-Bolin apúrate! A este paso no llegaremos nunca al concesionario- dijo la joven de ojos azules vestida con ropas de igual color. Pero su compañero miraba embelesado las vitrinas de cuanta tienda había en la ciudad y parecía no oírla.

Korra se vio obligada a volver sobre sus pasos, tomar a su amigo del brazo y prácticamente sacarlo a empujones de la zona comercial.

-¡Ah vamos Korra! No tenemos tanta prisa- se quejó el muchacho de ojos verdes y pelo engominado -Mira que hermosos lucen todos los comercios engalanados con motivos románticos en vísperas del 14 de febrero.

Pero a Korra nada de eso parecía importarle mucho y solo respondió con un gruñido mientras apuraba el paso.

-¡Ah ya sé lo que te pasa!-dijo Bolin mientras le daba un codazo cómplice a Korra- No estás animada porque no has conseguido una cita para el 14 de febrero y crees que te tocará pasarlo sola.-el muchacho miro a su amiga a la cara esperando alguna respuesta y al no obtenerla bajo el tono de su voz y le dijo- no debes estar triste Korra, eres bienvenida a pasarlo junto a nosotros, sé que a Opal no le importará que nos hagas compañía.

-No gracias Bolin - contestó Korra y luego agregó bajando el tono- eres muy amable pero sé todos los planes que has hecho para pasar ese día de manera especial con Opal y no quiero ser la 3era rueda. ¡Además ¿quién dijo que estoy triste por eso?!-sonrió, cambiando la voz a un tono más alegre para luego agregar- ¡Lo que me molesta es que te entretengas en cada esquina, a ese paso nunca llegaremos! -Le dio un débil puñetazo a su amigo en el hombro, acompañado de un guiño y continuó caminando.

El concesionario de Ciudad República se encontraba cerca de Industrias Futuro, la principal compañía productora y distribuidora de los satomoviles y a menos de 2 kilómetros contaban con una estupenda pista de carreras, donde los potenciales compradores podían comprobar, sin la molestia del tráfico, la potencia del auto que desearan adquirir.

Korra y Bolin se entretuvieron largo rato ojeando los satomoviles en la sección destinada a los deportivos. El chico estaba interesado en adquirir uno, aprovechando los ingresos adquiridos por su nuevo trabajo como estrella de cine. Se había hecho acompañar por Korra, puesto que, según decía, necesitaba una opinión femenina sobre el auto a adquirir, con la esperanza de garantizar de esta forma que a Opal le gustará y como la compra del mismo era parte de una de las tantas sorpresas que le tenía preparada a la hija de Suyin, no podía contar con su ayuda directamente.

Ambos miraban embobados todos los modelos, pero sin decidirse aún por alguno.

Desde lejos una hermosa joven de largo cabello negro los observaba con intensidad, paseaba su mirada por ambos, pero sus ojos parecían hacer especial énfasis en la chica morena vestida de azul.

Asami observó a un hombre de edad media, elegantemente vestido que caminaba en dirección a los nuevos clientes, aprovechando un momento en que sus miradas se cruzaron le hizo un ademán para que se retirara, haciéndole entender con gestos que ella los atendería. El hombre asintió obedientemente con la cabeza y se retiro.

-¿Puedo ofrecerles mi ayuda?-Korra y Bolin escucharon la frase pronunciada por alguien que se encontraba a sus espaldas y se voltearon al unisono.

Korra, por la posición en que se encontraba, quedó más cerca de Asami al voltearse y pudo contemplar de cerca toda su belleza. Los rayos de sol se reflejaban en su cabello imprimiéndoles un brillo especial, su rostro era del mismo color del mármol y sus ojos dos esmeraldas verdes que la observaban con una intensidad que la hizo sobrecogerse, pero lo que realmente provocó escalofríos en el cuerpo de la chica fueron esos labios rojos que no podía dejar de mirar. Estaba embelesada y no sabía a ciencia cierta que hacer para salir de esa especie de hechizo- ¡espíritus!-pensó-¿qué pasa conmigo?

Para cuando atinó a reaccionar ya Bolin se encontraba al lado de Asami estrechando su mano a modo de saludo.

-Si, sin dudas nos vendría bien algo de ayuda-dijo Bolin mientras tendía su mano a Asami.

-Es placer para mi ayudarlos. Mi nombre es Asami Sato y conozco todos los modelos de satomóvil que hay en este concesionario como la palma de mi mano.

