacia atrás en su asiento, fingiendo sorpresa y sintiendo como sus labios se curvaban ligeramente en una sonrisa coqueta. No era raro que Draco viniese a esas horas la mayor parte de los días que trabajaba a hacer una consulta.

—Dígame, ¿qué duda tiene?

—No es una duda en sí —explicó el hombre—, sino más bien la confirmación de cierta información que tengo.

—¿Ah, sí? ¿Y de qué se trata?

Draco se levantó lentamente y rodeó el escritorio hasta colocarse frente a Hermione, apoyando, de manera parcial, su peso sobre el mueble.

—Me han comentado que su jornada laboral termina en unos minutos y que después de ello estará unas semanas de vacaciones —dijo él, a lo que Granger asintió—. Es una pena, la verdad. Tenía ciertas cosas que me gustaría comentar con usted a lo largo de la siguiente semana —comentó el rubio.

Hermione suspiró y le dedicó una mirada conocedora.

—Supongo que podría comentar conmigo un par de esas cosas hoy, no me importa quedarme unos minutos más —concedió ella—, por usted.

Draco sonrió como un depredador y se incorporó, dirigiéndose a la puerta y bloqueándola. Con su varita conjuró un «Muffliato» antes de dejarla sobre una de las sillas y quitándose la chaqueta de su traje negro a los pocos segundos.

Hermione le devolvió la sonrisa y se levantó, acercándose hasta él y quitándole la corbata con movimientos lentos y provocadores, sus orbes marrones clavadas en las grises de él.

—Déjame ayudarte con esto —murmuró—. No la necesitarás más.

Malfoy hundió su rostro en el cuello de la chica, comenzando a repartir besos por allí mientras Hermione terminaba de deshacer el nudo y tiraba la corbata a la silla. Con sus brazos rodeó el cuerpo de la chica hasta llegar a sus muslos. La alzó, haciendo que la mujer rodease sus caderas con sus piernas y que sus brazos se enredasen en su cuello.

Caminó los pocos pasos hasta sentarse en la cómoda silla de la mujer, dejando a la castaña sentada sobre él, sus muslos entreabiertos para poder encajar sus piernas con comodidad. En cuanto estuvieron colocados atacaron la boca del otro, comenzando un beso desordenado y lujurioso. La lengua de Draco luchaba contra la contraria para tomar el control, sus dientes chocando en algunas ocasiones por la rudeza del beso.

Las manos de la mujer, que se encontraban en los hombros del rubio, descendieron lentamente, comenzando a desabrochar la camisa del hombre, dejando expuesto su torso ligeramente tonificado. Arañó desde los pectorales hasta el final de sus abdominales, sacándole un gemido ronco a Draco que se ahogó en sus bocas.

Las grandes manos del hombre se movieron de sus caderas hasta su culo, apretándolo con rudeza antes de sacarle la camisa de su falda de tubo y quitándosela directamente por la cabeza, en vez de desabrochar los botones como Hermione había hecho con él. Se separaron por la falta de aire, Draco aprovechó eso para enterrar su cabeza en el cuello de la chica, comenzando un camino de besos desde el lóbulo de su oreja hasta una zona de su cuello dónde decidió dejar una marca, atrapando la piel entre sus dientes y succionando con fuerza hasta sacarle un jadeo a la mujer.

Hermione comenzó a moverse sobre Draco, rozando de manera calculada la erección del hombre, bastante notoria incluso con las dos capas de ropa que llevaba todavía encima. El rubio jadeó cuando las finas manos de Hermione desabrocharon el botón de su pantalón y bajaron la bragueta de los mismos hasta el final. Sonriendo con fingida inocencia, Hermione metió una de sus manos dentro del bóxer negro que llevaba Malfoy, tocando con la yema de sus dedos la prominente erección del hombre.

Draco gruñó al sentir ese ligero roce. Subió sus manos por la espalda de la chica, clavando sus dedos sobre la piel acaramelada de la mujer hasta llegar al broche del sujetador, el cual soltó con manos ágiles. Hermione se movió para permitir al hombre sacar su sostén, dejando sus pechos descubiertos durante unos segundos antes de que Draco se abalanzase sobre ellos, agarrando uno de los pezones con sus dientes mientras una de sus manos envolvía el otro pecho, apretándolo sin ningún tipo de delicadeza.

