K On no es mio, ni los personajes :D

Ch. 01 La Guerra

- Lo siento Ricchan… Realmente lo siento, buscamos cuanto pudimos…

Los ojos de Ritsu Tainaka se cerraron fuertemente mientras procesaba las palabras, toda su fuerza la abandonaba lentamente.

- Gracias Mugi… Solo… Ahora, necesito estar sola.

La chica rubia se quedo un momento más observando a Ritsu, buscando algo que decir, pero sabía que sería inútil, estaba demasiado triste y cansada, todas lo estaban, pero sin duda Ricchan era quien más afectada se encontraba. Dio la vuelta y salió de la pequeña habitación de hospital improvisado y cerró la puerta tras de sí sin decir ni una palabra.

De pronto Ritsu se sintió sola, ya no había peligro, podía llorar tanto como quisiera. Se llevo las manos al rostro y pequeñas punzadas de dolor la estremecieron, aun sentía los labios hinchados y rotos, sus ojos dolían también y agradeció la falta de espejos en ese lugar, así al menos no seria tan consciente de su estado, que después de todo debía ser bastante lamentable.

La gran puerta de madera se abrió repentinamente dejando ver a cuatro chicas que conversaban cansadamente, dentro de lo que quedaba de una hermosa biblioteca, Mugi entró con expresión sombría mientras observaba al pequeño grupo compuesto por las gemelas Ui y Yui Hirasawa, Azuza Nakano y Sawako Yamanaka. Todas ellas tenían alrededor de 20 años, todas ellas eran amigas y sobre todo, todas ellas eran parte de la misma guerra…

- Como esta Ricchan?.. Le has dicho ya Mugi-chan? – Dijo una de las gemelas Hirasawa, Mugi asumió que se trataba de Yui, aunque, a decir verdad era imposible diferenciarlas.

- Débil, herida, muy triste, y no se si lo superara… - Dijo nerviosa, peinando su rubio y largo cabello intentando no llorar – Yo… Yo no podre superarlo.

Las chicas observaron a Mugi sin decir nada, a todas la guerra les había quitado muchísimo, habían perdido todo, pero a Mugi y a Ritsu les había quitado aun más.

Ritsu abrió los ojos de golpe, había dormido quizás toda la tarde, su cara aún dolia, pero nada comparado con el dolor que sentía por dentro, esperaba que todo hubiese sido una pesadilla, pero al despertar y sentir su cuerpo adolorido, una enorme herida en el abdomen (Cortesía de una espada) y ver el diminuto cuarto se dio cuenta que todo era real.

Quizá la guerra aun durará, pero para ella ya había terminado, lo había perdido todo, dinero, a su familia, sus tierras.. Pero sobre todo, la había perdido a ella…

Ser mujer era difícil, ser mujer, huérfana y en tiempos de guerra, lo era aún mas, pero si además de todo eso, te enamoraras de otra mujer… Eso, era suicidio, y Ritsu Tainaka estaba pagando las consecuencias..