-¿Asami Sato?-preguntó Bolin mientras la observaba con expresión pensativa- ¿Acaso no eres la ingeniera líder de la compañía que fabrica estos satomoviles?

-Si, tienes razón-admitió la pelinegra, para después agregar-¿y uds son?

-Ah disculpa! Mi nombre es Bolin y ella es Korra- respondió Bolin mientras le daba un pequeño empujoncito a Korra para acercarla a Asami.

-Bolin?...mmm y acaso no eres tú quién interpreta al "gran" Nuktuk en las ultimas películas de acción?

-Si! Si ese soy yo- exclamó Bolin adoptando una de las poses que caracterizaban a Nuktuk.

Asami sonrió y clavó sus ojos en Korra mientras le extendía su mano.

-Mucho gusto Korra.

La nativa de la tribu del agua tendió su mano a la líder de Industrias Futuro y no pudo evitar que un leve rubor le cubriera las mejillas al sentir el contacto, desvió la mirada avergonzada sobre todo consigo misma por perder el control de esa manera.

-Si me dicen a grandes rasgos que características están buscado en un satomóvil podré brindarles mayor información.

-Seguro- ripostó Bolin- Necesito un auto rápido, poderoso, que me haga lucir bien, pero que también demuestre que puedo ser un hombre familiar- hizo una pausa y agregó- ¡ah si! También necesito un asiento especial, pequeño, en que Pabu se pueda acomodar sin problemas.

-¿Pabú? ¿Acaso tienen hijos? Son tan jóvenes- comentó Asami extrañada.

-No, no- rió Bolin- Pabu es mi mascota Es un hurón de fuego.

-¿"Tenemos"...hijos?- preguntó Korra que al fin parecía salir de su letargo.

-Si. Asumí que eran pareja- contestó Asami deseando que su suposición no fuera correcta.

Bolin y Korra se miraron, miraron a Asami y volvieron a mirarse para estallar ambos a carcajadas.

-¿Korra y yo? No, no, nooooooo. Para nada. Es demasiado temperamental para mi ¡para muchos! Además, ella prefirió a mi hermano.

-¡Ey!-dijo Korra dándole un pequeño empujón a su amigo-¡No digas esas cosas de mi!

-Discúlpenme, me dejé llevar por la 1era impresión-contestó Asamí con suma educación.

-Descuida, Bolin y yo solo somos amigos, viejos amigos y él solo tiene ojos para su querida Opal ¡Está locamente enamorado!

Los ojos de Bolin se iluminaron al oír el nombre de su novia, mientras Asami dejaba escapar un suspiro que Korra no supo si interpretarlo como comprensión o sana envidia por el amor que profesaba su amigo a su novia.

-Entonces solucionado el malentendido les pido que me acompañen, creo que sé justamente que es lo que estás buscando Bolin- Asami hizo un ademán con la mano para que la siguieran y comenzó a caminar.

Unos minutos más tarde Bolin miraba embelesado un moderno satomóvil negro mientras Asami le explicaba sus características.

-Como puedes ver, creo que cumple con todos tus requisitos, solo faltaría agregarle un pequeño asiento para tu mascota. Lo cual estaremos encantados de hacer una ves que nos facilites sus medidas- Asami conversaba con Bolin sin dejar de lanzar miradas furtivas a Korra, regocijandoce secretamente cada ves que sus miradas se encontraban y el rubor cubría las mejillas de la morena.

-¡Estupendo!- exclamó Bolin- Una cosa más ¿podrían agregarle algunos toques en verde? Es el color preferido de Opal y quiero darle la sorpresa.

-Por supuesto. En menos de una semana podemos entregártelo con todo lo que has pedido- pronunció Asami displicente.

-¡Excelente! Entonces lo compró ¡Este es el satomóvil que necesito!

-Bolin - carraspeo Korra a sus espaldas- ¿No crees que sería prudente que probaras el carro antes de decidirte a pagar por él? ¿Acaso no estaba entre tus requisitos que fuera un auto rápido? ¿Cómo puedes saberlo si no los has conducido primero?

-Pero...luce como un auto rápido- comentó con tono infantil Bolin.

- Korra tiene razón-intervino Asami- no debes juzgar las cosas solo por su apariencia-sentenció mirando en dirección a la otra chica.

