No soy dueña de Divergente o InuYasha, la creadora de Divergente es Veronica Roth y de InuYasha Rumiko Takahashi, todos los derechos de las historias originales les pertenecen.

Yo solo poseo mis locas ideas que añadiré a la historia y por supuesto los personajes que yo misma crearé para introducir en la historia, como Alice o Elizabeth.


Capítulo 1: Facciones

Mi nombre es Kagome, tengo dieciséis años y soy parte de Erudición.

Bueno, quizás este no es un buen comienzo, pero esta es mi historia y yo decido de qué forma narrarla, teniendo eso en cuenta, permítanme empezar de nuevo.


El mundo en el que vivo es un mundo clasificado, naces en una facción, te enseñan sus ideales, vives con ellos, creces con ellos y aprendes a ser como ellos, todos en una facción piensan de una sola forma, somos una unidad, y aunque en realidad no suena tan mal, no es esto lo que quiero para mi vida.

Yo nací en Erudición, mi facción busca el conocimiento, investigamos los hechos y sacamos conclusiones de ello, resolvemos problemas y analizamos datos.

En esta facción he aprendido muchas cosas, he aprendido sobre historia e informática, sobre el ser humano y como funciona, he aprendido todo lo que me han enseñado y también todo lo que se negaron a enseñarme.

Soy un miembro destacado de Erudición, mis resultados siempre han sido los mejores, los más altos, soy inteligente incluso en una facción llena de personas ansiosas de aprender cada vez más.

Pero no estoy conforme, mi padre ocupa un alto cargo dentro de Erudición, trabaja haciendo investigaciones junto a nuestra líder, Jeanine Matthews, una de las personas más inteligentes que hay, después de todo, los líderes en Erudición son elegidos en base a su coeficiente intelectual, estoy segura de que aquí yo tendría un futuro brillante, sin embargo, he decidido irme.

Debido a que ya tengo dieciséis años pronto tendré que estar en la Ceremonia de Elección, la cual se realizará dentro de dos días, y tendré que elegir si quedarme en mi facción o unirme a cualquiera de las otras cuatro facciones.

En Abnegación se encuentran las personas desinteresadas y altruistas, visten siempre de gris y jamás se hacen notar demasiado, dedican su vida a servir a los demás y en la sociedad son el gobierno encargado de tomar las decisiones.

Allí yo podría vivir una vida en paz y tranquilidad, una vida monótona y aburrida, pero sé que no estoy hecha para eso, los abnegados no se defienden si los atacan, y las demás facciones los atacan bastante seguido.

En Cordialidad todo es sonrisas y alegría, ellos tienen vidas despreocupadas y felices, son amables con todos y sus ropas siempre son de colores luminosos, en general el rojo y amarillo, los de Cordialidad cultivan la tierra y se encargan de proveer alimentos a las otras facciones.

Mi vida en Cordialidad sería mejor que en Abnegación sin duda, pero su actitud siempre me ha parecido tonta e ingenua, nunca toman nada en serio y pasan la mayor parte de su tiempo en juegos si no están cultivando la tierra, Cordialidad nunca fue una opción para mí.

En Verdad se valora la sinceridad, ellos son los que imparten justicia, visten de blanco y negro, en representación a sus ideales, ya que ellos no creen en los términos medios, o mientes o eres sincero, o dices sí o dices no, también descarté esta facción de mis opciones hace mucho tiempo.

No soportaría una vida en Verdad, en esa facción no te permiten tener secretos, todos conocen todo de ti, jamás puedes ocultar nada y su prueba de iniciación es totalmente drástica, carecen de tacto para decir las cosas y no piensan un solo segundo antes de abrir la boca.

Y por último, la facción a la que decidí unirme, Osadía, esta facción busca eliminar la cobardía, siempre se visten con ropas de cuero y de color negro, son nuestro ejército, nuestros protectores, se encargan de la seguridad y son entrenados duramente en su iniciación.

Honestamente siempre he creído que los de Osadía han perdido la cabeza, los de Verdad nunca piensan antes de hablar, pero los de Osadía no piensan antes de actuar, lo que es mucho peor.

Los osados llevan piercings y tienen la piel llena de tatuajes, son impulsivos y a decir verdad parecen personas bárbaras y totalmente incivilizadas, en una situación normal hubiera sido mi última opción, hubiera preferido entrar a Verdad antes de pertenecer a Osadía, pero tengo mis motivos para ello.

Mi familia piensa que voy a elegir Erudición, ya que realmente nunca he dado muestra alguna de que me incomodara estar aquí, me comporté como todo Erudición debe hacerlo, ellos piensan con felicidad en mi futuro prometedor, pero es un futuro que nunca llegará, porque no me quedaré aquí.

