Declaimer: Pokemon no me pertenece, es de Nintendo y Satochi algo… (no recuerdo su apellido)
Maktub
Prólogo
Sus agitados pasos eran lo único que retumbaba en los alrededores, a la vez, su respiración entrecortada era el único ruido que sus organismos emitían mientras ese temor, que ya era costumbre, los invadía al saber que debían presentarse ante el jefe. Pero algo raro había en la sede principal de la asociación Rocket, anomalía que solo podía significar que Giovanni otra vez se traía algo entre manos y que no dejaría que nada ni nadie se interpusiera en su camino.
Pero a cualquiera que conociese el prontuario enorme de fracasos que esos tres habían tenido intentando capturar a un Pikachu, les habría extrañado enormemente que El Jefe los hubiese considerado dentro de su nuevo y más importante objetivo. De golpe una enorme compuerta mecánica los detuvo, y tras dejar sus identificaciones, esperaron unos segundos para entrar en la habitación.
La puerta se abrió.
En aquella gran habitación habían otros 5 miembros del equipo Rocket, no eran la gran cosa a simple vista, pero cada uno portaba un gran y fuerte curriculum, una carrera impecable que la organización consideraba suficiente para poder ser los elegidos de ir por una posesión aún más valiosa que cualquiera que hubiese existido antes. Y al ver a esta elite Rocket, las dudas de Jesee, James y Meowth se hicieron más agudas con respecto a su pronta misión.
En el fondo de la sala se oía el ronroneo de un gran Persian, dejando sumisamente que el hombre de cabello castaño y rasgos severos le acariciase su cabellera. Giovanni, quien solo esperaba a los tres personajes, se levantó de su sillón y cruzando las manos en su espalda, se dirigió a sus súbditos.
‒Sé que es extraño que los haya citado a esta habitación tan privada y apartada de las dependencias que usualmente ocupamos para reuniones importantes; pero han de saber que los siete agentes aquí presentes, tras un intenso análisis, han sido elegidos para llevar a cabo la misión más importante en la historia de esta asociación.
‒Pe… pero jefe… ‒balbuceó tímidamente el hombre de cabello azul ‒to...todos saben que jamás hemos tenido éxito en…en lo que usted… bueno, usted sabe...pi…pi…pikachu…
‒Al parecer la misión no es tan difícil, como para haber llamado a estos tres inútiles- interrumpió una de las agentes que estaba en la habitación, seguida de risas por parte de los demás.
‒¡Silencio! ‒levantó la voz Giovanni ‒una insolencia mas, y no solo te saco de la misión Rina, sino que también saldrás de la asociación y… todos sabemos que caminando con una maleta en la mano no es como te marcharás ‒La joven rubia se llevó las manos al cuello, agachando la cabeza, se disculpó con su superior. El Jefe continuó ‒y respondiendo a tu duda James; si, son un trío de inútiles, incapaces de capturar a ese Pikachu e interrumpidos innumerables veces por ese imbécil que era su entrenador. Pero las múltiples ocasiones que fueron derrotados por ese idiota y sus amigos, hicieron que ustedes los conociesen mejor que nadie. Con lo entrometidos que son, no me cabe duda que intentarán meterse en mis planes y todos sabemos que eso no sería favorable, mas aun ahora que ese mocoso es un maestro pokemon. Entonces es ahí donde ustedes se convierten en una pieza fundamental. Saben lo que harán, saben donde pueden actuar y sobretodo saben que ante ese Pikachu, nadie se puede dar por ganador. Si tan solo mando a mis mejores agentes, llenos de éxitos, sé que se confiarían, por eso ustedes están acá. Supongo que a todos les habrá quedado claro.
Los otros cinco agentes inclinaron sus cabezas en señal de afirmación, mientras que Jesee, James y Meowth seguían perplejos en sus respectivos sitios.
‒Pero señor… ‒habló la mujer de cabello rojo ‒¿De qué se supone que tenemos que alejar a ese chiquillo, cual es esa misión?
‒Quiero que me traigan un pokemon, pero no cualquiera. Es el más raro y temible de todos, aquel que hace que los pokemon legendarios de cada una de las regiones sean tan solo simples peones en un juego de ajedrez. Es la criatura más majestuosa jamás antes encontrada, pero cuya majestuosidad y delicadeza guardan el poder más grande al que un humano puede acceder.
‒¿Dónde está ese pokemon? ‒Irrumpió con su chillona voz el gato parlante.
‒No en esta región…
‒¿Está en Sinnoh, Jotho, las Islas Naranja…? ‒Preguntó un agente alto, y de cabello casi canoso
‒No Steven, no es ninguna de esas regiones. A donde irán será a un lugar que tan solo ha sido visitado una vez en toda la historia de la humanidad. Pero esa vez bastó como para dejar vestigio de nosotros y a ese pokemon tan valioso. Es en ese lugar donde ustedes deberán encontrarlo y traerlo hasta aquí. Pero deberán estar atentos, pues su forma no se ha conservado intacta. Según cuentan los escritos, el original puede haber rencarnado en alguna otra criatura, siendo un poco difícil de detectar, pero sin duda, en algún minuto, rasgos de su verdadero poder saldrán a la luz y no les será tan complejo el identificarlo. Esa criatura es la llave para tener libre acceso en todo el mundo conocido… y por conocer.
Y mientras tanto, en un lugar lejano, una joven morena se levantaba tranquilamente para iniciar su día.
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Solo decir… que no sentía tanto nervio de publicar algo desde esa tarde en que hice publico mi primer fanfic….