¿Qué pasa con esta chica?-pensó Korra-¿Por qué me mira de esa forma? ¿y por qué no puedo evitar sonrojarme cuando lo hace?

-Esta bien tienes razón- Bolin se encogió de hombros y suspiró. En ese instante miró un reloj ubicado en una de las paredes y sus ojos se abrieron como platos-¡Oh no! Llego tarde al rodaje. ¡Muy tarde! No podré probar el auto en estos momentos. ¿Korra podrías hacerlo por mi?

-¡Yo!-exclamo la chica exaltada-Sabes bien que no me gusta conducir Bolin.

-Honestamente, nos es que no te guste ¡es que eres pésima!- dijo Bolin entre risas.

-Yo la puedo acompañar- interrumpió Asami- La pista de pruebas de la compañía no se encuentra lejos de aquí. Podría llevar a Korra, darle unas vueltas en tu nuevo auto y demostrarle que no solo parece rápido ¡es rápido! Si Korra queda complacida, yo personalmente iré a tu casa a entregarte el satomóvil.

-Me parece una excelente idea. Confío plenamente en la opinión de Korra y si ella queda complacida, por mi esta bien.

-¡Eh yo aun no he dicho que si!- protestó Korra.

-Oh vamos Korra, por favor, por favor, por favor- Bolin la miró con los ojos bien abiertos mientras juntaba sus manos a modo de suplica. Korra no pudo resistirse y accedió.

-¡Esta bien, lo haré! Pero si no te hubieras demorado tanto en el camino hacia acá esto no fuera necesario. ¡Te lo dije!

-¡Gracias eres la mejor!- Bolin la abrazó y salió corriendo del concesionario mientras gritaba-¡Nos veremos más tarde!

Korra lo observó alejarse con una sonrisa, que borró inmediatamente de su rostro cuando al voltearse sus ojos se toparon con los de Asami. La ingeniera la observaba descaradamente desde los pies a la cabeza, admirando su excelente físico. Korra sintió una especie de escalofrío recorrer su cuerpo.

-¿Nos vamos?-preguntó intentando romper la tensión del momento.

-Por supuesto.

Asmi le abrió la puerta del auto y le hizo un además para que se sentara, luego dio la vuelta y se colocó frente al timón, pero antes de encender el motor giró la cabeza en dirección a Korra y la observó fijamente, se inclinó un poco sobre su asiento, acortando la distancia entre ambas. Korra tensó todo su cuerpo y solo atinó a balbucear un ¿qué haces? cuando sintió la mano de Asami pasar por detrás de su hombro.

-Tranquila, solo debo ponerte el cinturón de seguridad.

Korra soltó un suspiró y Asami arrancó el auto con una sonrisa en los labios.

El caminó hacia la pista lo hicieron en silencio, intercambiando furtivas miradas pero si medir palabras. Un ves adentradas en la pista de prueba Asami comenzó a explicarle a Korra el funcionamiento del complejo.

-Eso que ves allá a lo lejos son nuestro talleres de reparación, en ellos hacemos algún que otro ajustes en los satomoviles después de someterlos a una prueba y ese pequeño edificio a tu derecha alberga unas pocas oficinas, una cafetería y una sala de juego para nuestros pilotos de prueba.

-Por lo visto tienes todo muy bien organizado...entonces ¿cuál de esos pilotos de prueba será el encargado de mostrame la potencia de este auto?-preguntó Korra mientras daba una palmada sobre la puerta del coche.

-Ninguno. Lo haré yo.

-¡Tú!-Korra no pudo disimular su asombró-¿Pero...acaso sabes conducir como un profesional?

Asamí no creyó necesario responder esa pregunta, sonrió y sus manos maniobraron la palanca de cambios con tal destreza que antes de que Korra pudiera reaccionar ya se encontraba recorriendo la pista de carreras a una asombrosa velocidad.

La chica sabía lo que hacía. Sus manos se aferraban con naturalidad al volante y sus pies a los pedales, ejecutaba los cambios de velocidad con la naturalidad de quien es experto en esas lides, Korra se limitaba a observarla por intervalos, intercambiando su mirado entre ella y el camino. Sin dudas era un auto poderoso, pero las expertas manos de Asami sabían sacarle el mejor provecho.

Después de varias vueltas y convencida Asami de que ya había demostrado todo lo necesario, tomó un camino alterno y condujo el auto hasta un parqueo.

Korra bajó emocionada, el corazón le latía intensamente en el pecho y sentía chorros de adrenalina correrle por todo el cuerpo.

