¡Hola! Me dio un pronto y me dijo … a ver qué sale. No se ensañen con las críticas!! En función de ellas seguiré escribiendo!!! P XD. Mil gracias a los que lean!!
Ah!! Los personajes no son míos…son de una tal J.K. Rowling XD
¡¡¡Besos!!!!
Sol de medianoche
Capítulo I. Touché
Docenas de alumnos permanecían inmóviles, con los ojos abiertos de par en par, siguiendo la escena no con expectación, sino con impaciencia, con emoción contenida. Nadie parpadeaba, nadie se atrevía a hablar, de hecho los murmullos habían cesado en la primera estocada, ni siquiera el repicar de la lluvia o el crepitar de las antorchas podía hacerse un hueco en el enorme salón. Y como foco de atención dos chicos se batían en duelo, y sin varita.
- Olvídalo Granger – Malfoy se encontraba al frente, aparentemente firme, dueño de la situación. – Lloverán sapos antes de que consigas siquiera rozarme.
- No estás en posición de dar consejos – Hermione Granger habló, su voz advertía que se estaba divirtiendo. Blandió la espada contra su enemigo. Éste esperó el momento exacto y respondió al golpe, la sonrisa de Hermione disminuyó.
- ¡Vamos! Solo es una clase. – bromeó el Slytherin. Pero los dos sabían que era algo más, se trataba de algo personal, algo que incluso excluía a Harry y Ron.
Desde que McGonagall había pronunciado sus nombres en la primera clase, Hermione Granger y Draco Malfoy, el esgrima se había convertido en una especie de juego. Los dos alumnos iniciaban una danza en la que sólo ellos conocían los pasos. Él, se había criado entre espadas; ella, era la chica más inteligente de todo Hogwarts. Destreza y astucia eran habilidades que ambos conocían a la perfección, dándoles forma en cada duelo. Algo más.
Hermione se repuso del golpe e inició un nuevo movimiento aproximándose peligrosamente a Malfoy. Éste no se acobardó y dio un paso al frente. Como si de un pacto silencioso se tratase, ambos retiraron las espadas y comenzaron a caminar lentamente dibujando un círculo, estudiándose. Alrededor los alumnos contuvieron la respiración.
- Acabemos. – continuó Malfoy, poner nervioso al enemigo era un punto a favor. Dio un paso al frente – Ríndete.
- Vénceme. – replicó la chica, acercándose otro tanto. Draco curvó media sonrisa y Hermione no se quedó atrás.
- Te ofrezco la oportunidad de retirarte con dignidad. – como esperaba, Granger soltó un carcajada.
- Me sorprende que conozcas la palabra "dignidad", Malfoy.
Los dos estaban muy próximos, el ambiente tenso, y la pasión en el aire. El combate había hecho desaparecer los insultos, no en este instante, sino tiempo atrás. Ahora eran las espadas los testigos de su enemistad.
- Te lo advierto una vez más – alzó la espada. La reacción de Hermione fue tardía pero no menos efectiva. Las sonrisas se habían borrado y también la distancia entre ambos. Hermione no se dejó vencer y rebatió.
- ¿Asustado?
- Te sorprenderé una vez más, Granger, pero la palabra "miedo" no está en mi vocabulario.
- No – concedió Hermione. Ésta vez fue Malfoy el despistado y haciendo gala de su estado, no percibió el movimiento de la chica que acertó a rozar su cuello haciendo que Malfoy alzara la cabeza vencido – Está en tus ojos.
Unas veces ganaba Gryffindor, otras Slytherin, sin embargo el recuento global los situaba siempre en posición de empate.
Los alumnos prorrumpieron en aplausos. McGonagall les felicitó desde su posición. Pero el silencio reinaba para los dos enfrentados. Se miraban cómplices, compartiendo, sin saberlo, algo más que un enfrentamiento. Y de nuevo sonrisas en sus rostros. Malfoy, aún inmóvil, decidió poner fin a su derrota.
- Touché
