Título: Unique, yet so alike.
Fandom: Glee
Claim: Rachel Berry. Quinn Fabray. Quinn/Rachel.
Disclaimer: La última vez que vi mi acta de nacimiento, juro que decía Ana, no Ryan, so.
Summary: Quinn sólo recordaría cómo es que esa noche había comenzado a quererle puede que un poco. —Drabble, Quinn/Rachel. Para Leeh.
Nota: Es tan fácil para mí escribir de ellas que en serio hasta me preocupa, pero como sea. Para Leeh porque es mi despistada!beta y la amo y tal.
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«You flow inside of me, language and imagery, pure in simplicity.
Thirsting for unity, realised harmony, no need to hide away your life, unique, yet so alike»
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Todo pasó demasiado rápido como para que ella pudiera siquiera pensar en hacerlo. Actuaba por puro instinto, porque la rabia le invadía y le nublaba todos sus sentidos; ni siquiera fue consciente de haber levantado su mano, mucho menos que dicha mano golpeara la mejilla de Rachel y todavía menos con cuánta fuerza lo había hecho. Sólo pudo decir «Lo siento» cuando sentía cómo su palma ardía por el impacto; sólo pudo llorar con más fuerza cuando se dio cuenta de lo que había hecho.
Cuando le preguntaran sobre su baile de graduación, ella no recordaría que su vestido había sido perfecto, que su cabello se había visto impecable, que su madre sacó una y mil fotos de ella porque se veía hermosa, que había ido con quien más quería en esos momentos; no. Cuando le preguntaran sobre su baile de graduación, la primera imagen que vendría a su mente sería la de Rachel con los ojos abiertos imposiblemente, con sus manos sobre la mejilla que Quinn misma había golpeado con tanta fuerza; Rachel con la expresión dolida, con los ojos aguándose lentamente, con la expresión de pura sorpresa en la cara; Rachel con una sonrisa casi comprensible cuando el impacto de que en serio le hubiera golpeado se había desvanecido, con la voz impregnada de tranquilidad; Rachel con expresión digna expresando que «Apreciaba el dramatismo» de aquel golpe.
Quinn sólo recordaría cómo es que después de que ella hubiera hecho lo que hizo, Rachel todavía le diría que era «La chica más bonita» que ella había visto, todavía le trataría de infundir un poco de ánimo, todavía le ayudaría a arreglarse de nuevo, a secar sus lágrimas, a intentar que se calmara; aunque fuera lo último que Quinn mereciera.
Quinn sólo recordaría cómo es que esa noche había comenzado a quererle puede que un poco.