-¡Wow! Eso fue increíble. ¡Qué bien conduces! Nunca lo hubiera imaginado.

Asamí rió.

-Ya te dije, no debes juzgar a alguien por la primera impresión.

-Tienes razón, disculpa- Korra bajó la cabeza avergonzada.

-¡Bah olvídalo, no tiene la menor importancia! Además no es la primera ves que me sucede. Espero haberte hecho cambiar de opinión, no me gusta que las personas se hagan una idea equivocada de mi, en especial tú.

-¿En especial yo?...¿Yo por qué?-preguntó Korra nerviosa

-Mmm pienso que quizás tengamos muchas cosas en común, podríamos llegar a ser amigas-dijo Asami bajando el tono- No suelo tener muchas amistades cercanas, siempre he sido una persona muy ocupada.

A Korra le pareció tierna la pose infantil que había adoptado Asami y sin pensarlo mucho la abrazó.

-Descuida a mi me ha pasado igual.

Asami estrechó el abrazo y ambas pudieron aspirar el aroma que desprendía el cabello de la otra, soltaron un suspiro al unisonó e inmediatamente se separaron ruborizadas.

-¿Eh...te...te gustaría que pasáramos por la cafetería a merendar algo?-preguntó Asami para romper la tensión del momento.

-Si, encantada. Desde que salí esta mañana con Bolin no he comido nada-contestó Korra con hambrienta honestidad.

-Pues vamos-dijo Asami y echó a andar.

La cafetería se encontraba desierta y el ambiente relajado y agradable propiciaba la conversación. Pasaron el resto de la tarde conversando animadamente, contándose historias de su pasado y asombrándose con sus similitudes. Ambas tenían padres que en ocasiones podían ser sobre-protectores pero que se habían empeñado en darles una buena educación y en lograr que sus hijas llegaran a ser mujeres independientes y responsables. Asami achacaba esa actitud al hecho de que ambas fueran hijas únicas. Korra escuchó con un nudo en la garganta las pocas historias que Asami hizo de su madre y sin saber que hacer, solo atinó a tomarla de las manos mientras esta le contaba sobre lo que significó perderla siendo tan niña, Asami le devolvió una mirada llorosa y agradecida. Para animarla Korra le contó de sus aventuras junto a Bolin y Mako, de cuando se conocieron y todas las locuras que hicieron juntos.

-¿Mako es el hermano de Bolin?-interrumpió Asami

-Si.

-¿Es él, por el que cambiaste a Boli? ¿Es él tu novio?

Korra se puso roja como un tomate, pero esta ves era de la ira que sentía hacia su amigo Bolin por esa mala costumbre de hablar siempre de más.

-Bueeeno, si y no. Las cosas cuando las cuenta Bolin a veces suenan demasiado...eh no sé ¡exageradas!

-¿Exageradas?

-Si...Mako y yo tuvimos una relación, pero terminó...no sé, no creo que estuviéramos hechos el uno para el otro. Siempre he creído que estamos destinados para alguien especial, alguien con quien nos sintamos a gusto, podamos compartir nuestras alegrías y tristezas, trabajar juntos por intereses comunes, alguien con el que poder ser una misma...y con Mako simplemente no me sentía de esa forma ¡él es un gran muchacho! Somos estupendos amigos...no sé, no sé explicarme bien, solo sé que no veía entre nosotros la misma química que se tienen mi padres, por ejemplo...¿Entiendes algo de lo que digo?-preguntó Korra pasándose la mano por detrás del cuello.

-Si, tranquila. Te entiendo perfectamente, he pasado por situaciones similares. ¡Pero no pierdo la esperanza! Y no deberías perderla tu- Asami hizo un énfasis especial en esta ultima frase mientras miraba detenidamente a Korra.

La chica de ojos azules sonrió algo nerviosa y bajo la mirada.

-Tienes razón, no la pierdo...solo que a veces es difícil encontrar a esa persona.

-Quizás la tengas más cerca de lo que imaginas-susurró Asami mientras acariciaba la mejilla de Korra.

