D. Gray Man y sus personajes pertenecen a Katsura Hoshino. La imagen no es mía, la encontré vagando en Internet. La historiaes mía. Cualquier copia y reproducción de este One Shot sin mi autorización es un PLAGIO.

One shot reeditado a la fecha 2018.


Sol, Arena y Akumas.

Era tal vez la primera vez en muchos años que se escuchaba que a los exorcistas, más concretamente a Lavi, Allen y Yu, les daban un día libre. Era una sorpresa del tamaño de Hebraska, porque vamos, todo el mundo sabe que Komui adora explotar laboralmente a esos tres, como si fuera su mayor meta en la vida.

Yu prácticamente se perdió en el primer segundo de la noticia. Allen apenas estaba volteando la cabeza hacia él para preguntarle si iba a hacer algo en especial cuando el espadachín ya había desaparecido. Sabrá dios a dónde fue. Tampoco es que quisieron averiguarlo.

Es decir, ninguno quería pecar de curioso y morir en el único día que podrían hacer cualquier cosa que quisieran, esa parte se la dejaban reservada a alguna pelea contra los Noah.

Lavi inmediatamente sugirió ir a la playa que estaba a treinta minutos del cuartel. Un lugar bonito y fuera del foco de los turistas, tan solo conocido para los nacidos en la ciudad cercana. Allen se puso contento por la idea y aceptó, aunque luego dudo un poco acerca si fue la mejor idea cuando su mejor amigo pelirrojo prácticamente pasó todo el camino parloteando acerca de cómo se divertirían de lo lindo mirando chicas en diminutos trajes de baño y necesitadas de un poco de bloqueador solar que él, como todo un caballero, les pondría. Y en grandes cantidades, no vaya a ser.

Allen suspiró con resignación y miró hacia la ventana a través del autobús. El sol estaba alto y brillante y el clima se mantenía tropical aunque no tan caluroso como para quemarse la piel. Una desventaja de ser Albino era sin duda asegurarse de no contraer cancer de piel antes de los veinticinco.

Apenas tocaron pie en la arena, Lavo prácticamente salió disparado rumbo a un grupo de tres jóvenes y voluptuosas chicas que estaban acostadas en la arena boca abajo con la parte superior de sus trajes de baño olvidadas a un lado.

Allen rodó los ojos y caminó tranquilamente hacia un punto estratégico donde estaba elevado en la arena. Había unas enormes Piedras negras donde podría tranquilamente sentarse y admirar la hermosa vista al mar.

Allen no supo cuánto tiempo estuvo sentado mirando el mar y dejando que la suave brisa le revolviera el cabello. Estaba tan relajado que ni siquiera se había percatado de que había alguien más a pocos metros de él hasta que escuchó un suave tarareo.

Bajó la mirada hacia la arena, y sintió su corazón disparándose cuando la vio. Allen había conocido muchas mujeres bonitas durante todas sus aventuras como exorcista, sin ir más lejos su mejor amiga Lenalee era bastante linda. Pero la chica que tenía enfrente debía ser la más hermosa que había visto. Probablemente rondaba los veintes, como él. Tenia los cabellos lacios y oscuros de la misma profundidad que la noche sin estrellas. Brillaban como una estela y se ondeaban de manera juguetona con el viento, una espesa cascada que a juzgar por el largo debía llegarle al menos a la cintura.

No podía ver el color de sus ojos porque estaban de perfil en su dirección, pero si se dio cuenta de su pequeña y respingada nariz, su barbilla delicada y ovalada y unas cejas en un lindo arco.

Ella descansaba con los pies sumergidos en el agua, la piel tan blanca como la de el perlada brillando con las gotas de agua. Era indudablemente esbelta pero curvilínea, sus atributos sinuosos a través del traje de baño de dos piezas color morado.

La observó quizá más tiempo de lo que hubiera admitido. Preguntándose si debería acercarse o algo. Sus habilidades con las chicas siempre se habían limitado a tratarlas de manera formar y amable. Si, le habían gustado un par de chicas en su transición de la pubertad a la adolescencia pero jamás había pasado de darle un beso a un par de ella y nada más. Más como curiosidad que como otra cosa.

El debía ser la primera chica que realmente le llamara la atención, y se preguntó si debía preguntarle a Lavi acerca de cómo se supone que un chico debía proceder para cortejar a una chica.