Trató de no pensar en lo que voy a dejar, a mi madre, Angelique, que es una excelente persona, tiene unos cálidos ojos marrones, que parecen ver dentro de tu alma, siempre sabe cuándo mientes, pero es lógico, pues mi madre fue transferida de Verdad.

A mi padre, que nació en Erudición y se quedó en ella, mi padre se llama Benjamín, aunque nunca paso demasiado tiempo con él, porque siempre está ocupado en sus investigaciones, mi padre tiene el cabello rubio y los ojos azules, unos ojos que analizan todo lo que ve a su alrededor.

Yo soy una mezcla de ellos dos, no soy muy alta, mido un poco más de un metro sesenta y cinco, tengo el cabello de color negro, como el de mi madre, pero ella lo tiene corto en cambio el mío es largo, llega incluso más abajo que mi espalda baja, pero mis ojos son como los de mi padre, de un color azul intenso y al igual que los suyos, yo también analizó siempre todo lo que veo, pero es inevitable tener algunos hábitos de Erudición cuando has vivido aquí por dieciséis años.

También tengo dos hermanas mayores, Elizabeth de diecinueve años y Alice de diecisiete.

Elizabeth ya pasó por la Ceremonia de Elección hace tres años, ella se quedó en Erudición y es una investigadora que trabaja principalmente desarrollando métodos eficaces que ayuden a los cultivos de Cordialidad, ya sea para mejorar la tierra o acelerar el proceso de crecimiento.

Elizabeth es pelirroja y de cabello ondulado, creo que son los genes de alguna tía lejana o algo así, es más alta que yo por mucho, mide un metro setenta y tres, ella tiene los ojos marrones de mamá, es una mujer muy bonita, pero es demasiado seria.

Alice por su parte es mayor que yo por un año, sin embargo no lo aparenta, incluso es más baja que yo, creo que mide menos de un metro sesenta, quizás un metro cincuenta y ocho, cualquiera que no nos conozca pensaría que ella es la menor de las tres, su cabello es totalmente lacio y rubio, su longitud tampoco es mucha, su cabello le llega hasta por arriba de los hombros, sus ojos son de color miel, más claros que los de Elizabeth o los de mamá por un tono o dos.

A pesar de haberse educado como una más de Erudición, Alice carece de todo interés por la investigación, los de Erudición lo investigamos todo, somos curiosos y nos interesa saber de qué forma funcionan las cosas, buscamos explicaciones para lo que sucede y creamos hipótesis hasta hallar la razón lógica, ella no es así, a ella no le interesa buscar los motivos, no siente curiosidad y se conforma con las explicaciones baratas y simples que le dan sin más, además si no obtiene las explicaciones necesarias tampoco le importa, ella aún no ha pasado por la Ceremonia de Elección, lo hará conmigo debido a que nuestra diferencia de edad no es mucha, pero yo sé que ella se irá de Erudición, al igual que lo haré yo.

Alice es frágil y se rompería bajo la presión de Erudición, ella no está hecha para estar aquí, no es como Elizabeth o como yo, lo más probable es que elija Cordialidad, sería lo mejor para ella.

Sea como sea, el tiempo se agota y mañana por la mañana tendré que hacer la prueba de aptitud, he investigado al respecto y sé que entraré en una simulación en la cual se me darán una serie de elecciones, basado en esos datos se dará un resultado, no estoy asustada, ni siquiera estoy nerviosa, porque sin importar que resultado obtenga mi decisión está hecha, perteneceré a Osadía a pesar de que la prueba me diga que soy Erudición, Cordialidad, Verdad o Abnegación.

Si tuviera que definir mi estado de ánimo sería ansiosa o curiosa, debido a que me gustaría saber cuál va a ser mi resultado, he leído bastante acerca de las simulaciones pero nunca he experimentado una simulación, pienso que será una situación… interesante.

Por el momento solo queda esperar, me acostaré temprano después de cenar y al levantarme iré a estudiar, entonces al final día haré la prueba y todo estará bien.


—Señoritas es hora de que bajen a cenar— Escuché la voz de mi madre mientras leía uno de los libros de mi habitación, específicamente uno sobre las simulaciones, necesitaba estar preparada para la prueba de mañana, aun si no es una prueba de conocimientos.

Guardé el libro en la estantería junto a los demás, después de marcar la página que estaba leyendo, para poder continuar mi lectura al terminar la cena.

Bajé al comedor y encontré a mamá sirviendo la comida, hoy había de cenar estofado de pollo y unas cuantas hamburguesas que seguramente eran para Alice.

— ¿Puedo ayudar en algo?—pregunté.

