Una experiencia religiosa
Por edwinguerrave
Copyright © J.K. Rowling, 1999-2008
El Copyright y la Marca Registrada del nombre y del personaje Harry Potter, de todos los demás nombres propios y personajes, así como de todos los símbolos y elementos relacionados, para su adaptación cinematográfica, son propiedad de Warner Bros, 2000
Este fic participa para el reto especial "Primero de septiembre" del foro "La Noble y Ancestral Casa de los Black". Para ello, seleccioné como personaje principal a alguien que con el tiempo cambiaría su vida por una "mano de plata": Peter Pettigrew.
No había dejado de sorprenderse desde que entró al andén 9 y 3/4 de King's Cross. Peter Pettigrew, un chico menudo, de cabellera pajiza y pequeños ojos vivaces, se sentía abrumado por la cantidad de personas, incluyendo algunos chicos de su edad, que tomarían el tren para viajar a Hogwarts.
Como no conocía a nadie (de los que viajarían con él, quiero decir), Peter prefirió no acercarse a los compartimientos y ocupar uno de los asientos de un vagón que llamaríamos de "clase económica". A su lado se sentó un muchacho delgado, de cabellera castaña clara, ojos grises, túnica algo gastada y, lo que notó Peter al saludarlo, recientes cicatrices en su rostro.
—Hola, soy Remus Lupin —le extendió una mano, mientras sonreía.
—Hola, yo soy Peter Pettigrew –respondió, temeroso, para luego preguntarle—: ¿Qué te pasó?
—Ah, esto –comentó, mientras se miraba las manos, cruzadas por cicatrices—, fue un accidente reciente, no te preocupes.
Luego de eso, siguieron conversando de sus expectativas al entrar a Hogwarts, sobre todo de la impresión que a ambos le causaba entrar al colegio, porque cada uno, por diversas causas, no pensaban posible su ingreso.
Al llegar a la estación de Hogsmeade, bajar del tren y oír la poderosa voz de Hagrid llamando a los estudiantes de primer año, Peter no pudo evitar sorprenderse de la altura (descomunal para su estatura) del guardabosque, y mucho menos impactarse hasta casi desmayarse al ver la silueta del castillo desde el lago. Remus sólo lloraba de la alegría, mientras agradecía mentalmente a los grandes magos de la antigüedad.
Peter siguió, literalmente, con la boca abierta al entrar al castillo, impresionado por lo que veía... Las grandes torres, las puertas abiertas de par en par, por lo que la profesora McGonagall, al recibirlos, y luego de darles la bienvenida, le dijo, con voz severa aunque con un brillo alegre en sus ojos:
—… Y usted, joven, cierre la boca, o un murciélago creerá que es una cueva.
Luego de su selección, Peter se encontró en la mesa de Gryffindor con Remus, con quien establecería una gran amistad.
Buenas tardes desde Valencia, Venezuela! Aquí traigo mi visión de Peter Pettigrew, menudo, nervioso, solitario, impresionable ante la magnificencia de lo que sus ojitos de 11 años veía. También, debo agradecer la inestimable ayuda de Victoire Black, quien sirvió de "betareader" de mis dos relatos para este reto... Gracias por leerlo, y el cuadrito de abajo les espera, no sean malucos!
