Mi primera abominación de la naturaleza... fanfic xDD

Sipnosis 3 (¿esto es una peli? ¿eing?): Ángela es una Akatsuki de catorce años, alumna del genio Uchiha: Itachi. Anti-social, gruñona y enamoráda hasta la médula de su sensei, es lo que tiene en encanto Uchiha, aunque te trate como a un estorbo. Sin duda, hay amores que matan...

Naruto pertenece a Masashi Kishimoto (Dios), si no Itachi sería el protagonista, yo la cooprotagonista y no sería un shonen, sino un hentai -.-U

ATENCIÓN: Puede contener spoilers del shippuden (en este capi no, más adelante sí xD)

¡Leed y os amaré! (Inner yo: ¿Eso es una amenaza?)

--

Subo las escaleras arrastrando la mochila, empujo la puerta y, tras lanzar el saco de libros al puff, me tumbo boca abajo en la cama.

Estoy muerta, desde que he llegado tarde a matemáticas hasta que el profesor de plástica me ha pillado durmiendo en clase...

Bueno, ¿qué esperan que haga durmiendo cuatro horas al día? Aun que claro, eso es algo que muy pocos saben.

Al final decido levantarme, me asomo a la ventana. Se acercan nubes de tormenta y los pájaros vuelan bajo y en todas direcciones. Un pájaro negro se dirige directamente hacia mí. Suelto un bufido y abro la ventana. Me tumbo de nuevo y espero...

El cuervo entra en mi habitación y se transforma en mi sensei.

-No, hoy no puedo hacer nada. Estoy cansada y tengo exámenes, ¿sabes? Tengo vida fuera de Akatsuki.- me quejo, pero, para variar, me ignora.

-Vamos.- que tío más asqueroso, joder.

-Para algo que te pido...-gruño.

Entorna sus rasgados ojos escarlata, le he cabreado.

Me incorporo, el muy cabrón sabe como dar miedo de verdad.

Llevamos como una hora andando y aún no se ni dónde vamos.

Me muero de sueño y ni siquiera he comido. No creo que pueda seguir...

-Itachi-sensei...-gimo a punto de caerme al suelo. Me mira un momento y sin decir ni media palabra me carga a su espalda. Paso los brazos por su cuello, apoyo la cabeza en su hombro un segundo y... me duermo.

Abro los ojos y miro a mí alrededor, estoy en un bosque, Itachi-sensei está a mi lado. Lo veo diferente... ah, no lleva la capa. Estoy tumbada al lado de él, que se dedica a afilar sus armas, estoy tapada con su capa... Joder, me he sonrojado. Que no me mire, que no me mire ahora, que no me mire, por favor...

Soy gafe.

-¿Estas mejor?- me mira por el rabillo del ojo. Asiento escondida detrás del flequillo.

-S-sensei, ¿cuánto llevo dormida?

-Cinco o seis horas, creo...- lo dice tan tranquilo y se vuelve a un kunai viejo que aun no se ni porqué guarda...

-¿Cuanto va ha durar esta misión?- pregunto preocupada, y su tranquilidad no me consuela. Vale, pasa de mí. – Empiezo a cansarme de que no me respondas y de que me ignores, ¿sabes?

-No te ignoro.- contesta, con despreocupación y sin apartar la vista del dichoso kunai. Bufo exasperada.

-¡Hasta ese kunai te importa más que yo! –probablemente habla el hambre, pero me da igual, también está la bronca que me ha echado la de matemáticas por su culpa... ¡Tengo derecho a estar enfada!

Pone una mano sobre mi cabeza y me revuelve las greñas castañas con cariño.

-No debería importarte lo que piense. Sólo soy tu sensei, debo enseñarte, los sentimientos no importan. Ya deberías saberlo, nunca importa lo que quieras o necesites en realidad...

Retira la mano, si antes estaba roja...

Ha hablado con lo que me ha sonado a... ¿tristeza? No, más bien a frustración, rabia contenida, impotencia...

-Pues a mí si me importa...- murmuro ¿qué sientes? ¿qué es lo que te atormenta, sensei? ¿qué es lo que quieres? Si pudiera entender...

Al final la misión salió bien. Tardamos unos dos días en llegar y una vez allí Itachi-sensei tuvo que salvarme el culo un par de veces.

Pero bueno, es lo que tiene ser débil, supongo...

Y vuelta al día a día. Clases, deberes, peleas con mis padres, exámenes, discusiones con mi hermana, exámenes...

No he vuelto a ver a mi sensei desde hace dos semanas. Joder, es una mierda esto de echarle de menos cada vez que nos despedimos...

Dejó claro que no le importo, al menos eso es lo que entendí yo de nuestra última conversación con más de tres palabras; Itachi no siente.

Pero yo... bueno, soy muy humana, a veces creo que demasiado como para ser alumna de Uchiha Itachi.

Aún no he contado nada sobre mí, ahora que lo pienso.

Bueno, pues me presento ahora, me llamo Ángela, tengo catorce años (cinco años menos que Itachi, creo) y soy piscis. Mis hobbies son escuchar música, leer, dormir y quejarme. Tengo una hermana mayor, se llama Sonia y no me llevo nada bien con ella y su perfección... (¡oh...! ¡cuánto lo siento!)

Hace dos años que conocí a mi sensei, no nos llevábamos bien entonces (miento, yo no me llevaba bien con él) y no nos llevamos demasiado bien ahora.

Bueno, esto ha quedado claro desde la primera página. Soy muy vaga y él me exige demasiado, se que está mal ser perezosa y que todo lo que hace es por mi bien (se supone) pero yo soy así.

A excepción de mi unión con el mundo... ¿manga? dejémoslo en mi unión con Akatsuki... a excepción de eso soy completamente normal (más o menos).

Ah, olvidaba que no me descrito físicamente. Bueno, soy castaña con el pelo por encima de los hombros, la cara redonda, los ojos entre verdes y marrones, más o menos grandes, la nariz respingona (la veo algo grande también) y la boca normal, con los labios finos. También soy pecosa y llevo un piercing en el labio y otro en la ceja, además de varios en las orejas. De cuerpo soy algo bajita, (es humillante pero le llego a sensei por la barbilla), más bien delgada, y pálida de piel.

Ahora debería estar estudiando historia, pero, que quieres que te diga, prefiero leer cosas que me interesen.

Y sigo echando de menos a Itachi...

--

He aquí el primer capítulos de mi primer fic 3

Se ruegan todo tipo de comentarios, desde "Esto apesta, pegate un tiro" hasta "¡Me encanta!" etc xDD

Infinitas garcias por leer D (Sí, ahora os amo xDD)

Que el Dios Cuervo os proreja.