Hermione gimió con fuerza al sentir la succión y comenzó a moverse con más violencia, frotándose con más rudeza contra la erección del hombre. La mano libre de Draco bajó hasta la cremallera de su falda, deslizándola hacia abajo. Hermione se incorporó para poder sacarse la molesta prenda, sus pechos rebotando por los ligeros saltos que daba para poder quitarse la falda, las bragas y los tacones a la vez. Aprovechando que estaba de pie, la antigua Gryffindor se arrodilló y, con un poco de ayuda de Draco, le quitó los molestos pantalones, llevándose también el bóxer del rubio. Se volvió a colocar sobre él, ahora ambos completamente desnudos.

Con un jadeo, Hermione reanudó el vaivén que había comenzado sobre el hombre, gimiendo ruidosamente al sentir como sus partes íntimas chocaban contra la despierta erección de Draco. Malfoy sonrió con prepotencia al ver como la castaña gemía sobre él; su boca se volvió a cerrar sobre uno de los pezones de la chica, succionando con fuerza para sacarle otro gemido al mismo tiempo que su mano apretaba con fuerza el otro pecho de la mujer.

Hermione arañó la espalda de Draco, jadeando sobre su oído mientras cerraba los ojos por las oleadas de placer que recorrían su cuerpo ante las acciones del rubio y las suyas propias.

—Joder —jadeó ella—, para ya con los juegos —exigió cuando sintió a Draco cambiar de pecho, torturando con sus dedos el pezón que el hombre había estimulado con su lengua.

—Pero si acabamos de empezar —murmuró él obscenamente sobre su pezón—, todavía queda mucho por hacer.

Hermione gimió con fuerza cuando sintió la otra mano del hombre descender hasta su clítoris, estimulándolo unos segundos antes de moverse más abajo para hundir un dedo en su interior. Jadeó con fuerza cuando el rubio comenzó a mover el dígito dentro de ella, sus dientes tirando de su pezón antes de que los labios del hombre subiesen y se reuniesen con los de ella en otro beso desordenado.

Hermione comenzó a gemir dentro del beso cuando otro dedo se hundió en ella mientras el pulgar del rubio frotaba su clítoris. Draco gruñó sobre su boca, completamente consumido por los gemidos de ella y la mano que se acababa de envolverse alrededor de su miembro, comenzando a masturbarlo con rapidez. Hermione jadeó mientras comenzaba a mover sus caderas, acompañando el movimiento de los dedos del chico mientras su pequeña mano se movía sobre la erección de Draco, jugando con sus dedos sobre la hendidura en la cabeza, descendiendo hasta la base y arañando ligeramente la sensible zona.

Draco sonrió, separando su boca de la de Hermione mirándola a los ojos, conectando sus miradas antes de hundir un tercer dedo dentro de ella. La castaña jadeó ruidosamente, moviendo su mano con más rapidez y atacando el cuello del hombre con sus dientes, dejando pequeñas mordidas por la zona hasta llegar al hombro. Cuando Draco sentía que estaba a punto de explotar retiró sus dedos del interior de la chica, ganándose un gemido decepcionado por parte de la mujer.

—Dra-Draco —jadeó ella—. Por favor…

El hombre sonrió, colocando sus manos en la cintura de la chica y elevándola ligeramente, algo que la obligó a abandonar la tortura que mantenía sobre su polla.

—¿Por favor qué, Hermione? ¿Qué quieres?

La castaña apretó los labios recuperando parte de su cordura, la cual la había abandonado desde que había compartido el primer beso con el hombre, y negándose a responder a esa provocación. Draco la volvió a incitar, pero Hermione se negó a ceder.

Draco sonrió ante la actitud de la mujer, la lujuria que sentía por ella elevándose aún más ante el orgullo de la castaña para no caer en sus juegos y no exponer lo que quería obtener.

