Itaciento
Hace algún tiempo, en una época de castillos, caballeros y Iphones, existió un lindo jovencito, de nombre Itaciento (cofcofcofquecreativocofcofcof) y vivía con su abuelo y sus dos hermanos de sangre, y si creyeron que diría madrastra y hermanastras es porque no me conocen aun~. Su abuelo se llamaba Roma, y sus hermanos se llamaban Romano y Seborga, todos eran la típica familia feliz, menos Romano, él se queja hasta de la inmortalidad del cangrejo, como sea, ellos se encontraban haciendo sus actividades normales, Romano maldiciendo a todo ser vivo, Seborga e Itaciento comiendo pasta y Roma tratando de ligarse a la vecina, cuando les llego una carta del castillo del reino.
— ¡Miren mis queridos nietos! Nos ha llegado una carta del castillo del reino — ¿No se los dije?
— Vee~ ¿Y qué dice nonno? — preguntó Itaciento curioso.
— ¡Maldito reino de retrasados! Mira que mandarse cartas teniendo Facebook, MSN y Twitter es una estupidez, y una muy grande, ¡che palle! — Ese es Romano, feliz de la vida.
— Deja de quejarte fratello — ese es Seborga, la voz de la razón… al menos en este fic — Dinos que dice nonno.
— Dice que estamos cordialmente invitados a la fiesta de cumpleaños del príncipe Inglaterra — de aquí creo que ya saben a dónde va la historia, si no lo saben… déjenme decirles que son mas estúpidos que Cosmo.
— Lo que me faltaba, una fiesta de idiotas, que bien, que B-I-E-N — dijo con sarcasmo Romano, mientras daba aplausos… también con sarcasmo.
— Vee~ ¡Pero parece divertido fratello! — dijo Itaciento emocionado — Vamos a ir, ¿verdad?
— ¡Pero claro que sí! — confirmó Roma.
— ¡Vee~!
— ¡Wii~!
— ¡Mierda! — este último es Romano, expresando su felicidad a su familia.
Ya estaban todos vestidos, menos Romano, que no quería ir por el hecho de que todos los que estarían hay serian puros idiotas… eso y que se le iba a pasar el especial de Phineas & Ferb, ¡era Cliptastico 2 lectores!
— ¡Ya dije que no quiero ir maldición! — se acomodo más en el sillón el ingrato.
— Pero fratello, será genial — insistió Itaciento.
— ¡Que no!
— Escuche que ira España~ — dijo Seborga, y con la velocidad de un mono… en monociclo, Romano se vistió, aprovechando que estaban pasando un comercial. Ya todos se habían subido al auto el abuelo Roma y Seborga, ya solo faltaba que Romano e Itaciento se subieran, pero…
— Escucha, no quiero perderme el especial de Phineas & Ferb, así que te tendrás que quedar para grabarlo — que malo, el sí parece hermanastra.
— ¿¡Vee~¡? Pero yo quiero ir fratello.
— ¿Quieres que sufra por no poder ver mi programa?
— Creo que no…
— Pues entonces te quedas.
— Pero… pero… vee~ — y así, Roma, Seborga y Romano se fueron a la fiesta conduciendo dignamente como todo un italiano, como bestias, mientras Itaciento se quedaba a grabar el programa de Romano, mientras lloraba — Yo quería ir a la fiesta…
De repente sale mucho humo, no sé de donde ni porque, pero sale. Mientras Itaciento trataba de ver una figura que estaba saliendo del humo. Cuando se disipo, salió un pequeño niño de pelo negro, ojos café oscuro, yukata morada, unos audífonos grandes negros y un micrófono.
— ¿Q-quien eres?
— ¿Yo? Soy tu hada madrina.
