Dark Mockingjay

Prólogo

Era una noche fría de invierno. La nieve cubría todo en derredor cual manto blanco inmaculado. El frío de por sí habría mantenido en sus camas a cualquier niño normal. Pero, aunque en apariencia lo parecieran, ellos no eran niños normales.

La idea de escapar no fue de Katniss, quien seguía las órdenes de entrenamiento sin chistar, sino de Gale. Gale era el líder. Estaba hecho para ser el líder. Literalmente. Cada uno de ellos tenía una fórmula distinta, características especiales, genéticamente diseñadas para alguna tarea útil en su futuro destino de súper soldados. Eran el orgullo del Capitolio, aunque eran un secreto. Operación Charlajo, se llamaba el proyecto, y parecía ir sobre ruedas. Al menos hasta esa noche.

Fue idea de Gale también el separarse. Katniss ni siquiera pudo despedirse. Solamente corrió descalza por la nieve, cubierta solamente por su delgada camisola de color gris. Incluso si pudiera conseguir ropa normal, que nunca en su vida había visto, su cabeza rapada y el código de barras en la nuca la habrían delatado. Entonces fue cuando el auto apareció.

Al principio pensó que era alguno de ellos, de Charlajo. Quizás el mismo Snow. Pero no, era un hombre de mediana edad, que jamás había visto. La sorpresa era notoria en su rostro. Y casi sin hablar, la tomó de la mano y la subió a su auto, cubriéndola con una manta y prometiéndole que buscarían a sus padres al día siguiente y una vez que se calentara un poco.

Katniss no le dijo nada. ¿Cómo podía explicarle que no sabía lo que eran los padres? Sólo se escondió entre las mantas, como si fueran a protegerla de ser encontrada por Snow, y se preguntó, como volvería a hacer muchas veces, si algún otro de sus hermanos habría logrado escapar.