—¿Quizá quieres esto dentro de ti? —preguntó de manera lasciva, agarrando con su mano su polla, masturbándola de manera lenta bajo la mirada hambrienta de la chica—. ¿O me equivocó?

Hermione sonrió, moviendo una de sus manos hasta el miembro de Draco y jugando con la cabeza de éste.

—No creas, Malfoy —susurró con la respiración entrecortada—. No eres suficiente para satisfacerme.

Ofendido, Draco se acomodó mejor sobre la silla, haciendo lo mismo con Hermione para dejarla justo encima de su pene. Con una sonrisa de lado, Draco hizo descender a la chica hasta que su polla comenzó a adentrarse en su interior.

Hermione gimió ruidosamente, sujetándose a los hombros del chico mientras el miembro del hombre se abría paso dentro de ella hasta estar completamente en su interior. Cuando estuvo sentada cómodamente sobre él, el pene del hombre palpitando en su interior, fue su turno de sonreír.

—¿No serás tú el que quería esto, no? —preguntó Granger con una sonrisa, moviéndose de manera circular sobre él, haciendo a Draco gemir—. Porque de los dos tu pareces ser el más desesperado por ello.

El rubio recolocó sus manos en las caderas de Hermione, alzándola y haciéndola descender con fuerza sobre su polla. Ella gimió ruidosamente cuando desde el primer embiste el chico había encontrado su punto más sensible. Establecieron un ritmo desenfrenado, Draco golpeando furiosamente en su interior mientras Hermione se alzaba en cada embestida con ayuda de sus piernas, las manos de Draco sobre sus caderas y las suyas propias descansando sobre los hombros del rubio.

—¿Quién no era capaz de satisfacerte? —preguntó de manera ahogada, a lo que Hermione respondió con un jadeo—. Responde —exigió él y embistió una vez más.

Los ojos de Hermione se pusieron blancos por el placer, pero se aseguró de calmarse un poco para poder responder.

—¿E-eso es todo lo que tienes, Malfoy? —cuestionó ella—. Qué triste.

Jadeando ronco por el placer, Malfoy atrapó una vez más uno de los pezones de Hermione con su boca, succionando con fuerza sacándole otro gemido a la chica antes de comenzar a mover sus caderas violentamente, no dando tiempo alguno a la mujer para acostumbrarse al frenético ritmo. Sintió las paredes de la mujer apretándose alrededor suyo, haciéndolo gruñir sobre su pezón ante la oleada de placer.

Hermione sonrió satisfecha al oírlo, sus glúteos impactando violentamente contra los muslos del hombre mientras descendía sobre su polla. Movió una de sus manos hasta el cuello del hombre, apretándolo hasta que este levantó la cabeza y pudieron colisionar sus bocas juntas. Draco descendió también una de sus manos, sonriendo sobre la boca contraria cuando comenzó a estimular el clítoris de la mujer arrancándole un fuerte jadeo.

—¡Jod-joder! —exclamó ella, sus caderas moviéndose lo más rápido que podía—. ¡M-más! —jadeó sobre la boca del hombre—. ¡Más!

El hombre entonces la agarró, parando sus movimientos y ganándose un gemido descontento por parte de Hermione. Reuniendo fuerzas, Draco se levantó de la silla y apoyó a Hermione contra el escritorio, apartando las cosas que estorbaban. Colocó las piernas de la chica sobre sus hombros y comenzó a embestir contra ella, jadeando ronco cuando bajó la mirada hasta donde estaban uniéndose, observando la manera en la que su polla desaparecía en el interior de la mujer.

—T-tan caliente —murmuró Draco, girando su cabeza y mordiendo uno de los gemelos de la mujer—. Tan jo-jodidamente estrecha.

Hermione jadeó, y llevó una de sus manos hasta su clítoris, estimulándose a sí misma para poder alcanzar el clímax con más rapidez. Draco sintió el orgasmo aproximándose a pasos agigantados por lo cual comenzó a embestirla con todo la fuerza posible, el cuerpo de Hermione moviéndose de manera violenta mientras la mujer gemía de forma descontrolada.