—No te preocupes por nada, solo llama a Alice, tu padre y Elizabeth aún siguen en el trabajo, así que esta noche solo cenaremos las tres.

No dije nada y fui a llamar a Alice, pero la realidad es que siempre era así, no era solo 'esta noche', eran todas y cada una de las noches, papá y Elizabeth nunca estaban en casa, el trabajo los absorbía por completo, lo peor de todo es que no los obligaban a quedarse, eran ellos quienes deseaban quedarse, para mí realmente no era un problema, entendía que una vez que empezabas con una investigación te sumergías en esta profundamente, pero Alice y mamá deseaban tener más tiempo en familia.

Le dije a Alice que bajara a cenar y regresé al comedor, mamá ya había colocado los platos, por lo que después de que Alice bajara empezamos a cenar tranquilamente, por lo menos hasta que mamá comenzó a hacer preguntas.

— ¿Están nerviosas por la Ceremonia de Elección?— yo sabía que mamá no tenía malas intenciones, pero Alice que estaba sentada a mi lado se tensó con la pregunta, lo que solo confirmaba mis suposiciones, ella se iría de Erudición.

Decidí responder yo, para que mamá centrara su atención en mí y no en Alice, ella no era como yo, no podía disimular nunca sus emociones.

—Realmente no veo porque deberíamos estar nerviosas—dije mientras cortaba con el cuchillo un pedazo de pollo, sin darle importancia al tema—Las decisiones que tomamos son lo que cuentan y son nuestra responsabilidad, además se supone que la prueba de aptitud nos ayudará.

Alice reaccionó al oír mi voz y rápidamente colocó en su rostro una sonrisa falsa.

— ¡No hay problema mamá! Ya somos grandes, no te preocupes por nosotras—su voz se oía rara, pero mamá no parecía notarlo.

—Tienen razón, ustedes son lo suficientemente mayores para hacer sus propias decisiones—después de eso la comida se reanudó de forma menos tensa.

Yo me retiré una vez que terminé de comer mi plato, tomé un poco de agua y volví a mi habitación, encendí la lámpara de mi mesa de noche y me quedé leyendo por un rato, hasta que el sueño me venció y me dormí aún con el libro en mis manos.


Al día siguiente me desperté temprano, tomé una ducha y empecé a vestirme, tomé una blusa blanca, una falda azul claro y una chaqueta del mismo color, tomé una toalla y sequé mi cabello, que debido a que era demasiado largo demoraba bastante tiempo en secar, una vez que estuvo seco me peiné y lo sujeté en una cola alta, después hice un moño con mi cabello, tenía que hacerlo porque no había otra forma en que mi largo cabello no interfiriera, además de eso, debía dar una imagen pulcra y ordenada, como todo Erudición.

Al final me coloqué unos tacones azules, en realidad no me gustaba usarlos, pero era parte de dar una buena imagen.

Luego desayuné algo de forma rápida y fui caminando a la escuela, lo lógico sería que esperara a Alice para ir juntas, pero ella siempre despertaba tarde y yo no podía esperar tanto.

—Pero mira que tenemos aquí, parece que una damisela perdida—estaba distraída de camino a clases, así que fui interceptada por un perfecto desconocido.

— ¿Quién eres y qué quieres?—respondí.

—Sabes que eso me duele, ¿cómo puedes olvidarte de tu mejor amigo?—bueno, quizás no era un perfecto desconocido, pero hubiera sido mejor que lo fuera.

La persona que me interceptó fue Miroku y como él dijo, es mi mejor amigo, es dos años mayor que yo, pero compartimos varias clases en el pasado, como Matemáticas Avanzadas, que por cierto es mi primera clase el día de hoy, él es de Erudición igual que yo, pero ya pasó por la Ceremonia de Elección y ahora es profesor de los cursos Avanzados e investigador en el laboratorio con mi hermana los fines de semana, debido a nuestra diferencia de edad yo no debí estar en las mismas clases que él, pero mi alto desempeño logró que me saltara varios grados, así que fuimos compañeros hace algunos años.

Miroku era un total mujeriego, el día de hoy vestía un traje formal azul y una camisa blanca, su actitud no era la mejor, pero era inteligente y eso le valió el primer puesto de su clase de iniciados, tuvo mejores resultados que nadie en sus pruebas.

—Quizás si mi mejor amigo no fuera un idiota podría recordarlo—sonreí.

—Oye, no seas tan cruel conmigo por la mañana… solo quiero pasar tiempo con mi amiga antes de que extienda las alas y se vaya del nido—Miroku era la única persona en la que confiaba lo suficiente como para decirle que me iba, lo que no le dije fueron los motivos por los que me iba, pero él supo comprenderme y a pesar de que sé que quería hacer preguntas, no lo hizo. Miroku era un idiota, pero era un idiota muy confiable.

