"Debes morir."
-Me acabas de mentir de nuevo.-
"Cae en el infierno."
-Se nota en toda tu cara.-
"Levanto mis uñas, no me lastimes mas."

La cabeza de esa mujer estaba siendo asaltada por pensamientos que tiroteaban todos a la vez y hacían brotar flores carmesí en su consciencia, era un daño tan sencillo para otros, ellos no sabían nada, no habían vivido nada de lo que ella vivió, sentimientos a flor de piel, que marchitaron con la misma intensidad con la que florecieron, le carcomía el pecho, incluso, la cordura.
-El amor...Ja, es una porquería, ¿para que sirve?, viene a alterarme, se va, y me deja todo lo que sembró a mi, como si quisiera una planta que al final se secara.- Decía ella, con una falsa sonrisa.
Le costaba sonreír, ¿raro, verdad? se suponía que estaba feliz, había vencido a su mayor enemigo, sus peores miedos, podía controlarse a ella misma, tenia toda la libertad que quería, ya no era "una idiota mas".
¿Que le faltaba? Ah, si... Ese maldito saco que estaba allí tirado, a sus pies. ¿Quien lo diría? Tantas batallas en que el la pisoteaba y la manejaba a su parecer, que la hacia sentir como el error. Y ahora que le gano la guerra y no abra mas batallas, ¿Que debe hacer? tanta era la costumbre, solo vivía de la duda y de las batallas, pero...¿Que haces una vez que ganas la guerra?
-Sin duda te extrañare.- Dijo con un tono algo seco, y peino su cabello hacia uno de sus costados para poder encender un cigarrillo, quería controlar las ansias que siempre nacían en ella.
Una vez encendido su cigarrillo, se sentó en una de las bancas de ese vació bar en donde lo había conocido, quien diría... Quien entendería... Quien se animaría...
Ella solamente no quería decir como se sentía, era una confusión mas en su interior, que se revolvía en el fondo de su nauseabundo estomago, otra pena que caía en el fondo del pobre, en forma de vicios.
Volvió a mirar el saco ensangrentado que estaba frente suyo, y miro el arma de la persona que había amado con locura. Al fin y al cabo, el eligió su destino, el final de un patético machista mas.
"El que dispare primero, gana." Que patético sonó de aquellos labios, para ella era tan placentero ganar una guerra luego de ser tan subestimada.
- No quería que esto suceda, tu lo querías.- Murmuro tirando encima del saco una gran cantidad de combustible y terminar por tirar su cigarro encima de el.
El calor de las llamas se parecían tanto al calor que sentía dentro de ella, el coraje, la rabia, la lujuria que alguna vez había sentido, ahora se consumía entre las maderas de ese viejo bar. Claro esta que abandono el lugar, no quería consumirse junto a alguien como lo fue el, por mucho que lo haya amado, ¿para que?, no era lo que quería.
Los días, las noches, las horas eran eternas siempre que el la tiraba como un saco de basura. -¿Ahora quien es el saco?- Preguntaba mientras veía a lo lejos como se quemaba el bar. No se alejo mucho mas, solo decidió sentarse entre la vegetación del lugar, frente a un pequeño lago que había allí, tantos recuerdos, debería... sentirse bien. Debería estar con sus amigos pero quien la recordase, después de tanto tiempo alejada.
Gotas tibias caían en sus palmas ensangrentadas, ¿eran del cielo? ¿o de su mirada?.
-Quien diría, quien se atreviera, quien entendería... Debería... Estar feliz.-