Disclaimer: Los personajes de Alicia en el País de las Maravillas no me pertenecen. Este fic sólo tiene el propósito de entretener, no pretende fines de lucro ni hay violación intencionada del copyright.

El principio de la historia

Mucho ya había pasado que Coraline se había mudado al palacio rosa, exactamente unos 6 meces...

Coraline salía constantemente para oler los tulipanes de el jardín y hacer un poco de jardinería, a veces salía con Wybowr e iban con el señor Bobinski, a ayudarlo a sembrar y cosechar sus remolachas.

La señora y el señor Jones habían trabajado en un nuevo libro, sin olvidar que la señora Jones, ya no tenia el collarín, se lo había retirado meces antes y ya estaba totalmente curada. Todo por ahí parecían andar bien, el jardín era el mas hermoso, y parecía que Coraline estaba mas feliz con sus padres. La escuela iba bien y ya estaba terminando el año escolar, pero...Coraline no estaba tan entusiasmada, pues el próximo año seria la secundaria, y eso no le gustaba mucho, quizás eran los únicos problemas que tenia en la cabeza en ese momento.

Incluso ya no le importaba que no le prestaran atención ni la escucharan, había aprendido a vivir con eso... Pero aun tenia sueños raros en ese entonces, o algo semejante a los sueños.. Eran pesadillas... Por lo cual no había podido dormir, lo peor eran que en ellos estaba su peor enemiga…Beldam... Y no podía decirle a sus padres, ellos nunca le creería en absoluto, el único que le creería era Wybie... Él incluso lo vivió esa noche... En la que la bruja ataco a Coraline en la colina sur. Ellos eran los únicos que creerían .Claro, además de la señora Lovat. E incluso no podían abrir la boca, posiblemente terminarían con un psicólogo o en un hospital de enfermos mentales.

Quizás Coraline había desarrollado una fobia a los botones y Wybie a las agujas…no es cierto, al menos eso creo .

Coraline había empezado a interesarse por los libros, como su padre y madre empezó a hacer un libro sobre todo lo que le pasaba y lo que se sentía ser una niña de su edad... Aun que no había mucho que contar... Apenas tenia 11 años...por ello sus padres le había comprado una nueva computadora donde comenzó a hacer el libro.. Aun que a veces acostumbraba a divagar por el internet cuando tenia la mínima
oportunidad. Por ello se encontraba sentada en la silla frente a la computadora escribiendo lo más rápido que sus manos podían.
Traía su simpática ropa aniñada de siempre, una camiseta de mangas largas de color naranja, con franjas ligeramente mas claras a las otras, unas botas negras y su pantalón de mezclilla. El sonido del teclado era lo único que llenaba sus oídos mientras pensaba más y más en que poner después de la siguiente palabra. La computadora estaba al lado de la ventana frente a su cama. Su cuarto había sido remodelado, no tenia mucha diferencia con el cuarto anterior en verdad, la pared había sido reparada y las ventanas ya tenían cortinas de un color morado fuerte.
Aun que había ciertas diferencias, ya habían algunos muebles al lado de su cama y su ropero en la otra pared, pero no se acercaría a la "otra habitación", que le había echo la "otra madre" . Esa habitación era hermosa, claro, antes de que se enterara de que solo era un trampa...

Coraline se detuvo y frunció el ceño produciendo un gemido, se paro y se dirigió a la ventana que estaba cubierta por las cortinas moraduzcas . Las retiro y la abrió mirando el feliz paisaje fuera de ella, sonrió al ver a Spinck y Forceble paciando a sus tres perros, ya eran mas activas, a pesar de sus reumas. Ambas señoras peleaban empujándose una a otra con la cadera sacándose de el camino, pelea que a Coraline le causaba mucha gracia e izo que diera una carcajada, la siempre sensual señora Forceble y amigable señorita Spinck no perdían sus rasgos, siempre peleando por la misma cosa, que exactamente no sé que sea, a veces Coraline se preguntaba como es que llegaron a ser algo famosas peleando todo el día, claro, a pesar de su extravagante cuerpo en esa época no podía dejar de preguntarse como nunca se separaron o algo así, incluso no creía que vivieran en el mismo apartamento, a veces se llegaban a oír sus discusiones asta el treceavo piso por las noches, haciendo que el señor B gritara palabrotas en ruso, palabras que, por suerte, Coraline no lograba entender.

-hola señoritas- grito entre risas. Se le hacia gracioso llamarlas así, debido a condiciones obvias. Las mujeres voltearon al oír la vos algo confundidas, pero al ver a Coraline en su ventana no dudaron en responder al mismo tiempo.
-hola Caroline!-
Grito Spinck, quizás si sabia su nombre pero su edad delataba su buena memoria. Forceble, por su parte, la contradijo-creo que además de ciega te falla en oído April-
-¿Ciega? ¡Ha! Mira quien lo dice ..¿Entiendes? ¡Mira! Ja, ja, ja, - se burlo Spinck despiadadamente, así Forceble respondió y la discusión de nuevo comenzó entre las dos. Coraline solo rodó los ojos para arriba sonriendo...ahí estaba de nuevo la pelea que le causaba risa...pero nunca le gustaría estar dentro de una, a veces llegaba a ser molesto, si con quien peleaba eran esas dos.

Dejo la ventana abierta y solo salió caminando hacia el corredor.
Tomo aire y suspiro con nostalgia, esa noche tampoco había podido dormir bien así que seguía algo cansada, pero estaba feliz...bajo las escaleras y se dirigió a la cocina, en el recorrido se vio la renovada casa, había cierto cambio, ya habían mas muebles, mas cortinas y un tapizado nuevo, aun que no cambiaba mucho ya que era igual que el anterior.

Al llegar a la cocina su padre y madre desayunaban cereal en la mesa de en medio.-hola Ma, hola pa!-
Coraline tomo hacieto en la silla en medio de ellos.
-¿ya pudiste dormir mejor?- pregunto la señora Jones.-em...no, pero.. No importa, ya pasara- Coraline insistía en que no podía contárselo a nadie, y si la consecuencia era no poder volver adormir estaba dispuesta a pagarla.

-amor debo irme- dijo el señor Jones mirando su reloj de mano.

-yo igual mamá, quede de ir a ver a Wybie - Coraline ya se había encaminado pero su madre la detuvo tomando su café -no tan rápido niñita- su madre se puso de pie a buscar algo de azúcar mientras, Coraline solo se paro de golpe, rogando que el discurso no fuera largo, quería estar tan legos de su casa como le fuera posible, por razones obvias.

-hoy no saldrás a ningún lado-

-¡pero Ma!-

-¡no Coraline! Hoy llegaran nuestros nuevos vecinos-

Se me olvidaba algo... ase meces en la casa se había iniciado una construcción, abajo de la casa de el señor B, la cual ya estaba terminada, incluso yo me preguntaba como habían terminado tan apresuradamente, así el palacio rosa había crecido un 20% mas, el nuevo departamento estaba destinado a una nueva familia de la cual la señora Jones hablaba.

-¡pero Ma...! - replico Coraline. A ella no le apasionaba la idea,¡ en absoluto!, ella esperaba una nueva y normal familia, y extrañaría ser la nueva de el vecindario. Pero tenia la esperanza de que pudiera haber alguna niña en ella, estaba demasiado sola, ya que las clases habían terminado días antes y no había visto a sus amigas en mucho.
-¡nada de peros Coraline! Los recibiremos con una gran sonrisa-
Coraline solo frunció el seño y cruzo los brazos, pero la curiosidad la mataba a pesar de su objeción, acepto solo por querer saber como era esa dichosa familia.