—Bien, bien, pero no te quejes después cuando te golpee porque actúes de forma pervertida.

—Prometido, te doy mi palabra como caballero—dijo Miroku, con su mano derecha en el pecho y los ojos cerrados, como si estuviera haciendo un juramento, a veces me preguntaba porque tenía un amigo tan dramático como él.

—Eso no me sirve Miroku, no veo ningún caballero por aquí—dije riendo mientras me dirigía a mi primera clase, con Miroku como mi acompañante, aunque hice que cargara mis libros para evitar que hiciera cualquier cosa, no podría molestar a nadie si tenía las manos ocupadas con veinte libros de texto sobre historia de las facciones, biología humana y matemáticas avanzadas.


Las clases transcurrieron de forma rápida, como el día de hoy teníamos que realizar la prueba de aptitud el horario se recortó a la mitad, con lo que cada clase duraba alrededor de veinte minutos y no faltábamos a ninguna, la prueba se haría después del almuerzo, así que este momento me encontraba en la cafetería.

Pedí un sándwich de pollo un jugo y un pedazo de torta de chocolate, en los libros no decía que no podíamos comer antes de la prueba, así que yo iba a seguir con mi almuerzo de forma normal.

Me senté en una mesa que estaba junto a las ventanas para poder comer tranquilamente, cuando alguien se sienta a mi lado, alzo la vista, que estaba en mi delicioso sándwich, y veo que es Alice la persona que se sentó a mi lado, ella tenía su propio almuerzo, que constaba en tres hamburguesas de carne, dos batidos de vainilla dos muffins de manzana, a veces me preguntaba a donde iba toda la comida con lo delgada que era mi hermana.

—Así qué…. ¿Estás nerviosa? Hoy es un día importante ¿no? Seguro que estás tan nerviosa que por eso no tocas tu comida—dijo Alice.

—No trates de justificar tu nerviosismo diciendo que soy yo la que está nerviosa, si no toqué mi comida es porque me interrumpiste cuando estaba a punto de comer y el que comas tanto es signo de 'tu' nerviosismo, así que cálmate—Alice solía evitar sus sentimientos concentrándose en los demás, así que en estos casos lo mejor era enfrentarla directamente.

—Ya lo sé, lo sé ¿Crees que no lo sé?, pero tú eres la perfecta Erudición, mírate o mira a Elizabeth, ambas son tan responsables y tan inteligentes, no puedo evitar sentirme intimidada, así que no me culpes por estar nerviosa, es totalmente comprensible.

— ¿A qué le tienes miedo? A que la prueba te diga que no eres de Erudición y que lo mejor es que te vayas—paré de hablar un momento y tomé algo de mi jugo— ¿O acaso le temes a que la prueba te diga que perteneces a Erudición y debes quedarte?

Miré a Alice fijamente a los ojos y esperé una respuesta, a pesar de que yo sabía perfectamente cuál era la respuesta a mi pregunta, quería saber qué es lo que me iba a decir Alice.

— ¿Cómo puedes pensar qu-?—Alice dejó de hablar después de darse cuenta que era inútil fingir, Alice siempre había sido una terrible mentirosa— Tienes razón, pero no sé qué hacer, no quiero dejarlos, no quiero irme, quiero quedarme contigo, con mamá y papá, incluso con la gruñona de Elizabeth…. Tengo miedo Kagome, no quiero abandonarlos, pero siento que este no es mi lugar, que simplemente no encajo en Erudición, estoy tan confundida.

—No entiendo porque, para mí las cosas están muy claras, no te sientes a gusto en Erudición y sientes que no perteneces aquí, no hay motivo por el cual dudar—yo sabía que lo que diría iba a dolerle, pero era la vida de mi hermana y no podía dejar que la viviera infeliz para siempre.

—Entonces ¿Qué hago?—Alice parecía a punto de llorar, pero por suerte nuestra mesa estaba al fondo y nadie podría verla.

—Realiza la prueba de aptitud y si tu resultado no es Erudición márchate de aquí.


¡Listo! Realmente hace mu….cho tiempo atrás que quería hacer un fic de Divergente, desde que se estrenó la película en Perú hace uno o dos años, no estoy segura, pero recientemente compre el libro "Cuatro" de Veronica Roth y se reavivo mi pasión por esta historia, la trilogía ya la había leído hace dos años, pero este libro es como un 'extra'.

P.D.: ¡Yay! Escribí más de tres mil palabras…

Akari Kinomoto

26/02/15