La castaña bajó sus piernas hasta las caderas del hombre, entrándolas con fuerza alrededor del rubio y moviendo su mano con más rapidez sobre su clítoris. Draco gimió ronco ante el cambio y se irguió sobre la mujer, rodeando con una de sus manos el cuello de la mujer, utilizando la otra para torturar sus pezones y ayudándose también de su boca.

Hermione alejó la mano que tenía sobre su clítoris para agarrarse a la espalda de Draco, clavando sus uñas en ésta. El rubio gimió, hundiendo su rostro en el cuello de la mujer y mordiendo con fuerza la piel cuando sintió a Hermione correrse con un grito entrecortado y a su propia polla palpitar por las ganas de alcanzar el clímax.

Con un jadeó se dejó ir, corriéndose con fuerza en el interior de la castaña arrancándole otro grito a la mujer quien se encontraba todavía en la bruma del orgasmo. Cuando ambos descendieron de su paraíso de placer, juntaron sus bocas en un desordenado beso aunque parecía más un choque de sonrisas que otra cosa.

Draco se levantó y salió lentamente del interior de la chica, la acción arrancó a ambos un jadeo. Se colocó su bóxer y a Hermione sus bragas, incorporándola para poder darle su sujetador y que se lo pusiese. Caminó hasta la silla donde estaban sus cosas y cogió su varita, lanzando varios hechizos que hizo a ambos sentir completamente nuevos, sin sudor, sin cansancio, sin restos de lo que han hecho.

Ambos se vistieron en un cómodo silencio, con una par de hechizos más, todo el despacho volvió a estar como antes de que su caliente encuentro tuviese lugar. Hermione revisó con ayuda de Draco esos papeles que faltaban dando por finalizado su trabajo.

Quitaron el hechizo silenciador y abrieron la puerta, saliendo juntos del despacho con sonrisas satisfechas en sus rostro y sus manos rozándose de manera completamente casual mientras caminaban a las salidas del Ministerio, los pasillos del lugar casi desiertos por lo tarde que debía ser.

Llegaron hasta la red Flu, sólo dos chimeneas manteniéndose activas a esa hora. Con movimientos ágiles Draco envolvió a Hermione con sus brazos tras comprobar que no había nadie cerca. Juntaron sus labios en un beso suave, muy diferente a los compartidos momentos atrás.

—Pasa unas buenas fiestas, Granger —susurró él sobre sus labios, haciéndola sonreír.

—Lo mismo digo, Malfoy.

Con un último beso ambos se despidieron, cada uno entrando a una chimenea y gritando la dirección de su hogar. Ambos deseando que esas semanas que Hermione tenía de vacaciones pasasen lo más rápido posible, después de todo, aún tenían cosas que resolver.

Muchas cosas.


IMPORTANTE LEER

¡Y ya está! ¿Qué os ha parecido? ¿Bien? ¿Mal? ¿Increíble? ¿Fatal? Not bad?

No preguntéis a que viene esto porque ni yo lo sé, pero me dieron ganas de escribir lemon sin razón alguna, pero para hacerlo más "dinámico" pues ustedes decidís el siguiente cap.

Es decir, que ustedes podéis proponer la pareja, la dinámica e incluso algo que queráis leer en concreto. Siempre y cuando haya lemon xD Esto es para dejar volar vuestras mentes pervertidas y mejorar la mía JAJAJAA

Para el método de elección pues haré como hice en Liars&Sinners, por llegada. Es decir si el primer review pide un Drarry pues esa será la pareja que haré para el siguiente OS. Se pueden repetir parejas pero trataré de que haya variedad entre los OS para que escriba de diferentes parejas :D

Pueden pedirme slash, femslash, orgías, tríos, cuartetos, incesto... Lo que quieran. Estoy dispuesta a escribir de todo.

No hay una fecha exacta de actualización porque puedo tardar una semana en escribir algo o tres semanas dependiendo de lo "cómoda" que me sienta con cada petición n.n

Ya sabéis, vuestras peticiones, opiniones, recomendaciones, cualquier cosa la podéis dejar en los reviews :)


Besos y abrazos,

AliciaBlackM.

PD: ¡REVIEWS y GO!