Korra sintió que toda la sangre le subía hasta la cara. El contacto de esa mano se sentía tan bien, era tan suave y delicado y a la ves le provocaba sensaciones que nunca antes había experimentado. Sin notarlo había ladeado la cabeza en dirección a la mano que acariciaba y había cerrado los ojos para disfrutar el contacto, fue entonces que sintió la otra mano de Asami rodeando su cintura para acercarla a ella y después su aliento muy cerca de su cuello, cuando abrió lo ojos Asami se encontraba a la distancia de un beso y la observaba con un extraño brillo en los ojos, que bien podría confundirse con lujuria. Korra tragó en seco cuando sus ojos tropezaron con esos labios rojos. ¡Son hermosos!-pensó-¡Debería besarla! Este último pensamiento cruzó como un flashazo en su cabeza, la proximidad de sus rostros ya era demasiada, Asami dejaba entrever una leve sonrisa y en sus ojos se podía leer claramente los deseos de besar a la morena, Korra no aguantaba, cerró lo ojos y justo cuando se disponían a besarse un ruido ensordecedor proveniente de la pista las sacó de su letargo.

Asami y Korra brincaron de sus asientos.

-¿Qué ha sido eso?-preguntó Korra

-No sé, pero proviene de la pista.

Uno de los pilotos entró en ese momento a la cafetería.

-¿Qué ha sucedido?-preguntó la líder de Industrias Futuro.

-Uno de los satomoviles de prueba ha perdido la dirección en una curva y chocó, pero no se preocupe, el piloto está bien.

-Menos mal, el auto se puede sustituir, pero una vida humana jamás.

-Eh..mejor me marcho, veo que tienes asuntos que requieren tu atención.

Asami hizo un ademán para detenerla pero Korra ya había alcanzado la puerta y se alejaba rápidamente del lugar dejándola con la palabra en la boca.

Esa noche ninguna de las 2 pudo conciliar el sueño fácilmente.

En la mansión Sato cierta ingeniera daba vueltas en su cama sin poder dormir. Nunca había conocido a alguien que la impresionara tanto en tan poco tiempo y menos que ese alguien fuera una chica. Sonrió al recordar lo atrevida que había sido al coquetearle a Korra y el rubor que eso provocaba en la morena, aunque de momento su expresión cambió y su cara se puso seria. ¿Acaso habría hecho sentir incomoda a Korra con su comportamiento? ¿Acaso esa buena química que sintió que tenían había sido solo un espejismo de su mente? ¿Sería esa la razón por la que se se marcho tan rápido? No, no podía ser, ella había sentido "algo" en el momento que compartieron, o solo eran ideas suyas? No podía quedarse con la duda, debía volver a verla.

A varios kilómetros de allí también se encontraba otra chica con problemas para conciliar el sueño. Korra se revolvía bajo las sábanas inquieta. Se levantó de un tirón resoplando ¡¿Qué pasa contigo Korra?!-se preguntó mientras se acercaba a la ventana con la esperanza de que la brisa nocturna despejara su mente. Se sentó al borde y suspiró, cerró los ojos y comenzó a rememorar cada uno de los momentos que había compartido con Asami ese día.

Nunca se había sentido tan vulnerable, nunca una mirada le había provocado sensaciones como las que experimentó, aunque realmente si buscaba en su memoria no lograba recordar unos ojos que la miraran con tanta intensidad...unos ojos tan verdes y tan hermosos como los de Asami. Buscaba respuestas en su cabeza pero no encontraba explicación alguna a lo que había sucedido entre ellas. Es cierto que desde un inicio la encontró hermosa pero la juzgó mal, pensando que se comportaría como una señorita de rica, acostumbrada al lujo y a ser servida, pero después de ver como conducía y pasar juntas toda la tarde pudo comprobar con alegría lo mucho que se había equivocado, Asami era encantadora y había disfrutado cada minuto que pasaron juntas en la cafetería...mmm ¿cada minuto?-murmuró Korra y volvió a sumergirse en sus pensamientos. Si, en realidad disfrutó cada minuto ¿pero...por qué huyó torpemente cuando fueron interrumpidas después de casi compartir un beso? Ah! Esas caricias de Asami se habían sentido tan bien ¿por qué no la besé?-se preguntaba Korra- Porque no es normal que yo ande besando chicas ¿o si?-se respondía a si misma. No sé, no sé! ¿Y si todo fue un malentendido? ¿y si Asami solo le estaba brindando afecto de la forma en que lo haría una amiga? Al fin de cuentas ella nunca había tenido muchas amigas, no sabía como funcionaba el cariño entre chicas. No sé, no sé-repetía en voz baja Korra- solo sé que debo volver a verla.