No. Descarten eso. Los consejos de Lavi siempre conducían a tener sexo y eso era algo que definitivamente no discutiría con un pervertido con un parche en el ojo.

El viento repentinamente furioso y el cielo cubierto de nubes sacó a Allen de sus cavilaciones. Levantó la mirada hacia el cielo y como no, al parecer los Akumas no recibieron el memo de que estaba descansando ese día, porque un Akuma de nivel 1 tuvo la brillante idea de aparecer flotando desde el mar. Bastó sólo un movimiento involuntario de su ojo maldito para darse cuenta de ello.

Allen notó de reojo el cómo la chica subió la vista y lo único que logró hacer fue abrir su boca de asombro. Él podía entender su estupefacción acerca del hecho de que ella probablemente nunca había observado a un demonio horrible con formas de máquina como esa, ¡vamos que nunca había visto un demonio, en primer lugar!

Ella se levantó de su lugar y apenas dio unos pasos hacia atrás cuando el Akuma con forma esférica levitó hasta ella y le apuntó con un enorme cañón mirándola a través de sus ojos vacíos. Interesante manera de morir, pero con ironía, ojalá lo agreguen a su epitafio para que sus tías por lo menos tengan algo interesante que contar de ella en sus reuniones de te. Su vida había sido tranquila y en cierto modo aburrida, debía ser algo jodido que lo único increíble que le había pasado a su edad era algo increíblemente horrible.

La cosas sin embargo fueron completamente diferentes. Todo pasó en unos segundos: una hermosa cortina blanca y brillante la separó del demonio, cubriéndola de las balas que iban a su dirección. Ni siquiera tuvo tiempo de reaccionar propiamente cuando lo que parecía una garra que le recordaba al joven manos de tijera atravesaba al Akuma como si fuera mantequilla, destruyéndolo al instante, dejando sólo una pequeña explosión que parecían fuegos artificiales.

Allen dejó a la chica en el suelo en un lugar seguro y se paró frente a ella, su inocencia desactivada y mirándola fijamente.

—¿Estás bien? —preguntó, sin ocultar su preocupación. Fue en ese momento en que finalmente notó los ojos azul zafiro de ella, redondos y profundos, grandes y expresivos. La cima de su cabeza apenas y le llega a a la barbilla, y sus labios de fino arco estaban abiertos y anonadados.

Ella despertó del sueño. El chico, su al parecer salvador, le hablaba de una manera suave que podría hacer sentir querida a cualquier mujer. Sus ojos violáceos transmitían dulzura, su cuerpo alto y sus cabellos blancos revueltos por el viento le daban un aspecto casi angelical.

—Oh si, más bien de lo que he estado en mucho tiempo—atinó a decir en voz baja, mientras sonreía como Gato de Cheshire. Eso debía haber sido lo que se consideraba un flechazo instantáneo.

¡Nadie podía culparla! El chico estaba como quería. Justo como le recetó el doctor.

—Me alegro —Allen sonrió de manera conciliadora, y le extendió la mano humana—. Soy Allen Walker.

—Mey Higushi —correspondió, aceptando el saludo firmemente y sonriendo de nueva cuenta. Le gusto la manera en la que un chispazo de electricidad atravesó su Columba vertebral. Interesante—. Gracias por lo de hace un segundo. Hmm, ¿Te importaría acompañarme por unos minutos? Creo que acabo de hacerme cinco años más vieja del susto. No quisiera tener otro encuentro cercano con una de esas cosas.

¿Qué? No la juzguen si quería conquistarlo quizá con un espantoso entusiasmo. Las preguntas de cómo carajos hizo eso con el demonio, o que diablos era esa cosa en primer lugar, podían venir en la segunda o tercera cita. Es más, ni siquiera necesitaba saberlo si Allen no quería decirle, lo importante era que la siguiera mirando con esa dulce sonrisa.


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Desde que conocí el anime cuando recién salió hace tantísimos años, lo amé completamente. Estuve obsesionada con ser La Señora de Walker en mis años de pubertad por tanto tiempo que no quiero ni contarlo. ¡En mi lista de amores que no existen estaba en mi primerísimo lugar! Y eso ya era decir mucho, meh. Así que sí, el personaje de esta historia es uno de mi autoría XD un alter ego que en mi mente, tendrá a los bebés Walker corriendo por todas la casa, jé.

Si les gustó, por favor háganmelo saber en un comentario, estaré encantada de leerlos.

¡Hasta la próxima! Besos, Higushi.

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